Han sido muchas las temporadas en las que dos equipos se han jugado el título de campeón de la Liga española en la última jornada. No tantas en las que tres equipos llegaron a ese último encuentro con opciones de levantar la copa, tal y como puede ocurrir esta campaña. En una de esas ocasiones, hace 45 años, también fueron protagonistas rojiblancos y azulgranas, dos de los actuales candidatos. El tercero en discordia era el Valencia, que a la postre ocuparía la primera posición, pero la emocionante e inesperada forma en que se produjo el desenlace puede ser un buen ejemplo de que nunca hay que dar nada por perdido, que traducido al lenguaje de Simeone sería el “dependemos de nosotros mismos”, que dijo hace unos días.

Retrocedamos en el tiempo hasta el 18 de abril de 1971. Se celebra la última jornada de Liga con el Valencia como líder, con 43 puntos seguido del Barcelona con 42, y el Atlético de Madrid con 41. Al equipo levantino, entrenado por Alfredo Di Stefano, le basta con empatar en el campo del Espanyol, que no se juega nada, para salir campeón. Mientras, en Madrid, Atlético y Barcelona se enfrentan en un abarrotado Calderón en un partido en el que los dos necesitaban ganar y esperar una derrota de los ches para poder protagonizar un posible “sorpasso”. Colchoneros y culés afrontaban la cita sin demasiada confianza en poder acabar primeros, teniendo en cuenta que el Valencia llegaba a ese choque en gran forma: había ganado sus cinco últimos partidos.

El Atleti había sido líder en distintos momentos de aquella temporada, la última vez en la jornada 24, a seis del final, tras imponerse precisamente al Valencia por un contundente 3-0. Pero en el siguiente compromiso, los rojiblancos empataron en el campo del Sevilla y dejaron el primer puesto en manos del Valencia, que ya no lo abandonaría. Una nueva igualada en Málaga les hizo llegar a los colchoneros en la última jornada a dos puntos de los de Mestalla pero con el goal average particular ganado. De ahí que el Atleti pudiera salir campeón si ganaba al Barça y perdía el Valencia.

Los dos partidos se jugaron a la misma hora y llegaron al descanso sin cambios en el marcador inicial, 0-0. Los de Marcel Domingo, técnico rojiblanco, merecieron ir al intermedio con ventaja pero antes del final del primer tiempo sufrieron la mala noticia de la lesión de Gárate tras un choque con el que después sería portero atlético, entonces blaugrana, Miguel Reina. Le sustituiría Luis Aragonés, suplente aquel día.

A los 15 minutos de la reanudación se adelantó el conjunto catalán con un gol marcado por Martí Filosia tras un saque de esquina. Poco le duró la ventaja a los azulgranas porque apenas tres minutos después el propio Luis culminaba una combinación entre Adelardo y Alberto, haciendo el empate. Casi de forma paralela, el Espanyol marcaba en Sarriá por medio de Lamata. “Escuchamos un griterío en la grada y tanto nosotros como los jugadores del Barcelona miramos a los banquillos y nos enteramos que iba perdiendo el Valencia”, recuerda el capitán Adelardo para La Colchonería. Faltaban unos 25 minutos para el final del encuentro y un gol de cualquiera de los dos equipos, Atleti o Barcelona, les haría campeones.

“Me acuerdo que le comentaba durante el partido a Reina, a Marcial, a los que conocía de ellos, ‘oye, dejaos marcar un gol que es una tontería que empatemos’, y claro ellos me decían ‘dejaos vosotros hacer uno’. Antes de acabar me tuve que retirar por un problema físico y me quedé allí sentado en la banda (entonces no eran tan estrictos como ahora en ese aspecto ni había cuartos árbitros), y aquello fue una batallita por ver quién metía un gol pero no fuimos capaces ninguno. Y al final le dimos el título al Valencia”.

Otro de los protagonistas que jugó aquel encuentro fue el extremo rojiblanco Ufarte. “Desde que nos enteramos de que había marcado el Espanyol intentamos por todos los medios hacer otro gol pero no fue posible. Fue una pena la lesión de Gárate, que era nuestro goleador y supuso un baja importante en la segunda parte”, lamenta.

Hay una imagen histórica de Di Stefano, del que dicen que lo pasó tan mal en el encuentro de Sarriá que se fumó hasta 32 cigarros en los 90 minutos, en la que se le ve en el banquillo mirando hacia atrás y señalando con sus dedos índices el 1-1 del partido de Madrid, como preguntando a alguien si seguía ese marcador en el Calderón. Bien pudo cambiar ese resultado y el destino del título si a pocos minutos del final el colegiado Medina Iglesias hubiera señalado como penalti un derribo de Rifé a Salcedo que pareció evidente. Ufarte afirma que “fue una jugada clarísima pero no se decidió a pitarla”. El Atleti pudo haber repetido el título que había conseguido la temporada anterior. Le faltó un gol.

Lo sucedido en aquella última jornada y en aquel partido del Calderón quedó reflejado en el magnífico cortometraje Campeones, de Antonio Conesa, que con guión de un gran atlético como Pablo Olivares fue elegido en el Festival de Cine de Alcalá como el mejor corto español de la década de los 90.

El Atleti no solo no pudo revalidar el título que había alcanzado el año anterior, sino que el desgaste del choque ante los blaugrana pasó una alta factura para el choque de vuelta de las semifinales de la Copa de Europa que apenas diez después debía disputar en Ámsterdam ante el Ajax. Aquel partido no lo pudieron jugar ni Garate, ni Adelardo, ni Martínez Jayo por culpa de las lesiones que sufrieron el día del Barcelona. El Atleti no pudo defender la renta de 1-0 que cosechó en la ida y cayó derrotado ante Cruyff y compañía por 3-0.

Cuarenta y cinco años después no habrá un duelo directo entre dos de los aspirantes. Pero también hay un equipo, en este caso el Barcelona, que depende de sí mismo como entonces le pasaba al Valencia. Los azulgranas son los que mejor lo tienen para proclamarse campeones porque ganando sus dos partidos alzarán el título, pero el fútbol es imprevisible y lo que tiene que hacer el Atleti es aprender de lo que pasó aquel 18 de abril de 1971. Simeone lo tiene muy presente y por eso, en plena celebración por el pase a la final de la Champions, se acordó de la Liga. “Quiero ver a mucha gente del Atleti en el campo del Levante. Espero verlo porque quiero llegar al último partido con opciones”. El Cholo no renuncia a nada y no regala nada.