A las urnas les dijeron, y eso hicieron
Luis Felipe Torrente Madrid , 27/05/2015
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Rebobinemos.
Es domingo. 15 de mayo. Año 2011.
La tarde primaveral de Madrid luce azul. Faltan siete días para renovar 70.000 cargos públicos en los ayuntamientos de toda España y en varias comunidades autónomas.
A las siete de la tarde, con un sol deslumbrante, 20.000 personas enfilan la calle de Alcalá hacia la Puerta del Sol. En cabeza una pancarta dice “Democracia Real Ya: No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. Unos metros más atrás, sobrevolando las cabezas, una tela sujeta con dos palos dice “Revolución por la conciencia”. Y, medio escondido entre las cabezas, un cartelillo improvisado recupera una frase clásica: “Vamos despacio porque vamos lejos”.
Llegan a Sol. Corrillos. Lemas a coro. Policía. Con la noche llega lo habitual: antidisturbios, bronca y dispersión. Pero aquella noche iba a ser distinta.
A espaldas del Oso y el Madroño, un grupo de jóvenes se agrupa alrededor de un megáfono. Deciden instalarse allí, a la intemperie.
Son 40, los 40 de Sol, los iniciadores de una conversación pacífica y honesta, horizontal y constructiva, que cuatro años después, todavía continúa.
El lunes 16, a mediodía, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, acude a un periódico para responder preguntas de los lectores.
-¿Qué le parecen las manifestaciones de ayer en toda España? ¿No le da vergüenza ser una responsable más de la situación crítica del país?
-A mí, los antisistema me parece que debían presentarse a las elecciones.
Esa segunda noche, delante de su despacho, ya conversan mil personas. El martes, diez mil. El viernes, casi 30.000. Una inmensa asamblea ha proliferado bajo las lonas azules.
El domingo 22 se celebra la jornada electoral como estaba previsto. Gana el Partido Popular con una ventaja de dos millones de votos sobre el partido gobernante, el PSOE, y tiñe de azul el mapa municipal y autonómico.
Aparentemente, la acampada de la Puerta del Sol no ha influido en el voto.
O sí. Aquel día, en una multitudinaria asamblea, los “antisistema” a los que se refería Esperanza Aguirre pasan a limpio sus reivindicaciones en su primer texto programático, que incluye los siguientes puntos:
- Atención a los derechos básicos y fundamentales recogidos en la Constitución como son: derecho a una vivienda digna, articulando una reforma de la Ley Hipotecaria para que la entrega de la vivienda en caso de impago cancele la deuda;
- sanidad pública, gratuita y universal;
- regularización de las condiciones laborales y que se vigile su cumplimiento por parte de los poderes del Estado.
- Recuperación de las empresas públicas privatizadas.
“Vamos despacio porque vamos lejos”. Apretemos el fast forward.
Ahora es domingo 24 de mayo de 2015. De nuevo, elecciones municipales y autonómicas en buena parte de España. La batalla de Madrid se presenta igualada.
Por un lado, la soberbia: Esperanza Aguirre, abuela mediática y abanderada de lo que denomina liberalismo conservador. Casi toda la vida en cargos públicos. Se presenta convencida de que no tiene rival. Madrid es suyo desde hace muchos años. Como programa electoral, un folio de diez puntos.
Por otro lado, la humildad: Manuela Carmena, abuela discreta, ciclista, juez jubilada con una intachable hoja de servicio público y un programa electoral de 71 páginas elaborado por la ciudadanía a través de una plataforma colaborativa.
La campaña de Aguirre es de corte clásico. Mucho dinero para banderolas, folletos, carteles, chapitas, anuncios… Debates televisivos a la carta en una televisión pública sumisa, actos para la galería y frases claritas y contundentes contra su adversaria.
La campaña de Carmena es singular, muy singular, rara, única. Sin dinero, apenas unos miles de euros. En sus actos, que en realidad son conversaciones con la gente, lejos de someter con ira al adversario, los oradores transpiran alegría e ilusión. La ciudadanía se vuelca. Surgen aquí y allá propuestas originales: carteles, canciones, acciones… Aparecen cientos de personas para ofrecer su tiempo y sus habilidades. Quieren contribuir. En cuestión de días, que no llegan a sumar semanas, Manuela Carmena es una cara conocida para todo el censo electoral. El programa y la campaña los ha hecho la gente.
Cae la tarde. Cierran los colegios. Recuento lento, muy lento. El corazón de Madrid fibrila.
El Partido Popular, de Esperanza Aguirre, 563.292 votos. La plataforma Ahora Madrid, de Manuela Carmena, 519.210 votos. Las candidaturas progresistas (AM y PSOE) obtienen 29 concejalías. Las candidaturas conservadoras (PP y Ciudadanos) 28.
Manuela puede ser alcaldesa de Madrid. ¿Y qué pasa si lo consigue? Que en los primeros 100 días de gobierno municipal aplicará cinco medidas:
1. “Poner todos los medios y recursos municipales para la paralización de desahucios y desalojos de primera vivienda y para garantizar una alternativa habitacional”.
2. “Parar la privatización de los servicios públicos, la externalización de servicios municipales a grandes empresas y la venta de patrimonio público”.
3. “Garantizar los suministros básicos (luz y agua) a todos los hogares que no puedan pagarlos”.
4. “Garantizar el acceso a las prestaciones sanitarias municipales y a acciones de prevención y promoción de la salud a todas las personas con independencia de su situación administrativa”.
5. “Desarrollar un plan urgente para la inserción laboral de jóvenes y parados de larga duración”.
Congelemos la imagen un momento mientras recuperamos aquellos puntos del texto programático del 15 M. Y comparemos:
Ahora Madrid |
15M |
> Poner todos los medios y recursos municipales para la paralización de desahucios y desalojos de primera vivienda y para garantizar una alternativa habitacional. |
> Atención a los derechos básicos y fundamentales recogidos en la Constitución como son: derecho a una vivienda digna, articulando una reforma de la Ley Hipotecaria para que la entrega de la vivienda en caso de impago cancele la deuda. |
> Parar la privatización de los servicios públicos, la externalización de servicios municipales a grandes empresas y la venta de patrimonio público. |
> Recuperación de las empresas públicas privatizadas. |
> Garantizar los suministros básicos (luz y agua) a todos los hogares que no puedan pagarlos. |
|
> Garantizar el acceso a las prestaciones sanitarias municipales y a acciones de prevención y promoción de la salud a todas las personas con independencia de su situación administrativa. |
> Sanidad pública, gratuita y universal. |
> Desarrollar un plan urgente para la inserción laboral de jóvenes y parados de larga duración. |
> Regularización de las condiciones laborales y que se vigile su cumplimiento por parte de los poderes del Estado. |
Lo había pedido cuatro años atrás Esperanza Aguirre: “A mí, los antisistema me parece que debían presentarse a las elecciones”.
Le hicieron caso. Y ganaron.
Rebobinemos.
Es domingo. 15 de mayo. Año 2011.
La tarde primaveral de Madrid luce azul. Faltan siete días para renovar 70.000 cargos públicos en los ayuntamientos de toda España y en varias comunidades autónomas.
A las siete de la tarde, con un sol deslumbrante, 20.000 personas enfilan la...
Autor >
Luis Felipe Torrente
Nacido en Albany (EE. UU.) pero criado entre Galicia, Salamanca y Madrid, donde vive. Es guionista del programa Ochéntame otra vez de RTVE. Antes trabajó en Canal +, CNN+, Telemadrid y Cuatro. Ha hecho varias películas documentales con su socio Daniel Suberviola, entre otras, el libro+documental Manuel Chaves Nogales: El hombre que estaba allí, finalista de los Goya en 2014.
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