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El Cabezón de Elche, egregio jugador de póquer --del chiribito castizo, no de esa tómbola internauta y mafiosa que es el Texas Holdem-- solía decir una frase críptica antes de mondar a sus rivales: "Si supierais cómo están los caminicos...".
La gramática parda del Cabezón se ajusta como un guante a la delicada situación que está viviendo Pérez, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de ACS a tiempo completo, y jefe del Gobierno in pectore en las horas muertas.
A saber: derrota en Barcelona por 2-1 ante los socios catalanes de la LFP (Liga Florentino Pérez). Derrota por 47 a 33 de su protector y protegido Mariano Rajoy en Andalucía. Derrota de la jefa de prensa de Esperanza Aguirre (más conocida como king-size nipples), imputada en la cada vez más turbia y silenciada Operación Púnica.
Item más: Manuela Carmena amenazando junto a Podemos la cantada victoria de Aguirre, que debe garantizar el pelotazo del Bernabéu y la urbanización del barrio de Tetuán. Y, por si faltaba algo, renovación hasta 2020 del Cholo Simeone y choque de cuartos de final de la Champions ante el Atleti, sus enemigos más acérrimos y odiados, el hombre y el equipo que, a base de trabajo y fútbol --del de verdad--, más han amargado las últimas tardes al "dueño de todo esto".
La vida, en fin, parece sonreír menos de lo que debiera al ingeniero de Caminos, exdelegado de Saneamiento y Medio ambiente del Ayuntamiento de Madrid, exconcejal de Urbanismo y ex director general de Infraestructuras con UCD, además de cofundador, secretario general y candidato del Partido Reformista Democrático en 1986 (la famosa Operación Roca: 194.538 votos, cero escaños).
Pero todo es susceptible de empeorar. Y los próximos meses van a ser cruciales para el destino del prócer blanco, símbolo de la España bipartidista y bipolar, socio de todos y anfitrión de lo mejor de cada casa en el palco de Concha Espina, incluidos los tres galácticos de Miguel Yuste, Caño, Ayuso y Jabois, que no serán la BBC ni falta que les hace.
El gran trauma en curso para Pérez y Bartomeu es que deben afrontar juntos una tragedia sin precedentes: el Gobierno, o quizá Europa, ha decidido acabar --o, en fin, hacer como que acaba-- con el reparto bicéfalo de los derechos de televisión del fútbol, y los dos mayores dopados financieros del orbe se arriesgan a dejar de ser los intocables colosos de Tebas.
Según las cuentas del economista Gay de Liébana, Barça y Madrid (Trampes y Trampas) han cobrado desde la temporada 2006-2007 hasta la presente 1.324 y 1.310 millones de euros del pastel televisivo, mientras sus dos inmediatos perseguidores en la Liga de este año, Valencia y Atleti, se conformaban con 356 y 331. Mil kilos de diferencia. Como dice el Cholo, una pequeña diferencia.
Aunque ya se sabe que Pérez es inasequible al desaliento, y nadie duda de que, al final, entre amenazas de cierres patronales, Semanas Santas de convivencia mariana y llamadas a los teléfonos que cuentan, la tragedia acabará siendo un blindaje por decreto de los privilegios de los dos gigantes para cubrir el peor escenario: una hipotética llegada al poder de los malos más malos, los chicos de Podemos.
De momento, Pérez está moviendo rápido sus activos. El empresario acaba de desinvertir a saco en Iberdrola y ha logrado refinanciar con un consorcio de 50 bancos (¡cincuenta!) unos 2.350 millones de euros de los 3.722 que ACS debía a fines de 2014. Lo siguiente es intentar blindar otro de sus ruinosos negocios con dinero público. Un nuevo caso Castor, si bien más pequeño --quizá sea un hámster--, aparece en el horizonte: tras encajar a toda prisa el regalo de 1.350 millones que le hicieron a medias Zapatero y Rajoy gracias a un decretazo ad personam por la ruina del gas, el hombre que se abrazó con Aznar --brrrr-- en la final de Lisboa acaba de demandar al Estado español porque pretende que sean los españoles quienes cubran el agujero de 428 millones generado en la --otra vez ruinosa-- gestión del AVE a Francia.
Entre derrota y derrota de su depilado equipo, Pérez encuentra tiempo incluso para salir de road show: asesorado por el Royal Bank of Scotland y la BNP, intenta convencer a los bancos y a los fondos buitre para que compren bonos de deuda de ACS, la empresa que según escribió The New York Times en 2012 es el icono "del problema de deuda privada española, mucho más grave que el de la deuda pública".
Por suerte, el panic attack que viven las élites hispanas con la anunciación de Pablo Iglesias --ese provocador que cita a Simeone-- parece haber disminuido un poco con la eclosión de Ciudadanos y Albert Rivera. No hay que olvidar que, pese a lo que digan las apariencias, Pérez fue compañero de viaje de Roca Junyent y hoy lo es de Jaume Roures, ese radical pro-chino, y a través de este y de Bartomeu y Cía está perfectamente conectado con el rancio núcleo de poder del nacionalismo catalán (sector-andorrano-guanyem); con el socialismo posmoderno y limpio de Zapatero, Barroso y Chacón; e incluso, según sospecha el juez, con la Operación Púnica, a través de una extraña empresa de reputación por Internet --sic-- a la que, según la investigación, financiaba en B --la moneda de curso legal en la sede de Cáritas de Génova-- la exjefa de prensa de Aguirre.
La gran trama del bisnes Madrid-Barcelona, el duopolio político-futbolístico-cajero que con mano firme ha conducido a España hacia la fractura social, la Liga más aburrida de Europa y el descrédito internacional, tiene hoy en Ciudadanos a su gran esperanza blanca.
Abandonada toda fe en la capacidad de recuperación de Marciano Rajoy, el Poder real ya está preparado para el cambio de régimen. La consigna es: hagámonos un Gattopardo, no vaya a resultar verdad que lleguen los descamisados chavistas y nos quiten la segunda residencia, la tercera, la cuarta y de propina la caseta del perro del hijo de Zidane.
La dimensión de este cambio histórico se medirá, en buena parte, por la cantidad de capital que salga este año de España y por la cuota de poder y la cadena de influencias que mantenga Pérez en el futuro.
Pero, de momento, el porvenir inmediato del Ser Superior (Butragueño dixit) pasa por el Calderón: el 14 de abril, día de la República.
Y los caminicos vienen regular: tres partidos contra el Atleti esta temporada en el Manzanares. Tres derrotas. 7 goles en contra, cero a favor.
La buena noticia es que la vuelta se juega en el Bernabéu, y el colegiado que envíe Platini siempre podrá descontar diez o doce minutos si la cosa se pone fea...
Dicen en Suiza que la UEFA tiene ya diseñado el cartel del cuarto árbitro: "Hasta que marque Ramos".
El Cabezón de Elche, egregio jugador de póquer --del chiribito castizo, no de esa tómbola internauta y mafiosa que es el Texas Holdem-- solía decir una frase críptica antes de mondar a sus rivales: "Si supierais cómo están los caminicos...".
La gramática parda del Cabezón se ajusta como un...
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Miguel Mora
es director de CTXT. Fue corresponsal de El País en Lisboa, Roma y París. En 2011 fue galardonado con el premio Francisco Cerecedo y con el Livio Zanetti al mejor corresponsal extranjero en Italia. En 2010, obtuvo el premio del Parlamento Europeo al mejor reportaje sobre la integración de las minorías. Es autor de los libros 'La voz de los flamencos' (Siruela 2008) y 'El mejor año de nuestras vidas' (Ediciones B).
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