1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

  315. Número 315 · Diciembre 2024

  316. Número 316 · Enero 2025

  317. Número 317 · Febrero 2025

PROCESANDO EL YUYU

Lo de Pol Pot

Piketty ha escrito una descripción funcional, al turrón y con juego de piernas, del trumpismo. No lo llama fascismo ese momento histórico. Es posible que, por eso mismo, ya no haya fascismo, como ya no hay ‘hippies’, ‘punks’ o hititas

Guillem Martínez 22/02/2025

<p>Asteroides. / <strong>J. R. Mora</strong></p>

Asteroides. / J. R. Mora

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

1- Que los Dioses nos den, por un tubo, tiempos apasionantes. Siempre que podamos contarlo. Es decir, describirlo. 

2- Piketty –en casa somos muy de Piketty–, en todo caso, lo ha hecho. Ha escrito en Le Monde una descripción funcional, al turrón y con juego de piernas, del trumpismo. No llama fascismo a este momento histórico. Es posible que, por eso mismo, ya no haya fascismo, como ya no hay hippies, punks o hititas. Lo que hay, lo que viene, es la nueva extrema derecha, la mayor amenaza a la libertad, la democracia y, tal vez, a la vida, desde el fascismo. Por lo que es preciso, lo dicho, describirla.

3- No lo denomina fascismo. Piketty va y lo llama nacional-capitalismo, y lo caracteriza por la reproducción de dinámicas europeas –catastróficas– del siglo XIX, que culminaron en la guerra de 1914-18. A saber: la lucha feroz por el control de territorios y materias primas, utilizando como herramienta, para todo ello, el arancel y el tributo desmedido, en modo Prusia y Francia. La cosa, como sabemos de anteriores películas, culminará, más pronto que tarde, con el fin –como tras el paréntesis 1914-45 y sus 80 millones de muertos– del nacional-capitalismo y la frustración del simpatizante de esas opciones, que volvería a buscar su inocencia ante el desastre, enviando lo votado y apoyado a la papelera de la historia por otros 80 años. Todo apunta a que el trumpismo, esa ruina económica garantizada, será, en fin, más o menos breve. Pero muy, muy, muy caro.

4- Lo –aún más– interesante del artículo de Piketty es cómo explica el giro revolucionario del conservadurismo EEUU. Es, agárrense, la consecuencia –el tirar p’alante, en modo desesperado– del fracaso económico, absoluto, de las dos presidencias Reagan –1981-89–. No corregidas posteriormente, ni  en las presidencias demócratas. Reagan, el primer intento severo de revolución neoliberal en EEUU, fue determinante en el histórico recorte en educación, sostiene Piketty, con el que EEUU inauguró solemnemente su decadencia futura, desde la que nos saluda Trump con la manita. Tan solo ese recorte posibilitó que la economía EEUU fuera chuleada por la europea en los 90, y que el PIB chino superara al de EEUU en 2016 –esta mañana a primera hora el PIB chino supera al de EEUU en un 30%; en 2035 estaba previsto que fuera ya el doble, pero puede que Trump acelere ese trabajito de Reagan–.

5- La originalidad del trumpismo es, en términos económicos, que es algo ya vivido en el XIX. Como sucede con el amor, algo después de los 12 años, ya vivido, lo que no impide su dolor furioso. Es también –el trumpismo, no el amor– la consecuencia de la decadencia educacional de EEUU –también de sus gobernantes–, sostenida desde los 80, cuando con Reagan se olvidó de que “la prosperidad duradera viene de la inversión social, en la educación y en el medio ambiente”. No, lo de Trump no es fascismo. Es otra barbarie llamada neoliberalismo, esa tierra quemada en estampida hacia su –escaso– futuro. 

6- Por cierto, y por aportar buen rollo: Piketty propone una agenda europea contra el trumpismo. Consiste en a) apostar por el derecho y la justicia, b) satisfacer la justicia económica, fiscal y climática, c) superar a EEUU en productividad –“como ya ha hecho Europa en salud y en esperanza de vida”. Y, d), o tachán-tachán, apostar por “el socialismo democrático y ecológico a escala mundial”. 

7- Y, aquí, un inciso. Tanto la derecha liberal, o casi-liberal, como la socialdemocracia o casi-socialdemocracia, de alguna manera huelen/saben eso. Saben que esto es un fin de época, tras lo cual vendrá lo nuevo, un ERE absoluto del pasado, para bien o para mal. Pero son presas de sus dinámicas creadas a lo largo de casi 50 años de neoliberalismo. Ejemplos de ello en Europa: a) la Comisión ha intensificado la inversión en IA. Ve partido, en b) una partida que estaba, hasta Trump, decantada fuera de Europa. Es decir, de alguna manera Europa c) cuenta con la fuga de cerebros de EEUU –a China y, si se juegan bien las cartas, también a Europa–, donde ya han empezado los recortes, severos, históricos otra vez, en la universidad. Para el tema IA, la Comisión propone, concretamente, una inversión público-privada descomunal, de 200.000 millones de euros. Impresionante, si bien no es descartable que la gestión de ese monto transcurra en la lógica neoliberal, ante el desconocimiento y el olvido de cualquier otra lógica. Lo que sería tirar el dinero y la oportunidad histórica, bajo la forma de otra donación neoliberal a las empresas, una suerte de Next Generation 2.0. Ejemplos en España: Moncloa parece interesada, y se ha movido en esa dirección ante la Comisión, en un chute de industrialización continental, sustentado en la emisión de deuda, en modo plan-Draghi. Chachi. Pero Moncloa compagina esos posicionamientos, novedosos con lo antiguo y obsoleto: propone, fieramente, que la última cotización de salario mínimo pague el IRPF. Es decir, la socialdemocracia, impregnada de neoliberalismo, no comprende el palabro “mínimo” de la construcción salario-mínimo, y sigue apostando por el IRPF neoliberal, aquel que dejó de ser el punto de reparto y corrección de la riqueza, para pasar a ser una trampa para asalariados. En otra ventanilla de la socialdemocracia local/el PSC parece no comprenderse la crisis de la vivienda en Catalunya –avanzadita; puede significar, en un tiempo, la salida en globo del PSC del Ajuntament BCN, incluso, si se pone barroco, de la Gene–, que se encara desde principios –viejos, seniles– neoliberales, aplazando legislación y potenciando la construcción de nuevas viviendas en modo público-privado, ese pelotazo. La época es así. Lo nuevo no ha nacido y lo viejo no para de matar, con arma blanca, con los dientes, a lo nuevo. Fin del inciso.

El trumpismo es la culminación de una dinámica antieconómica nacida en los 80, como las hombreras, esa otra vía muerta

8- El trumpismo es la culminación de una dinámica antieconómica nacida en los 80, como las hombreras, esa otra vía muerta. Han tomado el poder empresarios antieconómicos que, gracias al programa que defienden aún hoy, ya habían perdido la partida ante China cuando no eran empresarios, sino niños. La economía EEUU, sometida a sus mitos reaganistas, explotará, sencillamente porque ya lo ha hecho. Y esa explosión será el 1918 formal de EEUU, su fin como potencia, su momento Europa. Y un cambio, un antes y un después en el capitalismo, que se civilizará o se embrutecerá, a saber. En los 90 asistimos al fin –dramático, catastrófico– de la economía centralizada y, me temo, podemos asistir en breve al fin –dramático, catastrófico– de esa economía capitalista centralizada que es el neoliberalismo, el capitalismo que, tras ganar la Guerra Fría, creyó que ya no había enemigos, cuando él era el enemigo. Y no un enemigo cualquiera, sino aquel que, literalmente, lo ha roto todo. Ahora tras experimentar el fracaso, cree que, para sobrevivir, debe romperlo todo más aún, lo que es una buena definición del trumpismo. Y nos conduce, sin pasar por la casilla de salida, snif, al punto 17.

9- Sí, bueno, pero ¿qué forma política adquiere esta dinámica económica ruinosa? Desde luego, no es la democracia. Pero es complicado describir los cambios formales de la democracia en EEUU, en tanto Trump está cumpliendo lo señalado en las cerca de 1000 páginas de su programa. Ilegible, inabarcable. Político, en lo que es una metáfora, ha identificado solo 37 órdenes. Lo que es mucho y, a la vez, poco. En todo caso, se puede ordenar lo acaecido en cuatro ejes políticos: tradicionalismo gagá y reaccionario, eliminación de contrapoderes, aislacionismo comercial y militar, y recorte del Estado y de sus funciones. Pero todo eso, de cerca, brilla más. 

10- El hecho político más determinante está siendo la primacía del Ejecutivo sobre el Legislativo. El Congreso, así, no es utilizado en esta revolución neoliberal. Lo que indica a) temor por parte del Ejecutivo, desconfianza ante sus propios congresistas y senadores. Es decir, debilidad. De la que hay que tomar nota. La supremacía del Ejecutivo sobre el Legislativo es también, y no obstante, b) un itinerario meditado del trumpismo. Tal vez aquí se esté desarrollando el gran programa de Trump. En una cultura jurídica y política en la que la jurisprudencia es muy importante, Trump intenta crear el precedente de que el Presidente puede gobernar solo de manera legal. O casi. Y, por ahora, le pita. 

11- Fruto de este momento Ejecutivo, se está creando un festival del cargo no electo. Delegados del Ejecutivo que puentean al Congreso. La metáfora de ello podría ser Musk, si no fuera por, al menos, un alto cargo en el organigrama gubernamental de un joven de 19 años, que sería el indicio, el mensaje, de que el emperador puede nombrar senador a su caballo. Es decir, una demostración de poder absoluto. 

12- Por ahora el conflicto, con un Capitolio ausente, se está desarrollando en la Justicia. Donde está perdido, si pensamos que el Judicial no solo permitió que Trump fuera presidente, a pesar de una condena judicial en firme, si no que, por primera vez en la historia de EEUU, permitió la irresponsabilidad jurídica –en modo rey de España– del presidente del Estado, mientras se mantenga en su cargo. 

13- El enfrentamiento Judicial-Ejecutivo –sumamente distinto al español; aquí Trump no llegó, sino que ya estaba– se está llevando a cabo por parte de a) fiscales generales de Estados demócratas. Una veintena. Poco. En ocasiones también participan en esa resistencia legalista b) fiscales republicanos –así ha sido en Nueva York; donde una fiscal conservadora ha dimitido en protesta por el mangoneo del caso del alcalde de Nueva York, eximido de cargos por corrupción a cambio de su participación en la caza de inmigrantes–. Y c), por parte de jueces federales, que han ido paralizando medidas del Ejecutivo. O no. Hace dos semanas exactas, un juez federal planteó ya el conflicto constitucional –es decir, un golpe de Estado, vamos–, al haber constatado que el Ejecutivo no había actuado ante un mandato judicial suyo. La democracia son muchas cosas, pero también una convención. ¿Qué sucede cuando el Ejecutivo rompe la convención y desobedece al Judicial, frontalmente? Pues puede suceder lo mismo que en España cuando el Judicial prevarica ante el Ejecutivo. Nada, salvo la ruptura de la convención. Creación de nuevas convenciones. No democráticas. Y eso es lo que puede estar pasando también en EEUU, hasta que tome la palabra su TS y se sume a la fiesta o la mande parar, si eso es posible tras la destrucción de la convención de la obediencia al Judicial. 

14- El DOGE, la agencia de Musk, es un conflicto absoluto. Lo que tal vez es su función. No se define como Gobierno, pero sí como agencia gubernamental. Lo que le permite defender que no se somete a normas de transparencia gubernamentales. Se sabe que ese objeto críptico –definido por 14 Fiscales Generales como una “delegación ilegal del Ejecutivo”; gracias a Anonymous conocemos el nombre de algunos de sus integrantes, ingenieros, empleados o, incluso, becarios de Musk, en su mayoría muy jóvenes– ha metido el hocico en, al menos, 19 agencias. En las que su presencia era ilegal. En ese sentido Foreign Affairs ha descrito lo que eso supone en estos términos: hasta ahora la mayor amenaza a la seguridad nacional en EEUU era que una potencia extranjera accediera a su sistema informático. Pues bien, eso ha sucedido, pero no era una potencia extranjera, sino una serie de empresas, propiedad de Musk y erigidas en una agencia paragubernamental denominada DOGE.  

15- Los logros de DOGE son discretos, por ahora. Lo que invita a pensar que su objetivo principal también es teatral: amedrentar, imponer la lógica del miedo en los departamentos gubernamentales, cambiar sus perspectivas. El objetivo concreto de que 500.000 funcionarios –sobre 2,5 millones– abandonaran su trabajo, no se ha cumplido –lo han dejado solo 75.000; poco, nada–. Tras ese chasco, el objetivo de DOGE, en su cruzada contra el Deep State –no es el mismo concepto que en España, sino que alude a una expresión importada de la Turquía de Erdogan: es el Estado neutral, no deseado en Turquía o EEUU– es más sencillo que la expulsión de funcionarios: la educación, su nuevo recorte, la supresión de programas y de becas, la intensificación de ese suicidio económico ya producido en los 80, según Piketty.

 ¿DOGE y Musk serán, respectivamente y en un tiempo, cuando se necesite verbalizar cierta moderación, las SA y Ernest Röhm?

16- Sobre Musk. Se habla de turbulencias en la fuerza. Del hecho de que su rol y presencia no agrada a otros sectores, más agrarios, del trumpismo. ¿DOGE y Musk serán, respectivamente y en un tiempo, cuando se necesite verbalizar cierta moderación, las SA y Ernest Röhm? Nadie lo sabe. Pero es preciso que el trumpismo tenga fusibles, cargos visibles para ser suprimidos, en caso de crisis que, indefectiblemente, llegará.

17- Un indicio formal de esa crisis futura son los aranceles del 25% al acero y al aluminio, otra vez antieconómicos. Van contra China –productor del 54% del acero y del 59% del aluminio mundiales; EEUU, tras la crisis del 73, solo produce el 4,7% del acero y menos del 4% del aluminio mundiales–. Pero, simplemente, afectan a todo el mundo. Incluso, y no poco, a la industria EEUU. Y al consumo estadounidense. Son una tributación absurda, del tipo colonial que impuso Europa, lo dicho, en el XIX. Encarecerá productos. Pueden provocar un gasto extra llamativo en las familias norteamericanas. Y, en el tiempo, una crisis mundial. La misma creación absurda de esos aranceles crea un interrogante. ¿Son una demostración nacionalista, sin cálculo, una muestra de que no hay inteligencia, sino mitos? ¿O son fruto de algún tipo de programa? ¿Pretenden algo? ¿O pretenden tan solo la destrucción que auguran? Meditación: si hubo un Pol Pot en el comunismo, la idea de que la destrucción de la economía y de la sociedad podían conducir a un mundo nuevo o, en todo caso, a un poder estable en Camboya, ¿puede estar sucediendo eso mismo en la cabeza de Trump? ¿Puede producirse un Pol Pot –esa fascinación por la destrucción– capitalista?

No existe ni el derecho internacional ni las instituciones internacionales, como quedó claro en la Conferencia de Múnich

18- En el orden internacional, la aportación trumpista es el abandono de todo orden. No existe ni el derecho internacional ni las instituciones internacionales, como quedó claro en la Conferencia de Múnich, en la que, como en los Acuerdos de Múnich, en 1938, se escenificó un cambio, radical, de época, en las Relaciones Internacionales. La época: desaparece el pacto de 1945. Es más, desaparecen los puntos de Wilson, de 1918. Y vuelven cosas incluso muy anteriores. Como el derecho de conquista. Es decir, la guerra como continuación de la política –y el comercio–, si bien por otros medios. Como, otra vez, en el XIX. Es histórico el pacto Ribbentrop-Molotov que se han marcado EEUU y Rusia para repartirse, en modo Polonia, Ucrania, territorio y recursos. También es un hito la pretensión de que Gaza sea entregada, ya limpia y ordenada, a EEUU –¿en qué forma?, ¿territorio?, ¿protectorado?– para su gestión inmobiliaria y consiguiente pelotazo. Lo que significa remontarse hasta antes de la paz de Westfalia –s. XVII–, aquel tratado en el que se fijaba que el Estado ya no era un ente privado, con beneficios exclusivamente privados.

19- Los ataques a los DD.HH., a través de los ataques a la inmigración, son plásticamente espectaculares y sirven para difundir una idea nítida de supremacismo. Pero, a su vez, son, me dicen, el germen de una resistencia social futura, que no tardará en aparecer, en modo V, la serie. En EEUU existe, al menos, una potente tradición liberal radical, que no tardará en encontrarse el culo con ambas manos. O estamos perdidos. El hecho de que, ahora mismo, Trump, votado por el 49,8% del electorado, detente un apoyo social superior al 50%, explica el momento, pero no su sostenibilidad ni sus apoyos futuros, cuando se produzca su Stalingrado. Son muchas las ciudades e instituciones que se niegan a participar en esa noche de los cristales rotos continuada y a pleno día. Ante la protesta, por cierto, del Ejecutivo, que ya verbaliza que las expulsiones de inmigrantes serían mayores y más efectivas –es decir, que no lo son– si no fuera porque diversas asociaciones informan a los inmigrantes sobre sus derechos. Por ejemplo, el derecho a no abrir la puerta a la policía sin orden judicial.

20- Se está perfilando algo que ya existía. El rol de inmigrante planetario como minoría étnica netamente neoliberal. Es decir, la creación de una raza económica, una nueva etnia denominada pobres, mucho más certera en su definición e identificación que la minoría étnica perseguida en Europa en los años 30 y 40. Al cabo, esto no es fascismo. Es el neoliberalismo abandonado a sí mismo. Lo que puede resultar más salvaje. Apunta maneras.

1- Que los Dioses nos den, por un tubo, tiempos apasionantes. Siempre que podamos contarlo. Es decir, describirlo. 

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. José Lázaro

    Gracias, Guillem. ¡Otra joya para leer y releer! Habiendo avanzado dentro del túnel como lo hemos hecho durante años, se me antoja complicado imaginar una marcha atrás. Quizás haya que trabajar sobre los escenarios probables para Europa y cómo afrontarlos, tanto en la transición como a posteriori. El seguidismo a EEUU, en su versión OTAN o en la versión Trump no parecen la mejor apuesta. Lo planteado por Piketty suena bien, pero solo si se tiene claro que justicia económica y climática riman con expresiones hoy ausentes no solo de la agenda política, sino de la calle o de la escalera de vecinos. Cosas como "juntos", "todos", "necesidades básicas", "respeto", "diversidad", "amor"... y "menos".

    Hace 1 horas 13 minutos

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí