El índice ClosinGap, elaborado por la Asociación ClosinGap en colaboración con la consultora PwC, ha analizado el coste de oportunidad que supone para la economía española la falta de igualdad entre géneros, y cuantifica el impacto económico de las brechas y su incidencia, directa o indirecta, en el PIB a través del mercado laboral. El último estudio, de febrero pasado, calcula que si se pusiera fin a las brechas de género en el mercado laboral (en términos de participación, jornada y productividad), la economía española podría crecer en 213.013 millones de euros, el equivalente al 15,8% del PIB de 2022.  

La contribución de las mujeres al PIB nacional es solo del 42,3%, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar. Esta diferencia se debe a la reducida participación de las mujeres en el mercado laboral, el inferior número de horas trabajadas por cuestiones de parcialidad, y la sobrerrepresentación de mujeres en sectores económicos poco productivos como los cuidados del hogar o de las personas dependientes.

El índice cuantifica anualmente la evolución de la igualdad de género en España a través de cinco categorías: empleo, educación, conciliación, digitalización y salud y bienestar mediante el análisis de 28 variables, los datos provienen de fuentes públicas que se actualizan anualmente. 

La paridad de género en España mejoró ligeramente en 2023, pero sitúa en 2062 el horizonte para cerrar la brecha entre mujeres y hombres si la evolución mantiene el ritmo de los últimos años.

En 2023, la brecha laboral se redujo un 0,1%. Esta leve mejora se debe al crecimiento en la tasa de empleo de las mujeres

Los indicadores de empleo, conciliación y educación han mejorado respecto al último estudio, en 2022, pero la brecha entre hombres y mujeres ha aumentado en factores como la digitalización y la educación en carreras técnicas. Según el índice, que entiende el 100% como igualdad plena, el nivel de paridad de género en España en 2023 fue del 64,9%. 

El índice señala una evolución positiva en las categorías de conciliación (+1,7%) y empleo (+0,1%). Sin embargo, el análisis señala que las categorías de educación (-1,2%), digitalización (-1,1%) y salud y bienestar (-0,2%), han empeorado.   

La conciliación es la categoría con mayor crecimiento en el último año, alcanzando el 43,1% y acercándose a los niveles previos a la pandemia, cuando se convirtió en la variable más afectada. 

En 2023, la brecha laboral se redujo un 0,1%. Esta leve mejora se debe al crecimiento en la tasa de empleo y actividad de las mujeres, así como a la reducción de la brecha salarial y en las pensiones.

La falta de mujeres en ámbitos más tecnológicos también se refleja en la brecha de digitalización, que se situó en el 73,9%

En relación con la salud y el bienestar, el indicador se situó en el 83,9%. Aunque esta es la categoría donde se ha alcanzado mayor paridad, el estudio apunta que la tendencia no es favorable para las mujeres. Este indicador empeoró en el último año principalmente como consecuencia de un aumento en los problemas de salud, especialmente de salud mental como la depresión o la ansiedad, que afectan en mayor medida a las mujeres.

La brecha de género en educación empeoró 1,2 puntos porcentuales en 2023. Esta diferencia se acentúa especialmente en el acceso de las mujeres a carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), donde actualmente existe una brecha superior al 50%. En cambio, sí hay cierta paridad en la tasa de educación terciaria, así como en la tasa de abandono escolar y la formación continua de adultos. 

La falta de mujeres en ámbitos más tecnológicos también se refleja en la brecha de digitalización, que se situó en el 73,9% en 2023. Este indicador se redujo un 1,1% en el último año, principalmente debido a la diferencia en la proporción de hombres y mujeres en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).