La vita nuova
La tapa del piano
Por encima de todo, y esta es su principal originalidad, la extrema derecha es revolucionaria. Está dispuesta a algo que las izquierdasZzzz no practican desde el 45. Cambios. Radicales
Guillem Martínez 5/02/2022
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1- Tras formular su teoría de la relatividad, Einstein se dedicó a buscar una ley que explicara todas las fuerzas de la naturaleza. La idea era buena. De hecho, esa ley debe existir en alguna parte. Pero Einstein fracasó al respecto. Aún así, en el trance de explicar lo del otro día en el Congreso, me temo que tocaré por Einstein. Hola, bienvenidos a La Vita Nuova, la sección en la que el periodismo se interesa por la época. Como los modistas.
2- El 3 de febrero en el Congreso participaron todas las fuerzas de la naturaleza. Una época. De tempestad. Una época no son tanto sus mentalidades como lo contrario a todo ello: las fuerzas desatadas, no formuladas e innegociables de esas mentalidades. El jueves pudimos ver, en modo Sturm und Drang, a bulto, a lo bestia, dos fuerzas de la naturaleza, que confirman a) el pack gubernamental y b) el pack de las fuerzas de la naturaleza a lo bestia.
3- Fuerzas de la naturaleza a lo bestia. En los puntos 4-7 les enumero un parte meteorológico de lo que han dado de sí esas fuerzas, en el mundo mundial, y en la última semana. Lo que ayudará a dibujar la adaptación localista de esas fuerzas en el día 3 de febrero. Aparten a los niños.
4- Hace una semana se celebró la Cumbre de Madrid. Se trataba de un encuentro de parte de la extrema derecha europea –la otra parte, más inquietante, son las derechas que copan e influencian esas extremas derechas–. El festival vino a cuento de redactar una declaración afeando a Rusia. Días después, Viktor Orban, presente en aquel party, se reunía con Putin y escenificaba un abrazo, con lengua, entre Hungría –UE– y Rusia –Klingon–. El punto 4 viene a decirnos que la nueva extrema derecha, esa fuerza natural, es absolutamente libre. Puede estar en misa y repicando. Como sucede en el colectivo de vendedores de crecepelo, se sustenta en el lenguaje, que no en la realidad. Su lenguaje y su reino no son de este mundo, por lo que pueden inmatricular cualquier ideología, tendencia o palabra.
La nueva extrema derecha es absolutamente libre. Puede estar en misa y repicando. Como sucede en el colectivo de vendedores de crecepelo, se sustenta en el lenguaje, que no en la realidad
5- Ha habido cacao en Canadá, el Estado mundial más próximo al post-nacionalismo, lo que hace de ese cacao algo más yuyu. En Canadá el 80% de la población está vacunada, así como el 90% de los camioneros que cruzan habitualmente la frontera USA. Aún así, se produjo un descomunal convoy de camioneros hacia Ottawa, en protesta contra la vacunación de camioneros. Al que se fueron apuntando otros colectivos, en ocasiones muy blancos y provenientes de los USA. Es confusa la información al respecto. Se sabe que el primer ministro Trudeau desapareció unos días. Pero, al contrario que su madre, no en Studio 54. Estaba en paradero desconocido, debajo de la post-cama, mientras en Ottawa, en nombre de la libertad y los derechos individuales, un número grande y descontrolado de manifestantes antivacunas paseaba, según afirman algunos medios, con esvásticas. Lo que dibuja esta fuerza de la naturaleza mundial también como desreguladora –las vacunas son una metáfora de la regulación–, muy por la libertad/libertá, y muy por banderas y antepasados inquietantes.
6- Lorca, Murcia. Un grupo de manifestantes-bisonte se cuela en el Ayuntamiento, provisto de lenguaje –punto 4–, libertad –punto 5– y tal vez, banderas inquietantes en su frente. Es un asalto violento. Al contrario que en Canadá, la cosa policía y la cosa judicial han sido comprensivas con esos manifestantes. Se les ha otorgado cierta legitimidad. Son pueblo. No como cualquier otro sector social no acariciado por esa extrema derecha. Los manifestantes aportaban a la realidad un componente de la Red. El odio. Y su primo de zumosol, el mamporrerismo. Que algún día tendría que salir de la Red. Y salió. Seguirá saliendo, pues esa violencia no es violencia, sino, lo dicho, pueblo. Es violencia argumentada y razonable. Como tirar una cabra por el campanario, es un hondo sentimiento nacional.
7- Barcelona. Después de que la JEC –un organismo parajudicial; y subiendo– haya formalizado, vía judicial, la expulsión de un dipu de un parlamento, se han desatado turbulencias en la fuerza. A esta dinámica trumpista, ampliamente normalizada ya en dos parlamentos, se le suma la dinámica trumpista de la presi del Parlament. Sin aportar una desobediencia efectiva –en Cat sólo ha habido una desobediencia desde 2017: la de JxC y de ERC entre ellos–, tiró por lo simbólico, lo confuso y, literalmente, la mentira. Intentó canalizar todo ello hacia un lock-out del Parlament. Esto es, la apropiación bisontista, en nombre del pueblo, de una institución estatal. Que pasa a ser Deep, a tener otro orden y sentido y lógica partidista.
8- Los puntos 4-7 dibujan una extrema derecha novedosa. No es el fascismo. Vota. Pero es el principal peligro de la democracia actual. Forti va y lo llama Extrema Derecha 2.0. Cree en las instituciones. Cuando son suyas. Cuando no, las trata como ilegítimas, entes sensibles de ser reconquistados y anexionados al territorio nacional ese. Tiene amplia libertad de movimientos, al punto que utiliza estéticas y léxico propios de los glory days de la tradición izquierdista. Posee una idea de ley y de legalidad que supera la ley y la legalidad –constitucionalismo, procecismo–, y que se remite a una idea de pueblo, a su alma. Confunden nación con Estado –el tradicional enemigo de las naciones–, y tienen terror postglobalización a lo que no lo es. El Estado, por otra parte, es una entidad fundamental en la cosmovisión neoliberal. Sin Estado, no pillas. Son, de hecho, neoliberales, y ese es su efectivo asidero político en la política. Y, por encima de todo, y esta es su principal originalidad, es una derecha revolucionaria. Está dispuesta a algo que las izquierdasZzzz no practican desde el 45. Cambios. Radicales. Cambios respecto a lo creado en el 45. Lo que nos lleva, por fin, a la Reforma Laboral –a partir de ahora, RL–.
9- La RL de Rajoy es revolucionaria. Junto con la Ley Mordaza, es el único acceso a la revolución que veremos en la vida. Es una inversión del orden establecido. Con todas las letras. Es tan revolucionaria como socializar la SEAT. Pero al revés. Es una ley tan revolucionaria que una de sus funciones es recordarnos a todos que es posible hacerla, y que se ha hecho. Por eso era necesario revertirla. Es más, esa era la Medida Estrella de esta legislatura. Lo que nos lleva ya a hablar de las fuerzas naturales en el pack gubernamental. Empezaremos por el subpack Tercera Vía/PSOE. Si aún queda algún niño, sean piadosos y denle vodka, como hacía Zelda Fitzgerald con su bebé, para que se quedara ceporro y no viera a los adultos en tesituras poco edificantes.
10- PSOE ha participado en la RL en dos grandes momentos. Gloriosos. En el primero, durante la negociación, Moncloa metió la patita para evitar una reversión. La cosa quedó como una reforma modesta, en la continuidad de la RL de ZP, y en la lógica de lo apuntado por Bruselas. Una matización –y esto, que parece un chiste, no lo es, sino que acabó siendo el sentido real e importante de la RL– del carácter revolucionario de la anterior. Que Bruselas/el neoliberalismo, corrija al neoliberalismo revolucionario esp, explica el drama, y lo loable de la RL, incluso en términos sindicales. Y también la época. La segunda intervención del PSOE/Moncloa finaliza el miércoles o, incluso, a saber, el jueves. Consistió en dificultar el pacto con PNV, Bildu y ERC. PNV y Bildu poseen un movimiento sindical detrás. Era posible un pacto estrictamente sindical. Un compromiso, incluso, más allá del texto de la ley. Se impidió. Ese pacto era más difícil con ERC. ERC, Tercera Vía, son tres ERC. La de la Gene, en contacto voluntarioso con el trumpismo, la de BCN, en contacto forzado con Comuns, y la del Congreso, que va por la vida en modo sans culottes, con el objetivo electoral de marcar distancias escenográficas con Comuns, que ya ves. ERC, todo apunta a ello, se limitó a eso último. Política de marcos, esa toxicidad latente. Anyway. Detrás del objetivo de PSOE/Moncloa de evitar esos posibles pactos había, empero, otro objetivo. El del punto 11. No se lo pierdan. Vayan a por palomitas. Les espero fumando un pito.
La idea era cambiar la mayoría parlamentaria gubernamental. Tirarla hacia C’s y, en este caso puntual, hacia UPN. Librarse del anclaje –relativo, como se va viendo– de la mayoría parlamentaria conseguida por UP
11- La idea era cambiar la mayoría parlamentaria gubernamental. Tirarla hacia C’s y, en este caso puntual, hacia UPN. Librarse del anclaje –relativo, como se va viendo– de la mayoría parlamentaria conseguida por UP, y sembrar los cimientos estéticos para una próxima legislatura con un Gobierno PSOE, en minoría y en solitario, con apoyos externos puntuales. Y pasar de Gobierno de coalición durante varias décadas, si se pudiera. Lo divertido es que esta era la segunda tentativa para ese invento dificultoso. El primero, Murcia, costó, como su nombre indica, Murcia. Pero también Madrid. Tal vez por varias etapas geológicas. Y, por un pelo, no costó el Gobierno. Este segundo intento, realizado con los mismos materiales –pacto con un pequeño partido derechista; esto es, muy sensible a lo que los politólogos de Princeton denominamos Murcianian Tamayation Experience–, casi le cuesta la vida a la Medida Estrella del Gobierno. Es decir, al Gobierno.
12- Iván Redondo, todo apunta a ello, no era un Nobel de Química. Pero la gestión de la poética, la política y el timing de Félix Bolaños, actual gestor de la cosa, entra ya dentro de la escuela Benidorm Fest. Bolaños llega a negociar 5’ más con UPN y el requeté invade la Navarre et le Bearn. La dinámica, además, ilustra una fuerza natural en el PSOE. El miedo a los otros –las otras izquierdas, los otros nacionalismos–. Lo que se traduce en una lectura limitada de la época –no se pierdan el punto 16–. Parece ser que el PSOE, en este segundo momento de búsqueda de apoyo en la derecha, se ha inspirado en las elecciones portuguesas, que han penalizado a los partidos que dificultaron la leve, e importante, resistencia a la época de un gobierno moderado de izquierdas. Sin caer en que el PSOE mismo, con esa actitud, puede ser el gran penalizador de esa opción en Esp.
13- La Medida Estrella en todo caso, triunfó por un voto de un diputado de Trujillo –¿cómo pudieron destrozar Tenochtitlán?; supongo, visto lo visto, que intentando edificar en un solar–, emitido por el tradicional sistema esp del este-botón-para-qué-sirve. Esa parece ser la noticia. No lo es. La noticia es que dos diputados de UPN faltaron a su palabra. O se vendieron. Esa cosa que, si se hace envuelto en bandera, se denomina patriotismo. Y, en Esp, constitucionalismo.
14- Sobre violar una palabra. El ‘pacto de caballeros’ –se le llama así en la política y en la diplomacia a esa fórmula– se hace sin papeles. Es un pacto vinculante e importante. Es sagrado. Es un sostén de la política, del periodismo, del mundo laboral y privado. Continuamente las damas y los caballeros hacen pactos de caballeros. Es fundamental y místico. En los autochoques, de hecho, se creaba un silencio casi religioso cuando sonaba el Remember the promise you made, de los Cock Robin, que explicaba la belleza y trascendencia de esos pactos –“Help me out of the life I lead / Remember the promise you made / Remember the promise you made”; snif–. Su violación, en una política autoritaria, es un alivio y una liberación. Pero en una política democrática, es más que lo contrario. Es una crisis democrática.
15- El jueves, básicamente, y eso es trascendente, pasaron dos cosas importantes. Mucho. Una fue la violación de un pacto entre caballeros. Es decir, la posible compra de dos caballeros, ese material de por sí barato. Una derecha libre, con léxico, crispada, con capacidad de ejercer presión y violencia, en Redes o en la vida, con gran poder para elaborar confusión, revolucionaria y que no quería perder una ley revolucionaria, se hizo con dos diputados. Están pasando cosas en los parlamentos mundiales cuando entran en contacto con esa derecha. Se ocupan, se cierran, se compran. Se está cada vez más cerca de que algún día no se admita el resultado de unas elecciones, lo que sería el culmen, y el colmo, de esa tendencia, de esa fuerza de la naturaleza.
16- La segunda cosa importante es que los partidos que no forman parte de ese pack, no se dieron cuenta de que forman un pack opuesto a esa nueva extrema derecha. Solo ese hecho debería traducirse en otra forma de emitir política. La época, dramática, está modulada por la nueva extrema derecha, implícitamente iliberal. Solo eso tendría que formar una cultura liberal –el mínimo exigible en democracia– común en el resto de partidos. Y no existe. Parece que la tendencia es seguir haciendo política desde criterios mediáticos.
17- Parece que todo fosilizará, aparentemente, en lo menos dramático de la jornada. Un diputado, incapaz de encontrarse el culo con ambas manos, equivocándose en el momento de votar. PP y Vox harán casus belli de ello. Pueden hacer de un error humano un error informático. Y de él un pucherazo, un atentado a la democracia, un agrandamiento del hecho ilegítimo de ser Gobierno sin ser constitucionalista. Pero lo del voto equivocado no sólo es anecdótico, sino que no es nada de eso. Equivocarte con un botón no es un error informático, como pillarte los xxxxxxx con la tapa de un piano no es un error de partitura. Se planteará, en todo caso, otro caso titadine. Algo peligroso por sí mismo, más cuando la Justicia, esa erosión cada vez más frecuente en un parlamento y en la sociedad, puede participar en la juerga. La Justicia ya es revolucionaria.
1- Tras formular su teoría de la relatividad, Einstein se dedicó a buscar una ley que explicara todas las fuerzas de la naturaleza. La idea era buena. De hecho, esa ley debe existir en alguna parte. Pero Einstein fracasó al respecto. Aún así, en el trance de explicar lo del otro día en...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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