DIARIO DE CAMPAÑA (y XI)
Con ilusión, decepción, rabia, cabreo o calor, como quieran, pero voten
Reflexionemos. Quienes en los últimos años se han empeñado en convertir la política en un lugar infecto tienen la clara intención de que las personas con estómago se alejen de ella para que quede en manos de quienes no tienen escrúpulos
Gerardo Tecé 18/06/2022
La distribución de escaños tras las elecciones de 2018.
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Final de la campaña electoral en Andalucía. Tras 16 intensos días de mítines, debates, entrevistas, titulares de prensa y, en el caso de Macarena Olona, representaciones teatrales en mercadillos, las encuestas siguen diciendo lo mismo que decían antes de que la caravana electoral echase a andar, es decir, que la derecha gobernará Andalucía los próximos años. Que nada haya cambiado puede significar dos cosas: que en la política española hace tiempo que todo el pescado está vendido o que las que están vendidas desde hace tiempo son las encuestas. Me inclino por un sándwich mixto. Así las cosas, las urnas sólo se encargarían de cerrar flecos. El principal de ellos, saber si, pasado el 19J, el presi andaluz Moreno Bonilla podrá seguir luciendo su habitual aspecto de amable director del Colegio de las Salesianas o si, por el contrario, un buen resultado de Vox lo obligaría a ir a trabajar con la cabeza rapada y gritando que viva la muerte a lo Millán-Astray los lunes por la mañana. Cosas más ridículas han pedido los de Vox en anteriores negociaciones.
Moreno Bonilla ha cerrado campaña junto al puente de Triana a orillas del río Guadalquivir en Sevilla. Lo ha hecho rodeado de líderes históricos del PP andaluz como Juan Ignacio Zoido, Javier Arenas o la exministra de Empleo Fátima Báñez –tanto le rezaba a la virgen para que nos consiguiera un trabajito a los españoles que la virgen tuvo un detallazo con ella y le dio un cargo en la CEOE y otro en Iberdrola tras dejar la política. Ambiente andaluz en el gran acto de cierre de los populares. Tanto que las banderas verdiblancas ganaban en número a las españolas. Como se pueden imaginar, nada en una campaña es casual y la abundancia de banderas andaluzas responde, por un lado, a la apuesta decidida de Moreno Bonilla por presentarse como un candidato con olor andalucista y, por el otro, para evitar que se colase allí algún militante de Vox citado a escasos metros. Acompañada de Santiago Abascal, Ortega Lara y un guía turístico para que no se perdiesen, la alicantina candidata del Cuento de la criada cerró campaña en pleno barrio de Triana. Triana, en sus tiempos, era el barrio de los gitanos, personas a las que los antecesores de Vox encerraban en campos de concentración. Hoy no lo hacen. Quieras que no, un intento de genocidio requiere cierto esfuerzo y el líder de Vox es Santiago Abascal. Como mucho, los seguidores de la formación ultra se conforman a día de hoy con amenazarlos en redes sociales, lo cual supone un indiscutible avance para la humanidad en términos relativos.
El socialista Juan Espadas, acompañado del presidente del Gobierno Pedro Sánchez –cuando llamas continuamente al primo de Zumosol es que la cosa no va bien– cerraba mitin también en Sevilla, también a orillas del Guadalquivir. Guadalquivir, en árabe, significa río grande. Tan grande que en la tarde noche de ayer, allí cabían todos. Había más candidatos que lubinas. Sánchez y Espadas, Espadas y Sánchez, insistieron en la única idea en la que un líder de un PSOE andaluz desmovilizado puede insistir: si votamos, ganamos. Algo parecido al lema que tanto usé para responder cómo llevaba el próximo examen aquel curso en el que descubrí que había cosas más interesantes que los libros: si estudio, apruebo. La cara de mi madre ante aquel lema era la cara de la izquierda andaluza hoy. Juan Marín, de Ciudadanos, cerró mitin en Los Bermejales, acomodado barrio en el extrarradio de Sevilla. Acompañado de Inés Arrimadas y cualquier resto reconocible del partido naranja, Marín, MVP de esta campaña electoral, mendigaba el voto en su epílogo como vicepresidente andaluz: me paran por la calle y me dicen que me quieren mucho… pues no me queráis tanto y votadme más. Lo que la mercadotecnia crea o destruye, que no lo discuta el hombre.
Teresa Rodríguez eligió para el cierre de campaña el Parque de los Perdigones, de los pocos grandes espacios verdes en un barrio de la Macarena de Sevilla que, faltándole el respeto a la candidata de Vox y quién sabe si a la unidad de España, volverá a ser feudo de las fuerzas de izquierdas. Jugaba en casa Teresa Rodríguez, así que se preparó un homenaje a la medida y aquello más que un mitin pretendía ser un momento fundacional del nuevo andalucismo en el que la política, pero también la música, el reciclaje de las tradiciones o la cultura digital de lo andaluz, juegan. La sensación general es la de que la campaña de Adelante Andalucía ha sido muy buena. Lo cual, curiosamente, podría complicar aún más las cosas en una izquierda andaluza que contaba con aglutinar el voto en torno al proyecto liderado por Inma Nieto y su coalición de seis partidos (Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde). Inma Nieto ha sido la única de las cabezas de cartel de estas elecciones en abandonar la capital andaluza para irse a cerrar campaña a Málaga. Junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, Inma Nieto volvió a poner sobre el escenario esa forma de política antagónica a los bestseller actuales. Sin gritos, sin insultos, con el discurso constructivo con el que jugó sus bazas en los debates televisados, Nieto pidió el voto para una Andalucía de avances sociales.
Como es jornada de reflexión, reflexionemos. Quienes en los últimos años se han empeñado en convertir la política en un lugar infecto tienen la clara intención de que las personas con estómago se alejen de ella para que quede en manos de quienes no tienen escrúpulos. El domingo, voten. Háganlo con ilusión, háganlo con decepción, con hartazgo, rabia, cabreo o calor sofocante. Como quieran. Pero sean adultos y háganse cargo de lo que se juegan, que no es el bochorno de ver al franquismo entrar de nuevo en nuestra tierra, sino la dignidad de intentar evitar esa fea imagen para la bella Andalucía.
Final de la campaña electoral en Andalucía. Tras 16 intensos días de mítines, debates, entrevistas, titulares de prensa y, en el caso de Macarena Olona, representaciones...
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Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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