SI BREVE...
Viven
Los partidos de la Transición deben desaparecer, porque son el lugar del crimen. No lo hacen, o lo hacen de manera más lenta, porque han recibido ayuda arbitral. Pero es su destino inapelable
Guillem Martínez 22/02/2024
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1- Posiblemente la película más veces versionada de la historia es Romeo y Julieta. Tal vez porque previamente ya era la obra de teatro más versionada. La versionó Shakespeare, y la versionó el siempre eficaz Lope, cuando Europa quedó abducida por el drama de Verona, formulado unos años antes, en el siglo XV. Las docenas y docenas de versiones de Romeo y Julieta hablan, en todo caso, de la importancia de las versiones. Son importantes, porque una versión no es tanto la adaptación de una historia, como la explicación de la época del adaptador. Lo que apunta a la idea de que cada generación está obligada, hasta cierto punto, a rodar las mismas películas, escribir las mismas novelas, representar las mismas obras, a plantear los mismos temas en artículos, otra vez por primera vez, simplemente para formularse. Es importante ver, así, La sociedad de la nieve, simplemente porque es una versión, esa cosa que formula la época. Una época en la que los actores a) no vocalizan, pues ya no es importante el verbo, el texto, las palabras. Lo que orienta sobre una ruptura cultural, absoluta, que ya se ha producido en todo el mundo: la muerte de algo, sustentado en la palabra escrita –palabras como Romeo, o como Julieta–, y que duraba desde hacía siglos. Por otra parte, la película demuestra que la gran preocupación actual del arte es b) no serlo, parecerse a la realidad, al punto de transcurrir en su misma lógica, convención y línea recta. Un tercer elemento de la época es, precisamente, el hecho de ser c) una versión. Con matices, sin grandes novedades, es una historia, no muy antigua, si bien ya explicada en varias películas anteriores. La última, de hace tres décadas. Sucede lo mismo, en cierta manera, con Wonka (2023), una película que, como la anterior Charly y la Fábrica de Chocolate (2005), o como la anterior Un mundo de fantasía (1971), deja, tras verla, la sensación de no entender la razón para volver a versionar, sin grandes cambios, una historia y unas posibilidades ya formuladas y, tal vez, ya saciadas. Lo que da otra pista sobre la época. Tal vez la fundamental: la época –y he empezado a escribir estas líneas para llegar aquí– parece estar absolutamente y profundamente aterrorizada ante d) la novedad, quizás porque hace décadas que no la ve.
2- El pasado lunes, en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Sánchez acometió una aparente novedad, al evaluar el fracaso en las elecciones gallegas. A saber: habló de “consolidar liderazgos fuertes”, que, agregó, “incluso trasciendan la marca PSOE”. Cuidadín. ¿Qué significa esto? Como siempre, se abren varias posibilidades.
Los grandes partidos tienen que recorrer el mismo trayecto que Convergència para dejar atrás su antigua piel de serpiente, ya corrupta
3- La versión a) consistiría en superar el PSOE. Algo espectacular, que no lo sería tanto. Es decir, los partidos de la Transición deben desaparecer, porque son el lugar del crimen –el crimen es su financiación; que a su vez fue la razón de su efectiva verticalidad, de la transmisión vertical de órdenes sin debates ni rupturas–. Los grandes partidos –PP, ese partido fundado en 1976, y PSOE, ese partido fundado en 1974; el PNV es más antiguo; el PCE ya tiene suficiente con lo suyo– tienen que recorrer el mismo trayecto que la extinta Convergència para dejar atrás su antigua piel de serpiente, ya corrupta. No lo hacen, o lo hacen de manera más lenta, porque han recibido ayuda arbitral. Pero es su destino inapelable. En ese sentido, Sánchez propone cambiar de marca, “trascenderla”, hacerse un PCI, acometer ya lo que el futuro depara, para que duela menos. O no. Tal vez Sánchez aludía a una versión b).
4- La versión b) es una consecuencia de la versión a). Consistiría en refundar el PSOE fuera de él. Integrar nuevos grupos, que se integrarán en algo que no se llamaría PSOE, y a lo que nunca jamás se habrían aproximado, de llamarse PSOE. Sería, vamos, algo parecido a lo que intentó hacer Maragall en el PSC, y que le costó la vida –política–, en tanto un partido no es un punto de discusión y de creación de ideas, sino un aparato. Aunque, claro, puede ser que Sánchez, que no es un suicida, aludiera a una versión c).
5- La versión c) consistiría en dar un paso atrás en los territorios con otro partido de izquierdas fuerte –Galicia, CAM–. Y no tener piedad en los territorios con una izquierda-a-la-izquierda-del-PSOE más enclenque. Sánchez aludiría a la posibilidad de que el PSOE se disolviera –electoralmente, se supone– en –escasos– partidos de fuerte implantación en un territorio. Pero que en el resto de territorios absorbiera, por esa misma dinámica, a esos partidos que, a estas alturas, están absolutamente cabreados de conocerse. Un poco lo que se está ensayando en Catalunya, donde el PSC ha pactado ya en el Parlament y en la Alcaldía de BCN con ERC –donde, parece ser, se contará antes con Junts que con Comuns para un tripartit–, dejando un tanto sin función a Comuns. La versión c) supone, en fin, un PSOE en modo OPA hostil y salvaje. Si bien las palabras de Sánchez aún pueden abarcar otra versión. La d).
6- La d) significaría, dos puntos, nada. Sánchez dijo lo que dijo como podría decir otra cosa. Total, en esos comités, y sea cual sea el partido, se habla de táctica, antes que de política. Es decir, no se habla de la época, sino desde la época. Una época, sin textos escritos, más realista/al turrón que artística, más amante de las versiones que de las aventuras y exploraciones y, por todo ello, absolutamente aterrorizada ante la novedad, quizás porque hace décadas que no la ve.
1- Posiblemente la película más veces versionada de la historia es Romeo y Julieta. Tal vez porque previamente ya era la obra de teatro más versionada. La versionó Shakespeare, y la versionó el siempre eficaz Lope, cuando Europa quedó abducida por el drama de Verona, formulado unos años...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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