Hace algo más de 13 años, cuando el Atleti volvió a Primera tras sufrir los dos añitos en el infierno, el club sacó un anuncio en el que se veía a Germán El Mono Burgos saliendo de una alcantarilla en plena calle Alcalá. “Ya estamos aquí”, rezaba. Y sí, el Atleti volvió a la máxima categoría en una larga travesía por el desierto, más larga de lo que muchos pensaban, y fue recuperando su lugar natural en el fútbol nacional e internacional. Pero aún quedaba una asignatura pendiente desde aquel triste episodio que hacía que para muchos la herida no estuviera cerrada del todo. Una que, por fin, se ha conseguido curar gracias a la llegada al equipo de Simeone, quién si no. Es la nueva conquista, una más, del Cholo.

En el momento en que el Atleti bajó de categoría ocupaba la tercera posición en la clasificación histórica de la Liga que, por historia, títulos, masa social y trascendencia, es la que le corresponde. Pero su ausencia durante dos temporadas en la élite nacional tuvo como consecuencia que se viera adelantado por el Athletic Club y por el Valencia, cayendo hasta la quinta posición. Las discretas campañas realizadas tras su regreso a Primera, unidas a la buena trayectoria del conjunto levantino en los primeros años del siglo XXI, en los que ganó dos títulos, hicieron que la distancia fuera creciendo hasta llegar a encontrarse a 51 puntos del conjunto vasco y a 82 del valenciano justo cuando Simeone fue nombrado entrenador del Atleti, en diciembre de 2011.

Hace cuatro años, cuando llegó Simeone, el equipo era quinto a 51 puntos del Athletic y a 82 de los valencianos. Desde entonces, les ha restado a los levantinos más de 20 puntos por temporada de media

De hecho, excepto en dos ocasiones, el Atleti siempre quedó desde 2002 por detrás del Valencia en la Liga, una tendencia que se invirtió en la temporada 2012-2013, la primera que el Cholo afrontó de forma completa en el banquillo colchonero. Poco a poco, las distancias se fueron reduciendo. En octubre de 2013 ya logró superar al Athletic y alcanzar la cuarta posición. El Atleti iniciaba la presente campaña a veinte puntos del Valencia. Su magnífico rendimiento y la pobre trayectoria de los ches, ha propiciado que este pasado domingo, con el triunfo rojiblanco en Vigo y la derrota valenciana en San Sebastián, el Atleti recuperara esa tercera posición en la clasificación histórica. Y lo ha conseguido en los cuatro años y medio que lleva Simeone en el club. No es muy difícil suponer que hubiera costado mucho más con cualquier otro entrenador al frente de los del Manzanares.

¿Y esto tiene mucha trascendencia?, se preguntarán algunos de ustedes. Pues la tiene en cuanto a poder reparar la última consecuencia negativa que trajo perder la categoría. Es evidente que por el prestigio de sus títulos nacionales e internacionales y el número de su masa social, el Atleti ya tenía la vitola de ser el tercer equipo de España, pero en la rivalidad acrecentada en estos últimos años entre atléticos y valencianistas por ocupar el espacio de ser la alternativa que haga sombra a Madrid y Barcelona, siempre había quien desde el lado valenciano se agarraba al asidero de los puntos de la clasificación histórica como un signo de superioridad. Ese argumento queda ya anulado. Basta mirar las estadísticas de los partidos ganados y goles metidos a lo largo de la historia para comprobar que los méritos acumulados por los madrileños le hacen merecedor de estar en el podio de la competición.

El Real Madrid encabeza la clasificación histórica con 4.242 puntos, seguido del Barcelona con 4.123. Tercero es ahora el Atlético de Madrid, con 3.320, y cuarto el Valencia, con 3.319. Quinto queda ya el Athletic con 3.271. Pero es que habiendo estado dos temporadas menos en Primera y habiendo jugado 50 partidos menos que el Valencia en la división de honor, el Atleti ha ganado 36 partidos más y le supera en 109 goles. Y con seis temporadas y 148 partidos menos que el Athletic Club, el equipo madrileño lleva 24 victorias más. Sólo el cambio de puntuación que se produjo en la temporada 95-96, cuando las victorias pasaron a valer tres puntos en lugar de dos, ha impedido que el Atleti no tenga incluso más ventaja respecto a sus más directos competidores. Tanto si se hubiera dado siempre dos puntos por victoria como si hubiera sido tres, los colchoneros saldrían por delante de sus perseguidores.

Con menos campañas y muchos menos partidos en la máxima categoría que bilbaínos y valencianistas, los colchoneros tienen más victorias que ambos

Este logro no es más que la consecuencia del gran trabajo realizado por Simeone, su cuerpo técnico y los jugadores desde que el argentino llegara al Calderón. A la alegría de recuperar el tercer puesto en la clasificación histórica hay que sumar la de haber llegado a la mitad del campeonato en lo más alto de la tabla (no digamos lo de campeón de invierno por aquello de que al Barça le resta un partido por jugar) con el mérito añadido de estar luchando con dos gigantes como Real Madrid y Barcelona, que disponen de los mejores jugadores del panorama mundial. Viendo las puntuaciones de las primeras vueltas del Atleti en estos últimos años, resulta llamativa la regularidad conseguida con el Cholo en el banquillo: 44 puntos en la 2012-2013; 50 en la 2013-2014; 41 en la 2014-15 y 44 en la 15-16. Pero como mejor se aprecia el salto hacia adelante dado es comparando estos números con los obtenidos en años anteriores: en la 2011-12 acabó la primera vuelta con 26; en la 2010-11 con 30; en la 2009-10 con 23; en la 2008-09 con 31…

Metido de lleno en la lucha por llegar lo más lejos en todas las competiciones y con la plantilla con más alternativas de los últimos años, pinta bien para que los rojiblancos puedan consolidar en el futuro esa tercera posición en la clasificación histórica que ahora mismo ostentan. Al ser las distancias tan cortas, es posible que en algún momento puedan volver a caer al cuarto puesto pero ya están ahí, en el sitio que les corresponde en la liga española. Ahora sí, ahora se puede decir que el Atleti ha olvidado por completo la pesadilla del descenso. El Mono Burgos ya puede cerrar definitivamente la tapa de la alcantarilla que él mismo abrió hace 13 años.