autoridades militares
China y el “Incidente del Grupo Wagner”
¿Puede el “Incidente del Grupo Wagner” provocar una crisis en la relación ruso-china? ¿Cómo interpreta Beijing lo sucedido? ¿Podría acontecer algo similar en China?
Xulio Ríos 30/06/2023
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El domingo 25 de junio, Beijing reaccionó oficialmente a lo vivido el día anterior en Rusia como un “asunto interno”. Hasta ahí, todo normal. El mismo día, el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Ruidenko, se reunía en la capital china con el ministro Qin Gang. Esa presencia marca un matiz significativo en relación a las llamadas telefónicas realizadas a instancias del presidente Putin el día anterior a diversos líderes próximos, con el propósito de estrechar filas.
Contratistas militares privados chinos
En China también existen contratistas militares privados; no obstante, hay matices importantes en su definición y trayectoria que le diferencian del modelo Wagner. Integrados en buena medida por veteranos del EPL (Ejército Popular de Liberación), su misión principal consiste en proteger a sus clientes, habitualmente empresas estatales con inversiones en países de cierta complejidad, involucrándose activamente, por ejemplo, en el diseño e implementación de planes de evacuación de trabajadores de empresas chinas en caso de crisis (el caso, por ejemplo, de los empleados de China National Petroleum Corp., en 2017 en Sudán).
La influencia de estas empresas privadas de servicios de seguridad o militares ha crecido en los últimos años, aunque su perfil básico persiste en variables clave como el hecho de no poder portar armas –ni en China ni en el extranjero– o no participar en actos violentos relacionados con conflictos armados. Su servicio consiste en proporcionar a las empresas chinas en el extranjero un marco de seguridad que incluye formación o identificación de riesgos, además de recopilación de inteligencia o labores de custodia. El único caso conocido de compromiso militar directo es la escolta marítima armada brindada a las flotas chinas activas en aguas africanas, incluyendo los operadores logísticos.
Más de 5.000 empresas de seguridad o militares proporcionan empleo a unos 4,3 millones de veteranos en China
El crecimiento de este tipo de contratas ha seguido un curso paralelo a las inversiones relacionadas con la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Algunas fuentes hablan de más de 5.000 empresas que proporcionarían empleo a unos 4,3 millones de veteranos, aunque solo una muy pequeña parte operan en el extranjero (DeWe, Grupo Hua Xin, Frontier Services Group, COSG, etc.).
El objetivo de China es proteger sus inversiones e intereses y los de sus empresas –también geopolíticos– sin involucrar directamente al EPL (muy implicado, por otra parte, en las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU), lo que supondría complicaciones mayores en razón de las exigencias diplomáticas.
Las importantes limitaciones con que cuentan en comparación con las fórmulas relativamente homólogas rusas, norteamericanas o europeas, han derivado en la habilitación de mecanismos de superación a través de filiales locales o mediante la contratación de personal occidental dando lugar a empresas híbridas.
El cordón umbilical con las autoridades chinas, tanto en el extranjero como en el país, es una característica destacada que, a la vista de lo sucedido en Rusia con Wagner, podría reforzarse aún más.
La corrupción
La corrupción es un obstáculo para la modernización del EPL que ansía Xi y arroja dudas sobre la calidad del liderazgo castrense chino
Además del incierto futuro de la milicia liderada por Yevgeny Prigozhin, un factor que alentó la indisciplina, el caos y afectó a la moral de las tropas, mercenarias o no, fueron sus insistentes denuncias de corrupción de los altos jerarcas militares del Kremlin. El tema de la corrupción en el ejército es también recurrente en China. Recientemente, la Comisión Militar Central (CMC), presidida por Xi Jinping, ha aprobado una serie de normas que regirán las actividades públicas de los oficiales de alto rango en servicio y retirados, que incluyen requisitos específicos y exigencias concretas en varias áreas, y establecen un código de conducta para relacionarse no solo con los organismos gubernamentales, medios de comunicación, nacionalidades minoritarias y grupos religiosos e instituciones extranjeras, sino también con los miembros de sus familias y las personas que conozcan por Internet.
Los encargados de supervisar el cumplimiento de las normas y corregir “cualquier error” serán “los órganos políticos y disciplinarios”. Y, además de ejercer esa función de control, deben inculcar un fuerte sentido de espíritu de partido y animarles a practicar la autodisciplina para que vivan una “vida social limpia públicamente”, también entre sus familias y amigos. Una vuelta de tuerca más.
Para Ni Lexiong, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de Shanghái, la aprobación de dichas normas supone “un paso sin precedentes” para el EPL. Ni siquiera en tiempos de Mao Zedong se iba tan lejos, y ello se debe a la percepción de que la corrupción sigue siendo un serio problema en el Ejército.
En la misma línea, Zhou Chenming, investigador del think tank de ciencia y tecnología militar Yuan Wang, considera que las nuevas normas podrían tener como objetivo erradicar el legado de los generales destituidos Xu Caihou y Guo Boxiong, que eran vicepresidentes de la CMC y cayeron por corrupción.
La lucha contra la corrupción ha sido un emblema muy relevante de la política de Xi desde que asumió el poder en 2012. Hay que recordar el arresto contundente por parte de la policía del citado excomisario político del EPL, Xu Caihou, sacado manu militari del hospital 301 donde estaba siendo tratado contra el cáncer, o del general Gu Junshan, alto responsable de logística de la CMC, destituido de su cargo. Ambos estaban implicados en un gran desfalco.
La reiteración de incidentes graves refleja una grieta muy profunda en el aparato militar chino, que se ha sacudido hasta las más altas cumbres de la jerarquía. En 2014, una serie de suicidios de altos cargos dejaba entrever que la campaña estaba dando en el blanco y apuntando más alto que nunca.
Junto a la malversación de fondos y materiales, otro síntoma igualmente catastrófico para la eficacia de cualquier ejército es que, al menos hasta 2012, estaba bastante extendida la práctica de comprar el ascenso.
Esa corrupción es un obstáculo para la modernización del EPL que ansía Xi y arroja dudas sobre la calidad del liderazgo castrense chino.
El futuro de las relaciones ruso-chinas
China no puede permitirse que Rusia se adentre en la inestabilidad. Sería una pésima noticia ante las posibles repercusiones económicas, políticas y geopolíticas. En esto puede existir una clara unanimidad en Beijing: un colapso ruso sería desastroso en un contexto de dificultades económicas internas, efectos de la guerra, sanciones occidentales, etc. Pero lo sucedido acelerará una reflexión y debate que se ha venido agudizando en los últimos meses.
Algunos académicos piensan que China debería ser más flexible para lidiar con choques de bloques y competir con Estados Unidos por “amigos”
En lo económico, no hay duda. Los datos muestran que las importaciones de petróleo ruso por parte de China casi se han duplicado desde febrero de 2022, cuando Moscú lanzó su ofensiva militar en Ucrania. El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, aseguró recientemente que Rusia suministrará en 2023 más del 50% de su petróleo a la región de Asia-Pacífico, siendo China y la India las receptoras de la mayor parte de los volúmenes adicionales de crudo y sus productos derivados.
Los lazos comerciales entre ambas potencias se siguen fortaleciendo. El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, en una reunión con su homólogo chino, Li Qiang, aseguró que Moscú y Beijing no solo lograrán el objetivo de aumentar su comercio mutuo hasta 200.000 millones de dólares en 2023, sino “superarán este hito histórico”.
En lo político y estratégico, Zuo Xiying, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin, es partidario de que China equilibre su relación con Rusia como una forma de contrarrestar la estrategia de Washington de unir a los países aliados para contener a Beijing. En su opinión, China no debería ponerse del lado de Rusia ni de Occidente. China debe estar en una posición que priorice sus propios intereses nacionales, apostilla.
Otros académicos piensan que China debería ser más flexible para lidiar con choques de bloques cada vez más evidentes y competir con Estados Unidos por “amigos”. Los países que solían ser reacios a elegir bando en la rivalidad entre China y Estados Unidos, como Japón y Corea del Sur, ahora están firmemente alineados con Washington. Hasta Vietnam recibe portaaviones estadounidenses en sus puertos, tras protestar contra la navegación de barcos chinos en lo que considera sus aguas. Beijing necesitaría aligerar peso y afinar su estrategia si quiere hacerse amigo de más países en una competencia en la que Estados Unidos podría tomar claramente la delantera, al menos en materia de seguridad.
Lecciones
Las posibilidades de que en China, a día de hoy, se dé un incidente similar son remotas
La sorpresiva fragilidad mostrada por Rusia durante la reciente crisis puede tener consecuencias en China: respecto al enfoque aplicado a sus milicias de seguridad privadas, respecto a la lucha contra la corrupción en las filas del EPL, respecto a la estrategia para abordar el problema de Taiwán, quizá también para repensar las relaciones con Moscú y porfiar aún más en la necesidad de tender puentes con Europa o el Sur global que eviten dependencias inestables.
Las posibilidades de que en China, a día de hoy, se dé un incidente similar son remotas. No obstante, la reflexión es pertinente. Especialmente teniendo en cuenta que hay similitudes entre el modelo de gobernanza chino y ruso, en lo que atañe, por ejemplo, a la concentración del poder o el afán por configurar un liderazgo fuerte, además de las dificultades asociadas en materia de sucesión.
El domingo 25 de junio, Beijing reaccionó oficialmente a lo vivido el día anterior en Rusia como un “asunto interno”. Hasta ahí, todo normal. El mismo día, el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Ruidenko, se reunía en la capital china con el ministro Qin Gang. Esa presencia marca un matiz significativo en...
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