Casi 80 años después, la cinta que todo el mundo creía destruida apareció. Se encontró emparedada en la antigua casa del alcalde de Priego de Córdoba, amigo íntimo de Niceto Alcalá-Zamora, el que fuera presidente de la Segunda República. El hallazgo de la película grabada a partir del 14 de abril de 1931, el día de la proclamación del nuevo régimen, permitió ver como pocas veces antes a eminentes políticos que pronto jugarían un papel determinante en el devenir del país acompañados de cientos de ciudadanos celebrando el derrocamiento de la monarquía.

Ahora, el dibujante de cómics Claudio Stassi utiliza este curioso pasaje en su nueva obra República (Plantea Cómic, 2024), ambientada en la posguerra andaluza, y en la que aborda la represión ejercida por la dictadura contra los maquis, los últimos guerrilleros resistentes al franquismo, para quienes la guerra todavía no había terminado. Se trata de la primera publicación del dibujante italiano asentado en España basada en hechos reales, tras adaptaciones de La ciudad de los prodigios, Nada o Los pacientes del doctor García.

Precisamente, fue esta última obra de Almudena Grandes la que hizo que el autor se imbuyera de lleno en la realidad española del siglo XX. “De repente, un día vi en el periódico que en un pueblecito de Córdoba habían encontrado una especie de cápsula del tiempo con un tesoro dentro. Inmediatamente me vino la idea a la cabeza, y así nacieron Manolo, Isabel e Inés, algunos de los personajes de la novela gráfica”, cuenta.

Stassi ha dibujado este cómic con un mantra político: “Solo podemos hacer que el futuro sea mejor si conocemos el pasado. Si no lo hacemos, la derecha y extrema derecha se cebarán de nuestra ignorancia para volver a hacer lo que hicieron hace décadas”. Por eso, a través de su lenguaje, el dibujo, ha intentado acercarse a las nuevas generaciones con esta historia ficcionada basada en tantas otras reales. “Hace poco vi que en una cuneta encontraron varios cadáveres. Uno era de un niño que apareció con un lápiz y una goma de borrar. ¿Por qué no tuvo este pequeño la oportunidad de convertirse en un gran dibujante?”, se pregunta Stassi.

Stassi ha dibujado este cómic con un mantra político

Ese niño del que habla podría haber sido Manolo, el protagonista de la trama central en República. De hecho, es él quien reproduce la cinta en la que aparece Niceto Alcalá-Zamora, titulada “El amanecer de una nueva era en España”. El film de 22 minutos, grabado por la Fox Movietone, noticiero transmitido en Estados Unidos desde 1928 hasta 1963, está disponible en Youtube después de que la Filmoteca Española lo restaurara hace unos años.

Una película envuelta en papel y bien escondida

Paco Durán ha sido 26 años el director del Patronato Niceto Alcalá-Zamora, constituido en 1993 en Priego de Córdoba, localidad natal del político republicano. Para entonces, la casa del que fue su último alcalde elegido democráticamente antes de la sublevación de 1936, Francisco Adame, ya había sido donada al Consistorio. “Yo conocí al nieto de Adame y no paraba de repetirme que su padre le decía que escondía una película sobre la Segunda República, pero no sabía dónde estaba guardada”, introduce el mismo Durán.

Primero apareció en 2003 una cinta de la Fox Movietone de unos tres minutos y medio que narraba los viajes de Alcalá-Zamora y su presencia en diversos actos a lo largo de 1933. “Nos impactó mucho porque escuchamos la voz del político al natural por primera vez. Se le escuchaba hablando con su acento andaluz, sin ese falsete que todos utilizaban en sus discursos. Le veíamos dirigiéndose a las personas de tú a tú”, rememora el antiguo director del Patronato.

A pesar de la buena noticia, el nieto de Adame mantuvo que esa no era la película de la que le habían hablado. Así llegaron a 2009, cuando empezó el derribo de la casa del alcalde. “En el terrado, en la última planta, encontramos una especie de zulo en la pared, y ahí vimos una lata de película envuelta en papel y muy bien escondida”, describe Durán.

Pasarla a digital fue toda una proeza, pero lo consiguieron. Desde 1931 que se creó, el paso del tiempo había hecho estragos en la película de nitrato de 35 milímetros. “Cuando pudimos visionarla nos dimos cuenta de la maravilla que habíamos encontrado. Estaba Victoria Kent, Fernando de los Ríos, Indalecio Prieto y Niceto Alcalá-Zamora, entre otros, dirigiéndose a las masas”, enfatiza el especialista de Priego de Córdoba.

De la proclamación republicana a la presentación el nuevo himno

A lo largo de la cinta, las imágenes se suceden. Primero, la Puerta del Sol aquel mismo 14 de abril de 1931, donde “la muchedumbre en delirio, pero pacífica, aclama la República”, según el texto que introduce el vídeo original. Después, la Fox Movietone inmortalizó a Alcalá-Zamora dirigiéndose al pueblo, ya como presidente del Gobierno Provisional.

El film abarca hasta junio de aquel año. La película también menciona el regreso del destierro del “célebre aviador Ramón Franco”, hermano del dictador Francisco Franco, que en aquel momento fue “llevado en triunfo por sus colegas”. La grabación testimonia “la fiesta del 1º de mayo en la villa de Madrid republicana. Después de un desfile monstruo por las calles de la capital, la muchedumbre invade el antiguo parque real”.

La película también menciona el regreso del destierro del “célebre aviador Ramón Franco”, hermano del dictador

Asimismo, también recoge la llegada de Kent a las instituciones. Así lo expresaron: “Una gran victoria del feminismo en España. Los presos no podrán menos de bendecir al nuevo régimen, que pone a la señorita Victoria Kent al frente de las cárceles españolas”.

En aquellos meses, se declararon como bienes nacionales aquellos que hasta entonces habían pertenecido a la Corona. La Fox Movietone estuvo presente en la “ceremonia de la entrega del que fue parque real a la villa de Madrid, en presencia del señor Prieto, ministro de Hacienda, y del nuevo alcalde, el señor Rico, y del teniente Galán”. Era el 6 de mayo de 1931 y, desde entonces, la Casa de Campo pasaba a ser del pueblo.

El vídeo grabado para el noticiario estadounidense no pasó por alto los primeros altercados que golpearon la capital. Así lo anunciaron: “El estado de sitio ha sido proclamado en Madrid. Para hacer frente a la violencia del movimiento anticlerical, soldados y coches blindados se instalan delante de las iglesias y conventos de la capital”. Más tarde y en una nueva escena aparece Salvador de Madariaga, nuevo embajador español en Washington, quien declaró que se esforzaría “en consolidar la amistad hispanoamericana”.

Por último, el pequeño documental testimonia el “nuevo himno republicano”, presentado en la Plaza Monumental de Madrid, donde “30.000 personas aplauden el himno ‘14 de abril’, compuesto y dirigido por la señorita Adela Anaya, con la letra de su hermano don Francisco”.

Alcalá-Zamora y la tercera vía que nunca consiguió

Durán habla orgulloso de este pequeño pasaje histórico que sitúa todavía más a Priego de Córdoba en el mapa: “Todas estas imágenes estaban guardadas en una caja metálica, con el título del documental en la tapa. Seguramente, antes de que Alcalá-Zamora saliera de España, se la entregó al alcalde para evitar que fuera destruida o robada”.

Por otra parte, Ángel Bahamonde, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Carlos III de Madrid, recalca que estas imágenes son cruciales para apreciar el fervor popular que auspició la llegada de la Segunda República, después truncado por el alzamiento militar. “Ahí vemos a Alcalá-Zamora, un hombre de centroderecha que llegó a ser ministro monárquico y acabó presidiendo la Segunda República. Si lo tuviera que definir, en 1931 era un liberal modernista”, recapitula.

Para este historiador, Alcalá-Zamora representó una especie de tercera vía en España, incluso una vez iniciada la Guerra Civil. “Siempre quiso consolidar un partido de centro que, de una forma u otra, integrara a los católicos más avanzados en el régimen republicano, pero no lo consiguió”, comenta el docente universitario. Tras conocer los resultados de las elecciones de febrero de 1936, Alcalá-Zamora se apartó del Gobierno.

La sublevación militar del 18 de julio le sorprendió en un viaje por Noruega, y decidió no retornar a España y fijar su residencia en Francia, donde le sorprendió la Segunda Guerra Mundial. Un viaje transatlántico de 41 días le llevó a Argentina, en enero de 1942. Siete años después, el 18 de febrero, murió en Buenos Aires. Todavía quedaban seis décadas para que en Priego de Córdoba encontraran la cinta que dejó a buen recaudo a su amigo Francisco Adame.