1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

PROCESANDO EL YUYU

ZPlanismo

La extensión intensa del brindis al Sol, de las leyes votadas pero no dotadas, explica que, tras el ciclo 15M, hoy pajarito, estamos en la vuelta a la política, esa comunicación ‘non-stop’. Esa nada

Guillem Martínez 22/04/2023

<p>Leonid Brézhnev, durante la inauguración del 18º Congreso del Komsomol (abril de 1978). <strong>/ Wikimedia Commons</strong></p>

Leonid Brézhnev, durante la inauguración del 18º Congreso del Komsomol (abril de 1978). / Wikimedia Commons

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

1- En los 70, en ese momento de una década en el que la década parece interminable y parece el mundo, la eternidad, la URSS dio mucho miedo. Bú. A saber: el poder adquisitivo de la clase trabajadora soviética no solo era alto y comparable, a escala, al de los trabajadores de Occidente, sino que subía con mayor rapidez y constancia. La economía soviética funcionaba, y lo hacía con aparente poderío, sin resentirse, aparentemente, por la crisis del 73. Eso provocó cierto desánimo en Occidente, que, por primera vez, y en petit comité, valoró la posibilidad de una derrota en la Guerra Fría. Se dice rápido. En ese estado de ánimo y de opinión influyó, fundamentalmente, la mala información. Occidente desconocía que Nikita Jrushchov no había acometido reforma alguna en el momento dramático y exacto para realizarlas. O, más bien, desconocía las consecuencias de esa decisión, prolongada por Brézhnev –el segundo dirigente soviético más longevo, tras Stalin–, bajo cuyo mandato se fosilizó el estancamiento económico soviético. Tanto que Estancamiento Brezhneviano fue, de hecho, el nombre artístico de ese muermo, que se prolongó, así como suena, hasta la disolución de la URSS. En los 70, en efecto, en la URSS las cosas funcionaban. Aparentemente. Funcionaban, sí, pero no gracias a una economía centralizada, sino gracias a una corrupción intensa, constante, cotidiana, que solventaba una economía centralizada con la punta del XXXX. Lo que Occidente veía –éxito– era en realidad otra cosa –corrupción; el éxito de la corrupción; tal vez el espectáculo impresionante del mercado negro más importante y gigantesco y absoluto en toda la historia del mundo, en el caso de que eso no lo sea el Mercado, así, a secas–. Occidente tardó una década en comprenderlo. Cuando lo comprendió, en los 80, se aplicó al acoso y derribo de la URSS con una inteligencia renovada, que hoy podemos contemplar ojipláticos en Ucrania.

2- Hola, soy el punto 2, y he venido al mundo para llenarlo de moralejas sobre el punto 1. Ahí van, que me las estoy haciendo encima. Moraleja 1, o sic transit gloria mundi: los imperios, todos, desaparecen, si bien, y esto es muy importante, lo suelen hacer 20 años antes de desaparecer, en pleno éxito aparente. Moraleja 2: la ausencia de reformas es siempre –siempre, siempre, siempre– lo que comunica a los Estados con su muerte, que, en primera instancia, como sucede siempre –siempre, siempre, siempre–, es cerebral. Es más, se conoce el estadio de decadencia de un Estado por su ausencia de reformas/su muerte cerebral. España’78, con una reforma constitucional en 45 añitos –fue además, glups, una reforma reaccionaria, restrictiva, que somete a contradicción buena parte del texto constitucional, creado en el 78 para ordenar lo que la reforma, zas, eliminó: el Bienestar–, puede ser un ejemplo. Si bien en Europa no se cabe de ejemplos. Lo que indica un fin de época. Está sucediendo, así, algo parecido en Francia’58, con mayor dignidad –es decir, indignación–, y sin reforma constitucional, a través de otra reforma de las pensiones, la metáfora del fin del Bienestar. La V República Francesa se parece, en ese sentido, a la II Restauración Española en que hace 20 años ambos cacharros parecían sistemas en verdad solventes, etc. La Moraleja 3, precisamente, explica eso: todo el mundo –no sé,  España, Francia, la URSS– funciona, si observas el mundo desde la desinformación. La desinformación quita 20 años a los Estados. Con desinformación, un Estado está hecho un chaval. La Moraleja 4 tiene tan mala sombra que el resto de moralejas no le hablan, por lo que hemos creado un punto para ella sola. El punto 3.

Se conoce el estadio de decadencia de un Estado por su ausencia de reformas/su muerte cerebral

3- Si Occidente no supo ver a su gran enemigo equivocarse a tiempo real, es muy probable que, por lo mismo, no sepa ver sus propios errores, 20 antes de que estallen. Lo que invita a ver que Europa, vale, es un éxito, como dicen. Si bien debajo de él no hay que descartar la presencia de un polvorín. El de siempre. La ausencia de reformas. La UE, que no tiene constitución, que va tirando, a condición de no tenerla, de no reformarse, de no tocarse, es el fiel reflejo de unos Estados que parecen vivir, en cierta manera, un eterno 1847, a la espera de que tarde o temprano llegue 1848. Lo que es tan probable –la vida empieza a ser invivible, literalmente, tras 4 décadas de neoliberalismo– como incalculable. Nadie sabe cuándo será, porque, Moraleja 5, los objetos abandonados, no reformados, sometidos por tanto a informalidad –gigantesca, como el mercado negro en la URSS–, son impredecibles.

4- Hola. Martínez. El Yuyu. La alegría de la huerta / un serio intento de no hacer el ridi, o al menos de no tardar 20 años en ver lo que tienes delante de las narices. Hoy, me temo, sobre la ausencia de reformas, esa muerte cerebral. Lo que es, a su vez, un buen resumen de la semana política española. Suena raro, pero es la época. No se vayan.

5- Esta semana se ha anunciado a) el traslado de 50.000 pisos, desde el mercado negro de la Sareb, al mundo de los unicornios y del alquiler social. También ha trascendido la b) construcción, vía créditos ICO, de 43.000 viviendas, que pasarían a engrosar el parque de vivienda pública. Y, claro, también se ha anunciado, tras pacto PSOE-Bildu-ERC, la c) nueva Ley de la Vivienda, que podría ser aprobada antes de las municipales, y que contempla una regulación de los precios del alquiler. La cosa a), b) y c) supone un cambio notorio en el pack vivienda, lo que permitiría a la URSS que llevamos dentro sobrevivir bajo techo 20 años más. O no. Vayamos por partes. Concretamente, la c).

6- El texto de la Ley de la Vivienda presenta claros y oscuros. Es una música buena, pero con una letra muy mala. Es una ley llena de resquicios, esas cosas que los Gobiernos consideran vías de escape para el inversor, y que se legislan en honor del inversor, de manera que el inversor las pilla al vuelo. El borrador, analizado por Jaime Palomera, líder del Sindicat de Llogaters/inquilinos, permite los alquileres de temporada, una suerte de contratos basura que fijan subidas y expulsiones de inquilinos, y que permiten al propietario no entrar en el mercado regulado. Sí, no se puede superar el precio del anterior contrato, pero será difícil comprobarlo por parte del inquilino, por otra parte, pues no se obliga a especificarlo. Se indican posibles prórrogas de hasta tres años en los contratos vigentes. Pero solo a los vigentes desde 2023. Se incluyen muchos supuestos para subir un 10% adicional en los alquileres. Como instalar una rampa de acceso al edificio –esa posibilidad de subida, contemplada en Suecia o Alemania, ha llenado Suecia y Alemania de rampas de acceso; y, claro, de subidas del 10%–.

El texto de la Ley de la Vivienda es una música buena, pero con una letra muy mala

7- A falta de posibles modificaciones –no se pierdan el punto 12– “es una mala ley”, me explican en el Sindicat, “es una mala regulación, que puede poner en peligro la propia idea de regulación”. Me ponen como ejemplo la ley catalana, que existió un año y medio, conseguida por el Sindicat durante el Govern Torra. “Aquella ley, que estaba muy bien, mientras duró creó datos, que demuestran hoy, cuando ya no existe esa ley, lo beneficiosa que es una regulación de los alquileres. Esos datos no existirán con el actual proyecto de la Ley de la Vivienda. Lo que afectará a la legitimidad de una regulación efectiva futura”.

8- La ley empezó a discutirse hace años, en lo que es un proceso larguísimo, pero no fue hasta principios de enero cuando se empezó a negociar. Rapidito y, se supone, con el ojo puesto en la campaña electoral de las municipales. El último tramo, por criterios políticos, lo han cerrado PSOE, Bildu y ERC. El 80% del electorado PSOE está a favor de la regulación. Se supone que el porcentaje es mayor en ERC, Bildu y en UP, que participó previamente en las negociaciones, a través de representantes random, no all-stars. PSOE ha estado presionado en todo momento por Joan Clos, exalcalde de BCN y –ay, uy– líder de ASVAL y de FIABCI, la patronal inmobiliaria. La presión ha debido de ser muy alta, o no, tal vez ha sido innecesaria. En todo caso, PSOE, satisfaciendo al gran propietario, se presenta como defensor del pequeño propietario, lo que ilustra cierta consciencia, cierto conocimiento de sus actos políticos, y cierto intento de camuflarlos. ¿Poseen ese autoconocimiento, saben lo que han hecho, Bildu, ERC o UP, partidos que se han felicitado por el texto de la Ley? No se pierdan el punto 12.

9- Respecto al pack a) –traslado de 50.000 pisos de la Sareb al mercado social de alquileres–, es preciso señalar, en primer lugar, que ese mercado no existe. La media de vivienda pública en Europa es del 9%, mientras que en España es del 3% –Dinamarca y Holanda, otra poética, ofrecen un 20%–. Esos 50.000 pisos serían, por eso mismo, una lágrima en el mar. Si existieran. Algunos no están finalizados, otros no están disponibles y otros tantos se encuentran en ninguna parte, lejos de una zona tensionada. Se calcula que el monto se podría reducir a menos de la mitad, y vete a saber dónde. Además, son Sareb, una empresa que pretende beneficios, más allá del rescate de la banca, aún no devuelto, pagado por usted. Sobre b) las 43.000 viviendas anunciadas, es preciso señalar que son eso, anuncios. Si algo sabe el lector usuario de mis secciones que empiezan con el palabro Procesando, es que lo anunciado no debe de confundirse nunca jamás con lo ofrecido. Más aún en año electoral. ¿Por qué se hacen anuncios del tipo a) o b) y nadie se ríe? No se pierdan el punto 12.

10- El festival de la reforma que no reforma ha culminado esta semana con otras dos actuaciones en directo. La primera sería el anuncio del Banco de España de que el Escudo Social pactado entre el Gobierno y la Banca –un decálogo, esto es, nada; en principio protegería a usuarios de hipoteca en caso de desmadre psicópata del Euribor–, que cubriría a un millón de familias, en realidad afectaría solo a 550.000, si bien, de manera efectiva –el Banco de España son unos cachondos–, la cosa ya si eso afectaría positivamente a 200.000 familias. Que, de hecho, no necesitarían protección alguna. El segundo show se ha producido en el Congreso. Se trata de la reforma del ‘solo sí es sí’. Una actualización que mejora el texto –me dice mi feminista no PSOE de cabecera–, si bien sube las condenas y no soluciona la rebaja de las condenas pasadas o futuras. Esto es, una reforma un tanto incomprensible, que viene a potenciar, como rasgo identificable, el endurecimiento de penas, ese llenapistas de la derecha, hoy ya ecuménico y transconfesional, al parecer. ¿Qué está pasando?

11- ¿Qué está pasando? ¿Por qué, en este tramo final de legislatura, prima cierta chapuza legislativa? ¿Por qué, desde noviembre, cuando se empezaron a emitir leyes y reformas à gogó, esas leyes adolecen de mal redactado, de mal cálculo, de lo contrario a lo anunciado, de indicios que les presuponen poca voluntad de ser, de reformar, de transformar? ¿Por qué se ven afectados en esa dinámica partidos de izquierdas gubernamentales o no, como PSOE, UP, ERC, Bildu…? ¿Qué fenómeno explican?

12- Explican, en todo caso, la voluntad de comunicar, no la de trascender. Explican la voluntad de comunicar éxitos, no de realizarlos. Explican una dinámica consistente en legislar, y no tanto en implementar. Explican un estado de ánimo, e intelectual, de las izquierdas, no solo las locales, en absoluto nuevo o reciente. Viendo de dónde y de cuándo viene, será posible entender a qué responde. Por mi parte, puedo exponer que la primera vez que vi, de forma nítida y radicalmente novedosa, esa feroz voluntad de no legislar nada mientras se legisla todo, fue hace mucho, en 2006, con la Ley de la Dependencia. Una ley fantástica. A la que no se dotó de pasta. Es decir, una ley votada, pero no dotada. Un brindis al Sol. Un nuevo triunfo del plan quinquenal de hace, glups, casi 20 años. La extensión, urbi et orbe, intensa, de esos modos de no hacer explica que, tras el ciclo 15M, hoy pajarito, estamos en la vuelta a la política, esa comunicación non-stop. Esa nada.

El 24A será un buen día para evaluar la fuerza de Podemos para crear candidaturas propias

13- Prosigue el culebrón Podemos-Sumar/P-S. El lunes 24A es la fecha límite para presentar candidaturas. No habrá acuerdo de unificación –unificación de algo que no está escindido y que gobierna junto, lo que habla del predominio del lenguaje sobre la realidad en este pack– antes de las Municipales. Se ignora si lo habrá antes de las Generales –no se pierdan en punto 14–. El 24A será, por tanto, un buen día para evaluar la fuerza de P para crear candidaturas propias. Con los datos actuales, no ha exhibido una fuerza hercúlea, pero sí molesta. Más en Andalucía, donde P puede haber incidido, con una lista propia, en la posible pérdida de la alcaldía de Cádiz. En Asturias, no obstante, es donde se está produciendo la metáfora, tal vez una biografía condensada de P. Vía primarias –ese fetiche lingüístico, procesista, del aparato P–, se votó en su día una candidatura, que no fue la favorita del aparato. Nadie de la Ejecutiva local, de hecho, pudo meterse en esa candidatura, por lo que la idea parece ser eliminar a los 4 primeros candidatos de esa lista, en el día de hoy expedientados por el Brézhnevicato, y poner acólitos. Para que ese cambiazo de candidatos –posible hasta el lunes– no se produzca, los líderes electos de la candidatura por sufragio, no respetada, están encerrados en el local central de P-Asturias, como pasaba en las iglesias cuando la reconversión. Jefatura les ha hecho el abrazo del oso –de Mimosín– y les ha dicho que salgan, que hagan campaña, que no pasa nada. Pero de ahí nadie se mueve, en el momento en el que escribo estas líneas.

14- Es posible que asistamos, en todo caso y en breve, al nacimiento de un nuevo partido de izquierdas en Esp. Veremos. No es despreciable la idea. Y menos ahora, que el CIS otorga a ese posible nuevo partido representación suficiente como para mantener una estructura de cuadros mínima, y un posible acceso a un Gobierno de coalición justito. Sería un nuevo partido en esa izquierda amplia, sin especial interés en legislar, pero sí en comunicar. Sería, por tanto, una nueva forma de comunicar. En ese sentido, esta semana he podido leer cuatro veces la palabra “miserable” o “miserables”, emitida por Pablo Iglesias. ¿Qué significa esa forma de comunicar? Veamos sus orígenes. La primera emisión en la política de esos palabros fue en la II Legislatura Aznar, y en la voz de su ministro de Interior, Ángel Acebes. Fue una palabra fundamental para construir la crispación, ese proceso comunicativo, que lo impregnó todo –tal vez, visto lo visto, hasta hoy–. De todo ello hace más de 20 años, la fecha mágica de la muerte. Es imposible hablar a través de ese tipo de palabras. La buena noticia es que, como tampoco se quiere legislar, pues no pasa nada por no poderse hablar.

1- En los 70, en ese momento de una década en el que la década parece interminable y parece el mundo, la eternidad, la URSS dio mucho miedo. Bú. A saber: el poder adquisitivo de la clase trabajadora soviética no solo era alto y comparable, a escala, al de los trabajadores de Occidente, sino que...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

4 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. pipe49

    A mi juicio, lo que al Sr Martínez se le da verdaderamente bien es la gastronomía, aunque mucho de lo que come lo digiera bastante mal. El plato "crónica política" se le suele indigestar. Por ejemplo, que la carta diga que Julio Anguita y Pablo Iglesias son los mejores políticos de izquierdas desde la Transición es un plato que directamente se le atraganta; es decir, que no llega tan siquiera a digerirlo. Hay otra obviedad gastronómica que no parece que le venga bien: buena ministra y mediocre dirigente política. No todo vale para todo en la cocina, Don Guillem.

    Hace 1 año 1 mes

  2. Marcoafrika

    ¿Debemos utilizar calificativos como “miserable” en un contexto electoral?, muy bonita la palabra Contexto, tengo colegas que nunca se han parado a deletrear el título de la revista y no se dan cuenta, aunque leen los artículos que les mando e incluso se suscriben, No me considero “buenista” y tampoco malo en el sentido descarnado de la palabra, aunque no sé que sentido es ese, casi no sé nada, o sé menos cada día, solo que me cansan las batallas electorales y sus humaredas: descalificaciones ardientes como el fuego para promesas que muchas veces son humo. Supongo que algo normal en nuestra sociedad capitalista que a muchos nos parece un infierno eterno. Ayer, hace muchos años, nació Lenin, en 1870, ni siquiera había acabado el siglo XIX, Los viejos comunistas sin partido, lo recordamos con cierta nostalgia y me pregunto como hubiera utilizado el calificativo de miserable, busco en la bibliografía y por supuesto utilizó ese y otros similares cuando era necesario, lo mismo que muchos otros políticos, científicos, artistas, etc...Creo que no se debe abusar de calificativos descalificadores o insultantes pero no creo que haya problemas cuando se utilizan adecuadamente. Me gusta mucho como escribe y lo que cuenta Guillem, en general aunque a veces no estoy de acuerdo, por supuesto, ¿que podemos esperar de “casi" un anciano comunista empedernido como yo?. Hace ya muchos años que nacieron y murieron muchas personas honorables, inteligentes y comprometidas con la humanidad, o sea, lo lógico en una especie que se autodenomina sapiens sapiens. Eso sí, hay que procurar no caer en los errores que criticamos. Siento dedicarte esto Guillem, aunque probablemente no me leas (y harás muy bien porque me repito como el ajo, esa divina Liliaceae, que tu dirías). Creo que ya ha llegado el momento pro-electoral de decir ooooooommmmmmm, estar pendiente de lo que escribimos y contamos al respecto de los candidatos o contendientes políticos y demás que nos asedian con sus mensajes y promesas, también, pensar que vivimos en un, otra vez, contexto, capitalista que siento pensar, decir, gritar, pregonar, constatar, que la lucha de clases sigue vigente y hay que procurar que la clase de h.de p. que pretende convertirnos en mercancía, consumidores, esclavos o picadillo, esos son los únicos que merecen no solo nuestros insultos sino algo más drástico y contundente: si no ser totalmente derrotados por unas elecciones que se inventó la democracia burguesa, al menos perder terreno, cada vez más, a esos sí...hay que atarles bien corto, al enemigo ni agua.

    Hace 1 año 1 mes

  3. fpg999

    Se puede y se debe criticar a Podemos  -y a Sumar, y al PSOE, y a IU, etc., etc.- cuando uno no está de acuerdo con algo que han dicho o hecho sus líderes, portavoces, o miembros destacados y argumentarlo. Pero lo que yo creo que no se debería hacer, precisamente, es ser miserable al hacer esa crítica. Y me parece una acción miserable, despreciable y manipuladora señalar a Iglesias como crispador por usar la palabra miserable, sin ni siquiera tomarse la molestia de explicar los contextos en los que lo ha hecho y, además,  compararándolo con Aceves. Ya ha dejado claro que no es santo de su devoción, pero si Iglesias tal vez debería guardar las formas en más de una ocasión, usted también debería aplicarse el cuento.

    Hace 1 año 2 meses

  4. Fernando

    Comienza siendo un buen artículo y finaliza siendo un pésimo comunicado.

    Hace 1 año 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí