Después de la pandemia de covid-19, las desigualdades socioeconómicas persisten y aquejan hoy a la sociedad española. De acuerdo a un estudio elaborado por el Centre d'Estudis Demogràfics (CERCA/UAB) y el Observatorio Social de la Fundación “Caixa” –el cual está basado en una muestra representativa de la población española, integrada por mujeres y hombres de 50 a 79 años de edad–, son factores cruciales en las desigualdades en materia de salud tanto la alfabetización sanitaria, es decir, la capacidad individual para comprender y satisfacer los mensajes orientados al fomento y mantenimiento de su bienestar físico, así como la brecha digital socioeconómica actual.

El estudio, realizado entre marzo y abril de 2022, apunta que las mujeres declaran tener una salud más deficiente que los hombres. Además, se muestra que los grupos con un bajo nivel de estudios tienen un estado de salud peor que aquellos con un nivel educativo más elevado. De manera que, según la percepción de los individuos encuestados con respecto a su estado de salud, la clave en la mejoría física de los grupos con un bajo nivel educativo se relaciona directamente con un adecuado uso de internet y unos niveles de alfabetización sanitaria convenientes. 

Tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, los resultados mostraron una correlación entre el nivel educativo y la propia percepción del estado de salud. En el nivel educativo más alto, el 66% de las mujeres y el 75% de los hombres declararon tener una buena salud, mientras que los porcentajes descienden en el nivel educativo más bajo.

Por otra parte, el estudio revela que las mujeres con mejor alfabetización sanitaria presentaban más probabilidades de declarar un buen estado de salud que los grupos con un nivel inferior (en una proporción del 63% y el 47%, respectivamente), mientras que en los hombres la situación era la inversa (con un 69% y un 74%). 

El estudio también estableció una correlación general entre el uso de internet y una buena salud percibida, al sugerir que los hombres que han utilizado internet en los últimos tres meses tienen una mayor probabilidad de declarar un buen estado de salud (72%) que aquellos que no lo han usado (58%). Aunque las mujeres mostraban la misma pauta, la diferencia era menor. Para explicarlo, la investigación apunta hacia la relación positiva del uso de internet “con la promoción de la salud, con su prevención y con los resultados en materia de salud en general”, así como a la existencia de una relación igualmente favorable del nivel socioeconómico con una buena salud y el uso de internet. Pero, además, la comparación de estos resultados con la variable de la educación reveló que “las personas con un nivel educativo alto tienden a declarar un mejor estado de salud, con independencia del empleo que hagan de internet”, mientras que, en los grupos con un nivel educativo más bajo, la probabilidad de gozar de una mejor salud era mayor entre quienes utilizaban internet (66% en los hombres y 54% en las mujeres) que entre quienes no podían permitírselo (50% en los hombres y 40% en las mujeres). 

Estos resultados, según concluye el estudio, no sólo confirman que la alfabetización sanitaria y el uso de internet “constituyen importantes determinantes de la vida social y de los posibles resultados en materia de salud”, sino que los tornan indispensables “a la hora de evaluar las desigualdades sanitarias” y “aplicar políticas sociales que promuevan la salud y el bienestar, en especial en los grupos más desfavorecidos, con el fin de mejorar su nivel de alfabetización sanitaria y su acceso a internet”. En este sentido, el estudio advierte que “las mujeres con un bajo nivel educativo son las que, en teoría, más se beneficiarían de experimentar una mejora tanto con respecto a la alfabetización sanitaria como al uso de internet”.