1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Barrios

Recetas madrileñas para zamparse el movimiento vecinal

Un repaso por los métodos con los que el Ayuntamiento de Almeida ha ahogado el tejido asociativo de la capital. Pese al boicot de los sucesivos gobiernos de la derecha en Madrid, la participación ciudadana resiste

Ritama Muñoz-Rojas Madrid , 22/05/2023

<p>Manifestación en Chamartin para pedir un centro de especialidades médicas.  Años ochenta. / <strong>Archivo Asociación Vecinal Valle Inclán.</strong></p>

Manifestación en Chamartin para pedir un centro de especialidades médicas.  Años ochenta. / Archivo Asociación Vecinal Valle Inclán.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

En diciembre de 1987, las asociaciones de vecinos y el Ayuntamiento de Madrid firmaron un protocolo en el que se reconocía la histórica labor del movimiento vecinal en la mejora del desarrollo urbano y de la calidad de vida de los ciudadanos; se puso de relieve la importancia de la intervención de los vecinos en los asuntos municipales y se creó un mecanismo institucional para consolidar esta relación.

Desde aquello han pasado 36 años de los que 26 ha gobernado la derecha en el Ayuntamiento de Madrid. Ahora, la participación de los ciudadanos en los asuntos municipales tiene que ver con este modelo que es un caso real:

Margarita Ventura es vecina de Chamartín, un distrito de la zona norte, el de Florentino Pérez, el del Bernabéu y el de una de las mayores locuras especulativas de los últimos tiempos que se llevará a cabo en forma de megaparking si los ciudadanos no lo impiden. En ello están. Pero Ventura no vive en la Castellana, sino en el popular barrio de Prosperidad y en una calle que no tiene un solo árbol, una calle sin sombras y asfixiante en los veranos del cambio climático que ya están aquí. En 2019, esta vecina, con el apoyo de 250 firmas, logró que el Pleno de la Junta del Distrito de Chamartín aprobara por unanimidad una propuesta para plantar árboles en su calle. Dos años después, en 2021, la calle seguía sin sombras, porque el Ayuntamiento no había movido ni un dedo para ejecutar la propuesta aprobada. La oposición (Más Madrid) pregunta entonces en otro Pleno de Distrito por los árboles prometidos. La respuesta dejó atónito a todo el mundo: “La concejala presidente nos dijo que no habíamos explicado bien a los vecinos que los árboles quitarían plazas de aparcamiento, y que teníamos que volver a recoger firmas explicando claramente lo de los coches”. A los pocos meses, la vecina regresa al Pleno de Distrito, esta vez con 400 firmas; pero el Partido Popular vuelve a responder con otro innovador argumento, que esta vez consiste en decir que no se fían de las firmas y exigen que se acredite que se trata en todos los casos de vecinos de la calle sin árboles (“la calle no es solo de los que tienen un piso en ella; es de los que trabajan cerca o de los que pasan por ella”, decía Margarita exhausta). Pero esto no termina aquí; al poco tiempo, Margarita Ventura recibe una llamada de la Junta de Distrito: “Que ha dicho la presidenta concejala que vaya usted portal por portal hablando con los presidentes de las comunidades de vecinos para ver quién quiere árboles y quién no”. Ahí la que se plantó fue Margarita Ventura; su calle sigue sin árboles.      

Dicen los dirigentes vecinales que durante el mandato de Almeida la confrontación con los vecinos ha cruzado líneas rojas

Dicen los dirigentes vecinales que los mecanismos para ir ahogando el movimiento y la participación ciudadana han ido en aumento con los sucesivos gobiernos de la derecha en la ciudad, pero que, durante el mandato de José Luis Almeida, actual alcalde, la confrontación con los vecinos ha cruzado líneas hasta ahora rojas, y en ello, aseguran, algo o mucho tiene que ver la obsesión por eliminar todo lo que suene a “Carmena”. 

Lo que ha quedado claro en estos cuatro años de alcaldía de Almeida es que el equipo de gobierno de Madrid (PP y C’s) dispone de un abanico de elaboradas recetas para que no pueda prosperar nada que suene a participación, movimiento, asociación, vecinos, tejido, barrio. Abramos el abanico, conozcamos estas recetas. Nos vamos a encontrar historias como la de hace dos párrafos, la del truco de pedir trámites y más trámites para marear a los vecinos y que estos terminen por desistir de una queja o una propuesta.

 

Manifestación  en el Parque de Berlín contra la venta de un solar a una empresa privada. Años ochenta. / Archivo Asociación Vecinal Valle Inclán.

La siguiente receta es un poco más elaborada y consiste en tirar de exigencias técnicas que acaban convirtiéndose en limitaciones técnicas, y que han dado muy buen resultado, por ejemplo, en el caso de las fiestas populares de los barrios, festejos que llegaron en los años de la Transición gracias al empeño y al esfuerzo de los vecinos. Un buen ejemplo es lo que ha pasado en Palomeras Bajas, distrito de Vallecas, tal y como relata Pepe Molina, un histórico dirigente vecinal desde 1968, y presidente de la Asociación de Palomeras Sureste, en la que milita desde hace 35 años. “Lo de las fiestas es muy significativo, porque es un intento de cargarse al movimiento vecinal y quitarle el protagonismo que ha tenido simplemente con medidas técnicas; basta pedir el informe de un arquitecto para poner un escenario en la calle, exigir un informe de iluminación para enganchar con la luz y cosas de ese tipo que te van haciendo la vida imposible. Es decir, son una serie de requisitos muy técnicos, que en teoría los tendría que asumir el ayuntamiento, pero se los van cargando al movimiento vecinal que es muy limitado en esto, y, al final, la gente se lo piensa dos veces antes de hacer algo. Últimamente se han dejado de hacer muchas fiestas por esta razón”.

Tirar de exigencias técnicas ha dado muy buen resultado, por ejemplo, para que se hagan menos fiestas populares

Pepe Molina dice que esto es intención política, que pedir un informe técnico no es algo inocente. “Quieren cargarse el movimiento vecinal, siempre lo han querido, ha sido un principio de Esperanza Aguirre, y a partir de ahí, el resto de alcaldes o presidentes de la Comunidad han jugado a cargarse el movimiento vecinal, porque ellos creen que es una aportación de la izquierda al gobierno de la ciudad. Se lo toman como un ataque directo a su figura, les da miedo y lo que hacen es combatirlos para anularnos”.

Comida dominical en una plaza de Prosperidad, en los años noventa. Ahora se han prohibido. / Archivo FRAVM.

Volvemos a nuestro abanico contra movimientos y participación vecinal y nos encontramos con uno de los métodos “más canallas”, en palabras de Pedro Casas, otra figura histórica, activista en la Asociación Vecinal de Carabanchel Alto desde hace 40 años. Consiste en bloquear o limitar el empleo de espacios públicos: “Saben que impedir el uso de los centros públicos nos hace mucho daño. Ahora está prácticamente vetado el uso de los centros municipales para que se reúnan las asociaciones, y eso que están prácticamente inutilizados”.

Esta receta ha sido especialmente eficaz en el caso de los espacios municipales autogestionados. El método consiste en no renovar licencias y, así, ir cerrando espacios. Hablamos de centros vecinales en los que se ofrecía gratis o casi gratis clases de yoga, taichi, teatro, ballet, talleres de poesía, espacios de debate, programas de radio; cuentacuentos para niños, clubes de lectura, clases de alfabetización digital para mayores, proyectos de economía sostenible para inmigrantes, talleres de reforestación, grupos de consumo, huertos urbanos. “Han ido a saco contra los espacios autogestionados que han sido centros neurálgicos de una actividad solidaria y muy necesaria en determinadas zonas de la ciudad”, declara Nacho Murgui, que fue responsable de Coordinación Territorial y Asociaciones en el Ayuntamiento de Ahora Madrid y concejal de Más Madrid en la actualidad. Es importante señalar que el trabajo en estos centros era puro voluntariado, nunca remunerado.

La lista de centros autogestionados cerrados por Almeida y Villacís es el reflejo de lo que le importa al alcalde y a su equipo la vida en los barrios

La lista de centros autogestionados cerrados por Almeida y Begoña Villacís (responsable del área de participación en el Ayuntamiento) es el reflejo de lo que le importa al alcalde y a su equipo la vida de las personas en los barrios. Ahí va la lista: La Casa del Cura, en el barrio de Malasaña, desalojada hace dos meses; La Gasolinera, en el barrio de la Guindalera; el Solar Maravillas, entre Malasaña y la Plaza de España, que desalojaron a las bravas porque iban a hacer un centro de salud y ahí sigue todo, abandonado y hecho una pena; el Espacio EVA, en Arganzuela; la Casa de la Cultura, en Chamberí, la Casa de Asociaciones, en Hortaleza; el Palomar, en Las Tablas; el Centro Social, en San Blas; la Nave de Daoiz y Velarde, en Salamanca, ahora cedida al Teatro Real; la Casa de las Asociaciones, en Puente Vallecas; hay otros, como la Ingobernable, que no era una cesión del Ayuntamiento, pero sí centro autogestionado; y el  Campus Asociativo de la Casa de Campo, en el que Carmena invirtió ocho millones de euros para acoger a diversas asociaciones, pero que nunca se llegó a poner en marcha porque Almeida, nada más llegar, tumbó el proyecto y, tres años después, se lo cedía a empresas tecnológicas; ahora es el Campus del Videojuego, aunque en realidad permanece cerrado casi todo el tiempo.

Un buen ejemplo para ver el peso que han tenido en sus barrios los espacios autogestionados es La Casa de la Cultura de Chamberí, que desde 2017 ofreció 3.000 actividades en las que participaron 40.000 personas, pandemia por medio. En 2021 tocaba la prórroga, pero se encontraron con un muro infranqueable. “El Ayuntamiento no quiso ni recibirnos. Pedimos la palabra en la Junta de Distrito y no nos la dieron. Nos movilizamos todo lo que pudimos, nos apoyó todo el barrio, pero aquello lo cerraron; estuvo un año cerrado y ahora se lo han dado, mediante adjudicación directa, a una empresa que tiene que ver con Inteligencia Artificial, que no sabemos muy bien qué es, porque está prácticamente vacío todos los días”, explica Blanca Gómez, presidenta de la Asociación Casa de la Cultura, de Chamberí.

En el Espacio Vecinal Arganzuela (EVA) pasó lo mismo que en Chamberí; en 2021 había que renovar la cesión, pero el Ayuntamiento consiguió que esto no ocurriera. Ahora, aquel espacio, que fue referente de una potente actividad en el barrio, es una especie de instalación a medio derruir o a medio hacer.

“EVA fue un espacio muy potente, en el que confluían grupos, asociaciones, colectivos, algo que la derecha ha demostrado sin complejos que no puede soportar. Para no renovarnos dijeron que lo necesitaban para hacer una estación del Samur, pero no han hecho nada y en este momento no tiene ningún uso”, expone Sacramento García-Rayo, comprometida con EVA desde sus inicios. “La apropiación de espacios genera pensamiento crítico, reflexión independiente, procesos de participación y empoderamiento de la ciudadanía. Esto es lo que genera un espacio autogestionado. Ellos no quieren personas independientes, no quieren personas que piensen, que haya un intercambio con el otro, les genera miedo, no lo pueden permitir. Ý van a por nosotros”, añade.

Pero, ¿por qué esa obsesión de la derecha por cargarse la participación ciudadana? Responde Enrique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM). “Arrastran manías de la época franquista; solo conciben una forma de participación que es la participación no política, la que no cuestiona el funcionamiento de la ciudad; por eso se sienten muy cómodos con todo lo que se hace en la iglesia, con la gran mayoría de las asociaciones deportivas; la participación que se sale de ese esquema les molesta; y el movimiento vecinal es claramente un movimiento político, aunque no partidista”.

“La política que se ha hecho en este periodo ha estado dirigida a acabar con cualquier cosa que se hubiera hecho en el periodo anterior, y eso ha sido un acuerdo entre los tres partidos (PP, C’s y Vox)  que, directa o indirectamente han gobernado, unas veces cediendo más y otras cediendo menos a las exigencias de Vox. Pero compartiendo la lógica de terminar con cualquier cosa que hubiera innovado el anterior gobierno municipal”, añade el presidente de la FRAVM. 

Habría que explicar en qué consistía el tan mencionado modelo de participación de Carmena y para eso nadie mejor que Nacho Murgui, que tuvo mucho que ver con su puesta en marcha. “El objetivo era reconfigurar las relaciones entre la administración municipal y las vecinas y vecinos, entendiendo que en esa relación los vecinos no debían encontrar nunca un muro, sino un cauce. Y para que esa relación fuera fluida tenía que haber espacios de encuentro, como los foros locales, en los que los vecinos se incorporan a la toma de decisiones y a la elaboración de propuestas y de políticas públicas; y también la posibilidad de organizar de manera directa determinadas actividades, que para mí fue lo más bonito de los foros. Eran espacios de deliberación colectiva y de formulación de propuestas, que luego se debatían en los plenos. También estaban los presupuestos participativos, que eran otras vías que buscaban lo mismo”.

Sobre el rechazo de la derecha hacia los movimientos ciudadanos, Murgui argumenta que identifican la participación ciudadana como un adversario, como un instrumento para que sus enemigos tengan más poder. “Y un poco tienen razón, porque hay que asumir que la participación es una manera de repartir el poder y al que gobierna no le gusta repartir. No creo que haya ningún tipo de equivocación por su parte, tienen muy claro lo que significa la participación ciudadana; ellos entienden que el poder tiene que concentrarse en sus manos y toda pérdida de ese poder pone en peligro la defensa de los intereses que ellos sostienen”.

Volvemos al abanico de aniquilar el movimiento ciudadano y ahora le toca el turno a los presupuestos participativos y a los foros locales antes citados. Gloria Cavanna, otra veterana activista con décadas de militancia en la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad, participó intensivamente en los foros locales: “Supusieron elaborar el tema de la participación en torno a los asuntos que interesaban y que importaban a los ciudadanos; existía la posibilidad de intervenir en los presupuestos locales, en aquello que te preocupaba, y tratarlo colectivamente. No consistía en quejas individuales. El ayuntamiento se acercó a los ciudadanos y no solamente para escuchar, sino también para atender y responder”.

El método que ha usado el ayuntamiento de Almeida para cargarse los foros locales se llama consejos de proximidad, una pantomima en la que la participación se da de arriba a abajo, porque todo está controlado por el equipo de gobierno, tal y como explica César Laso, miembro de la Asociación La Vecinal, de Ciudad Lineal: “Se podría resumir diciendo que lo han invertido todo. Antes se ponía el foco en una participación ciudadana de base, era el modelo de los foros locales. Con los consejos de proximidad de Almeida todo pivota en torno a un concejal del equipo de gobierno, que es el que dirige, coordina y controla esos consejos”. La mayor parte de las asociaciones vecinales han rehusado formar parte de los consejos de proximidad.

La receta aplicada por el PP para neutralizar los presupuestos participativos se basa en manipular y ejecutar a su manera las propuestas de los vecinos

César Laso también ha saboreado la receta aplicada por el PP para neutralizar los presupuestos participativos, que consistían en convocatorias abiertas para financiar proyectos presentados por vecinos o colectivos. En este caso, la receta se basa en manipular y ejecutar a su manera las propuestas de los vecinos. La Vecinal consiguió que se aprobara su proyecto SOS Biodiversidad, que buscaba dar valor a los recursos naturales del barrio y fomentar la educación medioambiental. “Al final, lo han reducido todo a instalar pequeñas infraestructuras relacionadas con el medioambiente, como señalizaciones, casas de insectos, casas de pájaros. Nada que ver con la propuesta inicial”, explica Laso. 

Cerramos ya el recetario para torturar al movimiento ciudadano que tanto ha usado el ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida. Y sí, ha hecho mucho daño a proyectos y propuestas esperanzadoras que estaban en marcha, y que iban haciendo la vida más feliz a cientos de miles de personas en todos los barrios de Madrid. Pero finalmente, la realidad es ésta:

Gloria Cavanna (Asociación Vecinal Valle Inclán): “Cada vez somos más, estamos más en la calle. Esto no quiere decir que las instituciones hayan favorecido la presencia de los colectivos en la calle. Esto se debe a que al encontrar menos hueco dentro de las instituciones, lo reclamamos fuera. Si las instituciones no te hacen caso, reclamas fuera de las instituciones”.

Pepe Molina (Asociación Vecinal Palomeras Bajas): “Llevan muchos años tratando de cargarse al movimiento vecinal y no lo han conseguido”.

Pedro Casas (Asociación Vecinal Carabanchel Alto): “Lo que ha surgido ahora es un movimiento vecinal sobre temas concretos; los vecinos saben que si tienen algún problema deben movilizarse, porque es la manera de que se solucione. Hay un cierto resurgir de la conciencia reivindicativa y luchadora”. 

Enrique Villalobos (FRAVM): “Estamos en un momento en que el nivel de asociacionismo es muy intenso; 2023 ha sido el año con más asociadas en los 45 años de historia de la FRAVM. Hay casi trescientas asociaciones federadas. No creo ni de lejos que estemos en nuestro peor momento. Eso no significa que no tengamos problemas, tenemos un grave problema de envejecimiento, porque hay asociaciones que funcionan con las mismas personas que lo dieron todo en los primeros tiempos y ahí siguen. Lo bueno es que continúan surgiendo asociaciones superpotentes con una capacidad organizativa sorprendente. Y están haciendo un trabajazo”. 

Como ejemplos para ilustrar la salud del movimiento vecinal podemos citar las dos grandes manifestaciones por la sanidad que colapsaron Madrid en noviembre y en febrero; la reciente consulta popular sobre la sanidad en la que han participado cerca de 400.000 madrileños; la lucha contra los cantones en varios barrios que está poniendo contra las cuerdas al alcalde; la oposición activa por parte de los vecinos al túnel y el macroparking del Bernabéu; el movimiento en contra de las cocinas fantasma, las protestas por el metro de San Sebastián de los Reyes. 

Solo falta hablar del modelo de participación del PP. Lo explicó en un pleno la concejala presidenta del distrito de Margarita Ventura con estas palabras: “Yo tengo la puerta del despacho abierta”.

En diciembre de 1987, las asociaciones de vecinos y el Ayuntamiento de Madrid firmaron un protocolo en el que se reconocía la histórica labor del movimiento vecinal en la mejora del desarrollo urbano y de la calidad de vida de los ciudadanos; se puso de relieve la importancia de la intervención de los vecinos en...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Ritama Muñoz-Rojas

Periodista y licenciada en Derecho. Autora de 'Poco a poco os hablaré de todo. Historia del exilio en Nueva York de la familia De los Ríos Giner, Urruti'.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jquintansgarcia

    Impagable por lo necesario para salir del bucle de un sistema de representación que ya no da mas de si. Al fin alguien habla de otra manera de entender la vida municipal - la accion directa. Esta labor de tambien auténtica Memoria Histórica y Democrática de exhumar un pasado reciente como propuesta para otro futuro posible.

    Hace 1 año 5 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí