La asociación Acción Contra el Odio (ACO) ha denunciado ante la Fiscalía de Madrid la filtración –publicada como “primicia” por el diario ultraderechista OKDiario– de los vídeos y actas de las declaraciones de Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá ante el juez Adolfo Carretero. La intención, explica el departamento jurídico de ACO, es poner a la Justicia ante el espejo de su constante doble rasero: “Mientras el Tribunal Supremo persigue al fiscal general, acusado de filtrar el correo electrónico de un defraudador confeso para corregir una noticia falsa, los chiringuitos de extrema derecha publican filtraciones que atentan contra la intimidad de presuntas víctimas de abusos o malos tratos, y lo hacen desde la más absoluta impunidad y dejadez por parte de la Justicia”. 

Acción Contra el Odio, surgida a finales de 2024 gracias a miles de donaciones realizadas por ciudadanos cansados de la impunidad de los bulos y la desinformación, pretende con esta denuncia contribuir al debate público en torno a la relación entre la justicia española y los medios de comunicación. Mientras en el caso del fiscal general se emplean todos los medios habidos y por haber, en lo que parece más una actuación política que judicial, en la mayoría de los casos, y las imágenes del juicio entre Errejón y Mouliaá son solo un ejemplo, las filtraciones no parecen ser un problema. En el colmo de la desvergüenza, en las últimas horas hemos visto cómo medios de comunicación y periodistas que se rasgan las vestiduras por el gravísimo problema democrático que supone la filtración que afecta a la pareja de la presidenta madrileña, compartían alegremente esta otra filtración.

Desde ACO se pide a la ciudadanía que esta denuncia, enmarcada en lo que los juristas llaman litigio estratégico, tenga la mayor repercusión pública posible. Si se archivara, explican desde la dirección jurídica de Acción Contra el Odio, el mensaje será claro: la Fiscalía no quiere o no puede abordar los vicios que sufre sistemáticamente la justicia española. Más allá de pretender mostrar el doble rasero de la justicia, señalan las mismas fuentes, esta filtración en concreto demuestra la vulnerabilidad de las mujeres frente a una justicia patriarcal. “El mensaje que reciben es brutal. Si denuncias, tanto tus imágenes como los hechos que afectaron a tu intimidad pueden quedar al descubierto y ser objeto de entretenimiento público. Está en juego la confianza de las mujeres agredidas o violentadas en el sistema judicial”. 

La actuación del juez ha generado cientos de quejas ante el Consejo General del Poder Judicial que han llevado al órgano de gobierno de la judicatura a abrir una investigación a Adolfo Carretero. “El interrogatorio del juez Carretero fue infame”, valora el servicio jurídico de ACO. “Dañino para la víctima, sobre todo, aunque se permitió críticas políticas a Errejón. La investigación al juez es pertinente. Pero ACO lo que denuncia es que se filtren las imágenes de una mujer denunciante de violencia y la declaración integra sobre su vida sexual. Ambas cosas tienen en común que desincentivan las denuncias de este tipo de delitos, pero la esencia entre ellas es diferente”.