Memoria
En busca de antepasados ‘queer’
A mediados de los años 80, mientras la República Popular de Polonia perseguía a los homosexuales, la comunidad gay reivindicaba su sexualidad desinhibida en la clandestinidad
Karol Radziszewski (L’internationale) 9/04/2021
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15 de febrero de 2016
En 2005, en un piso particular de Varsovia, inauguré una exposición individual titulada Fags, que fue mi presentación artística y, al mismo tiempo, la primera exposición abiertamente homosexual en Polonia. Por supuesto, la temática homosexual ya había aparecido en las obras de otros artistas polacos, pero nunca de un modo tan directo y visible. Ese mismo año empecé a publicar de forma irregular la revista DIK Fagazine. Es la primera, y por ahora la única, revista de arte de Europa Central y Oriental dedicada íntegramente al tema de la masculinidad y la homosexualidad en el amplio contexto de la cultura y el arte, con especial atención en la región. Durante mucho tiempo, en Polonia, así como en muchos otros estados postsocialistas, después de la transformación política, la homosexualidad continuó siendo un tabú; y a menudo se trataba como algo que “había llegado de Occidente”. Por ejemplo, en Ucrania, que está intentando adquirir la condición de país miembro de la Unión Europea, no es inusual escuchar argumentos en contra de esta adhesión diciendo que, como resultado, el país se convertiría en una “Sodoma”. Este argumento está ampliamente presente en la región, especialmente en aquellos países que todavía están sometidos a una fuerte influencia por parte de la Iglesia Católica Romana u Ortodoxa. En el extremo opuesto, Varsovia fue sede del “Europride” en 2010. Esto pudo percibirse como parte de una “colonización arcoíris” en la que “gays occidentales” llevaban su bandera arcoíris a Europa del Este, al tiempo que se celebraba una conferencia paralela al evento dedicada al llamado “dinero rosa”: el poder adquisitivo de la exclusiva comunidad gay. De este modo, llegué a la conclusión de que había una gran necesidad de demostrar que la cultura queer ya existía en Polonia durante la era socialista, que éramos “queer antes que gay”. Por consiguiente, mi objetivo ha sido recuperar este aspecto del pasado como parte de la historia cultural general de Polonia, no solo como parte de la historia queer.
DIK Fagazine
Los inicios de mi trabajo de archivo están vinculados a DIK Fagazine. La revista ha ido evolucionando gradualmente, pues pasó de ser una publicación periódica que abordaba la situación en Polonia y la región de Europa Central y Oriental, a una plataforma que indaga en los archivos queer y que está decidida a descubrir nuestros “antepasados queer”. En 2008, empecé a trabajar en un proyecto de casi tres años que era un número especial enfocado totalmente en la vida de los homosexuales en Europa Central y Oriental antes de 1989. En el proceso de búsqueda de fuentes y viajes, me puse en contacto con muchas personas a las que entrevisté. Desde el principio, para mí era importante cotejar la experiencia polaca con la de nuestros vecinos para dibujar un panorama más amplio de la región. Junto con mis colaboradores Paul Dunca, Kamil Julian, Pawel Kubara y Jaanus Samma estudié varios países seleccionados (Polonia, Rumanía, Estonia, Letonia, Serbia, República Checa y Hungría) para rastrear y comparar zonas de cruising, playas nudistas gay, publicaciones innovadoras, así como las reacciones cuando comenzó la epidemia del sida. A pesar de las circunstancias locales específicas en estos países, muchas de las experiencias descritas demostraron ser similares, como la falta de una comunidad organizada (con algunas excepciones), zonas similares de cruising (casi siempre los baños de estaciones de trenes o autobuses, los parques principales de la ciudad y los baños de hombres), lugares, escasos o inexistentes, destinados exclusivamente a clientes homosexuales (clubes o bares), y el surgimiento de las primeras publicaciones sobre las medidas de las autoridades para tratar de prevenir la propagación del VIH-SIDA.
Mi método principal consistía en hacer entrevistas a personas mayores y consultar sus archivos privados (fotografías, escritos personales) que, por lo general, nunca habían compartido. Mi trabajo rara vez incluye visitas a bibliotecas; prefiero centrarme en el contacto directo con los testigos de los hechos y recopilar sus recuerdos. Por lo general, primero conocía a activistas locales que me proporcionaban información sobre personas con las que podía hablar, y a menudo me sugerían nuevas formas de encontrar más material. De este modo, las entrevistas en audio o video obtenidas y grabadas se convierten en documentos y en el inicio de la creación de un archivo.
La historia sexual alternativa como práctica artística
Gracias al trabajo llevado a cabo en el número “ANTES DEL 89” (publicado en 2011) conocí a Ryszard Kisiel y descubrí la existencia de Filo: la primera revista gay de la era socialista dedicada a temas no heteronormativos en esta parte de Europa; la fundó Kisiel y se distribuía semilegalmente entre sus amigos y conocidos[1]. Por consiguiente, DIK Fagazine reeditó maquetas originales de Filo, nuestro “antepasado recién descubierto”. Durante una serie de reuniones consecutivas con Kisiel en su pequeño piso de Gdańsk, pude indagar en sus vastos archivos y conocer nuevos hechos y varios aspectos de su actividad. En una ocasión, sacó una bolsa de plástico llena de cajitas meticulosamente etiquetadas con una colección de casi 300 diapositivas a color. Estas contenían documentación de unas sesiones de fotos que Kisiel hizo con sus amigos en casa de alguien. Las diapositivas son de finales de 1985 y principios de 1986, como respuesta directa a la Operación Jacinto (una campaña integral llevada a cabo por la Milicia Cívica en la República Popular de Polonia, que consistió en la recopilación de datos sobre los hombres homosexuales polacos y su comunidad, como consecuencia de lo cual se registraron aproximadamente 11.000 expedientes personales). Las diapositivas descubiertas aportan pruebas visuales específicas y contradicen el pensamiento estereotipado sobre la vida en la República Popular de Polonia. Contrarrestan con la imagen del homosexual como víctima perseguida al revelar un gran potencial de energía positiva, sexualidad desinhibida, invención, ironía y auto-ironía (incluso hacia temas tabú como el sida). El archivo de Kisiel también nos permite mirar con una nueva perspectiva la realidad de la era socialista porque, a pesar de las obvias contradicciones entre Oriente y Occidente en ese período, se pueden apreciar referencias y similitudes sorprendentemente cosmopolitas en la “vanguardia sexual” internacional y su iconografía.
Durante los últimos años he estado trabajando en un proyecto artístico titulado Kisieland, que es una obra a largo plazo basada en el archivo de Kisiel. Se inició con la grabación de conversaciones y la digitalización de las diapositivas de Kisiel, que desde entonces se han presentado en conferencias y en formato impreso como parte de varias exposiciones. En el futuro está prevista una publicación que presente toda la colección. En 2011 invité a Ryszard Kisiel a mi estudio, y allí decidió volver al papel de creador después de veinticinco años. La película (Kisieland, 2012, 30 min) que grabó ese momento compara los recuerdos con la imagen actual de Kisiel, mientras se enfrenta cara a cara a un joven modelo. Además de contar la historia, el documental presenta una gran cantidad de fotografías de archivo digitalizadas. El ciclo “SIDA” (papel pintado, pinturas, gráficos y carteles) de este proyecto se hace eco del collage de pegatinas del pato Donald de Ryszard Kisiel incluido en un número de Filo a finales de la década de 1980, así como del proyecto “Imagevirus” del colectivo General Idea, que travestía el trabajo icónico de Robert Indiana llamado LOVE. Como parte del proyecto Kisieland, organicé un evento especial durante PERFORMA 13 en Nueva York, un debate al que invité tanto a Ryszard Kisiel como a Avram Finkelstein (miembro fundador de Gran Fury y ACT UP, el grupo de defensores de enfermos de sida), para comparar los relatos de Europa del Este y América sobre los inicios de la epidemia del sida. Durante la reunión también se llevó a cabo una lectura performativa de extractos de los Serbian Diaries de Boris L. Davidovich, que describen ese momento de la historia desde la perspectiva del Belgrado de principios de la década de 1980.
Situar el archivo de Kisiel en el contexto del arte es una oportunidad para restaurar/revelar el pasado y recuperar su potencial crítico. También complementa la historia visual polaca proporcionándole material hasta ahora ignorado.
Ampliar la perspectiva: el Queer Archives Institute
Mi trabajo de archivo se ha ampliado desde el contexto inicial marcadamente local, polaco, hasta la inclusión gradual de países vecinos en busca de puntos en común, y el intento actual de alcanzar una perspectiva más amplia. Al viajar a Brasil e indagar en los archivos queer brasileños, hallé algunas similitudes con los resultados de mi investigación realizada hasta ahora. El tema de especial actualidad del “hemisferio sur” se superpone, se entrecruza y encaja reiteradamente con el del “hemisferio oriental”. Lo que surge es la historia de una “provincia global”, que tímidamente intenta descubrir su propio lenguaje y crear sus propias identidades independientes. Ha habido proyectos anteriores que comparan Europa del Este con América Latina, por ejemplo, la reciente exposición Transmissions: Art in Eastern Europe and Latin America, 1960-1980 que ofreció el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 2015, centrada en los paralelismos y las conexiones entre artistas. Sin embargo, hasta ahora no me he encontrado con ningún intento similar de recopilar archivos queer en un contexto específico. Estas yuxtaposiciones me parecen un experimento interesante. En lo que me concentro es en un contexto bastante similar, en ciertas limitaciones, así como también en el carácter vestigial de las historias que aún no se han contado.
Un tema de este tipo es el que me gustaría abordar en mi proyecto más reciente, el “Queer Archives Institute” (QAI)[2]. Por un lado, se pretende resumir el trabajo que he llevado a cabo hasta ahora y, por otro, intentar establecer una cooperación permanente con socios (como artistas, activistas, académicos y organizaciones no gubernamentales locales). El objetivo del proyecto será recopilar archivos queer de diversas regiones geográficas, especialmente aquellos que son “periféricos”, colonizados literal o simbólicamente, y hacerlos accesibles y someterlos a una interpretación artística. La plataforma principal de QAI será un sitio web[3] que reunirá material digitalizado que van desde escaneos de fotografías de archivo, revistas y publicaciones, a través de entrevistas en audio y video, hasta textos que analizan conceptos y metodologías relacionados. Debido al carácter enteramente privado de la iniciativa, al principio, por necesidad, la dimensión de la empresa será limitada; sin embargo, con el tiempo se pretende que sea de mayor alcance.
Es importante destacar que, además del proceso de catalogación y orden geográfico/cronológico, crearé un sistema para permitir búsquedas temáticas que formarán conexiones hipertextuales a varios niveles entre materiales de lugares geográficamente alejados. De este modo, la dimensión digital de QAI debe complementarse con un “material” principal: organizando o coorganizando exposiciones que presenten los materiales recopilados, a veces con la participación de artistas invitados. A escala más pequeña, ya he empezado a utilizar estas estrategias en diversas presentaciones[4], en las que se yuxtaponen materiales visuales de archivo, como fotografías voyeristas de playas muy diferentes. Del mismo modo, he mostrado las primeras publicaciones LGBTQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans y Queer) que se publicarán en varios países, o artefactos (carteles, folletos, gráficos, libros) relacionados con el inicio de la epidemia del sida.
En paralelo al canon global
En los estados postsocialistas en particular o, por ejemplo, en otros contextos marcados por dictaduras, donde algunos hilos históricos se rompieron o nunca pudieron emerger, se ha intentado construir nuevas narrativas. La historia reciente, en gran medida, se está construyendo hoy y en ocasiones se manipula. Me interesa anexar, reescribir, revisar todo esto, pero desde una perspectiva muy personal. Descolonizar la historia a través de los archivos queer se ha convertido para mí en una misión, un “proyecto de identidad”. Este trabajo tiene un potencial político e incluso activista para mí. A menudo siento que al trabajar en cada próximo proyecto, texto o exposición, hago algo más que participar en marchas y manifestaciones en las calles. Me interesan las versiones alternativas de las historias conocidas y cuestionar las narrativas canónicas. Esta estrategia subversiva tiene como objetivo cambiar la imagen futura de la realidad creada hasta ahora. Esto está relacionado con el descubrimiento de la identidad local de Europa del Este formada en paralelo al canon global: la primera revista checa dedicada a la homosexualidad se publicó en 1931[5]. Entonces, ¿por qué deberíamos basarnos siempre y principalmente en fanzines estadounidenses o británicos de las décadas de 1960 y 1970?
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Este artículo se publicó en L’internationale.
Traducción de Paloma Farré.
Notas:
1. Filo se publicó entre 1986 y 1990.
2. The Queer Archives Institute se creó el 15 de noviembre de 2015, es decir, coincidiendo con el 20 aniversario de la Operación Jacinto en Polonia. Se inaugurará oficialmente con la exposición que estoy preparando para Videobrasil, que tendrá lugar en Sao Paulo en abril de 2016.
3. Es de esperar que los primeros documentos y textos aparezcan pronto en la web de The Queer Archives Institute. Por supuesto, todo esto presupone un enfoque muy a largo plazo, en principio abierto a un desarrollo multiproceso. Por ello, en la actualidad es difícil definir con precisión el esquema y la estructura de la iniciativa. Sin embargo, una cosa es segura: evolucionará.
4. En 2015 presenté un trabajo durante una conferencia titulada "Sex and Sexuality in East-Central Europe, Past and Present" en la Universidad de Europa Central, Budapest, Hungría, y una conferencia durante uno de los eventos en el Queer Forum de Sofía, Bulgaria.
5. Hlas sexuální menšiny (La voz de la minoría sexual) se publicó quincenalmente entre abril de 1931 y abril de 1932. Le siguió Nový hlas (Nueva voz) publicada hasta 1934.
15 de febrero de 2016
En 2005, en un piso particular de Varsovia, inauguré una exposición individual titulada Fags, que fue mi presentación artística y, al mismo tiempo, la primera exposición abiertamente homosexual en Polonia. Por supuesto, la temática...
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