1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Reportaje / Después de las revueltas

La "vergüenza" de la sociedad egipcia

A. A. S El Cairo , 12/02/2015

Activistas feministas del Movimiento Juvenil 6 de Abril reparten medicinas en Boulaq, uno de los barrios más deprimidos de El Cairo.
Activistas feministas del Movimiento Juvenil 6 de Abril reparten medicinas en Boulaq, uno de los barrios más deprimidos de El Cairo. Ed Ou

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

En una colina a las afueras de El Cairo se hacinan entre ruinas alrededor de un millón de personas. Algunas familias de cinco o seis miembros viven en casas de poco más de 90 metros cuadrados con un gran vertedero que acumula kilos y kilos de basura como pasaje de fondo. Los niños, descalzos y harapientos, juegan por la zona con lo primero que encuentran. El polvo y el humo provocado por la combustión de los residuos apenas deja ver a lo lejos y el olor a putrefacción no permite casi respirar. Es la república independiente de Manshyat Nasser, un barrio que recuerda a otros cientos al norte y al sur, al este y al oeste de la gran urbe. Es el vivo reflejo de que nada ha cambiado para la mayoría de egipcios tras la revuelta de 2011.

Al acercarse al centro de la ciudad las calles se ensanchan pero en el suelo, ya pavimentado, la pobreza no deja de ser evidente. Mujeres que venden pañuelos de papel con sus bebés en brazos o niños como Gamal, que venden todo tipo de artilugios por las zonas más transitadas de la ciudad, son la evidencia de que la justicia social solo ha existido en el imaginario colectivo.

Menudo y aparentemente vulnerable, Gamal agacha la cabeza y corre detrás de cualquiera que repare en su presencia. Con un montón de cuadros en la mano y otros tantos en la bolsa que cuelga de su hombro, mira sin mediar palabra. Cualquier precio es bienvenido y si se le da la espalda y se sigue caminando insistirá y seguirá al visitante unos metros más allá. Con 12 años es un experto vendedor y maneja perfectamente el marketing: vuelve a mirar y señala sus pies descalzos entre la mugre que cubre las calles de El Cairo para lograr vender  uno de esos cuadros que proclaman en letras de colores la grandeza de Dios.

Gana unas 15 libras egipcias diarias (casi 2 euros), que de madrugada lleva de vuelta a casa, a una hora de camino entre metro, microbús y toc toc (una moto con tres ruedas que hace las veces de taxi). Allí, en Abu El Numros, le espera su madre, que sufre una enfermedad estomacal. El dinero que le lleva su hijo es básico para su subsistencia, y "gracias a Dios" puede disponer de él. "No tengo otro remedio. Ojalá no tuviese que enviar a mis hijos a trabajar pero no nos queda otra. Llevamos toda la vida así. Desde la revolución no ha cambiado nada. Todo ha ido a peor. Ahora, la bombona de butano cuesta 50 libras, 50 la carne, el pollo 17 y medio, las medicinas más de 200… No podemos, de verdad que no podemos".

Gran parte de su gasto va destinado a comida, lo que les hace especialmente vulnerables a la inflación, que ha crecido alrededor del 10% anual en los últimos cuatro años con aumentos que han alcanzado el 18% (2013) en productos alimenticios, según la agencia nacional de estadística CAPMAS. Las consecuencias son catastróficas: un 88,9% de hogares calificados como "vulnerables" no llega a cubrir sus gastos mensuales básicos, según el Programa Mundial de Alimentos, que alerta de que más de 13 millones y medio de personas sufren inseguridad alimentaria en el país.

Evidentemente, cuando "no hay" se recorta en los productos más caros, de manera que varios días a la semana en casa de Gamal se comen "lentejas o ful (habas) o nada". Su hermano mayor, Nasser, tiene 17 años y vende vasos de cristal en el mercado central de Ataba. Por cada caja que vende saca 10 libras de ganancia (algo más de un euro) y al día no acumula mucho más que Gamal. Su hermana Hayat, de 15 años, se va a casar "gracias a Dios" y dejará de suponer una carga familiar.

"Ya ves cómo vivimos: dormimos todos aquí [explica señalando una de las dos habitaciones de la casa que tiene exclusivamente cuatro colchones y una vieja y pequeña televisión]. Lo único que tenemos es una cocina de gas y esto. No tenemos lavadora, ni platos ni cubiertos, ni ducha… A mucha gente le puede dar asco porque huele mal pero es lo que Dios nos ha dado".

"La revolución fue una crisis para los pobres que todavía perdura y que cada vez se hace más dura", explica Rim Abdelhalim, investigadora de la ONG Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR). "Cerraron muchas fábricas, ha crecido el desempleo, se han recortado los subsidios y los servicios públicos se han deteriorado muchísimo".

Después de varias tentativas con Mursi (que mantuvo diversas rondas de negociación con el FMI para tomar medidas de austeridad), el Gobierno de Abdelfatah el Sisi decidió recortar el pasado junio las subvenciones que hasta ahora mantenían artificialmente el combustible y el pan a precios asequibles para el grueso de la población, lo que ha supuesto durante años más del 20% del gasto presupuestario del Estado y ha disparado el déficit hasta el 12% (2013).

Sin embargo, esta medida no fue acompañada de medidas de protección complementarias para los más vulnerables o de la necesaria reforma de todo el sistema, en opinión de muchos economistas, que mantiene al 79% de los egipcios con cartillas de racionamiento, mientras gente necesitada no tiene acceso a ellas. "La gente pedía justicia social y, bajo el nombre de la justicia social, lo que han hecho es recortar los subsidios para resolver el problema del déficit pero estas medidas de austeridad están suponiendo aún más carga para los pobres, que actualmente están sufriendo el doble".

Abdelhalim recuerda los tres elementos que mantenían la cohesión social antes de la revolución: los subsidios del Estado, la economía informal (que representa de un 40% a un 70% del PIB) y el sistema de beneficencia de los Hermanos Musulmanes. Ahora, solo la economía informal resiste, ya que en 2013 se lanzó una campaña de persecución de miembros, fundaciones y fondos de los Hermanos Musulmanes y "el Gobierno puso bajo su control todas sus mezquitas y organizaciones caritativas por la preocupación de que los fondos fueran a parar a la financiación del terrorismo".

Hoy en día, más del 26% de la población (21 millones de personas) vive bajo el umbral de la pobreza (fijada en 8,5 libras egipcias, poco más de un euro al día, CAMPAS, 2013) y, aunque no hay datos oficiales, se calcula que hay decenas de miles de "niños de la calle" que se enfrentan a la criminalización de unas circunstancias que no han elegido: "Ya he estado dos veces en la cárcel. La policía me detiene y me encierra por vender en la calle", cuenta Gamal mientras su madre se apresura a explicar el porqué: "Por supuesto, los extranjeros no pueden ver niños en la calle así. Nosotros somos lo más feo, la vergüenza de la sociedad y no podemos estar a la vista. Cuando le encierran le tengo que ir a buscar y la última vez no le dejaron salir en diez días. Nunca sé si va a volver o no. La policía quiere mantener las calles bonitas para el turismo pero, ¿dónde está el dinero del turismo?".

Egipto arrastra las consecuencias de un panorama económico desolador desde 2011: la drástica caída en la inversión y los ingresos extranjeros proporcionados por el turismo, la devaluación de la libra egipcia, una caída del 3% en el crecimiento y un descenso del 60% en las reservas de divisas del primer importador de trigo del mundo. Sin embargo, las previsiones que hace el FMI para los próximos años son optimistas. Prevé un crecimiento del PIB del 3,8% para 2015 que podría llegar al 4% en 2017.

Pero crecimiento económico y llegada de inversiones no siempre son sinónimos de reducción de la pobreza. Durante los últimos años gobernados por Mubarak (6.2% de crecimiento medio anual entre 2005 y 2010) la malnutrición creció un 15,2%. "Es el sistema el que crea pobreza. Si no hay un sueldo mínimo y digno, si no tienes seguridad social, si no tienes educación, si no hay un sistema equitativo de impuestos, ni facilidades para las medianas y pequeñas empresas y, sobre todo, si no se intenta atajar la corrupción, estas creando pobreza todos los días", señala Reem Abdelhalim.

Las ONG denuncian corrupción en todos los rincones del sistema: en el Gobierno, en la judicatura, en la sanidad o en la educación, lo que afecta especialmente a los más vulnerables, como la familia de Gamal. "Tenemos que pagar 50 libras al mes por cada asignatura del colegio para que el profesor le dé las clases particulares que le permitan aprobar. Al final son 200 libras mensuales y, si no, no pasa de curso". La pobreza y la exclusión se larva en los barrios pero se asienta en las escuelas, según explica Walid Sheriff, de la ONG Nebny. "Los niños llegan a nuestro centro con 11 y 12 años sin saber leer ni escribir, pero pasan de curso todos los años".

Nebny, que significa "construimos", nació en la plaza Tahrir al calor de la revolución, donde varios jóvenes que se conocieron durante las protestas decidieron que había que empezar a hacer algo. Se plantaron en una montaña de escombros de Manshyat Nasser, lo limpiaron y alzaron un modesto centro que ayuda al desarrollo de los negocios locales y a la educación de los niños del barrio.

"Antes de la revolución nadie hablaba sobre lo que pasaba en barrios como este. Ahora no habla casi nadie pero, de algún modo, han salido de la invisibilidad total", dice Sheriff.

"Lo mejor de la revolución es que sacó todo a la luz y despertó a parte de la sociedad", reflexiona Abdelhalim. "Los jóvenes son más activos socialmente ahora que antes pero con objetivos menos ambiciosos. No esperan que nada cambie a gran escala pero tratan de mejorar sus barrios o sus comunidades. Ya no creen en un gran sueño. Tienen miedo y simplemente esperan".

Casi 800 niños van todos los viernes y sábados a las modestas instalaciones de Nebny. "No solo tenemos clases de ciencia o idiomas. También impartimos asignaturas como ética y realmente funciona. Estos niños han sido educados de forma violenta y todo lo intentan resolver de la misma manera. Es lo que han visto en su casa y en el barrio. Así que les planteamos una situación imaginaria, por ejemplo, que alguien ha mentido, y les dejamos que interactúen hasta que se den cuenta de que la reacción no tiene que ser violenta", explica Muhammad Reefat.

Además, ayudan a los trabajadores como Muhammad Abdallah a desarrollar sus negocios. Abdallah fabricaba joyas y objetos de decoración que después le compraban los vendedores del turístico mercado de Khan el Khalili. Pero la caída de turistas llevó a la ruina a unos y a otros. Nebny ha ayudado a este hombre "a mejorar la producción, a crear nuevos productos con diseños más modernos y llamativos, y a buscar nuevos mercados, que han permitido un rápido crecimiento de la producción, de los trabajadores y de las ganancias, cuando creía que tendría que cerrar por la falta de turistas", explica Ahmed Reefat.

Las ONG, tanto locales como internacionales, juegan un papel esencial en la sociedad egipcia. Hay más de 45.000 registradas por todo el país y son las que "llenan el hueco que ni sabe ni quiere llenar el Gobierno", según Reefat. Hacen las veces de sistema de educación, sanidad, concienciación, denuncia de la corrupción y otras prácticas abusivas, defensa de los derechos humanos interlocución con el Gobierno… "No puedo imaginar este país sin ONG. Sería catastrófico. Implicaría que solo escucharíamos una voz", dice Abdelhalim. "Pero ahora no podemos trabajar en buenas condiciones porque la ley que ha sacado el Gobierno hace de nuestro trabajo algo inútil. Como organizaciones de derechos humanos, se supone que vigilamos al poder; no pueden ser ellos los que nos digan lo que tenemos que hacer".

Son las ONG las que denuncian la invisibilidad de millones de personas que viven en barrios marginales. "El Gobierno lleva décadas poniendo la pobreza a la cola cuando es uno de los problemas más urgentes", denuncian. La gente salió a la calle para pedir "pan", para pedir "vida",  y cuatro años después la vida es aún más precaria. ¿Podría volver a repetirse una gran movilización social si no mejora la situación en un plazo razonable? Reem Abdelhalim piensa, se entristece. Al final concluye: "Cuando fracasamos en algo es muy difícil que lo volvamos a intentar. Ahora hay miedo y cansancio, así que solo nos queda esperar".

 

En una colina a las afueras de El Cairo se hacinan entre ruinas alrededor de un millón de personas. Algunas familias de cinco o seis miembros viven en casas de poco más de 90 metros cuadrados con un gran vertedero que acumula kilos y kilos de basura como pasaje de fondo. Los niños, descalzos y harapientos, juegan...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí