PROCESANDO EL YUYU
El residuo seco
El ciclo 15M está cerrado. La intensificación de la democracia, la ampliación de derechos, ya no es el tema. La reforma del Código Penal es un indicio
Guillem Martínez 26/03/2023
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1- El periodismo es, básicamente, jerarquización. Junto al canon –literario, artístico– es la única jerarquización chachi. Porque, si se fijan, el periodismo no consiste tanto en explicar las cosas, como en ordenarlas, jerarquizarlas. Lo que sigue a continuación es la jerarquización de las noticias europeas y estatales de la semana. Lo que nos describirá un mundo sumamente, glups, jerarquizado, chungo. Tras ello, y por ello, este articulete finalizará con un simpático popurrí, en el que se dibuja, en modo bonus-track, el estado de la cuestión de las izquierdas a la izquierda del PSOE, tras la moción de censura. Que, al parecer, ha sido el Benidorm Fest de las izquierdas a la izquierda del etc.
2- Las noticias de esta semana son, posiblemente, y como ya habrán sospechado, la a), la b), la c) y la d), siendo a) la presentación del informe del IPCC de la ONU, que considera el calentamiento global como ya irremediable. Para salvar los muebles –nosotros somos, básicamente, los muebles del planeta–, el IPCC llama a “reducir a la mitad, para 2030, las emisiones de gases de efecto invernadero”. Coincidiendo con esa llamada dramática, b) Alemania pide, y la Comisión le ofrece, una excepción a la moratoria de los motores de explosión, prevista para 2035. Lo que indicaría que, en efecto, puede no haber nadie al volante. Por otra parte, c) el Deutsche Bank, en el momento en el que escribo estas líneas, está pocho, y con él, todos sus amiguitos europeos. Es una crisis de reajuste, de centralización de la banca. Para que la banca se centralice, y elimine, en ese trance, a los bancos menos fuertes y rápidos, el BCE ha ido subiendo el precio del dinero, que es con lo que se ganan la vida los bancos, y con lo que nosotros la perdemos. Si, en algún caso concreto, un banco no llegara con ese margen, ahí estaría el Estado, que para estos casos sí que hay alguien al volante, nacionalizando sin nacionalizar. Regalando la pasta a la banca sin pedir nada a cambio. Como mamá, pero en modo psicokiller. La cosa d) son las protestas en Francia contra la insoportable macronización de las pensiones. O punto 3.
3- Las protestas, que parecían ir de bajuna el jueves de la semana pasada, han aumentado el jueves de esta semana, en modo à gogo. La razón: el macronazo, pero también una entrevista televisada a Macron, en la que decidió que Francia ardiera. Francia lleva nueve jornadas de huelga general –se dice rápido–. Se trata de manifestaciones extrañas, en las que los sindicatos llevan la voz cantante. O, al menos, cantan más que los partidos. Hasta la fecha, la brutalidad policial está dando mucho que hablar. Incluso en el Consejo de Europa, desde donde se ha emitido ya “preocupación por el uso excesivo de la fuerza” contra manifestantes y periodistas. Lo que es muy, muy, muy raro. Es posible que la Comisión se manifieste en breve. O que ya lo haya hecho, por el pinganillo. Tanta violencia no es más, en todo caso, que la cultura democrática de la Comisión, la aplicación en un territorio de un mandato de la Comisión sobre el tema pensiones. Lo normal –la violencia no solo fatiga, sino que es el campo de juego del Estado, lo que fatiga más– es que las protestas se vayan reduciendo. Pero lo normal es que la rueda, o la Revolución Francesa, nunca hubieran ocurrido. La situación permite observar una Comisión no distanciándose de la violencia y de la austeridad en Francia, pero que, a la vez, no tiene reparos en tirar la casa por la ventana en bancos, o en recortar sus medidas estructurales, como lo de los motores de explosión. En Francia se está planteando un conflicto, duro, entre la Comisión y la Democracia. Un conflicto que la Comisión parece, en esta emisión, no querer plantear en otros Estados, menos altos, rubios y fuertes que Francia. No se pierdan el punto 4.
Tanta violencia no es más que la cultura democrática de la Comisión, la aplicación en un territorio de un mandato de esta sobre el tema pensiones
4- Más para aquí, la jerarquía de las noticias es otra, de una gama más baja. Regional. Sigue presidiendo la realidad local, creando otras noticias, una noticia antigua, o a), la reforma de las pensiones, determinante en esta legislatura, y gracias a la cual podría haber otra legislatura de Gobierno de Coalición. En esta emisión, ha sido una reforma dulce. Tanto que, de hecho, a.1) ya se habla de otra reforma más profunda y gore, en 2025. Tanto que, incluso, a.2) Feijóo ha ido a Bruselas a protestar, más encendido que un mechero, en defensa de su puesto de trabajo. No sin razón, el pobre: ¿por qué la Comisión acepta una reforma light en España, y exige una alejada ya de la cultura democrática en Francia? ¿Por qué la reforma francesa, de una forma u otra, se llevará a Macron por delante, mientras que la española puede posibilitar que Feijóo, tal vez, no gane las elecciones? Hay muchas respuestas. Algunas hablan de un Estado al límite, tutelado por la Comisión, que no puede admitir, por ahora, la violencia política que sufre Francia. O no a la vez. Y otra es que el PP no es, implícitamente, un partido europeísta. No inspira confianza en la Comisión, pues sus conflictos con el Gobierno son con la Comisión, en tanto las políticas del Gobierno son las de la Comisión. Lo que nos lleva a la noticia b): ha dimitido una vocal del CGPJ para presionar por su renovación, imposible, e inquietante ya en Europa. La noticia c), y bajando, es la moción de censura, o punto 5. No habla de la época, sino que es un dibujo de la época.
5- Ya pasada la moción, es posible analizar su residuo seco. Así, la moción fue un desastre para Vox. Es más, solo tuvo un beneficiario, que fue el Gobierno de coalición y, más aún, una porción del partido coaligado con el PSOE, que salió reforzado.
Tamames no es un marciano, no es una época lejana. Su visión de la Guerra Civil es tan reaccionaria, corta y difundida como la de Cercas
6- Es difícil evaluar las relaciones PP-Vox, en tanto ambos partidos comparten una suerte de Jefatura Nacional de Ese Movimiento. La FAES. La sensación es que la Jefatura de la FAES utiliza a Vox para hablar con el PP. En esta emisión, al parecer, la intención de Jefatura era desprestigiar a Vox. O, al menos, tras la moción, el PP más cercano a Jefatura, el de Madrid, ha pasado de Vox varios pueblos, y el PP Feijóo da como finalizada la asociación –pública– con ese partido sin soberanía que, todo apunta a ello, volverá al cajón de Jefatura una temporada. Veremos.
7- Por lo demás, y durante 24 horas, todo el mundo vivió mejor contra Tamames. Tamames permitió a Sánchez arremeter contra el neoliberalismo, al PNV ponerse en modo Juramento-de-los-Horacios, a JxC acercarse a cierta dignidad estadística, a ERC chotearse de un proyecto sin agenda, sin planificación y sustentado en la mentira, como el suyo hasta hace unas semanas. Tamames, en todo caso, no es un marciano, no es una época lejana. Es un objeto próximo, común incluso. Su visión de la Guerra Civil es tan reaccionaria, corta y difundida como la de Cercas. Su visión de la Transición no difiere de la que pueda emitir un obispo, un político, un rey o un libro superventas, más aún si el libro va sobre Felipe. Su tertulianismo se parece mucho a la programación televisiva, pero también a la programación del Congreso. Sus ideas de cuñado no están muy alejadas de las de un artículo promedio, o de un político promedio. Socorro.
Yolanda Díaz hizo un discurso importante. Básicamente, proclamaba el Gobierno de Coalición como una asociación natural y prolongable en el tiempo
8- Aprovechando todo ese silencio, consistente en desmarcarse de Vox y, mucho menos, de Tamames, Yolanda Díaz hizo un discurso importante. Básicamente, proclamaba el Gobierno de Coalición como una asociación natural y prolongable en el tiempo –algo que es imposible de evaluar sin saber si Sánchez estaba en el secreto y, más importante aún, si lo estará después de las generales–. A su vez, parecía tirar un cable a –lo que queda de su aparato– Podemos. Sobre las palabras de amor en una reunión pública: son improbables, y solo informan de que esas palabras no existen en una reunión privada. Lo que nos lleva a la pregunta, dos puntos, ¿qué está pasando en el pack Sumar-Podemos?
9- Podemos es un partido tan poco relacionado con el 15M como cualquier otro. La diferencia es que se quedó con su electorado. Sobre el papel, una revolución democrática en España, el 15M, hoy muerto, suponía –Jaime Miquel dixit– 11 millones de votantes. Podemos no consiguió acceder a ese volumen de votos, sino que, además, fue perdiendo los que pilló. Los que nos choteábamos del PC y de su pérdida de votos en 3 años de la década de los 70, aquí no nos dio tiempo. Podemos ha sido una máquina de cabrearse, una pugna por el aparato, una foto de la III Internacional, de la que cada año desaparecían más desviacionistas retratados. Todo ello unido a una persecución inaudita por parte del Deep State y del paraperiodismo, que no persiguió a Podemos por ser una amenaza al Estado –solo lo fue durante un año–, sino, como en el chiste del escorpión, por su propio carácter. Paradójicamente, el naufragio coexistió con un fenómeno bello y extraño en la política española. Los que abandonaban el barco, aquellos a los que se les hizo saltar por la borda, los que se quedaron, los que se fueron a otro barco, mantenían –salvo los cuadros– una idea de pertenencia a un espacio, más grande que uno, dos o tres partidos. Un espacio inexistente antes del 15M.
Podemos es un aparato circunscrito a Madrid. Carece de capacidad territorial para crear listas municipales, o autonómicas por sí solo
10- Yolanda accedió al liderazgo del brazo político del espacio por el método digital, a través del dedo del líder supremo. Lo que nos retrotraía a una cultura pre-15M, de PC. Quizás, esa cultura puede ser la que explique Podemos desde entonces. El líder saliente consideró no apropiado al líder entrante, una vez que vio que, en efecto, él ya no era el líder presente. Lo que fue provocando desencuentros. En un primer momento, dos, según quién te los explique. Desencuentro 1. La votación de la Reforma Laboral. En ella, Podemos –su aparato, vamos– no hizo tuits ni mensajitos felicitando a Yolanda, sino que, se dice, cometió algún tipo de traición, al asociarse con ERC y determinar el sentido de su voto de alguna manera. Desencuentro 2. La presentación del proyecto Sumar en València, al que no fue invitado Podemos, y que Podemos consideró un desprecio.
11- Hubo, no obstante, un momento de inflexión, sorprendente, novedoso, muy agresivo, en noviembre, en el que Iglesias –esto es, alguien que ya no era el líder de Podemos– arremetió contra Yolanda y Sumar. Y de un modo peculiar: un conjunto de mecanismos comunicativos que buscaban no la hegemonía, sino la polarización. Esa manera de hacer es muy propia –el procés fue poco más que eso– de populismos, generalmente derechistas. Si bien esto último no era el caso, la apuesta de Iglesias era importante y sorprendente. Podía acabar con un espacio común, en el que por primera vez coexistían contrarios. Sea como sea, esa actitud no se sostuvo en el tiempo. A las semanas, Iglesias abandonó esa beligerancia pública. Por lo que imaginé que estaban negociando. ¿Que se negociaba, si es verdad que se negociaba?
12- Podemos es un aparato circunscrito, básicamente, a Madrid. Carece de capacidad territorial para crear listas municipales, o autonómicas por sí solo. Es poco probable, por lo mismo, que Podemos busque participar en listas municipales o autonómicas, sino entrar en algunas de ellas, por una vía informal y por la puerta de atrás. O, con mayor decisión y seguridad, asegurar la presencia de su staff/aparato en unas generales. Sumar, a su vez, son lo que queda de mareas, de confluencias, lo que queda de Podemos en los territorios, y grupos y partidos con cierta fuerza en algunas autonomías, como Compromís o Más País. No hay mucho conflicto en los territorios, donde Podemos se ha mezclado con Sumar, en todo caso. Asturias cuenta aparte. Asturias es una metáfora. Sus líderes locales, votados por las bases, están desautorizados, incluso penalizados por Madrid. En términos generales, en los territorios, Iglesias recibe una valoración muy positiva. Si bien no Belarra. En términos generales, no ven el aparato salvo cuando se desplaza a sancionarles. En términos generales, son proclives a Yolanda, en tanto recuerdan que fue nombrada por Iglesias, y en tanto Yolanda, a diferencia del aparato, ha ido a visitarles, no a sancionarles.
La reforma del Código Penal, en la que aumentan los delitos en una manifestación, no criticada ni por Sumar ni por Podemos, es un indicio
13- ¿Qué se dirime en este combate entre Podemos y Sumar? Veamos, primero, lo que no se dirime. El ciclo 15M está cerrado. La intensificación de la democracia, la ampliación de derechos, ya no es el tema. La reforma del Código Penal, en la que aumentan los delitos en una manifestación, en la que disminuyen los de malversación, no criticada ni por Sumar ni por Podemos, es un indicio. Parece ser que se dirime la forma del objeto que agruparía a las izquierdas del PSOE. Sería la tercera gran forma/etapa de ese pack, tras el PCE-PSUC, tras IU. Sería una izquierda que apuesta por un espacio común, superior a sí misma, o que no. Ambos modelos apuestan por entrar en el Gobierno. Lo que se dirime es quién entrará en las instituciones y, tal vez, en un Gobierno de coalición. A saber: a) opciones polarizadoras y polarizantes, sustentadas en la comunicación, en discursos de enfrentamiento, en cierta estética peronista pop, u opciones sustentadas en cierto federalismo, cierta toma de decisiones descentralizadas, y con otra comunicación, más próxima a la desarrollada, pongamos, por Colau o Yolanda, en sus cargos. Y este es el peligro. Para el espacio. O punto 14.
14- Podemos es un aparato. Muy pocas personas. Si la voluntad es que esas personas accedan a algún tipo de profesionalidad en la política, a ello se puede acceder pactando con Sumar, claro. Pero también rompiendo la baraja. A través de una lista, que impida un gran número de diputados a Sumar. Una lista que aumente, por eso mismo, las posibilidades de un Gobierno de extrema derecha. Pero que, en todo caso, garantice la supervivencia a Podemos, ese escaso número de cuadros, que necesitan pocos escaños –tal vez solo la parejita– para jugar a la comunicación polarizadora durante un tiempo. Esta última opción supondría el fin del espacio común.
15- Durante la moción de censura, en el Congreso, hubo la sensación de que era posible el entendimiento. El tono de Yolanda y el tono de Montero –alejado de la fraseología de Patty Hearst– invitaban a ello. La petición de elecciones primarias –esa herramienta del rodillo del aparato de Podemos, cuando Podemos existía– a través de un artículo de Iglesias –recordemos, sin cargo en Podemos–, ya invitó a ver que el acuerdo no sería fácil. Que, tal vez, ni siquiera es un deseo para una de las partes, que tiene suficiente para su pequeño gran futuro con su capacidad de polarización.
16- Como ya saben, España está edificada sobre un cementerio indio.
1- El periodismo es, básicamente, jerarquización. Junto al canon –literario, artístico– es la única jerarquización chachi. Porque, si se fijan, el periodismo no consiste tanto en explicar las cosas, como en ordenarlas, jerarquizarlas. Lo que sigue a continuación es la jerarquización de las...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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