Ghanem Sultan Hudaifi Al Qawari no es ningún desconocido en Qatar, al menos en los círculos del poder. Su nombre está, habitualmente, relacionado con el del actual emir de Qatar, el jeque Tamim Ben Hamad Al Thani, quien sucedió en junio de 2013 a su padre, el jeque Hamad Ben Thani.

Al Qawari es un alto dignatario descendiente de una notable familia de este pequeño país del Golfo que cuenta con dos millones de habitantes, aunque solo el 20% son de origen qatarí. Oficialmente, Ghanem Al Qawari, nacido en 1940, es el actual presidente del consejo de administración de Investment Holding Group, que opera desde mediados de los años setenta en varios sectores (desde alimentación, agricultura y petróleo a tecnología de la información, transporte marítimo o inmobiliaria, entre otras actividades), sacando provecho al enorme índice de crecimiento de la economía del país gracias a sus inagotables recursos naturales, particularmente el gas (es la tercera más grande reserva del mundo).

Antes de lanzarse al mundo de la economía y las finanzas, Al Qawari ocupó varios cargos en el Ministerio del Interior. En 1990 fue nombrado viceministro del Interior y seis años después fue ascendido al grado de General, el primero en la historia del cuerpo de policía en Qatar.

Estaba claro que Al Qawari gozaba de la confianza absoluta de la monarquía, pero el gran cambio en la trayectoria de este hombre discreto ocurrió cuando se cruzó en su camino el intelectual de origen palestino Azmi Bishara, exmiembro de la Knesset [Parlamento] israelí.

Éste ultimo, al que se le atribuye el cargo de consejero del emir Tamim, fue nombrado director del Centro Árabe para los Estudios y las Políticas Estratégicas, con sede en Doha (Qatar). Con Al Qawari, se encargaron de sentar las bases de la nueva estrategia de comunicación del reino. La tarea consiste, ante todo, en lanzar y financiar nuevos proyectos (audiovisuales y de periodismo electrónico, así como de prensa escrita) con el fin de promover una nueva imagen de Qatar, seriamente perjudicada por la abierta simpatía del régimen hacia los Hermanos Musulmanes en Egipto, así como por el escándalo ligado a la presunta adquisición en la FIFA del Mundial de Fútbol de 2022-.

El sultán Hudaifi Al Qawari dirige, desde 2013, la Fadaat Media Limited, que ha puesto en marcha un canal de televisión, Al Arabi Al Jadid, con sede en Londres, y un sitio web. A pesar de que se desconoce la naturaleza de los vínculos entre esta emisora y el Estado de Qatar, Al Arabi Al Jadid anhela, según fuentes cercanas al proyecto, ofrecer "una nueva imagen del periodismo árabe y promover las políticas liberales".

La nueva televisión se inspira, en buena medida, en las ideas y conceptos de Azmi Bishara, un hombre con un discurso bastante crítico hacia los Hermanos Musulmanes. Su lanzamiento, según círculos cercanos al empresario, intenta aprovechar el declive de Al Jazeera, cuya credibilidad se vio seriamente dañada a causa de la cobertura de las revueltas árabes y su clara alineación con el islam político tanto en Libia y Túnez como en Egipto. Los datos demuestran que Al Jazeera ha perdido, de forma paulatina, gran parte de su audiencia. [Según la revista Foreign policy, la cadena perdió, entre 2011 y 2013, el 86% de sus espectadores, que pasaron de 43 millones a seis].

El objetivo del nuevo emir, Tamin bin Hamad Al Zani, de 34 años, es hacer hincapié en las nuevas políticas de Qatar y resaltar sus virtudes, preparando el terreno para un nuevo modus operandi en la escena política. El líder trata de forjar su nueva personalidad marcando distancias con el reinado de su padre. Y para lograrlo necesita dotarse de instrumentos que contribuyan a hacer visible este cambio. Invertir en un grupo de comunicación como PRISA, y abrirse paso en un nuevo mercado occidental, servirá, indudablemente, a esos propósitos. Al Qawari será la mano que llevará a cabo esta delicada tarea.