RETRATO
Saúl, en el diván
El jugador del Atlético protagonizó un hecho poco habitual en un deportista al reconocer públicamente que se encuentra pasando un mal momento profesional
Ricardo Uribarri 31/03/2024
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El Atlético de Madrid acababa de clasificarse para los cuartos de final de la Champions tras eliminar al Inter en un partido agónico resuelto en la tanda de penaltis. Todo es felicidad en el Metropolitano, tanto en las gradas como en el vestuario. Sin embargo, hay un futbolista que lejos de compartir ese momento de euforia, tiene la necesidad de coger el móvil y hacer público a través de sus redes sociales un duro mensaje de autocrítica hacia su momento de forma y su aportación al equipo, un hecho llamativo, tanto por el reproche hacia sí mismo, como por el momento elegido. Ese jugador es Saúl Ñíguez (Elche, 1994). Un ejemplo de cómo el aspecto mental y la falta de confianza pueden ser fundamentales en el rendimiento de un deportista.
Cierto es que había fallado un penalti en la tanda, pero la situación no invitaba a esa reflexión personal tan ácida cuando el objetivo grupal se había conseguido. Otra cosa es que el equipo hubiera caído eliminado y que su lanzamiento errado hubiera influido en ello. Sin embargo, en ese momento de euforia, nadie le ponía en un foco negativo. A pesar de ello y apenas media hora después de acabar el encuentro, Saúl expresaba lo siguiente: “Sinceramente, es difícil para mí escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mí a nivel deportivo y soy consciente. Acepto todas las críticas y no solo por el penalti de hoy, sino por cómo estoy en estos momentos. Exactamente no sé qué es, pero lo único que me han enseñado es a seguir trabajando en las buenas y en las malas hasta conseguir cambiar la situación. Gracias por estar en las buenas y en las malas”.
Parece evidente que ese pensamiento del jugador no viene motivado por una acción puntual o un partido concreto. Detrás hay una trayectoria que ha ido claramente en descenso desde que alcanzara su punto máximo de rendimiento, entre 2015 y 2019, cuando mostraba ser un jugador moderno, un ‘todocampista’, que abarcaba mucho terreno en el campo, con gran despliegue físico, con llegada al área y con gol. Unas cualidades que provocaron el interés de muchos equipos ingleses para ficharlo y que a finales de 2019 le llevaron a tener un valor de mercado de 90 millones, según la página especializada Transfermarkt. Sin embargo, su rendimiento ha ido a menos en los últimos años de una manera sorprendente, hasta el punto de que apenas muestra algunas de esas virtudes que lo hicieron tan cotizado. Eso ha provocado un desplome en su valor de mercado, que actualmente, a sus 29 años, solo alcanza los 7,5 millones.
Su polivalencia pudo ir en su contra en un momento determinado al utilizarlo Simeone en diferentes posiciones, lo que afectó a su confianza. No es la primera vez que Saúl, que lleva ocho años trabajando con un coach deportivo, se manifiesta en una línea parecida. Ya en enero de 2021, tras una eliminación en la Copa ante un equipo de categoría inferior, como el Cornellá, en un partido en el que había sido capitán, hizo estas declaraciones: “Yo no estoy en un buen momento, el equipo necesitaba otra cosa que no era Saúl Ñíguez. Tengo que seguir trabajando y, cuando me llegue la oportunidad, demostrar al míster que estoy para ayudar, siempre pensando en el equipo, aunque no esté bien mentalmente ni a la hora de competir”.
La situación desembocó en su cesión al Chelsea en septiembre de 2021, dentro del movimiento de mercado que permitió la vuelta de Griezmann al Atleti. Tampoco recuperó su mejor nivel en Inglaterra, donde solo participó en 23 partidos, 10 de ellos en la Liga. El conjunto londinense no ejecutó la opción de compra que tenía, y al final volvió al Atleti, donde apenas ha tenido pequeños momentos de brillantez: algunos partidos del final de la pasada campaña y el inicio de la actual, en la que llegó a dar cinco pases de gol en las primeras jornadas. Parecía que se volvía a ver una buena versión de Saúl, pero de nuevo han caído sus prestaciones, y su presencia en los partidos es irrelevante.
Y no será que Simeone no le esté dando minutos, de hecho, es el cuarto jugador de la plantilla que ha participado en más encuentros, 41 de los 43 jugados por el equipo entre todas las competiciones, siendo titular en algo más de la mitad y estando entre los once que más minutos han disputado. Una presencia que muchos aficionados incluso reprochan al técnico, ya que consideran que no se corresponde con la aportación del ilicitano, que además cobra un sueldo alto debido al contrato firmado en sus años de bonanza. Otra de las críticas habituales hacia el jugador está relacionada con el hecho de haber eliminado de su dieta toda aquella comida proveniente de animales excepto los huevos. Desde 2018 Saúl es ovovegetariano y mantiene una dieta basada en proteínas vegetales y legumbres, una decisión que tomó a raíz de una complicada operación de riñón que aconsejó realizar este cambio en su dieta.
Hemos hablado con expertos en psicología y coaches de alto rendimiento sobre el momento complicado que atraviesa el jugador. El psicólogo Diego Ruano, especializado en el ámbito deportivo y empresarial, explica a CTXT que detrás de la última publicación de Saúl en sus redes sociales “puede estar la autoexigencia, que a estos niveles es muy grande. Él es un jugador que lleva muchos años en el club, es canterano, siente los colores y la responsabilidad que carga sobre sus espaldas hace que cuando se encuentra en momentos en los que no salen las cosas como le gustaría aparezca la autocrítica. Es un comentario muy característico de alguien que percibe que no atraviesa una buena racha. El detonante pudo haber sido el penalti que falló. De haberlo metido le podría haber servido para liberarse un poco. Pero al no hacerlo, en vez de liberarle lo que hizo fue agobiarle un poco más, ponerle un clavo más en ese ataúd emocional”.
Mónica Pascual, experta en coach de alto rendimiento, destaca el valor y la importancia de que Saúl transmitiera esos pensamientos: “Él es un jugador que siempre ha dado la cara y el corazón. Este es para mí un mensaje que habla de un Saúl autocrítico y valiente. Que sabe que no está en su mejor momento pero que quiere superarse. Es fiel a su esencia, un jugador que sabe reconocer cuando su rendimiento es bajo, sin recurrir a tópicos manidos ni excusas. Algo que solo hay que agradecer. Además, aceptar una situación es el primer paso para cambiarla”.
No tiene tan claro Ruano que el haber hecho público su actual estado anímico pueda servir al jugador para salir de esa situación. “Es algo muy personal. Supongo que habrá hablado de lo que le pasa con su entorno personal, con sus familiares, con el Cholo y con sus compañeros más cercanos. Eso normalmente debería ser suficiente. Airear la situación que está sufriendo no sé hasta qué punto le va a ser de ayuda”.
Puestos a analizar el motivo del bajón tan acusado que ha tenido Saúl en su rendimiento, Ruano afirma que “en el deporte de élite se sufren constantes altibajos. Es difícil llegar a donde ha llegado él, pero es mucho más difícil mantenerse. Hay que soportar mucha presión, mucha exigencia de lo que supone jugar en un equipo tan grande como el Atlético de Madrid, a lo que hay que añadir la propia autoexigencia que se pone como profesional. Quizá tocó su tope en aquellos años donde brilló y ahora simplemente trata de mantenerse. Son muchas variables las que pueden influir y es difícil opinar desde fuera sin tener más información”.
En su participación en los partidos se ve a un Saúl algo cohibido, sin arriesgar en sus acciones, da la sensación de jugar retraído, limitándose la mayoría de las veces a tomar decisiones sencillas y participando poco en el juego. Unas sensaciones que podrían dar detalles del bajo momento de moral y confianza que atraviesa. El psicólogo afirma que “podría ser así. Una de las cosas que trabajo con los deportistas que están en esa situación de autoexigencia es fallar poco, tratar de hacer las cosas fáciles, volver a los básicos, a aquello que va a salir bien para mejorar el porcentaje de acierto y que sirva para coger confianza y poder arriesgar posteriormente”.
Por su parte, Mónica Pascual considera que “quizá este sea un buen momento para retarse y volver a ser quien fue. Debe mirar hacia dentro, poner el foco en todo lo que ha aprendido a lo largo de estos años y revisar también cuáles son hoy sus puntos fuertes, áreas de mejora y zonas ciegas. Solo cuando te conoces y conoces tus límites, tus áreas de mejora, puedes entrenarlas. El análisis está al servicio de la mejora y el avance y eso implica hacer autocrítica y aceptar las críticas de otros. Ahora es el momento de trabajar para volver a ser el jugador imprescindible que siempre ha sido”.
En estas circunstancias, hay que preguntarse qué papel puede ejercer su jefe más inmediato, su entrenador, Cholo Simeone. Pascual señala que debe “apoyarle y ayudarle con un buen feedback en los entrenamientos y partidos que le ayude a seguir mejorando. La base del aprendizaje y la evolución está en la acción”.
Puestos a pensar soluciones para dejar atrás este momento de dificultad y mejorar sus prestaciones, Ruano aconseja dos aspectos, además del trabajo propiamente psicológico: “Uno sería el de no leer la prensa más amarillista del ámbito deportivo y alejarse de los comentarios negativos que se encuentran en las redes sociales. Intentar quedarse con los positivos. Y el segundo estaría relacionado con desconectar un poco del propio deporte, que puede ayudar a tomar distancia y a relativizar las cosas. Centrarse en otras aficiones y no estar constantemente pensando en su actividad profesional ni en cómo está rindiendo ahora mismo. Pero depende de cada persona, de su carácter y de su historia de aprendizaje el que funcione mejor unas cosas u otras y los procesos también varían, hay quien necesita unas semanas para solucionarlo y a otros les puede llevar meses o incluso más tiempo”.
El consejo de Mónica Pascual para Saúl está relacionado con la importancia de sacar conclusiones de los errores. “Para encontrar la parte positiva de los fracasos un deportista debe ser capaz de valorar su esfuerzo y su capacidad de mejora, más allá de los resultados. Los fallos en competición te dan pistas, actúan de feedback y te dicen por dónde debes encaminarte para mejorar. Los fallos son como ese rastro de migas que debes saber interpretar y no pasar por alto. Por eso es importante analizarlos y aprender lo máximo posible de ellos. La distancia más corta entre una derrota y una remontada es la que separa el potencial físico de un deportista de su mente”.
El potencial está ahí, no va a desaparecer. Lo que le hace falta a Saúl es creer que puede volver a sacarlo y tener empeño en ello. La cita que lleva tatuada en su muñeca izquierda le puede ayudar en el camino de vuelta: “La fuerza no proviene de la capacidad física. Viene de una voluntad indomable”.
El Atlético de Madrid acababa de clasificarse para los cuartos de final de la Champions tras eliminar al Inter en un partido agónico resuelto en la tanda de penaltis. Todo es felicidad en el Metropolitano, tanto en las gradas como en el vestuario. Sin embargo, hay un futbolista que lejos de compartir...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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