1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

EXTRACTIVISMO CRIMINAL

La batalla por la tierra

Ante la dictadura global de las multinacionales y sus demandas voraces de materias primas, se levanta la resistencia de los defensores ambientales que incluso dan la vida por el cuidado y protección de sus territorios

David Roca Basadre 8/05/2024

<p>Imagen de una franja de deforestación ilegal en la selva amazónica. / <strong>Vinícius Mendonça / Ibama</strong></p>

Imagen de una franja de deforestación ilegal en la selva amazónica. / Vinícius Mendonça / Ibama

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Una dictadura global

La ofensiva productivista de las multinacionales, iniciada desde hace algunas décadas a nivel global, se enfrenta a la resistencia valerosa, en los lugares en que interviene para saquear, de grupos decididos a cuidar sus fuentes de vida. Estos se encuentran dispersos en el planeta, pero al organizar en cada lugar el cuidado y defensa de sus territorios han logrado, de esa manera, retrasar con éxito la devastación de la Tierra. Las quejas de las grandes empresas y sus intermediarios en los países colonizados por “la disminución de la inversión privada” son la mejor prueba. Quejas que se refieren a expectativas, porque en la realidad la inversión minera, por ejemplo, tiende al alza. Sin los defensores ambientales, podría ser peor.

Un nuevo paradigma se instala en la lucha por la supervivencia de las mayorías. Finalmente, al mantenerse intacto el sistema colonial de despojo de las tierras conquistadas y los tributos, mediante el subterfugio del mercado único global, la lucha por la independencia continúa en los lugares objeto de despojo. En ese marco, importa poco la propiedad de los medios de producción que pueden ser objeto de vigilancia y normativa, porque lo relevante es el control y posesión real de los territorios. Ese es el paradigma movilizador: quien controla el territorio, controla todo. La economía-mundo capitalista que describe Immanuel Wallerstein se sostiene así.

Nada nuevo. Solo que los pueblos –sobre todo urbanos– habían perdido de vista esto, mientras que los poderes coloniales no. Su permanente y contemporánea invasión de países, su invasiva política de superposición de intereses en las naciones ricas en recursos, bajo cualquier pretexto, pone de relieve la importancia decisiva y la actualización necesaria de las luchas de liberación del territorio de los pueblos.

Ultraderecha y multinacionales

La ultraderecha ha descubierto que su ideología verticalista y antidemocrática coincide con la defensa de esos grandes intereses globales

Hay más. La ofensiva brutal de las multinacionales, fruto del afán productivista que se sostiene –asimismo– en la obsolescencia programada y el incremento consiguiente del consumismo, requiere también de una ideología capaz de conservar la lógica de la alianza entre la cruz y la espada, donde estorba el orden liberal tradicional y estorban mucho más las demandas de libertades reales y generales, las que no encajan con el afán de acumulación interminable.

Y en ese proceso, el ecocidio es consustancial al dominio colonial. Por ejemplo, hoy en tierra palestina los invasores europeos sionistas destruyen olivos y otras especies nativas, originarias, pues tienen consciencia de que solo pueden poseer la tierra a la que aspiran conquistar definitivamente si eliminan los vínculos de los habitantes originarios con las fuentes de vida que modelaron su cultura.

Así, les es necesario patear el tablero verbal y escrito que sostiene el orden internacional y restaurar la sociedad del imperio del más fuerte. Que es allí donde la reacción política encuentra su sitio. Y así, el nuevo rostro político de la ultraderecha actúa como el instrumento del orden envolvente de las multinacionales. Ha descubierto que su ideología verticalista y antidemocrática coincide con la defensa de esos grandes intereses globales y, por eso, heredera ideológica de la colonialidad, se ha convertido en el portaestandarte de la colonialidad del poder.

La vanguardia de la humanidad mayoritaria

En los países saqueados, la demagogia política de las oligarquías locales es la de exportar para desarrollar

Y, entonces, aquellos grupos o personas que defienden con denuedo y coraje, tantas veces a costa de sus propias vidas, la integridad de sus territorios, son hoy en día la vanguardia de la lucha de la humanidad por su liberación y el enemigo principal de las multinacionales y sus aliados políticos. Por su trascendencia ejemplar, quedan en la memoria de todos las luchas que en 2009 llevaron adelante los pueblos indígenas amazónicos awajún y wampís, que se enfrentaron a un Estado peruano armado hasta los dientes y resistieron. Ellos decían: “Perder el territorio es morir”, algo que, con razón, entendían literalmente. Pero estos movimientos de resistencia se encuentran en todos los continentes, y tienen claro todos que un territorio no es solo la geografía, y mucho menos es un conjunto de propiedades o posesiones. Y menos aún su uso se da sobre todo para el mercado. Tierra y cultura conforman territorio, son todos los seres vivos en interrelación constante entre ellos y el entorno del que forman parte como unidad. Biosfera, litosfera, atmósfera e hidrosfera son indistinguibles. Esa unidad se sostiene en los procesos culturales, a los que, a su vez, ha dado origen.

Es por eso que, hoy, los defensores ambientales se encuentran en el primer lugar de la lista de asesinados y perseguidos y calumniados por los detentores del poder en los países ricos, los nuevos centros de poder y las oligarquías locales. Son el principal obstáculo. Sobre todo en aquellos países que son objeto principal de codicia y saqueo de las multinacionales. Porque, hay que relievar esto, en la totalidad de los casos se trata de actividades extractivas que despojan, saquean y devastan territorio, al servicio de un modelo de desarrollo que requiere de ellas para atender demandas externas, al precio que sea.

En los países saqueados, la demagogia política de las oligarquías locales es la de exportar para desarrollar, ninguno piensa para nada en el fortalecimiento de mercados locales, ninguno plantea nada para las poblaciones locales, salvo que incidentalmente beneficie a la actividad extractiva.

El drama es tan complejo que la buena voluntad de algunos gobiernos, allí donde estos no son cómplices del despojo, tarda en hallar caminos de solución.

Homenaje a los mártires 

Son 1.910 defensores ambientales asesinados en el mundo, entre 2012 y hasta septiembre de 2023, según Global Witness. El porcentaje mayor de víctimas por defender su territorio se dio en América Latina. En 2022 fueron el 88% del total.

Se trata de los que han sido identificados. Hay muchos más que son perseguidos, criminalizados y también asesinados sin que quede registro, salvo en la memoria de los nadies que no llega a la prensa.

La historia de estos héroes y heroínas merece ser siempre puesta de relieve. Ya lo hicimos una vez en 2023 con figuras icónicas de esa resistencia. Hoy, bueno es detenernos en algunos casos emblemáticos de mártires que, con su coraje, enfrentaron las amenazas y presiones hasta terminar vilmente asesinados. En muchos casos con impunidad. La selección es arbitraria, los miles más que no podemos mencionar en este breve espacio mostraron la misma determinación por el cuidado y protección de su territorio, de la Tierra.

Nos inclinamos ante sus vidas ejemplares.

Colombia: Es el país que tiene el mayor número de víctimas a nivel global. Suman un tercio del número total de defensores ambientales asesinados en el mundo. Esta cifra ha descendido levemente tras la llegada de Gustavo Petro al gobierno, pero no es fácil terminar con ese tramado de muerte.

Colombia es el país que tiene el mayor número de víctimas a nivel global

Teófilo Acuña y Jorge Tafur fueron asesinados por sicarios el 22 de febrero de 2022 en el departamento de César. Dirigentes campesinos, eran figuras destacadas en el seno de las comunidades que, entre el río Cauca y el río Magdalena, defienden ciénagas y humedales de la depredación por parte de grandes empresarios que se han dedicado desde hace décadas a desecar los grandes pantanos, desviando afluentes, para dedicar esas zonas al cultivo con tóxicos de la palma aceitera, enorme devoradora de nutrientes, y el despliegue de ganado vacuno. Esas tierras han sido tradicionalmente dedicadas al cultivo de panllevar y la pesca, lo que ha mantenido su intangibilidad y ha alimentado de manera suficiente a sus pobladores. La región ha despertado, asimismo, la codicia para actividades mineras.

La ambición ha llevado a esos terratenientes al despojo de tierras, además de la apropiación por la fuerza de las zonas de los humedales y ciénagas para su desaparición y transformación para sus actividades, negando luego que hubieran existido. La reacción de las comunidades contra el despojo ha llevado a los terratenientes a la organización y financiamiento de grupos paramilitares armados que, con la complicidad de las autoridades, han asesinado, torturado o acosado a los que osaran oponerse.

Teófilo Acuña y Jorge Tafur ya tenían denuncias judiciales que habían sido acogidas por las autoridades. Estas referían a su liderazgo en la recuperación de playones de manos de los despojadores. Ambos persistían en sus actividades de organización y vocerío de las luchas de las comunidades, a pesar de todo, en el municipio de San Martín, donde –tras varias amenazas– fueron asesinados por sicarios, presumiblemente por orden del terrateniente Alirio Díaz.

Brasil: Es el segundo país en el mundo en número de mártires, cifra que se incrementó durante el gobierno de Jair Bolsonaro.

La mayoría de las oficinas encargadas de la protección de la Amazonía y de sus habitantes originarios fueron desactivadas o debilitadas

Tierra Indígena Uru-Eu-Wau-Wau es una enorme reserva indígena de un millón ochocientas mil hectáreas, lo que constituye la reserva más preservada y más grande en la selva amazónica del estado de Rondonia. Allí confluyen los Uru-Eu-Wau-Wau y otros pueblos, además de comunidades en situación de aislamiento voluntario. Y fue allí donde asesinaron a un joven de 33 años, Ari Uru-Eu-Wau-Wau, por el solo hecho de ser uno de los animadores más visibles del Equipo de Vigilancia Indígena que seguía y denunciaba la acción de los invasores en la reserva.

El hecho ocurrió en 2020, en el contexto de las políticas de apertura a la colonización de la Amazonía promovidas por el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. La mayoría de las oficinas encargadas de la protección de la Amazonía y de sus habitantes originarios fueron desactivadas o debilitadas, mientras que la policía y el resto de autoridades fueron orientadas a otras actividades, lo que conllevó una invasión brutal de buscadores de oro, taladores de madera y colonos sin ninguna noción del uso adecuado de ese ecosistema, y dejó en manos de los propios pueblos la defensa y protección de sus territorios. “Ari era un defensor de la Tierra Indígena. Monitoreó su tierra a través de la tecnología, usando drones. Era un guerrero, un líder, una persona importante para nuestro pueblo”, declararon jóvenes que trabajaban con él.

Hasta el día de hoy no se ha avanzado gran cosa en la investigación de su asesinato, lo que constituye un reclamo importante del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau.

México: Es el tercer país con mayor número de asesinados en el mundo.

En las comunidades de Guerrero Grande, Mier y Terán, y Ndoyonoyuji, en Oaxaca, los comuneros Marcos Quiroz Riaño, Miguel Bautista Avendaño, Donato Bautista Avendaño, Mayolo Quiroz Barrios y la activista ambientalista Irma Galindo Barrios desaparecieron y hasta el día de hoy no se tiene noticia de ellos. Los cuatro primeros, indígenas de la región de San Esteban Atatlahuca, desaparecieron el día 23 de octubre de 2021, y de Irma Galindo se tuvo la última noticia el 27 de octubre de ese mismo año, estando en Ciudad de México, a donde había acudido para solicitar medidas de protección para la comunidad.

Los comuneros habían sufrido incendios, violencia y desplazamiento a manos de grupos armados, en un largo litigio contra taladores ilegales que, todo parece indicar, tienen fuertes relaciones con la presidencia municipal de San Esteban Atatlahuca. Esto es algo frecuente en México, donde buena parte de los atentados nacen en las instancias de gobierno local e incluso estatal, aliados de las mafias. La tala indebida y clandestina en el bosque de San Esteban Atatlahuca que ha sido motivo de disputa de los indígenas con los invasores, y contra lo que lucharon Irma Galindo, Marcos Quiroz, Miguel Bautista, Donato Bautista y Mayolo Quiroz, continúa aún. Y los desaparecidos siguen desaparecidos, convertidos en expedientes de búsqueda oficial interminable.

Honduras: El caso de Honduras es relevante porque tiene la tasa más alta per cápita de defensores ambientales asesinados.

Los garífunas son campesinos descendientes de indígenas caribe y esclavos africanos. Fue entre ellos que destacó la figura de Ricardo Arnaúl Montero, miembro del Comité de Defensa de la Tierra de la comunidad garífuna Triunfo de la Cruz, localizada en el litoral atlántico de Honduras. El domingo 28 de enero de 2023, en las inmediaciones del área protegida de Punta Izopo en Tela, Atlántida, se halló su cadáver.

Existe un gran proyecto de urbanización para personas muy solventes en la costa atlántica, con importantes capitales comprometidos, que tiene como objetivo desarrollarse en un territorio que ha sido reconocido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como territorio garífuna, con derechos ancestrales.

Esos capitales actúan en concordancia con las autoridades locales e incluso un patronato, que tras el fallecimiento de Ricardo Arnaúl Montero se esmeraron en evitar una autopsia –lo que lograron– e hicieron correr el rumor del ahogamiento del dirigente garífuna.

Casi al mismo tiempo que el asesinato de Ricardo Arnaúl Montero, en ese primer trimestre de 2023, fueron asesinados Jairo Bonilla y Aly Domínguez, Omar Cruz Tomé, Andy Martínez, Hipólito Rivas y su hijo Javier Rivas, y Emerson Martínez. En un país concesionado en la mayor parte para actividades mineras o hidroeléctricas, con contratos difíciles de resolver por la protección de las instancias internacionales, tipo CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones), que los atan, la lucha de su pueblo va a continuar en condiciones difíciles a pesar de los esfuerzos del gobierno actual.

Perú: El incremento de asesinatos de defensores ambientales en este país en los dos últimos años lo sitúa entre los de mayor índice de criminalidad de este tipo a nivel mundial.

La Amazonía peruana es objeto de saqueo y destrucción a manos de taladores de madera, de mineros ilegales y de cocaleros. Además de plantíos destructores para la agroindustria y la masiva invasión de pequeños agricultores que huyen de la pobreza de la Sierra. La planta de la coca, mal utilizada para la fabricación de cocaína, ha extendido su cultivo a grandes extensiones del territorio amazónico peruano. En la región Ucayali, limítrofe con Brasil, ha originado también la penetración de bandas de ese país.

La Amazonía peruana es objeto de saqueo y destrucción a manos de taladores de madera, de mineros ilegales y de cocaleros

Fue debido a la labor de defensa de su territorio ante la llegada de cocaleros que asesinaron al comunero indígena de la nación Kakataibo, Benjamín Flores Ríos, en diciembre de 2023. Flores Ríos fue integrante de la guardia indígena Kakataibo, a la que asesoraba, y había recibido amenazas de muerte, sobre lo que había avisado a unas autoridades que no hicieron nada para protegerlo. La Federación Nativa de Comunidades Kakataibo culpó al Estado peruano por no haber implementado protección efectiva para salvaguardar a los defensores amenazados. Más aún, agentes de la fiscalía trataron de negar el asesinato, atribuyendo la muerte a una picadura de serpiente, algo que la necropsia se encargó de desmentir ante la evidencia de contusiones severas en la cabeza.

La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), que agrupa a todas las naciones amazónicas del Perú, afirma que ya son 33 los líderes asesinados por proteger sus territorios durante los últimos diez años.

Venezuela: Merece destacarse por el negacionismo de las autoridades ante la destrucción del entorno, que es, más bien, parte de la intensiva política extractivista a la que no se renuncia. Y es, por ello, donde se da la principal autodefensa por la vida.

La nación Piaroa, que se autodenomina Uwottüja, es una de las etnias amazónicas afectadas por la actividad minera en el territorio asignado a lo que el gobierno llama el Arco Minero del Orinoco. Virgilio Trujillo Arana era coordinador de los Guardianes Territoriales Uwottüja del municipio Autana, hasta que fue asesinado el 30 de junio de 2022 en la misma capital del Estado Amazonas, Puerto Ayacucho. Le dispararon a la cara.

Merece destacarse por el negacionismo de las autoridades venezolanas ante la destrucción del entorno

La Guardia Indígena Territorial fue creada por los Piaroas para la defensa de su territorio ante el avance de la actividad minera. Esta se encuentra parcialmente en manos de empresas legales, pero en su mayor parte se trata de actividades informales sin mayor control, donde se encuentran involucrados militares y también disidentes de las FARC y el ELN colombianas. La convivencia, con dosis de tensión, entre todos estos actores es visible, y constituye estructuras criminales que disputan el territorio. Al lado de ellos actúan impunemente grupos armados irregulares que viven del sicariato y actividades similares.

El asesinato de Virgilio Trujillo conmovió a la opinión pública y obligó a las autoridades a iniciar investigaciones que, luego de dos años, aún no arrojan resultado alguno. Pero este homicidio es el lado visible de una secuela de asesinatos de indígenas Piaroa, Pemón, Warao, Jivi, Wayúu y Añu, en medio de una dinámica de depredación y destrucción del territorio cada vez más indetenible, y que ha puesto en peligro su existencia colectiva.

El Acuerdo de Escazú

El récord de defensores ambientales asesinados en América Latina ha llevado a la redacción del Acuerdo de Escazú, el mismo que no ha querido ser ratificado por varios países, a pesar de –o precisamente por causa de– promover la participación y protección obligatoria de las poblaciones indígenas y otras afectadas por actividades extractivas diversas en sus territorios, obligando a la información clara y pertinente, e incluso a otorgar mecanismos de apoyo y protección, incluyendo defensa legal. Este acuerdo es único en el mundo, pero los sectores conservadores de varios países lo han rechazado con campañas de desinformación que han impedido su ratificación por todos.

El Acuerdo de Escazú fue firmado por 24 países, pero solo 15 lo ratificaron hasta la fecha. Fue la primera medida del presidente Boric en Chile, y entre las primeras que asumió el presidente Petro en Colombia. En Brasil, el presidente Lula ya está negociando en el Congreso su ratificación. Faltan este último país y Costa Rica, Dominica, Guatemala, Haití, Jamaica, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Una dictadura global

La ofensiva productivista de las multinacionales, iniciada desde hace algunas décadas a nivel global, se enfrenta a la resistencia valerosa, en los lugares en que interviene para saquear, de grupos decididos a cuidar sus fuentes de vida. Estos se encuentran dispersos...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

David Roca Basadre

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí