1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

ANÁLISIS

Saharauis abandonados en la ‘hammada’

La carta enviada por el presidente del Gobierno a Rabat aceptando su plan de autonomía marca una radical ruptura con la posición mantenida hasta ahora por España, un consenso con independencia del color del gobierno

Yolanda Sobero 19/03/2022

<p>Manifestación por un Sáhara libre en Madrid.</p>

Manifestación por un Sáhara libre en Madrid.

Carlos Capote

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

La “hammada”, la zona más dura, árida y pedregosa del Sáhara, es, desde hace casi 50 años, el único hogar de buena parte del pueblo saharaui. Allí, bajo el amparo de Argelia, han sufrido la guerra y también han conocido días de esperanza, como el alto el fuego del 6 de septiembre de 1991 a raíz del plan de paz de Naciones Unidas, aceptado por las partes, Rabat y Madrid incluidas, y que debía culminar en un referéndum de autodeterminación.

Hoy, más de 30 años después, el soñado regreso a sus lugares de origen, a Smara, a las costas de Dajla, a las calles de El Aaiún, Auserd, Bir Lehlu… parece más lejano. En un ambiente internacional más tenso, con la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental) sin autoridad en el territorio, inoperante desde hace años y desprestigiada, parece imponerse una política de hechos consumados, de silencioso respaldo a una ocupación ilegal y de olvido de los derechos de un pueblo.

La política internacional es un tablero duro y sin escrúpulos a la hora de defender intereses, aunque, para justificar determinadas acciones, se apele a altos principios. Hoy, en medio de un conflicto en el corazón de Europa, cuando la guerra en Ucrania centra buena parte de la atención internacional, este antiguo asunto pendiente en el continente africano, frente a las costas de Canarias, vuelve, de forma inesperada, a ocupar las portadas de los medios españoles: el Sáhara, el Sáhara Occidental, aquel antiguo Sáhara que el Estado español abandonó por la puerta de atrás, sin cumplir sus compromisos internacionales, y dejó en manos de Hassán II, y sobre el que ahora su hijo y sucesor, Mohamed VI, exige el reconocimiento de su dominio.

En la arena internacional es entendible, sobre todo en tiempos revueltos, que todo Estado intente defender sus propios intereses, pero también es exigible que no vulneren ni los derechos humanos ni principios básicos del derecho internacional y de las Naciones Unidas. Y uno de ellos es el derecho de autodeterminación de los pueblos. Y el Sáhara Occidental, aunque se nos olvide subrayarlo, es desde 1963 para la ONU y, por tanto, ante el derecho internacional, un “territorio no autónomo”, es decir, pendiente de descolonización. Y, pese a que se obvie, este es un punto clave del conflicto, ya que la solución, ya sea la independencia o una fórmula de autonomía, no pueden decidirla de forma unilateral los Estados interesados o implicados. El único titular del derecho de autodeterminación es el pueblo de dicho territorio (art. 1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos).

En 2007, Rabat presentó a la ONU un plan de autonomía para el Sáhara dentro del reino alauí, con ciertas competencias en economía, desarrollo social y cultura y la existencia de varios órganos de gobierno propios, pero descartando de plano cualquier posibilidad de independencia. Esta propuesta, según Rabat, se sometería a referéndum entre la población del territorio. Y en este punto, el censo de votantes es una cuestión clave, al igual que en el referéndum propuesto por Naciones Unidas. ¿Quién tendría derecho de voto? ¿Toda la población que resida en el territorio?, ¿los nacidos en él?, ¿sólo los saharauis o con antepasados saharauis?

El Sáhara Occidental es, desde 1963 para la ONU, un “territorio no autónomo”, es decir, pendiente de descolonización

Esta propuesta, rechazada de plano por el Frente Polisario, hasta ahora no ha prosperado en Naciones Unidas, aunque ha contado con el apoyo de Francia, el gran aliado europeo de Marruecos, y recientemente del Gobierno de coalición alemán, encabezado por Olaf Scholz.

Pero el gran respaldo a las ambiciones de Rabat se produce el 10 de diciembre de 2020. Ese día, quizás elegido con sarcasmo, ya que en esa fecha, pero en 1948, se publicó la Declaración Universal de Derechos Humanos, el presidente Donald Trump presenta dos decisiones de gran calado y complementarias: Washington reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental y anuncia el establecimiento de relaciones diplomáticas entre el reino alauí e Israel.

Entre los críticos al reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara está un destacado republicano y secretario de Estado durante la presidencia de George Bush, James Baker, y muy buen conocedor del conflicto. En un artículo publicado en el Washington Post, James Baker subraya que la decisión de Trump es “un asombroso retroceso en los principios del derecho internacional y la diplomacia que Estados Unidos ha defendido y respetado durante muchos años. Esta precipitada medida disfrazada de diplomacia contribuirá a agravar el actual estancamiento en la resolución del prolongado conflicto entre Marruecos y el pueblo del Sáhara Occidental sobre el estatus de ese territorio. Además, amenaza con complicar nuestras relaciones con Argelia, un importante socio estratégico, y tiene consecuencias negativas en la situación general del Norte de África”.

James Baker fue durante 7 años representante especial del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental y visitó los campos de refugiados saharauis en Tinduf. Pero, pese a su peso político, ni siquiera su mediación logró avance alguno en la resolución de este conflicto. Es más, desde entonces, la situación se ha ido agravando e incluso el alto el fuego, que entró en vigor en septiembre de 1991 y fue lo único efectivo del Plan de la ONU, se rompió a mediados de noviembre de 2020, tras varios incidentes en el paso de Guerguerat, en la frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania.

La decisión de Trump parece, además, haber marcado rumbo en la política exterior de Estados Unidos, ya que ha sido ratificada por su sucesor en la presidencia, el demócrata Joe Biden. A principios de julio de 2021, apenas siete meses después de su toma de posesión, la Administración Biden confirmó que mantiene el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.

En la Unión Europea, la postura marroquí ha tenido y tiene decididos defensores, pero, hasta ahora, Bruselas no ha tomado una posición similar a la de Washington. Considera al Sáhara Occidental como “un territorio no autónomo administrado de facto por Marruecos” y aboga oficialmente por “una solución justa, duradera y mutuamente aceptable”.

En cuanto a los socios comunitarios, Francia es el país más favorable a los intereses de Rabat, dispuesta a vetar siempre en el Consejo de Seguridad de la ONU las propuestas contrarias a los intereses marroquíes. Así, por ejemplo, en 2013 impidió que la Misión de Naciones Unidas (MINURSO) supervisase las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental.

En los asuntos económicos, la posición comunitaria es mucho más ambigua. En sus acuerdos comerciales con Rabat, la Comisión y el Consejo Europeo le permiten incluir el territorio del Sáhara Occidental y, por ello, beneficiarse de sus recursos, entre ellos la pesca y los fosfatos. Sin embargo, esta explotación es ilegal según el derecho internacional y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se ha pronunciado en contra de estos acuerdos, y se espera que haga lo mismo con el acuerdo de pesca vigente.

Una pieza clave en las relaciones con Marruecos y Argelia

¿Y España? Sin duda, su posición es la más complicada en un escenario además muy complejo, ya que precisa mantener buenas relaciones con sus dos grandes vecinos del sur, Marruecos y Argelia, enfrentados entre sí por la cuestión del Sáhara, causa por la que han roto sus relaciones diplomáticas. La presión migratoria, la pesca y la amenaza del terrorismo islamista hacen imprescindibles unas buenas relaciones con Rabat. El gas argelino es hoy, a raíz de la guerra en el corazón de Europa, más estratégico y vital que nunca para Europa y, en particular, para España.

Cualquier relación entre estos tres países mediterráneos está condicionada, para bien o para mal, por un elemento clave, aunque a veces se subestime u olvide: el conflicto del Sáhara Occidental. Argelia es el gran aliado y soporte del Frente Polisario. La “marroquinidad” del Sáhara es uno de los pilares del reino y la monarquía alauitas.

Cualquier relación entre España, Marruecos y Argelia está condicionada por el conflicto del Sáhara Occidental

Las dos últimas graves crisis entre Rabat y Madrid están relacionadas, de una forma u otra, con el conflicto del Sáhara. Hace casi un año, la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, para ser tratado de un cáncer en un hospital de Logroño acabó con el relevo de la ministra de Exteriores y el caso está en los tribunales. Pocas semanas después, la “respuesta” de Marruecos mantuvo la presión con la avalancha de “inmigrantes” en Ceuta.

España tiene aún, aunque casi nunca se señale y pese a que sus gobiernos tiendan a desentenderse, una responsabilidad internacional. Para las Naciones Unidas y el derecho internacional, España es aún la potencia administradora de iure del territorio del Sáhara Occidental, ya que la descolonización de este territorio sigue pendiente.

Por ello, la carta enviada por el presidente del Gobierno español marca una radical ruptura con la posición mantenida hasta ahora, un consenso con independencia del color del gobierno respecto a este conflicto. Según la carta de Pedro Sánchez, cuyo contenido ha hecho público el Gabinete Real marroquí, el Ejecutivo español ha dado por buena la propuesta de autonomía del Sáhara como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa”. Indica, además, que el objetivo es “construir una nueva relación basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo”, así como “garantizar la estabilidad y la integridad territorial de los dos países”.

La Presidencia del Gobierno, en un comunicado publicado el viernes 18 de marzo, ha subrayado que se inicia “una nueva etapa de la relación con Marruecos”, cuyo objetivo es “garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros países”.

También se hace mención a la cooperación de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico. Y en este punto hay que recordar la masiva llegada de migrantes a las costas canarias en pateras y precarias embarcaciones que, en la mayoría de los casos, partieron de las costas del Sáhara Occidental.

Por su parte, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, en una rueda de prensa, confirmó este cambio de posición y apoyo al plan de autonomía de Marruecos. Y añadió que confía en que no habrá represalias de Argelia, a la que define como socio fiable, estratégico y vital para el suministro de gas.

Este cambio radical de posición en una cuestión tan sensible como el conflicto del Sáhara Occidental ha suscitado una lluvia de críticas, tanto de Unidas Podemos y otros socios del Gobierno, así como de la oposición, donde tanto el PP como Ciudadanos y Coalición Canaria han pedido la comparecencia de Albares en la Cámara. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha recordado que España debe respetar los principios básicos del derecho internacional, entre los que se encuentra el derecho de autodeterminación de los pueblos, y los derechos humanos.

El Sáhara Occidental, no se olvide, es según el Comité Especial de Descolonización de la ONU y, por tanto, ante el derecho internacional, un “territorio no autónomo”, que la Carta de Naciones Unidas, en su capítulo IX, define como “territorios cuyos pueblos no hayan alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio”. El Sáhara Occidental es el mayor de los 17 territorios no autónomos. Y es el que nos es más cercano. No lo olvidemos.

 

-----------------

Yolanda Sobero es periodista de TVE. Ha escrito Sáhara. Memoria y olvido (Ed. Ariel) y forma parte del Consejo de Informativos de TVE.

La “hammada”, la zona más dura, árida y pedregosa del Sáhara, es, desde hace casi 50 años, el único hogar de buena parte del pueblo saharaui. Allí, bajo el amparo de Argelia, han sufrido la guerra y también han conocido días de esperanza, como el alto el fuego del 6 de septiembre de 1991 a raíz del plan de paz de...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Yolanda Sobero

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí