8 comentario(s)

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1. juan-ab

   Gracias, (joamella), eso está hecho. No le será difícil reconocerme, siempre llevo gafas oscuras, bastón blanco, unos cupones prendidos en la solapa y a mi vera mi Xon, un precioso labrador listo como el solo: reconoce al primer vistazo a la buena gente; antes, por su fino olfato, ya lo caló si se trata de un trilero (tendría que ver cómo se puso anteayer cuando vio por la tele a dos, P. Sánchez y al Ferri de nuevo en la Moncloa). ¿Entiende ahora por qué estoy de lo más confiado y relajado en Podemos? Él es mis ojos más fieles y certeros. Un saludo cordial.

   Hace 2 años

2. joamella

   Juabmz, si nos tomáramos un café, seguro que podríamos quedar para otros cafés. Un afectuoso saludo.

   Hace 2 años

3. juan-ab

   (joamella) Comparto eso de la ciega fidelidad que incapacita para ver (si no vaya una ceguera...) errores propios, también los ajenos. El problema es que usted se empeña en ver, clara y sólidamente (tanto que podría ponerlos sobre la mesa, tocarlos y desde luego manipularlos) no sé qué errores en P.I. y en Podemos. Y lo que es peor, que está empeñado en que otros también los veamos, incluso si para ello hayamos de sacarnos los ojos. Comprenderá que hasta ahí podríamos llegar. ¿Y si en lugar de esa fidelidad ciega (que usted no padece), contraponemos la deslealtad -vamos a decirlo sin sacarina, la traición- esta no ciega sino de ojos bien abiertos, ya lo creo que sí, ávidos, con el objetivo bien fijado y tramada su obtención? Si lo considera oportuno puede pensar cuáles serían los supuestos beneficios que han llevado -o podría llevar- a alguien a convertirse en traidor, por ejemplo, de un proyecto político. Tenía razón el sr. Sánchez Ferlosio cuando tituló "Vendrán más años malos y nos harán más ciegos". Y ahí estará Podemos.

   Hace 2 años

4. joamella

   La ciega fidelidad no nos hace leales, en el mejor de los casos nos hace ciegos y sordos a los errores que todos cometemos, incluso los seres excepcionales, si hay alguno, claro. Como mínimo nos hace ciegos a ajenas y propias reflexiones.

   Hace 2 años

5. juan-ab

   (joamella) Habla de lealtad (Leal: Que guarda a alguien o algo la debida fidelidad), pero algo me dice que tiene usted alguna dificultad con ella, ¿práctica, tal vez? Ojalá que si no "todos los que nos situamos a la izquierda del PSOE" sí al menos muchos y muchas de quienes formaron parte del proyecto incial de Podemos tuvieran como norma la lealtad. Pronto, demasiado pronto, pudimos comprobar justo lo contrario. Lamentablemente no es nada nuevo: en la izquierda que representaba el PCE y sus intentos varios (Convocatoria por Andalucía, IU, Mesas de Convergencia, Frente Cívico... de los que únicamente sobrevive IU) predominaron las deslealtades (y alguna que otra corrupción, sobre todo en Madrid, tratada con guante blanco por los medios de comunicación). Cuando, tras la irrupción del 15-M, se formó Podemos, aquella izquierda a la "izquierda del PSOE" (mientras Anguita tuvo algo que decir), era testimonial. Hoy intentan de nuevo levantar cabeza con esta especie de nueva "Refundación" aprovechando el nuevo protagonismo de Yolanda Díaz, forjado desde su puesto de ministra por Unidas Podemos. Una historia interminable la de esta "izquierda" que si por algo se caracteriza es por las ambiciones personales de liderar y la soberbia. ¿Que "hasta los seres excepcionales se queman? Hombre, no creo que eso tenga que contárselo a P.I., ¿no le parece? (aunque de nuevo lo veamos bregando, haciendo "la guerra por otros medios", periodismo del bueno). Dése un oportunidad, hombre, y confíe: hay Podemos para rato. Afortunadamente.

   Hace 2 años

6. joamella

   A juabmz. Pues estupendo, si es excepcional y son excepcionales es coherente seguir su estela. Y si esta va camino del precipicio pues esa excepcional coherencia sucumbirá con los excepcionales. No creo que la ira y la vanidad sean las mejores luminarias para cualquier camino, sea político o personal. Y esto es, en mi opinión, lo que le sucede a Pablo Iglesias. Pudiera ser que yo estuviera equivocado y que ni la ira ni la vanidad jueguen un papel importante en sus palabras y comportamientos, sino una estrategia política destinada a romper el gobierno de coalición y romper cualquier posibilidad de que otra futura coalición progresista pueda gobernar este país en las próximas elecciones. Es jugar con fuego, y hasta los seres excepcionales se queman. Nada tengo que decir respecto a este posible escenario, es su elección,y si se quema esa será su decisión, pero no solamente arderá él, sino que todos los que nos situamos a la izquierda del psoe, saldremos chamuscados. La lealtad es una virtud que no hay que confundir con la ciega fidelidad.

   Hace 2 años

7. juan-ab

   Peter Weiss, en su obra de teatro “Persecución y asesinato de Jean Paul Marat”, hace hablar a Jacques Roux (el “enragé”): “¡Pobre del ser excepcional que se atreve con todos los límites para forzarlos, para franquearlos! Por todas partes esos brutos, fieles a sus viejas tradiciones, obstaculizan su camino y lo cubren de injurias.” Al final de cada día, justo antes de acostarse, Séneca tenía por costumbre reflexionar sobre cómo había sido su actitud durante el mismo, repasaba y analizaba tanto sus acciones como sus palabras: “Nada me oculto a mí mismo, nada me paso por alto”, pensaba, “pues ¿por qué voy a sentir temor ante alguno de mis fallos si puedo decirme: Mira a ver que no vuelvas a hacer esto, ahora te perdono. En aquella discusión hablaste con demasiada viveza, a partir de ahora no te enfrentes con los ignorantes, no quieren aprender los que nunca aprendieron. Amonestaste a aquél más de lo que debías, de modo que no lo corregiste, sino que lo ofendiste; por lo demás, mira a ver no sólo si es verdad lo que dices, sino si aquél a quien se lo dices lo tolera. El bueno se alegra de ser amonestado, la gente peor aguanta de mala manera a alguien que la dirija”. // Por estos días de noviembre, pero de hace 13 años (era 2009), me encontré en una pared de la calle Atocha un cartel que anunciaba un “Acto de refundación de la izquierda”. No había siglas, nadie lo firmaba. Estando la “izquierda” por aquel entonces hecha unos zorros, pensé que aquello de la "refundación" era una excelente noticia, sobre todo porque parecía algo ajeno a los de siempre. Así que acudí al “acto” en el auditorium Marcelino Camacho. No tardé en darme cuenta de qué se trataba. Por el escenario empezó a juntarse gente; reconocí a Yolanda Díaz y a Rafael Pillado (ferrolanos, ambos del PCG), junto a ellos Enrique Santiago; luego más caras conocidas de IU, y muchas otras desconocidas de diversos colectivos. Comenzaron las intervenciones de la “sociedad civil”. Recuerdo a Rosa Regás (fantástica), a Isaac Rosa y apenas al resto. Con una excepción: de pronto ante el micro estaba un muchacho joven, pelo largo, lacio y claro, camisa blanca de cuello mao que hacía resaltar su bello rostro. Una aparición. Con voz clara y de tono grave (que contrastaba con la delicadeza de su semblante), desgranó con una oratoria brillante lo que él entendía por “nueva izquierda”. Entre los oyentes el silencio era de asombro; cuando terminó la ovación fue antológica. ¿Quién era, de dónde salía aquel chaval? Era la pregunta que me hice y que más se oía por las butacas. Hubieron de pasar aún varios años hasta que en el Teatro del Barrio presentasteis a Podemos. Desde entonces, querido y admirado Pablo, sigo vuestra estela. Sí, eres excepcional. Sois excepcionales.

   Hace 2 años

8. joamella

   Dos apuntes: El primero respecto de la verdad. La verdad se dice cuando sirve para algo positivo. Decir lo del señor X en el mismo lugar que lo dijo Mr. Aznar, pues no parece lo más indicado, excepto si se persigue lo mismo que Mr. Aznar. El segundo respecto de los medios. El infame papel de estos durante la democracia parlamentaria y sobre usted es absolutamente repugnante. Pero su fracaso político no se debe exclusivamente a ese infame y miserable papel, sino que usted se ha equivocado demasiadas veces, unas veces por no entender cómo es la sociedad española y otras veces por la vanidad que no puede ocultar la ropa comprada en Alcampo. Ya sabe, la mona se vista de seda o de algodón sigue siendo mona. El colmo de sus disparates es lo que dijo el lunes en un mitin cuando mencionó "que se cuiden aquellos o aquellas que no respeten a los militantes de Podemos. Y sus posteriores matizaciones, hasta que al final si que reconoció que era un aviso a Yolanda Díaz. Con esas declaraciones, usted dijo su verdad, tal vez la más próxima a una verdad objetiva, pero para qué ha servido, para nada positivo. Por un lado le hace un flaco favor a Podemos, y otro tanto a la izquierda en general.

   Hace 2 años