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Cameron se salva de la hoguera (de momento)

La indignación por el comportamiento fiscal del primer ministro sólo ha provocado una brisa comparada con el huracán islandés, aunque las voces en su contra han ido ‘in crescendo’ desde que su nombre apareciera el 4 de abril en los Papeles de Panamá

Barbara Celis Londres , 12/04/2016

<p>David Cameron</p>

David Cameron

Luis Grañena

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“¿Envidia? Por supuesto que me dan envidia los islandeses pero yo vivo en Reino Unido y aquí somos más reservados. Nos cuesta más sacarles los colores a los políticos y nos asusta cambiar el statu quo. Pero quizás esta protesta, aunque modesta, sea el principio de algo más grande”. El pasado sábado Abel Losantos se manifestaba frente a la residencia londinense del primer ministro británico, David Cameron, junto a un millar de británicos para pedir la dimisión del político. “No me ha sorprendido saber que Cameron había ganado dinero a través de un paraíso fiscal. Siempre hemos sospechado que los tories son unos chorizos pero que se haga público y encima él se pase cuatro días negándolo son palabras mayores” .

Cuando Losantos y los otros indignados británicos tomaron las calles el sábado, los Papeles de Panamá ya habían provocado su primera víctima política, el primer ministro islandés Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, quien se tambaleó durante cuatro días de protestas ciudadanas y el viernes finalmente dimitía tras conocerse que tenía varios millones en un paraíso fiscal. Los británicos reunidos frente al 10 de Downing Street soñaban con un final similar para su primer ministro pero bastaba con mirar alrededor para darse cuenta de que allí la indignación por el comportamiento fiscal de su cabeza de gobierno sólo ha provocado una brisa comparada con el huracán islandés.

No obstante, para la oposición laborista encabezada por Jeremy Corbyn era demasiado suculento dejar pasar la ocasión de apuntar con el dedo al líder conservador tras descubrirse que éste tuvo acciones de un fondo de inversión que dirigió su padre, Ian Cameron, en un paraíso fiscal. Las voces contra Cameron han ido in crescendo desde que el nombre del primer ministro apareciera el 4 de abril en los Papeles de Panamá. Una semana después la indignación llegaba oficialmente a la Cámara de los Comunes, donde David Cameron fue obligado a ofrecer una explicación sobre sus finanzas. Allí confirmó que obtuvo 19.000 libras de beneficio gracias a la venta en 2010 de sus acciones en el fondo de inversión Blairmore, creado a través de Mossack Fonseca por su padre. El primer ministro no quiso reconocerlo cuando se publicaron los Papeles de Panamá una semana antes –“son asuntos privados”, dijo entonces-- pero tras una lamentable gestión de la crisis finalmente lo admitió el pasado jueves. Él y su esposa vendieron esas y otras acciones poco antes de que Cameron se convirtiera en primer ministro; “para evitar que se me pudiera acusar de tener conflictos de intereses”, dijo el lunes ante el Parlamento, y recordó que había cumplido con todas sus obligaciones fiscales.

Las voces contra Cameron han ido in crescendo desde que el nombre del primer ministro apareciera el 4 de abril en los Papeles de Panamá. Una semana después la indignación llegaba oficialmente a la Cámara de los Comunes, donde David Cameron fue obligado a ofrecer una explicación sobre sus finanzas

Un día antes, en un alarde de transparencia, Cameron había publicado sus últimas seis declaraciones de la renta, donde entre otras cosas se descubría que su familia habría evitado pagar los impuestos de sucesión a través de regalos en metálico --200.000 libras entre 2011 y 2012-- de la madre del primer ministro a su hijo. Todo esto fue reiterado en la declaración de Cameron ante el Parlamento, donde cinceló varias frases para la historia del escaqueo fiscal: “Es perfectamente natural que la gente quiera dejar dinero a sus hijos (en alusión a los regalos de su madre). […] Sindicatos y medios de comunicación como la BBC o The Guardian tienen dinero en fondos de pensiones como el de Blairmore, es una práctica normal y su objetivo no es la evasión fiscal. […] Es justo que hagamos lo posible por endurecer las leyes y cambiar la cultura sobre las inversiones que permiten evitar la imposición fiscal y para disuadir la evasión fiscal pero hay que diferenciar entre las empresas creadas para reducir de forma artificial la imposición fiscal y aquellas que alientan la inversión. […] Somos un gobierno y un país que cree en las aspiraciones y en la creación de riqueza y defendemos el derecho a ganar dinero legalmente y a quienes invierten en acciones para mantener a su familia. Aspiración y creación de riqueza no son palabras sucias, son la clave del crecimiento y la prosperidad de nuestro país”.

En realidad ni Sigmundur Davíð Gunnlaugsson ni Cameron habrían cometido técnicamente ningún delito. Pese a la crisis financiera de 2008 y las muchas palabras que los políticos pronunciaron entonces sobre su voluntad para atajar el fraude fiscal, lo cierto es que sigue sin ser lo mismo evadir impuestos que evitar pagarlos mediante la ingeniería financiera legal que proporcionan los paraísos fiscales. El problema es que, como el propio Cameron dijo en 2012 a propósito de las finanzas de un célebre comediante británico, Jimmy Carr, del que se supo que desviaba sus ingresos a paraísos fiscales para pagar menos impuestos en Reino Unido, “lo que ha hecho no es ilegal pero es inmoral e hipócrita”. El mismo comediante al que fueron dirigidas aquellas palabras ha vuelto a hacerse célebre estos días con un tuit sobre Cameron en el que decía: “Voy a ser elegante. Sería inmoral e hipócrita hacer comentarios sobre las cargas impositivas de otro individuo”.

Consciente de esas contradicciones, Jeremy Corbyn aprovechó el encuentro en la Cámara de los Comunes para recordarle a Cameron el sentir general de los británicos ante la que sin duda ha sido la crisis política más grave que ha sufrido el primer ministro, ni siquiera comparable a aquella del cerdo y su miembro. “Lo que ha quedado claro esta semana va más allá de la privacidad fiscal: hay unas reglas para los superricos y otras para el resto de la población. ¿No se dan ustedes cuenta de que llevamos sufriendo seis años de austeridad? La gente normal quiere justicia. El Reino Unido es el centro de la industria de la evasión fiscal global, es un escándalo nacional y se tiene que terminar”, proclamó el líder de la oposición. Entre las preguntas que le lanzó Corbyn –y que Cameron no contestó-- quedó sin respuesta la de las 72.000 libras que ingresó el político tory por otras acciones vendidas en 2010 y cuya procedencia se desconoce. “¿También venían de un paraíso fiscal?”, inquirió Corbyn, quien sudó tinta para llegar a tiempo a la cita en el Parlamento con su propia declaración en la mano. Pese a haber sido el primero que le pidió a Cameron que desvelara lo que pagó a Hacienda, él no consiguió presentar la suya hasta el mismísimo lunes a la hora de la comparecencia porque la había perdido.

El Reino Unido es el centro de la industria de la evasión fiscal global, es un escándalo nacional y se tiene que terminar”, proclamó el líder de la oposición

Pese a las bromas que hizo el primer ministro por la tardanza de Corbyn, en ella no se desvelaba ningún ingreso sospechoso –su sueldo de diputado, unas 70.000 libras al año, casi 2.000 como conferenciante y una multa de 100 libras por hacerla tarde--, como tampoco en la de Nicola Sturgeon, la primera ministra escocesa. El lunes también se daban a conocer los ingresos del secretario del Tesoro, George Osborne, que optó por declarar sólo el último año fiscal --recientemente la empresa de su familia fue objeto de una investigación por no pagar el impuesto de sociedades durante ocho años-- y los de Boris Johnson, el alcalde de Londres, que ganó dos millones de libras en los últimos cuatro años, por los que pagó casi un millón en impuestos.

El domingo David Cameron había reconocido que era buena idea que los principales miembros de su gobierno y de la oposición hicieran públicas sus cuentas para demostrar a los ciudadanos su compromiso con la transparencia y porque “son ellos quienes cuidan o aspiran a cuidar de las finanzas de los ciudadanos” pero en su discurso ante el Parlamento afirmó que no esperaba que los parlamentarios rasos estuvieran sujetos al mismo tipo de escrutinio. “Tendríamos que pensar con cautela que se abandonara la confidencialidad fiscal de todos los miembros de esta cámara. Si esto ocurre la gente también haría preguntas sobre los responsables de los gobiernos locales, sobre quienes dirigen empresas públicas o sobre los miembros de la prensa. Sería un gran cambio para este país y no debería hacerse sin un amplio debate y yo no soy favorable a ello”, zanjó.

En Europa sólo países como Noruega juegan a la transparencia absoluta y permiten que cualquier ciudadano pueda husmear en la declaración de la renta no ya de su presidente sino de cualquier otro ciudadano... ¡desde hace 150 años! En el resto de Europa sólo algunos países como Francia permiten publicar las cuentas de su presidente mientras éste permanezca en el gobierno. En Estados Unidos tampoco es obligatorio aunque es costumbre publicar las de cada uno de los presidentes electos. En España se recomienda, aunque no hay ninguna ley que obligue a ello.

Cameron anunció medidas cosméticas dirigidas sin duda a apaciguar una tormenta que le ha alejado de la que hasta estos momentos era su prioridad absoluta: hacer campaña en contra del Brexit

Para apaciguar la tensión provocada por su propio escándalo Cameron aprovechó su comparecencia para anunciar nuevas medidas legales dirigidas a combatir el fraude fiscal: la creación de un equipo dedicado íntegramente a la investigación de los Papeles de Panamá, la tramitación de una nueva ley que permitirá perseguir a bancos y empresas que ayuden a evadir impuestos y un nuevo acuerdo con los países que funcionan como paraíso fiscal para compartir información con el Reino Unido. Medidas cosméticas dirigidas sin duda a apaciguar una tormenta que le ha alejado de la que hasta estos momentos era su prioridad absoluta: hacer campaña en contra del Brexit.

A ello volverá con más vigor que nunca esta misma semana, tras una crisis que sin embargo ha unido como una piña a un partido, el conservador, en el que las divisiones ante el referéndum sobre el Brexit habían creado fuertes grietas. La privacidad de sus bolsillos es un asunto que preocupa por igual a todos los tories, como demostraron todas las intervenciones del lunes en la Cámara de los Comunes.

Ahora habrá que ver si esta crisis, que el gobierno ha dado por superada tras la comparecencia de su primer ministro, tendrá algún impacto en la campaña por el Brexit. De momento esta semana se le han sacado los colores a Cameron por haber invertido nueve millones de libras en folletos informativos y en una web a favor del sí a Europa. De este modo ha evitado los límites de siete millones de libras para cada bando que imponen las campañas para los referéndums, que en el caso de la consulta sobre la permanencia en la Unión Europea arrancará oficialmente el día 15. Nigel Farage, el lider del partido antieuropeo UKIP, quien por cierto se ha negado de forma radical a presentar su declaración de la renta, ha acusado a Cameron de utilizar el dinero de los contribuyentes para decir mentiras sobre Europa. Y miembros del partido tory como el ministro de Justicia, Michael Gove, también le han criticado, aunque sus voces, a la luz del escándalo provocado por los Papeles de Panamá, sólo se han escuchado tímidamente. 

No obstante, parece que los políticos ingleses quieren volver cuanto antes al ‘business as usual’ y el lunes por la noche ya volvía a hablarse del asunto de los folletos de Cameron después de que una petición popular para que no se repartan superara las 150.000 firmas, lo que obliga por ley a que el tema se debata en la Cámara de los Comunes. Quién sabe, quizás se discuta al mismo tiempo que otra petición popular, la que con 140.000 firmas solicita elecciones generales porque “las mentiras que dijo Cameron para ganar las elecciones de 2015 ahora se han reconocido como tales y es razonable que el público pueda votar conociendo íntegramente sus verdaderas intenciones”.

“¿Envidia? Por supuesto que me dan envidia los islandeses pero yo vivo en Reino Unido y aquí somos más reservados. Nos cuesta más sacarles los colores a los políticos y nos asusta cambiar el statu quo. Pero quizás esta protesta, aunque modesta, sea el principio de algo más grande”. El pasado sábado Abel...

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Autor >

Barbara Celis

Vive en Roma, donde trabaja como consultora en comunicación. Ha sido corresponsal freelance en Nueva York, Londres y Taipei para Ctxt, El Pais, El Confidencial y otros. Es directora del documental Surviving Amina. Ha recibido cuatro premios de periodismo.Su pasión es la cultura, su nueva batalla el cambio climático..

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1 comentario(s)

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  1. ajmp

    ¿España? ¿has nombrado a España? ¿que presidentes, cuales, donde, en que dimensión paralela?

    Hace 8 años

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