1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

SISTEMA PÚBLICO

La vacuna cubana podría salvar millones de vidas

Cuba es uno de los pocos países de bajos recursos que ha creado su propia vacuna. Ahora, los médicos de la isla proponen extender su asistencia a millones de personas en todo el mundo

Branko Marcetic (Jacobin) 6/01/2022

<p>Una niña espera para recibir la vacuna contra la covid-19 en La Habana (Cuba).</p>

Una niña espera para recibir la vacuna contra la covid-19 en La Habana (Cuba).

France24

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

[Este artículo se publicó en la revista Jacobin a finales de noviembre. Como en la mayoría de países, la llegada de la variante ómicron ha aumentado los contagios en Cuba. En paralelo, el proceso de vacunación ha seguido avanzado. Según la información del Ministerio de Salud Pública, a finales de 2021, de los 11,3 millones de cubanos, casi 10,5 millones habían recibido una dosis de una de las tres vacunas desarrolladas en el país –la Soberana 02, la Soberana Plus y la Abdala–; 9,3 millones de personas ya cuenta con dos dosis y 8,9 millones, con tres.] 

La cobertura de prensa de Cuba se centró la semana pasada en una serie de protestas contra el gobierno que finalmente no se realizaron. Mucha menos atención recibió un acontecimiento que podría tener un enorme impacto a nivel mundial: la campaña de vacunación de la isla.

Después de doce meses difíciles, en los que una reapertura demasiado veloz llevó a una nueva ola de propagación del virus y al incremento de las muertes en todo el mundo, el éxito de las campañas de vacunación transformó la naturaleza de la pandemia. Hoy Cuba es uno de los pocos países de bajos ingresos que no solo vacunó a la mayoría de su población, sino que lo hizo con una vacuna propia.

El 78% de la población cubana completó el esquema de vacunación. De esa manera, la isla se posiciona en el noveno lugar del ranking mundial

La saga indica una salida posible para los países en vías de desarrollo, que siguen luchando contra la pandemia en el marco de un apartheid de las vacunas. Además, prueba en términos más generales la potencialidad de una ciencia médica que no responde a las ganancias privadas. 

La apuesta más segura 

De acuerdo con la Universidad John Hopkins, mientras escribo estas palabras, el 78% de la población cubana completó el esquema de vacunación. De esa manera, la isla se posiciona en el noveno lugar del ranking mundial, por encima de países ricos como Dinamarca, China y Australia (Estados Unidos, con poco menos del 60% de la población vacunada, está en el puesto 56). El vuelco que provocó el inicio de la campaña de vacunación en mayo revivió la economía del país frente a las crisis gemelas de la pandemia y la intensificación del bloqueo estadounidense. 

Después de un pico de cerca de diez mil infectados y cerca de cien muertes diarias, los números empezaron a caer en picada. Una vez que el 100% de la población hubo recibido al menos una dosis, el 15 de noviembre el país reabrió sus fronteras al turismo, que representa aproximadamente un 10% de sus ingresos económicos y hace poco reabrió las escuelas. Esto convierte a Cuba en una caso atípico entre los países de bajos ingresos, que en conjunto vacunaron al 2,8% de sus poblaciones. El resultado obedece sobre todo al acaparamiento de dosis en el que incurrieron los países desarrollados y a la celosa vigilancia ejercida sobre los monopolios de patentes, que impide que los países más pobres desarrollen versiones genéricas de todas las vacunas, financiadas en última instancia con dinero del sector público. 

Clave en este sentido fue la decisión de Cuba de desarrollar sus propias vacunas, dos de las cuales –Abdala, bautizada en homenaje a un poema escrito por uno de los héroes de la independencia, y Soberana 2– fueron aprobadas oficialmente en julio y en agosto. En palabras de Vicente Vérez Bencomo, respetado director del Instituto Finlay, el país hizo una “apuesta segura” cuando decidió no acelerar el proceso de desarrollo de las vacunas. De esta forma, Cuba no solo logró evitar la dependencia de aliados más grandes, como Rusia y China, sino que garantizó la posibilidad de sumar un nuevo producto a sus exportaciones en un momento de enormes adversidades económicas. 

Los resultados están a la vista. Vietnam, con solo el 39% de su población completamente vacunada, firmó un acuerdo con Cuba para comprar 5 millones de dosis y su aliado comunista envió hace poco el primer lote de 1 millón, con 150.000 en concepto de donaciones. Venezuela (con el 32% de la población completamente vacunada) también acordó comprar un lote de la vacuna de tres dosis por un equivalente a 12 millones de dólares y empezó a administrarla hace poco, mientras que Irán (51%) y Nigeria (1,6%) firmaron un convenio con el país para desarrollar sus propias vacunas. Y, hace poco, Siria (4,2%) empezó a discutir con las autoridades cubanas la posibilidad de hacer lo mismo.

Vietnam, con solo el 39% de su población completamente vacunada, firmó un acuerdo con Cuba para comprar 5 millones de dosis

Las dos vacunas son parte de un paquete de cinco vacunas que Cuba está desarrollando en este momento. Eso incluye una vacuna, única en su género, administrada por vía nasal, que en este momento atraviesa la fase II de las pruebas clínicas y que, según uno de los científicos que dirige la investigación, en caso de que se probaran su seguridad y su efectividad, sería de gran utilidad, pues la cavidad nasal es la principal vía de acceso del virus al cuerpo. En el mismo paquete se cuenta una vacuna de refuerzo, pensada sobre todo para quienes recibieron una vacuna distinta y testeada recientemente en turistas italianos. Desde septiembre, Cuba está en proceso de obtener la aprobación de sus vacunas por parte de la Organización Mundial de la Salud. Eso abriría la puerta a la generalización de su uso.

Una vacuna diferente

Según Helen Yaffe, profesor titular de Historia Social y Economía en la Universidad de Glasgow, más allá de su país de origen, son muchos los aspectos hacen de las vacunas cubanas un caso singular. En primer lugar está la decisión de buscar una vacuna mucho más tradicional, que funciona en base a proteínas, en vez de las más experimentales, basadas en la tecnología ARNm utilizada en las vacunas contra el covid más conocidas, que contaba con solo algunas décadas de desarrollo antes de la irrupción de la pandemia.

Eso hace que la vacuna cubana pueda ser conservada en un refrigerador común o incluso a temperatura ambiente, a diferencia de las condiciones de ultrafrío que requiere la vacuna Pfizer o las temperaturas bajo cero que exige la vacuna Moderna. “En el Sur Global, donde enormes porciones de la población no tienen acceso a la electricidad, (la refrigeración) es un obstáculo tecnológico suplementario”, dice Yaffe.

Además, como la tecnología ARNm nunca antes fue utilizada en niños, en el mundo desarrollado la diferencia en los ritmos de vacunación fueron considerables (las vacunas dirigidas a niños menores de cinco años todavía están en vías de desarrollo). Por el contrario, Cuba apuntó desde el comienzo a crear una vacuna que sirva en ambos casos. Este mes, más del 80% de la población isleña de dos a dieciocho años completó su esquema de vacunación. 

El sector biotecnológico de Cuba es completamente estatal. Eso significa que Cuba desmercantilizó un recurso humano vital

Mientras que, desde septiembre, casi el 70% de los niños de América Latina y el Caribe dejaron de asistir a la escuela, Cuba reabrió las aulas. Gloria La Riva, activista y periodista independiente que visitó Cuba todo el año y está en La Habana desde mediados de octubre, describió la reapertura de la Ciudad Escolar 26 de Julio. 

“Es muy importante para las familias”, dijo. “Todo el mundo siente un orgullo inmenso”.

El poder de una medicina sin fines de lucro 

Hay otro factor importante que hace que la vacuna cubana sea especial. “La vacuna cubana es producida íntegramente por el sistema público de biotecnología”, dice Yaffe.

Si bien es cierto que en Estados Unidos y en otros países desarrollados la medicina que salva vidas resulta de la inversión pública, no por ello las empresas privadas dejan de sacar rédito y controlar la distribución. Pero el sector biotecnológico de Cuba es completamente estatal. Eso significa que Cuba desmercantilizó un recurso humano vital: es el opuesto exacto a lo que vivimos durante las últimas cuatro décadas de neoliberalismo.

Cuba viene invirtiendo miles de millones de dólares en la creación de una industria biotecnológica nacional, sobre todo a partir de los años 1980, cuando tuvo que reforzar el sector a causa de un brote de dengue y de las sanciones económicas impuestas por Ronald Reagan. A pesar del demoledor bloqueo de Estados Unidos, país responsable de un tercio de la producción farmacéutica mundial, el sector biotecnológico cubano logró prosperar: produce cerca del 70% de los ochocientos medicamentos que consumen los cubanos y ocho de las once vacunas que forman parte del programa nacional de inmunización del país, por no mencionar los cientos de vacunas que exporta cada año. Todos los ingresos que obtiene los reinvierte en el sector. 

En referencia a la decisión de Cuba de desarrollar sus propias vacunas, Vérez Bencomo dice que “Todas las vacunas que resultan de la innovación científica son muy caras y son económicamente inaccesibles para el país”.

En cualquier caso, Cuba es reconocida en el sector a nivel internacional. La isla ganó diez medallas de oro de la Organización de la Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas (WIPO) por desarrollar, entre otras cosas, la primera vacuna del mundo contra la meningitis B. En 2015, Cuba se convirtió en el primer país en eliminar la transmisión madre-hijo del VIH y de la sífilis, gracias a sus drogas retrovirales y a su robusto sistema de salud pública. 

En ese sentido, Cuba fue capaz de hacer lo impensable: desarrollar su propia vacuna y superar a una buena parte del mundo desarrollado en el combate contra la pandemia, todo a pesar de su tamaño, de sus ingresos reducidos y de la política de sofocamiento económico que llega del otro lado de la costa. Las campañas de solidaridad internacional también fueron fundamentales. Cuando el bloqueo de Estados Unidos provocó una escasez de jeringas que puso en peligro la campaña de vacunación en la isla, los grupos de solidaridad de Estados Unidos enviaron 6 millones de jeringas, el gobierno mexicano envió 800.000  y China otras 100.000.

Una fuente de esperanza

Aun así, el panorama es incierto. El uso de las vacunas en Venezuela fue objetado por los sindicatos de pediatras y las academias médicas y científicas, que recurren al mismo argumento que otros críticos: los resultados de las pruebas no fueron sometidos a un proceso de revisión por pares ni publicados en revistas científicas internacionales. La Organización Panamericana de la Salud convocó a Cuba a publicar sus resultados.

Por su parte, Vérez Bencomo culpa a la hostilidad que muestra la comunidad internacional contra Cuba. En una entrevista de septiembre, denunció que los científicos cubanos están siendo discriminados por las grandes revistas, a las que acusa de tener una larga trayectoria de rechazar la colaboración de los cubanos, aun cuando después publican investigaciones similares de colegas de otros países y de actuar como una “barrera que tiende a marginar el progreso científico logrado en los países pobres”.

Los gobiernos occidentales siguen oponiéndose a los llamamientos del Sur Global a prescindir de las patentes y habilitar la fabricación o compra de versiones genéricas 

Es una denuncia muy grave en boca de un científico reconocido en todo el mundo. Ganador del Premio Nacional de Química de Cuba y de una medalla de oro de la WIPO, Vérez Bencomo dirigió un equipo junto al científico canadiense que desarrolló la primera vacuna semisintética del mundo, reduciendo los costos de inmunización contra la Haemophilus influenzae tipo B. Más tarde, cuando después de colaborar en el desarrollo de la vacuna contra la meningitis, quiso viajar a recibir un merecido premio en California, el Departamento de Estado de George W. Bush bloqueó su ingreso al país con el argumento de que su visita era “perjudicial para los intereses de los Estados Unidos”. En 2015 recibió la Legión de Honor de manos del entonces ministro de Asuntos Sociales y Salud, que reconoció su obra y lo nombró “amigo de Francia” (en ese entonces, Vérez Bencomo se negó a dar una entrevista).

Aunque la recuperación de Cuba sugiere que la confianza de Bencomo y del gobierno cubano no es inapropiada, tal vez tenga que pasar un tiempo hasta que reciban el visto bueno de la comunidad científica internacional. Si eso sucede, sumaremos un buen argumento para impugnar el modelo de desarrollo de vacunas reinante en la actualidad, que, siguiendo el decálogo de las grandes farmacéuticas, sostiene que solo la competencia con fines de lucro es capaz de producir el tipo de innovación que el mundo necesita a la hora de salvar vidas.

Tal vez más importante todavía sea el hecho de que ayudará al mundo en vías de desarrollo a salir del agujero negro al que parece haberlo arrastrado la pandemia, y en el que está atrapado muchos meses después de que algunos países ricos completaron sus esquemas de vacunación. Los gobiernos occidentales siguen oponiéndose a los llamamientos del Sur Global a prescindir de las patentes y habilitar la fabricación o la compra de versiones genéricas de las vacunas. De esa manera, no solo vulneran a la mayoría de la población, sino que, irónicamente, nos ponen en peligro a todos, pues esas placas de Petri del tamaño de países enteros que crearon sus políticas, fomentan el desarrollo de nuevas mutaciones y de cepas resistentes a las vacunas. En ese sentido, todos deberíamos estar deseando que las vacunas de Cuba demuestren ser tan exitosas como afirman los científicos que las desarrollaron. 

—--

Este texto fue publicado inicialmente en Jacobin.

Traducción de Valentín Huarte. 

[Este artículo se publicó en la revista Jacobin a finales de noviembre. Como en la mayoría de países, la llegada de la variante ómicron ha aumentado los contagios en Cuba. En paralelo, el proceso de vacunación ha seguido avanzado. Según la información del Ministerio de Salud Pública, a finales de 2021,...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Branko Marcetic (Jacobin)

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí