Querida suscriptora, querido suscriptor: 

Han sido años de ver cómo nuestra sociedad se iba pudriendo sin poder hacer nada para evitarlo. Los discursos de odio comenzaron con la ultraderecha señalando lo que llamaban chiringuitos y el resto llamábamos asociaciones de mujeres maltratadas, asociaciones LGTBI o centros de acogida para menores inmigrantes. Cuando señalaron a sus enemigos comenzaron a criminalizarlos, habitualmente difundiendo falsedades. Cuando los bulos ya no eran suficientes para alimentar a la bestia, comenzaron a mezclar las mentiras con las amenazas. El caso de Mocejón, en el que un chico del pueblo fue tristemente apuñalado por otro chico del pueblo encapuchado fue el ejemplo perfecto de ante qué estamos. Mientras la policía investigaba lo sucedido, cientos de activistas del odio comenzaban a difundir que el autor era de origen magrebí, alguien señalaba una mezquita cercana y muchos llamaban a salir a las calles para linchar a los extranjeros. Era todo falso. Una mentira más y una semilla más sembrada a la espera de que el odio acabe germinando en forma de persecución en la calle contra los más desprotegidos. Los activistas del odio no están solos. Políticos y medios amplifican sus mensajes mientras miramos aturdidos cómo lo peor de cada casa enfanga la convivencia.

En CTXT hemos decidido activar el botón nuclear –no es el mejor momento para utilizar este símil, ya lo sé– de las dos patas de nuestro lema. Contexto y Acción. Toca acción. Después de mucho debate interno decidimos que había que decir basta a todo esto. Había que dejar de quejarse y defenderse para pasar a atacar. ¿Cómo? Haciendo que se activen de una vez por todas los mecanismos legales que nadie activa frente a quienes traspasan la línea de la legalidad mediante amenazas y señalamientos contra los colectivos más vulnerables. ¿Cómo? Poniendo en marcha una plataforma llamada Acción Contra el Odio en la cual, juristas de gran prestigio, periodistas y amigos de la revista nos juntemos para ejercer un papel que creemos que es fundamental. Quizá no podamos frenar el brote de odio y bulos, pero sí podemos intentar frenar su impunidad organizándonos. Entonces fue cuando decidimos hacer pública la idea y pedir, como siempre hacemos quienes no tenemos detrás una máquina de fabricar billetes, ayuda. Y la ayuda está llegando. En el momento de escribir esta carta, el objetivo económico marcado para poder hacer frente al coste de bufetes de abogados, cobertura y seguimiento periodístico o fianzas para poner querellas ya ha superado el 50%. La buena gente, una vez más, ha respondido.

Les cuento en primicia las últimas novedades, que para eso me han encargado escribirles esta carta. Viendo la buena acogida y en previsión de que logremos poner en marcha esta herramienta, ya nos estamos moviendo. Los juristas cercanos a la revista, tipos muy listos, casi todos con gafas y a los que les confiaría mi vida, ya han detectado varios casos de evidentes delitos de ultraderechistas contra colectivos vulnerables. Al tiempo que trabajan en ello, en un plano más organizativo se ha decidido que el caudal de apoyo recibido debe transformarse en algo que vaya mucho más allá de CTXT, en algo abierto. Acción Contra el Odio será registrada como Asociación en el Ministerio de Interior con la idea de que personas o colectivos interesados puedan sumarse a su acción, que no es otra que la de perseguir judicialmente a quienes persiguen a los más débiles. Accionar esos mecanismos que normalmente no se accionan. De momento todo son reuniones dándole forma a esto. En la última, entramos en contacto con diferentes bufetes de abogados dispuestos a dar esta batalla. Abogados Ateos, los llama el director de CTXT, que ha insistido mucho en que meta este chascarrillo en la carta.

Seguimos organizando y seguimos dando pasos que les iremos contando en la medida que no afecten a los procesos que Acción Contra el Odio ponga en marcha. Sé que el tono de esta carta no es el de siempre, que hay poca risa y demasiada seriedad, pero creemos que el asunto lo merece. Vamos a emprender un camino que no será fácil ni agradable pero que es necesario. Esperamos que nos podáis acompañar. A nivel económico el objetivo va muy bien, pero falta mucho. Como siempre, si puedes ayudar, sería un gran empujón para que esta plataforma se ponga en marcha con la solidez que la aventura necesita. Si no puedes hacerlo económicamente, la difusión es una gran ayuda. Siempre hay un amigo de un amigo que puede estar dispuesto a aportar para dar una batalla necesaria, para que quienes siembran odio y acoso contra los más débiles no lo hagan, como hasta ahora, desde la absoluta impunidad. Una vez más, gracias por estar ahí. Seguimos.