A pesar de haber perdido en Málaga la oportunidad de colocarse líder en solitario, el Atleti llega al pequeño parón navideño de este año en una buena posición. Es colíder de la Liga --aunque con un partido más-- y espera a jugar los octavos de final de Champions y Copa contra unos rivales que permiten ser razonablemente optimistas de cara al futuro. Pese a ello, el equipo rojiblanco arrastra desde principio de temporada una importante rémora que sólo su enorme solidez defensiva ha conseguido neutralizar: su falta de gol.

El dato es elocuente. Este es el Atleti menos goleador tras la jornada 16 desde la temporada 2006-2007, la última que estuvo Torres en su primera etapa en el club. Sólo ha conseguido anotar 22 tantos en el campeonato de Liga. En siete de los 16 partidos jugados sólo ha conseguido un gol y en dos más se quedó sin anotar. No vamos a hacer la comparación con las máquinas goleadoras que son Barcelona y Real Madrid porque no sería justo, pero es sorprendente que equipos como Celta, Deportivo y Athletic hayan hecho más que los rojiblancos. Y que el Villarreal sólo lleve uno menos. Lo llamativo de esta circunstancia es que se produce en uno de los años que más se ha invertido en la delantera, la línea más reforzada para esta campaña. Con Jackson, Vietto, Correa, Torres, Griezmann y lo que pudiera aportar Carrasco se pensaba que, precisamente, el problema del Atleti este año no iba a ser el gol. Pero la realidad es muy distinta.

Es el Atleti menos goleador a estas alturas desde la temporada 2006-2007: sólo ha logrado 22 goles en 16 partidos y en nueve de ellos sólo hizo un gol o se quedó sin anotar

Entre Jackson, Vietto, Torres y Correa suman en Liga seis goles. Hasta el momento, hay 16 jugadores en Primera que han conseguido más ellos solos. Y que estén por delante los Messi, Neymar, Luis Suárez, Benzema y Cristiano es normal. Pero que futbolistas como Aguirretxe, Lucas Pérez, Aduriz, Javi Guerra, Nolito, Iago Aspas, Rubén Castro y hasta el rojiblanco cedido en el Eibar, Borja Bastón, hayan anotado más que cuatro delanteros del Atleti juntos resulta extraño. El Atlético tiene también metido a Griezmann entre ellos, me dirán ustedes. Por supuesto. Y gracias a él, en buena parte, el Atleti está donde está. De hecho, es el jugador del campeonato cuyos goles han hecho ganar más puntos a su equipo. El problema es que no se puede estar dependiendo toda la temporada del francés si el objetivo es plantar cara al bipartidismo culé-merengue. Solo con Antoine no basta para tocar el cielo de nuevo.

Es cierto que aún falta más de media temporada por delante y que la situación puede variar pero analizando lo visto hasta ahora, la realidad es que el Atleti tiene un problema en su ataque porque tanto Jackson como Torres y Vietto están muy lejos del nivel que se suponía que iban a dar. El colombiano, el segundo fichaje más caro en la historia del club --no hay que olvidarlo-- ha ofrecido mínimas gotas de lo que se esperaba de él. Ya sabemos que la adaptación de los nuevos al sistema de Simeone es complicado, pero a él tampoco se le ha visto muy acertado cuando ha podido jugar. Porque su otro gran problema es que lleva dos meses de baja tras sufrir un esguince de tobillo que, en principio, no parecía que fuera a necesitar tanto tiempo de recuperación. Es, seguramente, la gran decepción de la campaña hasta el momento.

Entre Jackson, Torres, Vietto y Correa han conseguido seis goles en la Liga mientras que hay 16 futbolistas que ellos solos han conseguido anotar más que esa cifra

Torres empezó bien, pero desde que se empezó a hablar que estaba a un gol de alcanzar los 100 con la camiseta rojiblanca parece haberse bloqueado. De los tres es el que más minutos ha jugado, sigue creando peligro, hace buenos desmarques y posiblemente sea el que más aporta al juego del equipo. Sin embargo, no acierta a superar a los porteros. Es posible que las ganas, la ansiedad por alcanzar esa cifra tan llamativa, le tengan algo agarrotado a la hora de culminar las jugadas. No es normal que lleve 17 partidos sin marcar.

Vietto empezó mal, sin confianza, dando una imagen muy distinta al que encandiló en el Villarreal el año pasado. Parecía uno de esos casos, tan habituales en el Atleti en otras épocas, de jugadores a los que le podía el peso de la camiseta. Cuando estaba empezando a mejorar sufrió una apendicitis que le tuvo fuera del equipo un mes y medio. Ha tenido algunos detalles de calidad, realizando su mejor actuación en Lisboa ante el Benfica, pero le cuesta ser la referencia del equipo en ataque. Ahora mismo, parece más preparado para ser un acompañante que un protagonista.

Esta situación se produce en la campaña que el club más ha invertido en reforzar la parcela atacante

Es evidente que ninguno de los tres jugadores ha alcanzado un gran nivel pero ¿es sólo culpa de ellos o también puede influir la forma de juego del equipo? Si la solidez defensiva es el principal arma es lógico que el ataque se pueda ver resentido. Hay fases de los partidos en los que el Atleti se junta en su propia parcela para dejar sin espacios al contrario, lo que implica que luego haya que recorrer muchos metros hasta llegar al área rival. Y el trabajo al que están sometidos también en la parcela defensiva los atacantes puede influir en que pierdan algo de frescura cuando tienen que desequilibrar y definir. Claro que esta forma de juego no ha variado desde que el Cholo se hizo cargo del equipo. Y los números indican que el Atleti remata al arco contrario más o menos lo mismo que en pasadas campañas: en la actual lleva una media de 12,5 remates por partido --cifra que ha disminuido tras el partido de Málaga--, mientras que en la 2012-13 era de 13,42, en la 13-14 de 13,24, y en la temporada pasada, la que menos, 11,50 remates cada encuentro. “Me gustaría tener pocas ocasiones y hacer goles a tener muchas y no sentenciar. La contundencia pasa por tener intención. Esas situaciones te acercan más a tener la pelota. Es una cuestión de intuición, seguridad... Ya llegará. Los delanteros tienen rachas, son más espaciados, hay que seguir trabajando”, decía hace unos días en rueda de prensa Simeone hablando sobre los problemas para ver portería de los delanteros.

Que el Atleti es el que mejor rentabiliza sus goles está claro. Que se pueden ganar muchos partidos apostando por mantener la portería a cero y aprovechando alguna oportunidad, también. Los de Simeone son un claro ejemplo de ello. Pero ese plan no siempre sale bien. Hay veces que el gol no llega. Griezmann no va a ser siempre la solución y, además, el equipo ya no es tan efectivo en las jugadas a balón parado. La defensa y Oblak están rindiendo a un magnífico nivel pero nadie está salvo de un acierto del equipo rival o de un rebote desafortunado. Para acabar tercero puede que valga la actual dinámica, ya se vio el año pasado. Pero si se quiere aspirar a metas mayores, el Atleti necesita algo más que solidez en defensa y las apariciones de Griezmann. Debe tener otras armas con las que hacer daño a los rivales. Y esas pasan, obligatoriamente, porque sus delanteros despierten y empiecen a sumar goles. El propio Simeone lo reconocía esta semana en una entrevista en El País: “Necesitamos esos goles para crecer”.