El dato de la semana
España, el país europeo de la OCDE con más riesgos físicos en el trabajo
Los últimos datos de la OCDE inciden en la inestabilidad, la inseguridad y la desprotección de los trabajadores respecto al resto de países del organismo en la región
José Luis Marín 10/02/2016
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La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, advertía hace unos días en Madrid sobre la necesidad de que las fuerzas políticas sumen esfuerzos y acaben con una inestabilidad que se presenta como principal enemiga del empleo. La coletilla, repetida fuertemente por el entorno de su partido en las últimas fechas, llegaba pocas horas antes de que se conociese la última Encuesta de Población Activa del INE: 2015 dejaba datos positivos, con más trabajadores en el mercado laboral y un descenso de la tasa de paro.
La estabilidad a la que tanto se apela, sin embargo, no parece haber calado en el mercado laboral, aún en tiempos de mayoría parlamentaria. Así lo confirman los últimos datos sobre calidad del trabajo que ofrece la OCDE y que han sido presentados este mes de febrero. El organismo recoge información sobre la evolución del ámbito laboral desde 2005, y la posición de España se ha visto bastante deteriorada en los últimos años, con retrocesos significativos en varios de los indicadores.
El marco de estudio de la OCDE sobre la calidad del trabajo se estructura en torno a tres dimensiones: calidad de las ganancias, seguridad del mercado de trabajo –riesgo de desempleo y cobertura del mismo– y calidad del ambiente de trabajo.
Los datos más recientes del organismo, de 2015, se corresponden con este último indicador, y están homogeneizados para 21 de los 24 países de Europa pertenecientes a la OCDE. España logra calificaciones malas en la mayoría de los componentes que conforman la medición, y es la peor catalogada en algunos de los casos.
De esta forma, el porcentaje de tensión laboral –es decir, la relación entre las exigencias y los recursos laborales de los trabajadores– asciende en España al 52,31%. Solo es superado por el de Grecia, y coloca a España en el puesto 20 de 21 dentro de los países europeos que forman parte del análisis.
Algo parecido ocurre con las exigencias laborales, en las que se alcanza un índice del 33,55% y en las que los riesgos físicos para la salud de los trabajadores llegan al 50,79%. Es el porcentaje más alto de los 21 países, dobla el de República Checa y supera en 13 puntos al indicador de Portugal y en casi 20 al de Italia.
Entre los factores de riesgo para la salud física se incluyen el trabajo a altas temperaturas, los ruidos o la exposición a químicos; también los accidentes en el lugar de trabajo y las evaluaciones sobre el peligro de estas zonas.
En lo relativo al nivel de recursos disponibles en el trabajo, España ocupa el puesto 16 de 21 en autonomía y oportunidades de aprendizaje, algo que se compensa con la segunda mejor calificación en compañerismo o apoyo social laboral.
Otro de los indicadores que ofrece la OCDE, con datos correspondientes a 2013, advierte la tendencia de inseguridad laboral que arrastra España desde hace varios años. El riesgo de desempleo ese año era del 34,69%, indicador 17 puntos superior al de Portugal, 23 al de Francia y 27 al del Reino Unido. El riesgo por desempleo solo es superado, de nuevo, por Grecia.
Por otra parte, la seguridad de la cobertura por desempleo es de las más bajas de la región: ocupa el puesto 20 de 24 de los países europeos de la OCDE.
Esta situación de inseguridad laboral no parece haber mejorado mucho en los dos años siguientes. Los últimos datos de la EPA advierten que en el último trimestre de 2015 aún hay en España 2 millones de personas que no tienen ningún subsidio por desempleo.
Al mismo tiempo, la extrema temporalidad y la alta tasa de paro tampoco parecen mejorar el riesgo de paro en el país. Los últimos datos del SEPE señalan que en enero de 2016 se firmaron cerca de 325.000 contratos de menos de una semana y que la duración media de los contratos totales de ese mes ha sido de 54 días. La tasa de paro aún sigue por encima del 20%. Es la segunda más alta de la UE y supera en más del doble la media regional (9,1%).
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, advertía hace unos días en Madrid sobre la necesidad de que las fuerzas políticas sumen esfuerzos y acaben con una inestabilidad que se presenta como principal enemiga del empleo. La coletilla, repetida fuertemente por el entorno de su partido en...
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José Luis Marín
Es periodista especializado en datos
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