En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Solo el que no ve los partidos del Atleti y se deja llevar por etiquetas caducadas, o aquel que opina con los ojos de la rivalidad y no de la ecuanimidad, puede seguir tachando hoy en día al conjunto de Simeone de defensivo o de no ser capaz de hacer un fútbol atractivo. Más allá de los números que atesora desde la vuelta del pasado Mundial, que ahí están y no engañan, desmienten este prejuicio actuaciones como la llevada a cabo en la primera parte del partido ante el Alavés, donde aunó brillantez y efectividad para cimentar un triunfo que tuvo como premio igualar el récord histórico de victorias consecutivas como local en la Liga, un total de 14. Superar actualmente a los rojiblancos en el Metropolitano es muy difícil para los rivales.
El Atleti igualó su mejor racha histórica de victorias consecutivas como local en la Liga, un total de 14
Y lo es por la determinación con la que afrontan los partidos al amparo de su público y por la confianza que han adquirido en su renovada idea de juego. A veces sale mejor y otras veces peor, pero el plan está claro. Con Koke como guía de todo, bien secundado por De Paul, incluso a veces por Hermoso, que adelanta su posición para generar superioridad en el medio, y con Griezmann ayudando en la construcción, el Atleti ha pasado a ser un equipo al que le gusta tener el balón, al que no le importa salir jugando desde atrás, que tiene paciencia para tocar y tocar hasta que aparece la posibilidad de que la jugada progrese, que acelera y pone pausa según convenga y que aprovecha todo el ancho del campo para generar en ataque.
Todo eso hizo en el primer tiempo, en el que prácticamente solo se vio al conjunto rojiblanco. Pasados los primeros tres minutos de efervescencia vitoriana, el Atleti agarró el balón y casi no lo soltó hasta el descanso. Dentro del alto tono general, fue Riquelme el protagonista de varias de las acciones ofensivas. Él fue el autor del primer remate del partido obligando a Sivera a estirarse para desviar el balón. También le metió un buen pase a Morata, tras irse de su defensor, que el delantero cabeceó fuera. Y él abrió el marcador culminando una gran jugada del equipo en una muestra de la reinvención en el juego de los de Simeone.
En otros tiempos, el Atleti habría sacado una falta a favor casi pegada al área propia con un envío en largo buscando una prolongación o hacerse con la posesión en una segunda jugada. Pero ahora, se anima a hacerlo en corto, a combinar sin que queme el balón ni haya miedo a la presión rival. Y así fueron participando de forma sucesiva Savic, Koke, Oblak, Nahuel, De Paul y Griezmann, que envió un pase al área al desmarque de Morata para que este controlara y diera un pase al palo contrario de la portería, donde Riquelme bajó la pelota con el pecho, hizo un recorte a su marcador y con la posición ganada definió con la puntera de su pierna izquierda para poner el 1-0 en el minuto 26. El canterano presentó su candidatura para hacerle la competencia a Lino en la pugna para ocupar el puesto de carrilero izquierdo. En ciertos partidos donde no haya demasiada exigencia defensiva, aunque no escatima ni un esfuerzo hacia atrás, demostró que es una alternativa válida.
Antes de la jugada que abrió el marcador ya habían rondado el gol Saúl, Hermoso y Morata. Y después estuvo cerca de marcar Griezmann tras un robo de Nahuel cerca del área contraria y pase al francés que en el mano a mano se encontró con la respuesta del portero Sivera. En esta primera parte, la única idea ofensiva del Alavés fue lanzar balones en largo para que Samu se buscara él solo la jugada o bajara el balón para dar tiempo a que sus compañeros le acompañaran, pero después de la experiencia de la primera jornada, cuando marcó en el Metropolitano jugando para el Granada, estuvo bien vigilado por la defensa. Witsel salió victorioso en varios duelos con el delantero melillense. Sigue rindiendo muy bien el belga en una posición que no es la suya.
Cuando agonizaba la primera parte, vimos otra manera de generar peligro del Atleti. Koke daba brillo a su gran actuación metiendo un pase de más de 30 metros al desmarque de Morata, que tras entrar en el área, recortó a Sedlar y conectó un disparó con la pierna izquierda para mandar el balón a la escuadra de la portería y colocar el 2-0. Si bonito fue el primer gol, no se le quedó éste ni mucho menos a la zaga. No podemos obviar el dato de que era la asistencia 102 de Koke en el primer equipo colchonero, lo que le convierte en el máximo asistente en la historia del club.
El técnico del Alavés, Luis García Plaza, cambió el esquema en el descanso. Pasó a una línea defensiva de tres centrales y dos carrileros, metiendo a Javi López por Alex Sola, para igualar los emparejamientos de ambos equipos en defensa, al jugar el Atleti con el mismo dibujo. Con el partido encarrilado y el desgaste del compromiso europeo jugado en Glasgow unos días antes, la segunda parte de los rojiblancos ya no tuvo la brillantez del primer periodo. El Alavés le puso algo más de intensidad, pero sin generar tampoco ocasiones.
En esas que el árbitro se encargó de revolucionar de nuevo el partido. Llorente, que había entrado unos minutos antes, quiso irse en velocidad por su banda en una acción de las que ahora se las llama prometedoras. Duarte se lo quiso impedir agarrándole por la cintura. En su braceo de la carrera e intentando desembarazarse de la sujeción del rival, Marcos golpeó con el codo en la cara del jugador alavesista que cayó al césped. En un primer momento, el árbitro, Muñiz Ruiz, dejó seguir la jugada, y Llorente metió un buen centro al área que Griezmann remató primorosamente a la red. Sin embargo, el colegiado cambió su decisión tras ser avisado, supuestamente, por el cuarto árbitro y justo antes de rematar el francés paró el juego para señalar falta a favor del Atleti y mostrar amarilla a ambos jugadores. El público no entendió que no diera la ley de la ventaja y protestó la decisión airadamente. Hay analistas arbitrales que opinan que hizo bien.
Nahuel, Riquelme y Correa tuvieron ocasiones para hacer el tercero, y el visitante Hagi pudo reducir la desventaja con un remate cruzado en el área. En el cuarto minuto del tiempo añadido, el propio Hagi se aprovechó de un resbalón de Witsel para meter con comodidad desde la línea de fondo un centro atrás que en la media luna recibió Guevara en solitario, conectando un duro disparo raso que superó la estirada de Oblak y puso el 2-1 definitivo. Fue el único remate a puerta de los vitorianos. Dio la impresión de que el portero pudo haber hecho algo más en esa acción. Todavía tuvo el Alavés un minuto para soñar con el empate, llegando a enviar un centro al área que fue despejado por el defensa justo antes del final. No hubiera sido justo. De hecho el marcador final no se ajusta a los méritos de unos y otros, como reconoció el propio García Plaza, que dijo que “es un resultado engañoso por corto. Teníamos que haber perdido más claro”. No hace falta añadir más.
Solo el que no ve los partidos del Atleti y se deja llevar por etiquetas caducadas, o aquel que opina con los ojos de la rivalidad y no de la ecuanimidad, puede seguir tachando hoy en día al conjunto de Simeone de defensivo o de no ser capaz de hacer un fútbol atractivo. Más allá de los números que atesora desde...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí