Ciudadanos es en Aragón un partido tan emergente como transversal y convulso. La llegada de un selecto grupo de exmilitantes del PAR (aragonesistas de centro-derecha) y del PP, que hoy copan buena parte de su dirección y cargos públicos, ha coincidido con el despegue electoral de la marca naranja en la comunidad y también con varias denuncias del sector crítico -que la cúpula de Rivera desestima sin que se haya pronunciado la Comisión de Garantías- y con la baja de históricos militantes que, poco a poco –o no tanto- van abandonando la formación.

El despegue de Ciudadanos Aragón comenzó en abril de 2015. Las primarias de C’s en la comunidad provocaron las primeras denuncias de militantes críticos, sorprendidos por la elevada participación en las elecciones internas previas a los comicios de mayo –casi un 80% de la militancia votó- y por los altos porcentajes que obtenían afiliados recientes frente a otros históricos en la breve trayectoria de la formación.

Sin embargo, la dirección del partido liderado por Albert Rivera no hizo caso de esas denuncias. Como tampoco lo hace de las actuales, en las que los militantes críticos ponen sobre la mesa presuntas manipulaciones del censo y alteraciones de los procesos electorales internos.

Las primeras, que calificaban de “anomalía estadística” el resultado de las primarias, no obtuvieron respuesta, según explican a CTXT fuentes del sector crítico, que consideran "prodigioso" el uso de las nuevas tecnologías entre la militancia aragonesa. Según afirman, apenas un tercio de los afiliados participa presencialmente en las asambleas y reuniones, mientras el grado de activismo e implicación orgánica se dispara, hasta duplicarse, cuando se trata de votar por correo electrónico para elegir candidatos o de avalarlos para que opten a las listas

La documentación firmada por 16 militantes y remitida el 22 de octubre a la Comisión de Garantías incluye un folio cuyos datos, “de ser ciertos, implicarían una posible manipulación del voto telemático”, lo que “pondría en tela de juicio la democracia y transparencia de los procesos electorales” internos, señala la denuncia.

La hoja incluida en la queja --que CTXT ha modificado para respetar la privacidad de los supuestos militantes-- muestra que el correo electrónico de 31 afiliados distintos es el mismo, y aparece vinculado al del diputado autonómico José Luis Juste Aznar, actual número dos del partido en Aragón. 

Los críticos reclamaron a la Comisión de Garantías que efectuara una auditoría del censo del partido antes de las primarias de candidatos al Senado, celebradas el 28 de octubre, para comprobar si esas personas están realmente afiliadas a Ciudadanos y, en caso de no resultar así, que abriera un expediente disciplinario a Juste.

Preguntado por CTXT, Ciudadanos afirma desde Barcelona que las acusaciones son "inoportunas", y más en unos momentos históricos como estos: “Lamentamos que un grupo minoritario haga estas acusaciones, sin prueba alguna, a siete semanas de las elecciones generales y jugándonos en Cataluña la integridad de España”, señaló este miércoles, 4 de noviembre, la formación naranja en un comunicado remitido a este semanario.

El soberanismo lo eclipsa todo. Aunque la Comisión de Garantías no se haya pronunciado.

Denuncias sobre el censo y las elecciones internas

Otros 33 críticos impugnaron a mediados de septiembre ante el mismo órgano interno el proceso de elección de los responsables de las agrupaciones locales y solicitaron su anulación. Según sostienen, el censo “no estaba actualizado". "Había personas que no formaban parte del partido desde hacía meses, personas que, sin haber solicitado cambio alguno, figuraban en una agrupación distinta de la que, pocos días antes, formaban parte según aparecía en su zona de afiliados, y personas que no figuraban en el mismo a pesar de llevar suficiente tiempo afiliados”.

Los críticos también se refieren al uso de papeletas impresas en unas votaciones en las que los candidatos no se conocían de antemano, así como a presuntas irregularidades en los recuentos. “De lo anterior se deriva de manera evidente –sostienen los críticos- una manipulación de todo el proceso, por parte de personas con voluntad y capacidad para influir en los resultados. (…) Las coincidencias entre las listas encontradas, los candidatos elegidos y los votos obtenidos por los mismos son demasiado llamativas como para ser casuales”.

Ciudadanos rechaza esa tesis. Las elecciones internas “se convocaron en tiempo y forma” en Zaragoza, como en el resto del Estado, señala el comunicado remitido a este semanario, que añade que “los afiliados pudieron elegir a sus Juntas Directivas en unas votaciones presenciales mediante listas abiertas y voto secreto”.

Estas denuncias añaden dudas a la transparencia interna de Ciudadanos (+Democracia le da un 4 sobre 10), poco después de que ni la primera respuesta oficial de la formación naranja, ni tampoco la segunda, terminaran de despejar las dudas sobre sus cuentas que adelantó CTXT.

¿Quién es José Luis Juste?

El PAR, que hoy controla Ciudadanos en Aragón, nació de las cenizas de la UCD tardofranquista; hace unos meses, algunos de sus rescoldos rodaron hacia Ciudadanos. Cosas de la emergencia. El primero en llegar desde sus filas fue José Luis Juste, de 48 años, soldado de la corriente renovadora del PAR, que salió derrotada de las últimas primarias.

El hoy diputado autonómico entró en C’s a mediados de 2013, poco después de dejar la presidencia de Prodear, una fundación vinculada a la financiación de los aragonesistas, de haber formado parte de su comité local de Zaragoza, y de haber figurado en la lista de las municipales del PAR en esa ciudad en 2011.

Le siguieron los actuales concejales Sara Fernández y Alberto Casañal, cuya vida pública guarda algunos paralelismos. Ambos estaban alineados en el sector crítico del PAR que encabezaba Javier Allué, y ambos formaban parte de la directiva del Club Náutico, él como vicepresidente y ella como secretaria. Están acostumbrados a trabajar en equipo.

La cantera del PP se centró más en la política autonómica. De las filas de la gaviota proceden la actual portavoz parlamentaria y número uno orgánico de C’s, Susana Gaspar, y el diputado Javier Martínez.

Más cosas de la emergencia: medio grupo parlamentario y medio equipo municipal de un partido que se presenta como nuevo ya tenía experiencia política. En algunos casos, también empresarial. Sara Fernández, por ejemplo, por su participación en una sociedad que opera en el sector farmacéutico. Otros dirigentes, como Gaspar, tienen vínculos con empresarios del ramo inmobiliario.