Catorce años después de inaugurar en Albacete su cuenta goleadora con el Atlético de Madrid, Fernando Torres está a punto de ingresar en un selecto club en el que un jugador de su categoría e importancia dentro de la historia reciente de la entidad no podía faltar: el club de los futbolistas que han marcado cien goles en partidos oficiales con la camiseta rojiblanca. Siendo importante el dato estadístico, quizá lo sea incluso más que llegue acompañado por el buen momento de forma del madrileño, que parece dispuesto a plantar cara en la dura lucha que existe este año por jugar en la delantera del equipo. Y es que El Niño ha empezado la temporada a cien por hora.

En toda la historia del Atleti a Torres ya sólo lo superan nueve jugadores en el capítulo anotador, que encabeza el mito Luis Aragonés con 170. Le siguen Escudero con 169, Campos con 146, Gárate con 137, Peiró con 124, Adelardo, con 114, Collar con 105 y Juncosa y Agüero con 101. Si las cosas le salen bien esta temporada, tiene a tiro superar a los cuatro últimos y ascender hasta la sexta posición. Si nos centramos sólo en el apartado de la Liga de Primera, donde manda Escudero con 150 goles, Fernando ya es el séptimo en la lista con 80 dianas, igualado con Juncosa. Tiene sólo a dos tantos a Rubén Cano para poder situarse asimismo en el sexto lugar. Además, ya se ha colocado entre los 30 futbolistas que más partidos han disputado con la elástica colchonera, concretamente 276 de carácter oficial.

Hay varios factores que nos llevan a pensar que podemos estar ante un buen año para el de Fuenlabrada. El primero de ellos es que ha hecho una gran pretemporada. Afrontó el duro trabajo al que somete el Profe Ortega a los jugadores cada inicio de campaña con la máxima predisposición, conocedor de que, a sus 31 años, necesita trabajar más si cabe esa parcela para mantenerse al más alto nivel competitivo y poder explotar sus condiciones innatas. Era habitual escuchar entre los que presenciaban los entrenamientos en Los Ángeles de San Rafael comentarios del tipo “qué bien está trabajando Fernando, corre y se esfuerza como si acabara de llegar al primer equipo”. Esa preparación ya se está notando en este arranque de campaña. Lo dijo Simeone el otro día: “El trabajo, paga”.

El segundo factor lo podemos encontrar, precisamente, en estar a las órdenes de un técnico tan exigente como el Cholo y en tener una enorme competencia para poder disponer de minutos. Torres (y los demás delanteros) saben que este año no se pueden relajar porque hay otro detrás esperando para saltar al campo. Y es verdad que Fernando tiene a su favor el cariño de los aficionados, pero tiene en contra 55 millones de euros. Los 35 que costó Jackson Martínez y los 20 que pagó el club por Vietto. Es cierto que Simeone no se suele dejar influir por lo que haya costado un jugador, pero también es evidente que ambas son dos apuestas muy fuertes del club y que hay que sacarlas rendimiento. Para cargarse de razones y méritos para ser titular, el madrileño debe rendir al 100%. Y nada mejor que tener a Simeone detrás apretándole en su intento de sacar lo mejor de él. “Fernando necesita exigencia y le estamos exigiendo”, dijo el argentino antes de recibir al Getafe.

Tan importante como los anteriores es que Torres está donde quiere estar. A estas alturas de su carrera, se le ve con la mente limpia, relajado, sin más ambición que cumplir su sueño de poder ganar un título con el club de su vida. Después de las malas experiencias en Londres y Milán, ha vuelto a su casa, donde quiere vivir alegrías como las que ha tenido el club en los últimos años. El éxito en el fútbol depende en gran medida del estado de ánimo de sus protagonistas y el de Fernando está lleno de ilusión en esta etapa de su carrera que afronta mucho más maduro.

Además, no podemos olvidar otras dos circunstancias importantes. La primera es que Torres acaba el contrato que le liga al Milán (está cedido en el Atleti) a final de esta temporada. De hecho, a partir del próximo 1 de enero podría negociar oficialmente con cualquier club. Como empezó tan joven parece que fuera más mayor y que le quedara menos de carrera, pero con 31 años aún está en disposición de firmar, posiblemente, el último gran contrato de su vida y más siendo un jugador libre por el que no hay que pagar traspaso. Pero todo eso pasa por completar una gran temporada para poder seguir siendo un jugador cotizado. A día de hoy, su primera opción es seguir en el Atleti, pero cuanto mejor esté, más puertas tendrá abiertas.

Y la segunda es que el próximo verano hay Eurocopa. Y quién le dice que si hace una gran campaña no le pueda volver a llamar Del Bosque. A Fernando le haría una enorme ilusión regresar a la selección para ocupar un puesto en el que sigue sin haber un titular claro.

Lo cierto es que el buen momento de forma que atraviesa Torres en este inicio de campeonato pone a Simeone en la tesitura de tener que decidir entre aprovechar esta situación o dar minutos a Jackson y Vietto para que poco a poco vayan cogiendo la forma, sigan motivados y no se desenganchen del equipo. Fernando se ha ganado, hasta ahora, empezar los partidos en el once titular pero es verdad que cada tres días hay un examen. La solución será, seguramente, repartir los minutos, lo que dificulta aún más el éxito individual porque se debe hacer en 60 o en 30 minutos lo que en otras situaciones se podría intentar en 90. Esa lucha debería repercutir favorablemente en el equipo pero para ello todos deben asumir la filosofía que lleva meses explicando el Cholo: “Es más importante la calidad de los minutos que juegues que la cantidad”.

Y en eso Torres está siendo un ejemplo, como se vio en Eibar. Fue de los mejores, dentro del discreto papel del equipo ante el Barcelona, saliendo de inicio y sabiendo que no iba a acabar el partido, y fue decisivo cuando salió a comerse el mundo en Ipurúa en los 45 minutos que le tocó jugar. Con esa mentalidad, sus ganas, su experiencia, su calidad y la ilusión por conquistar metas con el Atleti, es previsible que pueda ser un gran año para Torres. Un año para ponerse a cien.