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Víctor Lapuente y Elena Alfaro dicen que mi artículo Totalitarismo desde abajo los ha dejado boquiabiertos. Me alegra. Esa era la idea, que los lectores quedaran boquiabiertos al ver las posibles consecuencias de la mala legislación y peor interpretación que imperan en España en materia de libertad de expresión. Ahora, es obvio que Víctor, Elena y yo estamos en la misma orilla en este asunto así que no voy a convertir este intercambio en un episodio de “fuego amigo”.
Es verdad que mi artículo puede parecer tremendista. Pero el tremendismo puede ser una buena herramienta de comunicación. Si en lugar de decir “sueño con que un día mis cuatro hijos vivirán en una nación que los juzgue, no por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”, Martin Luther King hubiera dicho “los recientes estudios de opinión muestran que un significativo porcentaje de estadounidenses le conceden un alto valor a la etnicidad en sus interacciones personales”, seguramente algunos sociólogos habrían elogiado su rigor y su mesura. Pero creo que ya nos habríamos olvidado de su texto.
Por supuesto que, como dicen Víctor y Elena, el sistema español está funcionando gracias a la expresión de muchos demócratas de a pie, y todo indica que pronto se va a poner fin a este episodio que ya ha abochornado a España ante las democracias del mundo. Pero creo, y ese era el objetivo de mi artículo, que ha quedado en evidencia que existen en España sectores políticos que con su conducta alientan una deriva antidemocrática alarmante. No me refiero, como dije, al anónimo energúmeno que tiene derecho a sus reacciones personales. Me refiero a quienes impulsan una legislación arbitraria, a quienes desde los estrados judiciales la retuercen aún más y a los formadores de opinión que, invirtiendo la vieja descripción del buen periodismo, convierten las antorchas en teas. Son ellos los que han activado el mecanismo que describí como “totalitarismo desde abajo”.
Concluí el artículo hablando de quienes tienen miedo de que la democracia muera. Lo hice porque muchos de los promotores de este escándalo dicen estar preocupados por la democracia así que me pareció prudente presumir la buena fe. Quiero creer que existen en la derecha mediática española personas que de verdad quieren lo mejor para la salud del debate público y las libertades, personas que han visto este episodio como un llamado de alerta y que estarán dispuestas a pedir que se corrija la legislación para impedir que se repita. Si estoy equivocado en esa creencia, entonces sí que todo tremendismo se quedaría corto comparado con lo que se nos viene.
Víctor Lapuente y Elena Alfaro dicen que mi artículo Totalitarismo desde abajo los ha dejado boquiabiertos. Me alegra. Esa era la idea, que...
Autor >
Luis Fernando Medina Sierra
Es Investigador del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March. Doctorado en Economía en la Universidad de Stanford. Profesor de ciencia política en las Universidades de Chicago y Virginia (EEUU). Es autor de A Unified Theory of Collective Action and Social Change (University of Michigan Press, 2007) y de El fénix rojo (Catarata, 2014).
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