Crónica
La Sultana contra Pedro El Breve (II): que parezca un accidente
Cristina S. Barbarroja Madrid , 29/12/2015
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Tres de la tarde. Aparece Susana Díaz con un nutrido séquito masculino en El Verde. El Verde, que recientemente han pintado de gris, es el bar más cercano al número 70 de la madrileña calle Ferraz; el lugar en el que, copa de Rueda y pincho de tortilla mediante, se han desahogado las más profundas frustraciones socialistas.
No es el caso. Pide el séquito andaluz seis dobles de cerveza. Tras fotografiarse con el personal, se sienta su capitana y echa un ojo desdeñado a los tres folios impresos a doble cara que trae arrugados entre las manos. En la página primera, debajo del renovado logo del puño y la rosa, se lee: ‘Resolución política; Comité Federal; Madrid, 28 de diciembre de 2015’.
No han finalizado las cincuenta peticiones de palabra que, como en los mejores tiempos de Felipe González, ha suscitado el cónclave más poderoso del PSOE entre congresos. Pero ella disfruta relajada de la doble de Mahou --no hay Cruzcampo-- sabedora de que es suyo el guión de una película que, salvo sorpresa, terminará en febrero. Un filme que resume, en el mismo escenario, aquel muñidor socialista, hoy eurodiputado, José Blanco: “Habrá Congreso y Susana dará el paso”.
Esa es la cuestión: la gobernanza del PSOE. No la “alternativa de cambio” a la que se agarraba un obediente Pedro Sánchez en la inauguración de la cita socialista con la consigna pactada con sus barones la noche anterior: “Si Rajoy fracasa, el PSOE convocará a todas las fuerzas políticas para formar Gobierno, pero no a cualquier precio”. Y ese costo, detallado en la resolución política arrugada por Díaz, pasa por “la autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento”.
En la exigencia, y en la crítica feroz a los de Pablo Iglesias, abundaba La Sultana --la primera en intervenir a puerta cerrada--, que llegó a decir ante los suyos.“Podemos es el enemigo”. Y ya. Ni una sola alusión a la inminente renovación de la dirección del PSOE que centró el resto de intervenciones del Comité. Dejaba el mamporreo a sus secuaces, como a un “sorprendentemente cañero”, según uno de los asistentes, presidente autonómico del PSOE que gobierna gracias a la abstención de Podemos: el asturiano Javier Fernández.
Y a la zaga iba el resto de los deudores del apoyo berenjena: el extremeño Guillermo Fernández Vara, el castellano-manchego Emiliano García-Page y el valenciano Ximo Puig, que no gobierna gracias a, sino con, Podemos. Quién sabe si en esa circunstancia debe interpretarse la temprana retirada del Comité del líder del PSPV, que abandonaba el cónclave mientras Sánchez espetaba a los presidentes socialistas: “Tras el 24M contasteis con la confianza de esta dirección federal a la hora de abordar pactos. Vuestra experiencia me va a ser de extrema utilidad”-
Andalucía, Asturias, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha y Valencia se pronunciaban a favor de que se celebre “cuando toca” el Congreso Federal que tiene que elegir nuevo (o nueva) secretario (o secretaria) general. Es decir, en febrero, cuatro años después de aquel que aupó a Alfredo Pérez Rubalcaba, añorado hoy más que nunca. Apoyaban a Sánchez --y el retraso hasta la primavera que propone Ferraz-- Euskadi, Baleares y una dividida Madrid. Y el bailarín Miquel Iceta --la intervención más brillante del Comité, según uno de sus espectadores--, que sentenciaba: “Si el PSOE no cierra la brecha en Cataluña, perderemos Cataluña y perderemos España”.
Con la reforma constitucional y “el derecho a decidir de todos los españoles” como oferta a Podemos se aprobaba, siete horas después de una de las reuniones más peliagudas de los socialistas, la resolución pactada --o impuesta-- con los líderes territoriales del PSOE. Una nueva oportunidad para Sánchez que, según Susana Díaz, tiene pocos visos de prosperar. El acuerdo de El Verde, escenario de desahogos socialistas, pasa por una nueva reunión del Comité Federal en enero. Entonces se decidirá la fecha del Congreso para la renovación de la dirección del PSOE. "Y ella, seguro, dará el paso", aventuraba uno de los muñidores del bar. Que parezca un accidente.
Tres de la tarde. Aparece Susana Díaz con un nutrido séquito masculino en El Verde. El Verde, que recientemente han pintado de gris, es el bar más cercano al número 70 de la madrileña calle Ferraz; el lugar en el que, copa de Rueda y pincho de tortilla mediante, se han desahogado las más profundas...
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Cristina S. Barbarroja
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