Hay quien ve en el voto de los aragoneses un cariz ohionés; de Ohio (EE.UU.), no de Oyón (Álava). Quien más votos obtiene en las presidenciales en el Estado de Ohio siempre ha resultado  vencedor en EE.UU. Al menos hasta ahora. En Aragón, también hasta ahora, el partido que más papeletas recibe en las elecciones generales en Huesca, Zaragoza y Teruel desde 1977 ha gobernado en España: UCD en 1977 y 1979, el PSOE de 1982 a 1993 y en 2004 y 2008, y el PP en 1996, 2000 y 2011. Es la única comunidad en la que ocurre eso. Aunque no del todo, porque en 2004 PSOE y PP empataron a tres escaños en Zaragoza.

¿A qué se debe? “Estas cosas ocurren hasta que dejan de suceder. Nadie ha encontrado una explicación”, señala David Pac, decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Aragón, que aventura una hipótesis para esa peculiaridad: “El equilibrio entre voto rural y urbano en Aragón, con una circunscripción mediana y dos pequeñas y con una gran ciudad como Zaragoza, es similar al del conjunto del Estado”. Ocurre también en otros ámbitos. “Zaragoza se suele utilizar como referente en temas de consumo. Si un producto funciona aquí, suele, en general, hacerlo en el resto de España”, explica.

Sin embargo, otros datos resultan, en principio, contradictorios con esa tendencia electoral y comercial: es una de las comunidades más envejecidas –el 20,6% de su padrón supera los 65 años y otro 12,2% está entre los 55 y esa edad--, lo que distancia su relación entre voto joven y viejo con la estatal, y sufre un exceso de oferta en grandes superficies comerciales.

En cualquier caso, el votante aragonés solo se manifiesta a la ohionesa en las generales: nunca ha dado una mayoría absoluta en las autonómicas –eso solo ha ocurrido en Canarias, Navarra y Euskadi-- y solamente en una ocasión lo hizo en el Ayuntamiento de Zaragoza.

Una comunidad envejecida que opta entre siete partidos

“Demográficamente –señala Pac-- es una de las comunidades con la población más envejecida, y con esas personas muy concentradas en el medio rural”. Esa circunstancia “hace que los partidos nuevos tengan dificultades para entrar en Huesca y Teruel, tanto por la estructura generacional como por la menor implantación territorial que las organizaciones tienen en el medio rural”. Electoralmente, Aragón tira en las generales a conservador, es de poco innovar.

El sociólogo apunta otra peculiaridad del panorama político aragonés que puede hacerle representativo del estatal, como el hecho de que su escaparate lo ocupen siete partidos: los dos tradicionales, PP y PSOE, que el 24 de mayo sumaron por primera vez menos del 50% de los votos; los dos emergentes, en el caso de Podemos con mejor resultado del que le auguraban las encuestas y en el de Ciudadanos por debajo de las previsiones; un nacionalista de izquierdas (Chunta) como en Catalunya (ERC), Galicia (BNG), Euskadi (Bildu) o Navarra (Geroa Bai); un regionalista de centro-derecha, como el PRC de Miguel Ángel Revilla, la UPN navarra o, a mucha distancia, PNV y CDC, y, por último, una IU consolidada. “Eso resulta representativo de España”, indica Pac. “Otras comunidades, como las castellanas o Extremadura, por ejemplo, no tienen esa peculiaridad”.

No obstante, el panorama de estas generales no es exactamente así. Repite la lista de confluencia más habitual, la del centro-derecha --PP y PAR comparten papeleta por cuarta vez--, mientras la izquierda ofrece más variedad: Podemos se presenta en solitario en Zaragoza y Teruel y comparece en Huesca coaligado con Ahora en Común –la marca electoral de las mareas--, la cual comparte cartel con Unidad Popular (Cha+IU, básicamente) en las dos primeras demarcaciones.

Según el CIS, que al analizar qué pensaban votar los españoles un mes antes de las elecciones preguntó a 900 aragoneses, el PP será el 20-D el más votado en Aragón y obtendrá seis de los trece escaños en disputa –sería el primer vencedor que baja de siete--, seguido del PSOE con cuatro, Ciudadanos con dos –asigna un sorprendente escaño al exarquitecto municipal de Huesca y pronostica un pinchazo en Zaragoza, donde encabeza la lista un concejal de Teruel-- y Podemos con uno, lo que dejaría fuera del Congreso al general Julio Rodríguez y daría el único acta del partido morado a Pedro Arrojo.

La encuesta del CIS prevé unos resultados con pocos sobresaltos –tres de trece para los emergentes-- en una comunidad que en los últimos cuatro años ha perdido más población activa --16.900 personas, la mayoría extranjeros-- que desempleados --14.700--, en la que la mitad de sus 90.000 parados no recibe el subsidio contributivo, donde se han perdido más de 80.000 puestos de trabajo por cuenta ajena desde la clausura de la Expo 2008, donde al año se pierden más de 2.000 empleos fijos para crear menos de 1.500 temporales, de la que se han ido más de 7.000 aragoneses cada año desde hace siete y en la que el ayuntamiento de la capital recibe, en solo nueve meses, casi 30.000 peticiones de ayuda de más de 9.000 familias que no pueden pagar el alquiler, la luz o el gas o a las que no les llega para comer.