TRIBUNA
Yo no me fui del PSOE
Alberto Sotillos 12/07/2015
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Si hubiera habido una única razón para dejar el PSOE, seguiría allí. Si simplemente hubiera algo que fallara, un detalle único -por muy relevante que fuera- que me impidiera estar bajo esas siglas hoy mi militancia seguiría estando intacta.
En realidad es el PSOE el que te deja a ti. Es su estructura la que cada vez necesita menos al militante, la que olvida con penosa facilidad lo que representan sus siglas y quien de forma frecuente traiciona en despachos los ideales que sus militantes defienden en la calle.
Tú sigues siendo socialista, tú sigues teniendo claro que la gestión pública es siempre mejor que la privada para la mayor parte de los campos de acción, vives pensando en la obligatoria necesidad de anteponer la justicia social y la igualdad como lucha de primer orden y desde luego tu alma, tu ideología y tu acción son coherentes actuando todas ellas en la misma dirección.
Yo no dejé el PSOE. No dejé la defensa del Estado de Bienestar, no dejé el valor de la universalización de la Educación y la Sanidad, no dejé la lucha obrera, no dejé la creencia en una Europa de los pueblos ni dejé de plantear un modelo económico alternativo.
El PSOE, como a tantos otros, me dejó a mí. Quienes estábamos en ese planteamiento socialista ideológico y de acción no podíamos seguir en el PSOE, no había espacio. Imposible seguir trabajando en unas siglas capaces de haber creado tanto en el pasado pero atadas de pies y manos para defenderlo en el presente. Inútil hablar de derecho a la vivienda, de salarios dignos, de empleos estables y de modelo de país en un partido endeudado en lo económico y lo social con ejecutivas más pendientes de satisfacer intereses “superiores” que de satisfacer las demandas sociales.
Vale que Rajoy haga caso a Arriola y se ponga a buscar desesperadamente el centro imaginario, pero asfixiaba que en el PSOE decidieran hacer caso al mismo mensaje olvidando que sus éxitos venían de haber convencido al electorado de sus propuestas en vez de saltar de propuesta en propuesta en busca de votantes.
Ante esta fuga del PSOE del lugar donde se ubica la mayor parte de la población española, era necesario crear un espacio de trabajo para que la izquierda no quedara huérfana, para que sus propuestas tuvieran la relevancia pública necesaria y la posibilidad de transformarse en políticas de gobierno.
De ahí nace Decide en Común. De personas de izquierdas, socialistas y con un profundo convencimiento democrático (otro campo interno abandonado por las ejecutivas de Ferraz) que trazan las líneas base de colaboración para toda una sociedad que quiere cambio, que quiere un modelo diferente, que quiere estar orgullosa del país en el que vive porque respeta y se siente parte de sus instituciones y que sabe que el voto siempre es útil, por lo que no puede seguir regalándolo a quien no lo usa con la finalidad con la que lo pide.
Para ese cambio hace falta una unidad ciudadana de la izquierda. Tampoco estaba ya allí el PSOE. Las últimas ejecutivas, como la actual, olvidaron que el Partido Socialista nació de la suma de varios partidos de izquierdas, olvida que su alcalde de Madrid se integró en sus siglas viniendo de otras. Ganó entonces Tierno uniendo a la izquierda, como lo acaba de hacer Carmena.
Así, quienes creemos en la confluencia --en la generación de un programa político de cambio desde lo público y lo social-- necesitábamos una herramienta que fuera parte del proceso. Decide en Común responde a esa necesidad siendo una fuerza de colaboración electoral. Más claro, imposible.
Decide si puede hablar con Podemos, si puede ir a la convocatoria de Ahora en común, si puede estar en la convergencia y permite a miles de socialistas estar representados en ella.
Por eso no se podía seguir en el PSOE. Porque no tiene sentido dividir a la izquierda cuando se puede sumar, porque los socialistas somos esencialmente convergentes porque sabemos de la fuerza multiplicadora que supone, y el Partido Socialista había dejado de ser una herramienta de dicho proceso.
Por eso estamos ahora, desde Decide, trabajando para que no haya infinitas unidades populares, para lograr que nos pongamos todos de acuerdo, ofreciendo un espacio sosegado --no competitivo-- al resto de fuerzas para que aprovechemos lo mejor de cada opción sin olvidar la fortaleza de algunas marcas, el valor de las organizaciones ciudadanas y, sobre todo, la necesidad de tener partidos desde los que hacer política.
Y eso, en el PSOE, no.
Alberto Sotillos es exmilitante del PSOE y fundador de la formación 'Decide en Común'.
Si hubiera habido una única razón para dejar el PSOE, seguiría allí. Si simplemente hubiera algo que fallara, un detalle único -por muy relevante que fuera- que me impidiera estar bajo esas siglas hoy mi militancia seguiría estando intacta.
En realidad es el PSOE el que te deja a ti. Es su estructura la...
Autor >
Alberto Sotillos
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí