DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
España es el país más desigual de Europa occidental
El 20% más rico concentra en nuestro país más de la mitad de las rentas de capital y más del 43% de las rentas del trabajo asalariado
CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’ 12/01/2022
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Desde 2015, España ha sido uno de los países de la UE con mayores niveles de desigualdad en la distribución de ingresos entre sus ciudadanos –la quinta peor cifra en el indicador Gini de Europa–, solo superada por Rumanía, Letonia, Lituania y Bulgaria. Así lo recoge el último informe elaborado por el Observatorio Social ‘la Caixa’, a partir de datos de Eurostat y el INE, en el que los investigadores avisan de que, a pesar de que dicho índice se ha reducido en la media europea a niveles anteriores a la crisis de 2008 –de 30,6 puntos, en 2007, a 30,2 en el cierre de 2020–, no es así en el caso español, donde podemos ver que ese índice se mantiene 0,2 puntos por encima, alcanzando unas cifras de desigualdad de 32,1 puntos.
Los investigadores señalan que, en la mayoría de los países pertenecientes a la OCDE, la desigualdad en la distribución de la renta ha aumentado desde los años ochenta, década en la que en España se redujo debido al gran aumento del gasto social. Así, el impacto de la globalización, con el abaratamiento de los salarios y la temporalidad de los trabajadores menos cualificados, la desregulación del mercado laboral y la reducción generalizada de las tasas impositivas y las prestaciones sociales a las familias han llevado a que las herramientas institucionales sean incapaces de contener el aumento de la desigualdad en periodos de recesión, especialmente en el caso español. España fue el territorio de la UE donde más cayeron las rentas del 10% más pobre respecto al 10% más rico durante la crisis de 2008.
Si bien la incapacidad de la Administración para paliar la desigualdad en periodos de recesión es obvia, en las fases expansivas esta tampoco cumple. El informe avisa de que en el caso español se muestra una fuerte asimetría entre los periodos de expansión y recesión económica. Mientras que en todos los periodos de decrecimiento de la economía la desigualdad aumentó significativamente, en las etapas de bonanza –con la excepción, ya mencionada, de los años ochenta– la desigualdad disminuyó solo levemente, tanto es así que, desde 2013, momento en que empezó un supuesto periodo de mejoría, la incidencia ha sido mínima.
España fue el territorio de la UE donde más cayeron las rentas del 10% más pobre respecto al 10% más rico durante la crisis de 2008
El estudio constata también que la fuente de la renta con más peso en los hogares españoles procede del trabajo asalariado (más del 75%). Sin embargo, el peso de esta varía según el nivel de renta disponible. Casi la mitad de la renta de los hogares más pobres viene de las prestaciones sociales, mientras que los beneficios obtenidos del trabajo como autónomo y de bienes inmobiliarios o acciones (renta de capital) aumentan según crece el nivel adquisitivo de los hogares. Así, el 20% más rico concentra en España más de la mitad de las rentas de capital y más del 43% de las rentas del trabajo asalariado.
En España, un 32% de la población se sitúa en el segmento más bajo, un 58,5% en el estrato intermedio y un 9,5% en el más alto. De entre los países de mayor renta, solo Estados Unidos tiene un menor porcentaje de clase media (50%). De esta manera, nos alejamos significativamente de la de los países nórdicos y centroeuropeos.
Si de los años noventa a los 2000 la pobreza en España se caracterizaba por ser transitoria, desde 2008 se está cronificando, sobre todo entre los más jóvenes
El informe señala que no son solo las clases bajas las únicas afectadas por la asimetría del sistema en España. También las rentas medias han sufrido durante la Gran Recesión, especialmente el segmento medio-bajo (33,8%) compuesto por personas de mayor edad, con un menor nivel educativo y que tienen que trabajar a tiempo completo para acceder a ellas, a diferencia de otros países europeos, donde las clases medias tienen ocupaciones más cualificadas, mejor remuneradas, con jornadas reducidas y pertenecen mayoritariamente al segmento medio-alto. Lo que sitúa a España más cerca de los modelos anglosajones que de los centroeuropeos.
Pobreza cronificada
Por último, los investigadores avisan de que la pobreza en España está arraigando. Si de los años noventa a los 2000 la pobreza en España se caracterizaba por ser transitoria –ligada a periodos de recesión–, desde 2008 se está “cronificando”, sobre todo entre los grupos más jóvenes y con menores a su cargo. Antes de la pandemia (2020), un 14% de los menores llevaban tres o más años en la pobreza.
Esto se debe al bajo peso de las ayudas familiares y al aumento de la duración del desempleo; a mayor tiempo en el desempleo, más difícil resulta revertir dicha situación, promover la movilidad dentro de los estratos socioeconómicos y más dependiente se vuelve una generación de las rentas de sus progenitores. Una situación que se ha agudizado tras el inicio de la pandemia y por la que la Comisión Europea ya estima que España sería el país de la UE donde más ha aumentado la desigualdad.
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CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’
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