desigualdad
Las clases particulares suponen ya el 15% del gasto total de las familias en educación
El acceso desigual según la renta genera fuertes inequidades para el alumnado de baja extracción socioeconómica
CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’ 11/05/2023
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Un reciente estudio elaborado por Juan Manuel Moreno y Ángel Martínez ha puesto al descubierto que se ha estado subestimado tanto el tamaño como el impacto real que tienen las clases particulares en España.
El mercado de clases particulares en nuestro país satisface demandas muy diferentes que cambian entre etapas educativas y hogares según su capacidad económica. A medida que el alumnado avanza en las diferentes etapas del sistema educativo, es más probable que asista a más clases particulares y que, además, estas vayan cambiando en su composición. Concretamente, el peso de las clases particulares en materias curriculares centrales se duplica entre las etapas de Infantil (20%) y Bachillerato (44%), del mismo modo que el peso de las clases de idiomas aumenta con la mayor capacidad económica del hogar. A su vez, se ha encontrado que los alumnos de hogares con más recursos son los que reciben más de un tipo de clases particulares y en mayor volumen, lo que da cuenta de la mayor intensidad del gasto entre estas familias.
En ese sentido, la Encuesta del Gasto de los Hogares en Educación (EGHE) ofrece la imagen más realista posible de las dimensiones del mercado de clases particulares en España. Lo primero que merece la pena destacar es la enorme cuantía que supone este gasto, incluso en etapas tan tempranas como el segundo ciclo de Infantil, cuando ya alcanza los 117 euros por alumno al año. En total, un 47% del alumnado asiste a clases particulares. En términos agregados, esto supone un gasto de 1.690 millones de euros
En segundo lugar, es igualmente relevante destacar el rápido crecimiento de las clases particulares a medida que se avanza en las etapas del sistema educativo, puesto que el gasto medio en Primaria casi multiplica por dos el registrado en el segundo ciclo de Infantil, mientras que el gasto medio por alumno en Bachillerato vuelve a duplicarse respecto al gasto medio de Primaria. Mientras el gasto medio por alumno en segundo ciclo de Infantil asciende a 117 euros, la cuantía sube a más de 400 euros en la etapa de Bachillerato. Esto se explica tanto por un aumento del porcentaje de alumnos usuarios como por un aumento de la cantidad y volumen de clases recibidas por cada alumno.
Además, la capacidad económica del hogar influye en la demanda de clases particulares. Tan solo el 22% del gasto de los hogares más pudientes se dedica a materias curriculares centrales frente al 56% entre los hogares más pobres. Los hogares más ricos prefieren dedicar sus recursos a la enseñanza de idiomas y, en menor medida, a enseñanzas artísticas. Un 33% del alumnado más vulnerable acude a clases particulares, en contraste con el 57% del alumnado con mayores ingresos. Estas diferencias de participación en clases particulares según la capacidad económica son mayores en la ESO que en las primeras etapas educativas (segundo ciclo de Infantil y Primaria).
Una de las principales preocupaciones que ha motivado buena parte de la investigación en varios países sobre el mercado de clases particulares es su potencial efecto negativo en la desigualdad de los resultados educativos. Si los estudiantes de hogares más pudientes reciben una cantidad desproporcionada de estas clases particulares respecto a sus compañeros con menos recursos, las desigualdades educativas podrían acrecentarse cada vez más a medida que crezca el tamaño de este mercado en España.
En particular, el gasto medio por alumno cambia sustancialmente según la capacidad económica del hogar donde resida. Los alumnos que forman parte del 25% de los hogares con menos recursos presentan un gasto medio de 140 euros, poco más que el gasto medio observado entre todo el alumnado de segundo ciclo de Infantil. Por el contrario, los hogares que se incluyen entre el 25% con mayor capacidad económica, gastan de media por alumno 430 euros, una cantidad ligeramente superior al gasto medio que observamos en el conjunto del alumnado de Bachillerato. Esta comparativa pone de relevancia cómo las clases particulares sitúan en una mejor posición a los alumnos de familias acomodadas.
La composición de clases particulares que reciben los alumnos con mayor capacidad económica es muy diferente respecto a las que reciben los alumnos con menos recursos: mientras que para los primeros las clases particulares de idiomas representan el 55% de su gasto medio, para los segundos suponen un 36%. Del mismo modo, a medida que se incrementa la capacidad económica del hogar al que pertenece el alumno, también crece el peso de las clases particulares de actividades artísticas y, en menor medida, de otras clases particulares.
Como conclusión, se puede decir que las clases particulares se han ido transformando en los últimos lustros desde algo residual hasta convertirse en una parte sustancial del gasto educativo, alcanzando el 15% del gasto total de las familias en educación. La aparición de estos datos del INE a través de la EGHE abre, sin embargo, más preguntas que respuestas sobre el impacto que estas clases tienen en el desempeño académico y sobre cómo interactúan con variables tan relevantes como la repetición de curso o las clases de refuerzo dentro del centro.
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CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’
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