Sólo hay un jugador que ha sido capaz de marcar en la presente Liga en cinco jornadas consecutivas. Y no, no es Cristiano Ronaldo, ni Messi. Tampoco Benzema, Neymar, ni Luis Suárez. Su nombre es español y conocido por la afición del Atlético de Madrid. Se trata de Borja Bastón, que en su temporada de debut en la máxima categoría se está convirtiendo en una de las sensaciones del campeonato al haber conseguido seis goles en los cinco últimos encuentros del Eibar. Justo cuando empezó a jugar como titular en el equipo en el que está cedido por el club colchonero. De hecho, es el tercer máximo realizador nacional, tan sólo superado por Aduriz y Nolito, y suma hasta el momento los mismos tantos que Jackson, Torres, Correa y Vietto juntos.

El futbolista madrileño, que tiene contrato con el Atleti hasta 2017, está empezando a cumplir con el guión que desde hace muchos años parecía escrito para él y que sólo las lesiones han podido retrasar. Entró en la cantera rojiblanca con cuatro años para jugar de portero pero su padre, Miguel González Bastón, que fue guardameta del filial del Atleti durante varias temporadas y que posteriormente haría carrera en el Real Burgos y subiría a Primera división, le quitó la idea. “Tenía muy buenas condiciones pero era muy inestable en la portería --recuerda Miguel-- porque era muy inquieto. Yo le dije que en ese puesto se sufría mucho”. Así que Borja empezó a jugar de delantero, con tanto éxito que empezó a batir todas las marcas conocidas en las divisiones inferiores de la entidad.

Tanto prometían sus condiciones que le empezaron a conocer como el nuevo Fernando Torres, su gran referente, y se convirtió en la gran apuesta del club. Especialmente significativa fue su temporada en el Cadete B, donde anotó 50 goles, una cifra que sigue sin batirse hoy en día. En ese equipo militaban Koke, Cedric --que llegó a debutar con el primer equipo en la etapa de Quique Sánchez Flores y luego jugó en el Atlético Osasuna y el Real Betis--, Pedro Obiang --que posteriormente se fue a la Sampdoria y actualmente milita en el West Ham-- y Álvaro Morata. De hecho, mucho se ha comentado sobre que el actual delantero de la Juventus abandonara en su día la cantera atlética al no poder superar la competencia con Borja.

El entrenador de aquel equipo, Armando de la Morena, explica cómo fue la historia. “Morata pasó aquel año de ser el más bajito a uno de los más altos, precisamente junto con Borja. Al tener ese cambio a nivel evolutivo, Álvaro permaneció bastante tiempo lesionado. Tuvo muchos problemas con el crecimiento, con las rodillas, y estuvo cuatro o cinco meses sin poder entrenar una semana entera a causa de las molestias que tenía. No es verdad que Borja le quitara minutos. Cuando estuvo en condiciones, jugaron los dos. Al pasar a juveniles, Borja iba a ir al Juvenil A porque venía de hacer los 50 goles, había sido la referencia y tenía gran proyección. A Morata se le ofreció ir al Juvenil B, que era División de Honor también, pero una categoría menor. Para ambos era una evolución grande. Eran menores de edad respecto a la categoría en la que iban a jugar pero para que no se duplicaran los puestos a uno le ofrecieron el A y al otro el B. Y como no le gustó lo que le ofrecían, decidió irse”. Añadamos que con gran pesar del director deportivo de la cantera en aquel momento, José María Amorrortu, que intentó convencerle para que se quedara. Morata se marchó al Getafe y un año después terminó recalando en la cantera del Real Madrid de la mano de Míchel.

De aquella temporada guarda De la Morena algunos recuerdos destacados. Como lo que ocurrió en el último partido de Liga, en el que se jugaban el título en Pozuelo. “Necesitábamos la victoria para quedar campeones porque el Madrid había disputado su partido antes que nosotros y había ganado. En el minuto 5 nos metió un gol el equipo rival. Borja cogió el balón en nuestra portería y le dijo a sus compañeros: ‘Tranquilos, que esto lo remontamos rápido’. Y en diez minutos metió dos goles. Ya demostró la personalidad que tenía con 14 años”.

Bastón no tardó en descubrir que el fútbol no era el camino de rosas que parecía. Con 15 años sufrió la rotura parcial del ligamento cruzado. Los médicos decidieron no operarle y en tres meses volvió a jugar. Pronto volvió a hacer de las suyas, esta vez con la camiseta de la selección española, con la que ha jugado en las categorías sub 15, sub 16, sub 17 y sub 19. En 2009 disputó el Mundial sub 17, consiguiendo la Bota de Oro como máximo goleador tras conseguir cinco goles en seis partidos.

Todo el mundo hablaba de él y con 17 años, Borja González Tomás --sus primeros apellidos pues Bastón, por el que es conocido, es el tercero-- se ganó el derecho a disputar un amistoso con el primer equipo en Finlandia ante el IFK, en junio, antes de que los jugadores se fueran de vacaciones. Su debut no pudo ser más afortunado. A poco del final marcó el gol que le dio la victoria al Atleti por 1-2 en una acción de mucho mérito, tras regatear al portero y conseguir, casi sin ángulo, meter el balón en la portería. Miguel, que estaba en el banquillo como preparador de porteros en aquella época, lo recuerda como “una de las mejores experiencias de mi vida. Metió un golazo y fue un momento muy bonito para todos nosotros”.

Un año después, el día que llevaba esperando toda su vida, se convirtió en su peor recuerdo. El 15 de mayo de 2010 el Atleti afrontaba la última jornada de liga en el Calderón ante el Getafe. Era un partido entre batallas. El conjunto rojiblanco venía de ganar la Europa League y cuatro días después tenía que jugar la final de Copa ante el Sevilla. Quique tiró de suplentes y en el minuto 56 de encuentro dio la oportunidad de debutar en partido oficial a Borja. Apenas pudo estar 21 minutos en el campo. Se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, la misma que le había dado un disgusto dos años antes. Su padre lo recuerda con pesar: “Él es atlético de toda la vida, su gran ilusión era debutar en el Calderón. Era un niño que iba a todos los partidos y tenía al Atleti metido en las venas. Era un momento importante en su vida y le marcó un poco esa lesión”. Tuvo que estar seis meses de baja y terminaría jugando a partir de diciembre en el filial la segunda parte de la campaña.

A partir del verano de 2011 empezarían las cesiones a equipos de Segunda División. De forma consecutiva pasó por Real Murcia, Huesca, Deportivo de la Coruña y Real Zaragoza. Antes de irse al equipo oscense, en el verano de 2012, le dio tiempo a marcar su primer gol en el Calderón en un amistoso ante el Alianza Lima. Cada año fue mejorando sus prestaciones hasta llegar a su gran explosión la pasada temporada: anotó 23 goles con los de La Romareda, siendo el segundo máximo realizador de la categoría. Demostró que ya estaba preparado para dar un paso importante y jugar en Primera. Tras hacer la pretemporada en Los Ángeles de San Rafael con Simeone, el club acordó cederlo al Eibar, con el resultado ya conocido hasta el momento. “Lo que está haciendo tiene mucho mérito” comenta Miguel. “No es lo mismo marcar seis goles con el Eibar en cinco jornadas consecutivas, con todos mis respetos para el equipo, que hacerlo en un Madrid, un Barcelona o un Atleti. En esos equipos puedes tener muchas más oportunidades en un partido pero en el Eibar si tienes tres ocasiones tienes que hacer una”.

Borja Van Bastón, como le conocían en la cantera atlética por sus similitudes con el que fuera gran delantero holandés Marco Van Basten, es para su padre “un obsesivo del gol”. “Es un futbolista con hambre y con una gran ilusión. Aparece por cualquier lado, tiene movimientos muy buenos para un delantero”. Armando de la Morena, concreta un poco más sus cualidades. “Destaca por la gran toma de decisiones que tiene a la hora de realizar los desmarques, ve muy bien las jugadas. Y siempre está preparado para cualquier rechace, siempre está en el sitio donde tiene que estar un delantero centro. Es más rematador, pero también puede asociarse porque tiene calidad técnica. Es bastante completo”.

Como ejemplo de lo que es capaz de hacer en un campo, Armando, tiene grabados varios goles que metió con la camiseta del Atleti: “En un partido se fue de dos jugadores, regateó al portero y se quedó muy escorado. En vez de parar el balón e intentar tirar con su pierna buena remató de rabona y lo metió. También recuerdo que en Murcia metió un gol de falta impresionante al Valencia en el último minuto que nos dio un torneo. O un Campeonato de España en el que en el descuento metió un golazo de cabeza espectacular. Es un futbolista de los que coge los rechaces y los mete en la red pero también de los que te pueden coger un balón a 50 metros y meter un golazo. O hacer una chilena, o rematar de cabeza”.

Posiblemente por ese conocimiento que tiene de él, a De la Morena no le sorprende el nivel que está mostrando en Primera. “Para nada. Al revés: estoy convencido que con el tiempo va a dar mucho de qué hablar y será uno de los referentes a nivel de delanteros del fútbol español”.

Llegados a esta situación hay varias preguntas que surgen y que sólo el tiempo irá respondiendo. ¿Cuántos méritos tiene que hacer Borja para que pueda ganarse el derecho a formar parte de la plantilla del Atleti la próxima temporada? ¿Apostará el club por él teniendo en cuenta la abultada nómina de delanteros que tiene actualmente? ¿Será capaz Simeone de darle los minutos y la confianza necesaria para que pueda mostrar sus mejores virtudes? ¿Le compensará a él jugar pocos minutos si parte con la condición de suplente después de haber saboreado este año ser titular en Primera?

“La esperanza de volver al Atleti nunca la ha perdido”, explica su padre. “Cuando habla del equipo le brillan los ojos. Yo creo que no le han dado la oportunidad ni su sitio, pero igual a veces tienes que salir fuera de tu casa para poder triunfar. La ilusión de él sigue siendo jugar en el Atlético de Madrid. Siempre la ha sido desde niño”.