Lo que diga el dato
6. Trabajadores pobres, paradoja del bienestar
El 12,6% de la población con empleo sufre pobreza laboral. En el caso de los más jóvenes, la situación afecta a uno de cada cinco. El trabajo temporal y parcial dispara el riesgo
José Luis Marín 5/12/2015
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Trabajar y ser pobre. Quizás una de las máximas expresiones de la exclusión y la desigualdad. En España, estar empleado ya no es una seguridad para poder disfrutar de un mínimo grado de bienestar. La precariedad del empleo que se está generando (o que se mantiene y/o modifica) –caracterizado por la parcialidad, la temporalidad o los salarios bajos– ha llevado a que, según datos de Eurostat, el 12,6% de los trabajadores esté en riesgo del pobreza. Es decir, dispone de menos del 60% de la mediana de ingresos nacional.
La comparativa con Europa, una vez más, es negativa. Y eso que en el grupo de los veintiocho la pobreza laboral también ha aumentado. Sin embargo, lo ha hecho a menor ritmo, y afecta a menos porcentaje de población que en España: el 9,6% de los trabajadores europeos está en riesgo de pobreza, tres puntos por debajo del porcentaje español.
La situación se torna en dramática cuando se refiere a los más jóvenes. Si en 2008 la población de 18 a 24 años era el grupo menos vulnerable a la pobreza laboral, en 2014 el porcentaje de riesgo de pobreza se ha multiplicado por tres hasta alcanzar el 21,3% de los trabajadores en esa franja de edad. El panorama es desolador: uno de cada dos jóvenes menor de 25 años está desempleado. De los que trabajan, uno de cada cinco es pobre.
El porcentaje de trabajadores que cuenta con un contrato temporal –3,5 millones en la última EPA de 2014– y que se encuentra en riesgo de pobreza asciende al 22,9%. En el caso de los trabajadores con contrato a media jornada –2,8 millones al finalizar 2014–, el porcentaje es idéntico: 22,9% en ese año según datos de Eurostat.
Si se considera el riesgo de pobreza y exclusión social –esto es, si se añaden otras dimensiones de la pobreza como la privación material severa o la baja intensidad de trabajo–, el porcentaje de trabajadores en situación de pobreza y exclusión aumenta hasta el 17,6%, casi 4 puntos más que en 2009.
Trabajar y ser pobre. Quizás una de las máximas expresiones de la exclusión y la desigualdad. En España, estar empleado ya no es una seguridad para poder disfrutar de un mínimo grado de bienestar. La precariedad del empleo que se está generando (o que se mantiene y/o modifica) –caracterizado por la parcialidad,...
Autor >
José Luis Marín
Es periodista especializado en datos
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí