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François Hollande.
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Las noches electorales se suceden unas a otras y se asemejan. Como de costumbre, me dejó atónita, el domingo por la noche, la incapacidad que tienen tanto los responsables políticos como los medios de comunicación, las expertas y los expertos, todas y todos los que desempeñan un papel social en nuestro país, de cuestionarse a sí mismos.
Parece ser que los socialistas, en el poder desde 2012 y dirigiendo desde hace 6 años prácticamente la totalidad de las regiones, no han tenido ninguna responsabilidad en la deprimente situación política del país. La derecha, al mando del país durante 10 años, y desde 2012 haciendo una oposición que es un "copia y pega" del programa del FN, tampoco tiene ninguna responsabilidad del resultado alucinante de un partido racista y sexista. Ni los medios de comunicación, actores estructurantes del debate público, que han abierto a los fascistas las puertas de sus platós y sus columnas mucho más grandes de lo que merecían, tienen ninguna responsabilidad en la "desdemonización" de esa organización política. El Frente de la Izquierda y Europa-Ecología Los Verdes, presos de las parálisis del aparato, que enlazan los "hay que", "no hay más que", "es necesario que", y son incapaces de construir juntos una alternativa política susceptible de entusiasmar, no tienen nada que ver con que los electores y electoras, especialmente los jóvenes, se queden en casa o den su voto a un partido que dice encarnar esa alternativa.
Se me puede objetar, con razón, que los primeros responsables del ascenso del FN son los votantes del FN. Es cierto. ¿Pero basta con decirlo? ¿Cómo lograr que ese voto descienda si no se analizan las causas y unos echan la culpa a los otros en los platós de televisión?
Parece ser que los socialistas, en el poder desde 2012 y dirigiendo desde hace 6 años prácticamente la totalidad de las regiones, no han tenido ninguna responsabilidad en la deprimente situación política del país
Lo del domingo por la noche era alucinante: partidos, representantes políticos, periodistas, asociaciones, expertas y expertos, escritoras y escritores... nadie tenía la culpa.
Pues bien, para mí, el resultado del Frente Nacional es en gran parte culpa suya. Y también un poco mía. Porque, como muchos, vi lo que se nos avecinaba. Y tengo la sensación de no haber hecho lo suficiente para evitarlo.
Vi lo que se nos avecinaba en 2011. Cuando, durante la campaña electoral, decíamos que 10 años de la derecha en el poder habían (des)estructurado profundamente la forma de pensar de la gente y el debate público. Que el abanico político había ido inclinándose poco a poco hacia la derecha y la extrema derecha a base de "trabajar más para ganar más", del techo fiscal, del "debate" sobre la identidad nacional... Y además, explicábamos cada semana que el presidente de la República de entonces era responsable del estado político y social del país (¿hay alguna razón para que ahora no sea así?).
Vi lo que se avecinaba en 2012. Cuando, desde el mes de mayo, François Hollande renunció a su principal compromiso electoral, la reorientación de Europa mediante la renegociación del Tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza (TECG). Cuando ofreció miles de millones de euros a las empresas sin ninguna contrapartida (el CICE, Crédito de impuesto para la competitividad y el empleo, en sus siglas en francés), cuando enterró, sucesivamente, la reforma fiscal, la obligación de que la policía entregara un resguardo para luchar contra el control policial por el aspecto físico, el derecho de voto de los extranjeros; cuando hizo que prosperara la idea de que cumplir las promesas era de estúpidos, como nosotros, que las habíamos creído (aunque fuera un poco). Al hacer suyos temas como "hartos de impuestos", el "coste del trabajo", los "romaníes que no se integran"; al dudar tres meses antes de (no) cesar a Jerôme Cahuzac, él y su ministro auspiciaron la idea de que todos los responsables políticos son iguales. Y a su pesar (aunque a veces lo dudo) han legitimado las tesis de aquellos a los que combatíamos.
Vi la que se avecinaba en 2015. Cuando al día siguiente de los atentados terribles y sangrientos, nuestros parlamentarios (excepto 6) dieron el visto bueno a una serie de medidas de restricción de las libertades
Vi la que se avecinaba en 2013. Cuando la reforma de las pensiones comenzó a dibujarse. ¿Cómo confiar en la res política si, una vez que nos han elegido, ponemos en marcha reformas contra las que nos hemos movilizado tres años antes?
Vi la que se avecinaba en 2014. Cuando al día siguiente de las elecciones regionales los responsables políticos dijeron, en todas las televisiones, que "habían entendido el mensaje" y que "había que ampliar las reformas". Es tomar a la gente por imbécil y esperar, encima, sonriendo.
Vi la que se avecinaba en 2015. Cuando al día siguiente de los atentados terribles y sangrientos, nuestros parlamentarios (excepto 6) dieron el visto bueno a una serie de medidas de restricción de las libertades en nombre de nuestras libertades. Cuando el Gobierno hizo suya una propuesta sacada del programa de la extrema derecha como es la pérdida de la nacionalidad. Cuando se permitió que el estado de emergencia se convierta en un inmenso sinsentido y se han abierto las compuertas a la islamofobia, el racismo, la misoginia, al encarcelamiento de militantes ecologistas.
Lo que se avecinaba está aquí mismo. Si nos ponemos a ello, podemos cambiar de rumbo y evitar el crash en 2017. Ello implicará, sin duda alguna, un cambio de nuestras prácticas, una renovación de nuestro lenguaje, de nuestras propuestas, de las personas que nos representan, tener la capacidad de cuestionarnos a nosotros mismos, de abrir las puertas, las ventanas a aquellas y aquellos a los que hemos excluido. No van a ser días agradables. ¿Pero qué proceso de refundación lo es?
Nos quedan 514 días para construir una alternativa y que Marine Le Pen no sea presidenta de la República.
¿Quién se anima?
Traducción: María Cordón.
C'est quoi le plan? Este texto se ha publicado en Mediapart el 7 de diciembre.
Caroline De Haas (1980) es una de las fundadoras de la organización feminista francesa Macholand. Agir contre le sexisme (Tierra de machos. Actuar contra el sexismo). Licenciada en Historia, fue secretaria general de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia entre 2006 y 2009. Ese año participó en la fundación de Osez le feminisme (Atreveos con el feminismo), organización de la que fue portavoz hasta el 2011. Entre mayo de 2012 y mayo de 2013 se desempeñó como consejera del Ministerio de Derechos de las Mujeres del ejecutivo socialista. En 2014 abandonó el Partido Socialista francés.
Las noches electorales se suceden unas a otras y se asemejan. Como de costumbre, me dejó atónita, el domingo por la noche, la incapacidad que tienen tanto los responsables políticos como los medios de comunicación, las expertas y los expertos, todas y todos los que desempeñan un papel social en nuestro país, de...
Autor >
Caroline De Haas (MEDIAPART)
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