VITA NUOVA
No hubo giro a la izquierda, pero sí otras novedades
La Ley de Memoria no es una primera vez. Puede serlo, no obstante, que ningún partido de izquierdas o liberal se haya plantado frente a ella, de manera beligerante, denunciando una estafa, frente a la que es necesario no participar
Guillem Martínez 17/07/2022
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1- Pasados unos días de la novedad, la novedad se suele ubicar en un sitio imprevisto al inicial. La novedad de Romeo y Julieta no fue el suicidio, sino el amor. Por lo mismo, la novedad de las propuestas de Pedro Sánchez, pasados unos días, es posible ubicarla en un punto distinto al deseado por el emisor. De hecho, la novedad –absoluta– no es el concepto “giro a la izquierda”, que a ver. Es, tachán-tachán, el secretismo. Nadie –“nadie” suele significar “pocos”– del Gobierno conocía las propuestas de Sánchez, hasta el mismísimo momento de ser enumeradas. Y, por encima de todo, no las conocía la parte coaligada del Gobierno. Lo que no solo habla de las propuestas –no son un compendio de medidas laboriosamente discutidas y planificadas; son algo sin discusión y sin planificación; son verticalidad, esa forma de verter órdenes con la que, por lo general, se erosionan y pierden angulosidad, efecto y fuerza conforme caen hacia abajo–, sino que también, por lo mismo, habla de la época. Un Gobierno, incluso un Gobierno democrático, no piensa. Actúa. Y actúa conforme a lo que uno o varios individuos habían pensado mucho antes de ser Gobierno. Un Gobierno, incluso un Gobierno democrático, por eso mismo, suele ser su época. Una época es un modo de pensar, una suerte de apriorismos. La época es el pensamiento cuando –y esto suele ser común en los Gobiernos– no hay otro a mano. Hola. Este artículo va de novedades no pretendidas, y que pese a ello se produjeron, en el Debate del Estado de la etc. Seguimos, que les hablaba de secretismos.
2- El secretismo parece ser el apriorismo más importante de la época, al punto de que la época parece haber dado como fruto una guerra, incomprensible sin sus secretos. Esto es, incomprensible. Los Gobiernos utilizan el secreto, así, con absoluta estridencia y normalidad. Hablan a partir de secretos, de manera que lo que hablan no sirve de mucho, pues es incomprensible sin el secreto. Lo verán con un bello ejemplo. Esta semana Macron ha anunciado la vuelta al servicio militar en Francia. Tras Suecia, es el segundo aviso en Europa de una vuelta al siglo XX. Y eso es importante. Es importante porque no es diáfano. Es poco probable que un Estado pueda volver tan fácilmente a la leva obligatoria. De manera que, cuando Macron habla de ella, habla de otra cosa. De un secreto. En Francia, ese secreto puede ser la militarización, el cálculo de que, en breve, puede haber la voluntad de intervenir constantemente en África, a la búsqueda de materias primas. El secreto sería, así, la guerra como prolongación del comercio por otros medios y para materiales concretos. Como el grano –lo estamos viendo–, o los combustibles. La comunicación de un servicio militar obligatorio por parte de Macron, esa verdad parcial, ese secreto, permite comprender, relacionándolo, el giro africano de España, ese otro secreto. Y permite comprender que la verdad no existe, pero sí el secreto. Y que las izquierdas, en estas épocas, deberían aproximarse más a la verdad que al secreto, o morirán al no ser necesarias. No lo están siendo es este periodo de secretos que han conducido a una guerra. El secretismo explica, por sí solo, que este otoño será duro. Pues es incalculable. Es un secreto.
3- La novedad del pack PP en el Debate del Estado de la etc. fue la ausencia de su líder. Al no ser diputado, Feijóo no pudo abrir la boca de la cara. No obstante, Feijóo, el Ausente, pudo participar en el debate, de cuerpo presente. Lo que permitió ver que se puede participar en un debate parlamentario de cuerpo presente. Lo que permitió, a su vez, la sospecha de que eso puede ser lo más usual. Incluso lo más constante. El líder de un partido tóxico puede no hablar, pues nunca dice nada. Su discurso es anterior y posterior a él. Es inalterable y suprimible, en tanto no alude a la realidad. Contrariamente a lo señalado en algunos medios, el hecho de que el discurso del PP fuera ETA, no fue un error, sino por todo ello, una normalidad. Por otra parte, inquietante. Más si saltamos al punto 4.
4- Hace unos días se produjo el aniversario del descomunal asesinato de Miguel Ángel Blanco. La noticia, no obstante, no fue que el PP participó por todo lo alto en un acto al respecto, pues ese acto y esa participación condensan todo lo que el PP tenía que decir del asunto. Nada. Un discurso tóxico basado, como todo en el fake, en hechos reales. La noticia fue la participación de Casa Real. A tutiplén. Casa Real, a) propuso, a su vez, la participación en el acto de la hermana de Miguel Ángel Blanco. Es decir, sentimentalizó el acto y ayudó, con ello, a verter en él nitrógeno y glicerina, esa solución inestable. Por otra parte, en su discurso, el rey, b) volvió a ser parcial y, con ello, a dificultar la convivencia entre ciudadanos, al reinvindicar –ojo, en un acto sentimentalizado/nitroglicerinado– el hecho de que el tramo ETA es el momento histórico a no olvidar. Es lo más, al contrario de otros tramos de violencia, por lo visto, olvidables. Es el tramo de sufrimiento democrático, a diferencia, por lo visto, de otros tramos. El discurso del rey, de énfasis de unos asesinatos sobre otros, en un país en el que se dispone una amplia gama de asesinatos a sus espaldas, fue refrendado por el Gobierno, que no observó lo que estaba refrendando, o que no entendió que, con ello, creaba un vínculo directo y consciente, otro, entre Corona y las derechas españolas, a un año de las elecciones. Bien. No fue anecdótico, en fin, que Feijóo no hablara en el Debate del Estado de la etc. Pues ya hablaban por él. En el hemiciclo. Y unos días antes.
5- Bildu pidió perdón y ofreció reparación a las víctimas de ETA. Lo que supone una primera vez inaudita. Lo hizo en el Congreso, que es un punto efectivo para hacerlo. Lo hizo en términos irlandeses, utilizando ese precedente dificultoso, pero nítido. Y, lo más importante e incomprensible, lo hizo en contra de varios partidos e instituciones, que necesitaban, necesitan y necesitarán los servicios que ETA les ofrecía, a un precio en verdad competitivo, para la creación de su discurso. Es lamentable señalar esto, pero el mayor ejercicio de enfrentamiento al Estado por parte ETA, el más energético, el más sostenido, puede haber sido, precisamente, su disolución, una vez se produjo de manera efectiva. Lo que habla de la toxicidad absoluta de algunos partidos e instituciones. Este país, en sus zonas sin secreto, es incomprensible. Imagínate en su zonas-secreto.
6- El PNV lo está dejando. Comunicó que abandona la zona gubernamental. El carácter inteligente y cabal del PNV en Madrid, no significa que lo sea. Para los partidos periferia, el Congreso es una suerte de escaparate televisado, en el que representan un carácter, majista, que no suele existir en las instituciones que gobiernan. Algo que los no-periféricos no tienen ocasión de representar, y que limita ferozmente su registro dramático. El único partido periférico unívoco, que renuncia a esa riqueza y que se comporta igual en el Congreso, que en el Parlament, que en una estampida de lemmings, es Junts. Y no resulta edificante. Bueno. El PNV lo está dejando. Empieza a irse a otro sitio. Lo que indica que empieza a haber otro sitio. Lo único que sabemos es que en ese otro sitio también habrá secretos, y que ETA será el recuerdo inolvidable. El Siglo de Oro.
Tras esta nueva Ley de Memoria, aprobada esta semana, el Estado no pide disculpas por su momento fascista, no compensa, no indemniza
7- En 2014 la ONU informó del carácter chungo de la Ley de Memoria de ZP. El sentido de esta segunda ley, de su reforma, era corregir aquella otra, en la dirección que la ONU señalaba. Una buena reforma hubiera sido coger el informe de la ONU, hacer un recorta y pega, y transportarlo al BOE. Pero no se ha hecho eso, sino su contrario. La Ley de Amnistía –junto a los Pactos de la Moncloa, el puntal del R’78–, continúa inalterable –inalterable, glups, a los delitos de lesa humanidad–. Hablo –piticlín-piticlín– con Emilio Silva, Presi de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Me da un par de datos cachondos: a) “en el texto de la ley se alude 142 veces a la ‘víctima’, y ninguna al ‘verdugo’”, y b) “no hay compensaciones a ningún particular, pero sí a un partido, que recibirá dinero por inmuebles incautados en Francia”. Metáfora del todo: las sentencias franquistas pasan a ser denominadas “ilegales”. Pero no se ilegalizan. Ningún represaliado o descendiente puede ir a un tribunal a anular una sentencia ilegal. Soñar con una compensación por el robo, tras asesinato, de una tienda, una casa, un terreno, es eso, soñar. La Ley de Memoria es, en ese sentido, una estafa, similar a una ley parecida, que el Procesismo sacó en Catalunya. Te garantizaban la nulidad de sentencia, y para ello te daban un diploma, con banderita, que aseguraba que la sentencia ya era nula, yupi, si bien nunca lo sería. Tras esta nueva Ley de Memoria, aprobada esta semana, el Estado no pide disculpas por su momento fascista, no compensa, no indemniza. Deja a huevo que el rey reivindique otro momento histórico de violencia. Y sí, es preciso olvidar. El perdón y la reparación es el olvido. Sin perdón y reparación no es el olvido, es la Victoria.
8- La Ley de Memoria no es una primera vez. Puede serlo, no obstante, que ningún partido de izquierdas o liberal –bueno, ya me entienden– se haya plantado frente a ella, de manera beligerante, denunciando una estafa, frente a la que es necesario no participar. Lo que es inquietante. Un indicio de que ningún partido de la mayoría gubernamental se enfrentará al Procesismo Español, del que la Ley de Memoria, o el tratamiento de la crisis, pueden ser los indicios. Indicios que, a su vez, confirman que los secretos son más robustos y tienen mayor itinerario que las políticas.
9-Sobre las políticas anti-crisis, un preciosismo. Ahí va. La inflación española crece por combustibles y energía, sí. Pero más concretamente porque las empresas no rebajan, en crisis, su margen de beneficio. En algunos casos, se ha comunicado que esos márgenes han llegado a ser del 300%. ¿El Procesismo Español tocará a las empresas, o irá por la vida en modo Ley de Memoria, las declarará ilegales, si bien les permitirá, incluso, no pagar multas? En esta semana, en ese sentido, el TS ha anulado por “caducidad” multas –tiene guasa– de 20M€ y de 10M€ a, respectivamente, Repsol y Cepsa por alteración de precios. ¿Por qué el impuesto extraordinario a la banca, ese giro a la izquierda, ni siquiera recolectará la mitad de la cantidad que la banca española adeuda al Estado por su rescate la pasada década?
10- A tenor de las novedades no deseadas, pero producidas, esta semana, en el Debate del Estado de la etc., disponemos de dos posibles políticas. Una tóxica. Otra procesista, sin efectividad, con límites secretos y sustentada en el secreto. Todo ello puede ser muy poco en otoño. Todo ello puede dejar de ser radicalmente válido en otoño.
1- Pasados unos días de la novedad, la novedad se suele ubicar en un sitio imprevisto al inicial. La novedad de Romeo y Julieta no fue el suicidio, sino el amor. Por lo mismo, la novedad de las propuestas de Pedro Sánchez, pasados unos días, es posible ubicarla en un punto distinto al deseado por...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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