Raquel Martí / Directora ejecutiva de la UNRWA en España
“No hay ningún sitio seguro en Gaza”
Elena de Sus 12/10/2023
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El pasado 7 de octubre, en respuesta a un ataque sorpresa de la milicia palestina Hamás que ha dejado 1.200 muertos, Israel inició un bombardeo de la Franja de Gaza que ha matado ya a unas 1.100 personas en el momento de escribir esta entrevista. Además, ha impuesto un asedio total, lo que supone el corte de todos los suministros a la población de Gaza. “Estamos luchando contra animales humanos”, declaró el ministro de Defensa israelí para justificarlo.
Gaza es un territorio de 356 kilómetros cuadrados donde viven unos dos millones de palestinos, que no pueden salir de ahí debido al bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde el año 2007. El bloqueo provoca una escasez constante de suministros básicos como agua y electricidad y ha llevado la economía de Gaza al colapso. Las ofensivas israelíes causan destrucción con frecuencia.
Raquel Martí es directora ejecutiva en España de la Agencia de Naciones Unidas para las Personas Refugiadas de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés). Atiende a CTXT por teléfono en un hueco de su apretada agenda mediática para explicar esta catástrofe humanitaria.
¿Cómo se vive esto desde Madrid, pero en contacto con lo que sucede en Gaza?
Pues como con mucha tristeza e impotencia.
Ya son nueve los trabajadores de la UNRWA asesinados por los bombardeos israelíes…
Vamos por 11 [el 13 de octubre, ya eran 23]. Lo acabamos de comunicar. Hay médicos. Hay profesores y personal de apoyo. Algunos han muerto en casa con sus familias. Otros han muerto trabajando.
¿Se están atacando instalaciones de la ONU entonces?
Pues se están bombardeando todo tipo de infraestructuras. Nosotros recibimos un impacto directo el domingo, en una de las escuelas en las que había personas refugiadas, pero afortunadamente no hubo heridos ni muertos. Sin embargo, a lo largo de estos días, tres centros más con personal, con personas refugiadas, han recibido también daños colaterales, porque como se están bombardeando zonas residenciales enteras y edificios colindantes a nuestras instalaciones, pues estamos recibiendo muchísimos daños, incluso personas que estaban alojadas en nuestras escuelas han resultado heridas. También se ha alcanzado a las oficinas centrales de UNRWA, en el que había personal humanitario, internacional y nacional. Afortunadamente en las oficinas no hay víctimas, pero estamos muy preocupados porque la situación cada vez está escalando más y porque las imágenes y las noticias que llegan son extremadamente preocupantes.
Se ha alcanzado a las oficinas centrales de UNRWA, en el que había personal humanitario, internacional y nacional
Lo siento mucho.
Gracias.
Está habiendo bombardeos en Gaza prácticamente todos los años…
Bueno, esta es la segunda gran escalada de violencia este año porque en mayo hubo una escalada que dejó también un centenar de muertos y destrucción de infraestructuras.
Además, no se recoge en los medios porque pasa desapercibido, pero este año llevamos unas 30 incursiones militares dentro de la Franja de Gaza. En los últimos 15 años esta es la séptima gran escalada de violencia que se vive en la Franja de Gaza.
¿Pero esta vez es diferente?
Sí, es diferente. La de 2014 fue la ofensiva militar en la que más víctimas hubo en Gaza, en la que más destrucción se produjo, con el mayor número de desplazados. No estamos todavía en las cifras del 2014, pero la diferencia es que esta vez está ocurriendo muchísimo más rápido. Ahora mismo hay unas 260.000 personas desplazadas. Tenemos ya las escuelas llenas de personas que se han refugiado. 175.000 personas en 88 escuelas. Este es el cuarto día de bombardeos sobre la Franja de Gaza, con lo cual está ocurriendo todo demasiado rápido. Por ejemplo, nunca nos había ocurrido que la gente se empezara a refugiar también en nuestras clínicas de salud, en hospitales públicos de la Franja de Gaza. La gente se refugia, pero nosotros en concreto no habíamos vivido que la población llegara a nuestras clínicas porque nuestras escuelas ya están desbordadas.
O sea, la intensidad de los bombardeos es tan grande que busca refugio mucha gente a la vez, ¿no?
Bueno, a ver, siempre ha habido población desplazada en estas ofensivas, se han refugiado en mezquitas, en colegios, en todo tipo de instalaciones, sobre todo aquellas que pierden sus casas y que no tienen donde ir. A nosotros es la primera vez que nos pasa que también acuden a nuestras clínicas. Normalmente la gente acudía a nuestras clínicas para ser atendida, pero es que ahora están acudiendo además para refugiarse, porque tienen mucho miedo y porque los bombardeos son tan intensos que están acudiendo a cualquier sitio que ellos consideran más seguro que sus casas.
Quería preguntar eso: en un lugar como Gaza, superpoblado y bloqueado, ¿a dónde va la gente cuando se produce un bombardeo?
Bueno, como sabes de Gaza no se puede salir, con lo cual la población lo único que puede hacer es ir de un lado a otro buscando un sitio alternativo para refugiarse. Y los únicos sitios más seguros, o relativamente más seguros, son las escuelas de UNRWA, porque están bajo la bandera y bajo el paraguas de Naciones Unidas. Estas instalaciones son inviolables y tienen que ser respetadas en todos los conflictos armados por todos los actores involucrados. Digamos que esta es la teoría. Esto es lo que dice la legislación humanitaria internacional, el derecho humanitario internacional. Pero también es cierto que hay miles de ejemplos, no solamente en Palestina, de bombardeos de instalaciones de Naciones Unidas y de ataques contra instalaciones de las Naciones Unidas.
En Gaza, tenemos ejemplos en el pasado de proyectiles que han impactado en nuestras escuelas con población refugiada dentro y con víctimas mortales. También los hospitales donde estas personas se están refugiando han sido atacados en esta ocasión y en muchas otras ocasiones a lo largo de la historia, con lo cual en realidad no hay ningún sitio seguro en Gaza. Ninguno. Pero al estar bajo el paraguas de Naciones Unidas, pues eso da cierta seguridad.
También los hospitales donde estas personas se están refugiando han sido atacados en esta ocasión y en muchas otras
El bloqueo de Gaza, que ya dura dieciséis años, limita mucho la llegada de suministros de todo tipo. Actualmente, además del bombardeo, Israel ha sometido a Gaza a un asedio total, porque se han cortado todos los suministros, si no me equivoco.
Sí. Desde el sábado los cruces de Israel están cerrados e Israel ha ordenado el corte de todos los suministros, incluido el agua y la electricidad. No ha vuelto a entrar nada en la Franja de Gaza.
Sin embargo, desde el bloqueo, la escasez de agua y los cortes de luz han formado parte de la normalidad.
Hay escasez siempre de todo dentro de la Franja de Gaza, porque Israel ejerce un bloqueo. Israel es, digamos, uno de los proveedores de combustible para la central eléctrica de Gaza.
Israel decide las cantidades que destina. Y esto repercute en el número de horas que la central eléctrica puede estar en funcionamiento. Normalmente está un máximo de 11 o 12 horas en los mejores momentos. En otros momentos se reduce a seis u ocho horas diarias. Desde el sábado, determinadas zonas de Gaza tienen entre tres y cuatro horas diarias de electricidad. Hay zonas que llevan ya dos días con apagón y lo último que han dicho en el Ministerio de Salud palestino es que el combustible que queda se va a utilizar para los generadores de los hospitales, para poder seguir manteniendo los quirófanos y todas las necesidades de emergencia que tienen ahora en los hospitales.
¿Cómo se gestiona esa escasez de electricidad? Por ejemplo, en una instalación como un hospital...
Con generadores adicionales y con combustible. O sea, todos los hospitales en Gaza, tanto de Naciones Unidas como los públicos, han tenido que comprar generadores que utilizan durante los cortes eléctricos. Se almacena combustible para que cuando estos cortes suceden no se corten los equipos y no se ponga en riesgo la vida de los enfermos que están conectados a respiradores, los bebés que están en incubadoras, o los que están recibiendo diálisis. Se funciona con generadores. Pero claro, para eso hace falta que entre combustible, y si se acaba el combustible, pues tampoco los generadores van a seguir funcionando.
Y esa es una opción real en este momento.
A ver, hasta que se acabe el combustible podrán seguir funcionando. Una vez que se acaba el combustible… Es que no ha entrado nada desde el día 7 de octubre.
Y el tema del agua, la comida… He visto que explicaba en otras entrevistas que solo ciertos tipos de comida estaban permitidos, ¿no?
Sí, el bloqueo que ejerce Israel sobre la Franja de Gaza determina los productos y los bienes de consumo que se pueden introducir. Entonces, por ejemplo, a las agencias de Naciones Unidas y las ONGs, lo único que se nos permite es la entrada de ayuda alimentaria y la ayuda alimentaria es muy restringida. Son ciertas legumbres, leche en polvo, latas de atún, latas de carne y poco más. Hay un listado y solamente podemos introducir esos productos. Luego, a los comercios que hay dentro de Gaza, Israel les autoriza otro tipo de productos para poder vender en los mercados, pero ellos determinan tanto las cantidades como los tipos de productos. Si nosotros quisiéramos introducir otro tipo de alimentos que no están dentro de la categoría de alimentos humanitarios, no podríamos.
Por otro lado, tienen prohibidos una serie de materiales que consideran de doble uso (uso civil y uso militar). En ciertas épocas se corta, se prohíbe la entrada de cemento porque el cemento puede tener uso militar. Se corta la entrada de, por ejemplo, acero para construcción, se corta la entrada de componentes electrónicos, etcétera. Todo aquello que puede tener uso militar.
El bloqueo que ejerce Israel sobre la Franja de Gaza determina los productos y los bienes de consumo que pueden entrar
Pero eso repercute muchísimo en la vida civil porque, por ejemplo, una incubadora tiene componentes eléctricos y electrónicos que se consideran de doble uso. No se puede entrar maquinaria para agricultura o para hospitales. Todo puede tener doble uso. Entonces está muy restringido. Por eso los hospitales tienen equipos que están desfasados, que se estropean, que cuesta muchísimo repararlos porque no hay piezas. Por eso, antes de la ofensiva y todos los años hay escasez de medicamentos esenciales y de suministros médicos en los hospitales. Por eso se carece de tantísimas cosas en Gaza, porque Israel no permite la entrada de estos bienes.
En esta situación, supongo que la economía allí está muy restringida. O sea, no habrá mucho trabajo.
Pues Gaza tiene un porcentaje de paro del 50% de la población activa. Si hablamos de la población joven, tiene los porcentajes más altos del mundo. Y si hablamos de la mujer joven, pues puede estar en torno al 90% de paro. Esto conduce a una dependencia muy elevada de la población de la ayuda humanitaria, como por ejemplo de UNRWA. Nosotros tenemos que dar alimentos a 1.200.000 personas. De los 2.000.000 que hay en Gaza, a prácticamente la mitad les estamos dando alimentos y tienen una inseguridad alimentaria elevadísima. El 80% de la población está por debajo del umbral de la pobreza. Todo esto es una consecuencia del bloqueo israelí y de las ofensivas militares que destruyen cada año la infraestructura en Gaza.
Menciona una gran dependencia de la ayuda humanitaria, sin embargo la financiación de la UNRWA lleva unos años recortándose, ¿no?
Sí. Desde el año 2008 estamos recibiendo cada vez menos financiación a la par que las necesidades de los refugiados aumentan.
Este año, por ejemplo, hemos pasado por un terremoto en Siria, ha habido una escalada militar en un campo de refugiados en Líbano, en el Gwil, que ha producido 4.000 desplazados, y se han destruido muchísimas instalaciones y hogares de refugiados de Palestina. Y hemos pasado también por los ataques sobre Jenin, que hemos tenido que publicar un llamamiento de emergencias para ese lugar. Hemos pasado por una ofensiva israelí en el mes de mayo. Estamos pasando ahora por esta ofensiva.
Cada vez está peor la situación. Cada vez necesitamos más fondos y, por otro lado, cada vez recibimos menos fondos de los donantes. UNRWA estaba antes de esta situación en crisis económica, porque tenemos un déficit de 100 millones de dólares y estábamos anunciando antes de la ofensiva que a finales de este mes se nos acaba la financiación, se nos acaba el dinero para poder seguir manteniendo los salarios de nuestros trabajadores y nuestras operaciones. Ahora, en la situación en la que estamos… Pues imagínate, muchísimo peor, porque ahora acabamos de sacar un llamamiento de emergencia de 100 millones de dólares para poder ayudar a las personas que están viéndose afectadas por esta situación en Gaza.
¿Este recorte de fondos ha sido generalizado o se puede atribuir a donantes concretos?
Bueno, hay de todo. Tenemos que tener en cuenta que cada vez hay más emergencias en el mundo. Estamos viendo la guerra de Ucrania, donde se han destinado y se necesita destinar muchísimos fondos. Hemos pasado el terremoto en Turquía y en Siria. Todo lo que ha pasado en Libia… Ha habido un terremoto hace nada en Afganistán que prácticamente ha pasado desapercibido por lo que está pasando en Gaza. En fin, hay 200.000 emergencias que atender y los fondos son limitados de todos los donantes. Hay donantes que tienen crisis económicas. El covid ha causado muchísimas crisis económicas en los países. La guerra de Ucrania ha creado también muchísima inflación y muchísima inestabilidad. Y también hay decisiones políticas por las cuales se reduce la financiación. O sea, es que hay muchísimas situaciones diferentes entre nuestros donantes.
¿Y cómo afecta este recorte a las operaciones en el día a día?
En Gaza damos de comer a 1.200.000 personas, pero no quiere decir que solo necesiten comida 1.200.000 personas
Pues mira, hay que tomar medidas muy drásticas y muy dolorosas. Por ejemplo, en Gaza damos de comer a 1.200.000 personas, pero no quiere decir que solo necesiten comida 1.200.000 personas. Hay muchas más que necesitan recibir alimentos y no podemos, porque no podemos aumentar nuestros presupuestos, ni siquiera tenemos para cubrir las necesidades de esas 1.200.000 personas. Mira, yo he estado en Siria hace unas semanas, he estado en el norte de Alepo. Nosotros no hemos conseguido cubrir todavía las necesidades causadas por el terremoto en Alepo. Y este año, cuando estaba yo en Siria, estábamos llevando a cabo la primera ronda de distribución de alimentos. UNRWA debería de hacer cuatro rondas de distribución de alimentos al año en Siria y en septiembre estábamos distribuyendo la primera ronda del año porque no teníamos dinero para poder empezar.
Es un panorama angustioso porque la gente está en situaciones absolutamente precarias, absolutamente vulnerables. Dependen de nosotros porque somos la única agencia que asistimos a la población refugiada de Palestina y no tenemos fondos, no tenemos fondos para pagar los salarios. Es que a finales de este mes no vamos a poder pagar más salarios y estamos hablando de 30.000 trabajadores que se dedican a la educación, a la salud, a la distribución de alimentos, al apoyo psicológico, en fin, todos los especialistas que necesitamos para atender la situación en la que vivimos y cada vez tenemos menos financiación y cada vez tenemos que hacer más cortes en la distribución de las ayudas.
Cuando habla de que no se cubren las necesidades, entiendo que es que la gente pasa hambre.
Claro, nosotros no podemos cubrir todas las necesidades calóricas de la población. Nosotros podemos contribuir a sus necesidades, pero no podemos cubrirlo al 100% porque no tenemos financiación. ¿Entonces la gente pasa hambre? La respuesta es sí, claro que pasa hambre, pasa muchísimas penurias.
¿Cómo definiría la situación en Gaza de acuerdo al derecho internacional? Porque se están usando muchos términos...
Bueno, en primer lugar, el bloqueo es ilegal. Es un castigo colectivo y es contrario al derecho humanitario internacional. Bombardear civiles es contrario al derecho humanitario internacional. Bombardear instalaciones civiles. Y es obligación de la potencia ocupante, según las Convenciones de Ginebra, salvaguardar la vida de la población ocupada y asegurar su bienestar.
El pasado 7 de octubre, en respuesta a un ataque sorpresa de la milicia palestina Hamás que ha dejado 1.200 muertos, Israel inició un bombardeo de la Franja de Gaza que ha matado ya a unas 1.100 personas en el momento de escribir esta entrevista. Además, ha impuesto un asedio total, lo que supone el corte de...
Autora >
Elena de Sus
Es periodista, de Huesca, y forma parte de la redacción de CTXT.
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