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TRIBUNA

La alternativa. O esperanza o cinismo

Las presiones soportadas por Pedro Sánchez muestran hasta qué punto el “sistema” teme un cambio real. Tras el “no” a Rajoy, es necesario dar pistas creíbles sobre un diálogo que avance en el “sí” para un gobierno alternativo

José Antonio Pérez Tapias 3/09/2016

<p>Parte de la bancada socialista, durante el debate de investidura del 2 de septiembre.</p>

Parte de la bancada socialista, durante el debate de investidura del 2 de septiembre.

PSOE

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Acabó el proceso de investidura para la presidencia del Gobierno sin presidente investido. El candidato del PP, Mariano Rajoy, que llegaba como presidente en funciones tras mandato de triste memoria, ha sabido lo que es morder el polvo, comprobar que sabe a tierra y que ésta mancha. Pero ha experimentado en sus carnes que más mancha la corrupción y que es esa mancha la que ha hecho que su figura sea la de la irresponsabilidad misma, la de la indignidad, a la cual apenas nadie quiere acercarse porque la mancha se extiende de continuo y contamina todo lo que tenga alrededor. Es por eso que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en sus arrebatos de sinceridad, confesaba su asco por el aliado a quien se había vinculado con un precipitado pacto llamado a ser pronto agua de borrajas.

El “no” del Partido Socialista, esgrimido con encomiable tenacidad por su secretario general, ha sido, sin duda, el motor de la dinámica de una investidura destinada a ser fallida por esa misma negación. Las presiones soportadas por Pedro Sánchez, ésas que, viniendo de fuera, han traído sello hasta de la City londinense y del poder que centrifuga dominio desde Nueva York, muestran hasta qué punto lo que llamamos el “sistema” teme un cambio real.

Ciudadanos tendría difícil no abstenerse después de habérselo pedido insistentemente al PSOE, su anterior partner

Igualmente ocurre con las que se han producido desde dentro, que han ido desde las presiones de una sospechosa letanía mediática rogando que el PSOE se abstuviera para dar paso a un nuevo Gobierno del PP, hasta las ejercidas desde las estructuras orgánicas del PSOE por jefecillos territoriales celosos de sus parcelas de poder y, por ello, llamando a rebato, bajo el eufemismo de convocatoria a la reflexión, para que el partido cambiara su decisión de votar “no” al candidato Rajoy, insistiendo en lo responsable de una abstención que le permitiera gobernar. Hasta ahora, esfuerzos inútiles ante un secretario general que encuentra apoyo en una militancia del todo reluctante a cualquier concesión a una derecha antisocial, autoritaria y corrupta. Sin embargo…

Resulta, sin embargo, cuando la victoria del “no”, gracias a la suma de los 85 votos socialistas con 95 de otras fuerzas políticas, hunde en la derrota a los 170 de las derechas –básicamente el PP con los votos de Ciudadanos-, que no por ello se respira en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, entre las mismas fuerzas del “no”, un ambiente consonante con su éxito. Apenas si levantan el tono las enigmáticas palabras de Pedro Sánchez afirmando desde su condición de secretario general socialista que las “fuerzas del cambio” han de dialogar para encontrar una salida a la situación de bloqueo que se vive, y decir que, sin duda, el grupo parlamentario socialista va a estar en “la solución”.

¿Hacia dónde apunta la salida a la que alude Pedro Sánchez, quien enfatiza que implicaría evitar las indeseables terceras elecciones? ¿Señala el secretario general socialista a la búsqueda de un pacto con Unidos Podemos, al que pudiera sumarse Ciudadanos, que tendría difícil no abstenerse después de habérselo pedido insistentemente al PSOE, su anterior partner? ¿Incluiría el mismo a partidos nacionalistas? ¿Qué piensa sobre el papel que pueden jugar los independentistas catalanes? Las incertidumbres en torno a estas preguntas –siempre con el tema tabú de una consulta en Cataluña rondando sobre ellas-- son las que pueden erosionar la credibilidad del mensaje lanzado sugiriendo que pudiera darse la tan deseada posibilidad de un gobierno alternativo al no logrado por el Partido Popular. Necesario es dar pistas creíbles sobre un diálogo que debe avanzar en serio, sin esclavizarse al calendario electoral marcado por los comicios ya convocados en Euskadi y Galicia.

Es más, las señales sobre un diálogo que fluyera en la dirección indicada incrementarían las expectativas de las izquierdas en sendas elecciones autonómicas y, lo que es especialmente importante, transmitirían a la sociedad un mensaje de esperanza que cada día es más urgente que se emita a la vista del escepticismo, el hastío y la desafección política que en la misma se extiende como ácido corrosivo que amenaza con dar lugar a peligrosos deslices hacia la antipolítica. La dirección del PSOE no debe seguir entre circunloquios evasivos o entre contradicciones al dar a entender que se puede intentar un gobierno presidido por Sánchez y decir simultáneamente que no tiene intención alguna de postularse para ello.

Unos medios de comunicación difunden sin atisbo de crítica que el candidato del PP no merece que se le apoye, sino por sentido de Estado

Con todo, más allá de los escarceos del batallar político, lo importante al dibujar el horizonte de una alternativa a la derecha en estos momentos cruciales es transmitir esa esperanza de la que tan carentes estamos. No se trata de alimentar la mera expectativa de que algo sucederá. Lo urgente es impulsar la confianza en una razonable salida digna para el bloqueo en que nos hallamos, no por tener una llave mágica, sino por concitar la unión de voluntades que, más allá de las diferencias, se aplicaran a superar en serio el bloqueo producido por un PP que ha taponado la cerradura para poder abrir la puerta al futuro solidario y digno que en España anhelamos.

Convocar a la esperanza es armarse de la voluntad política colectiva para derrotar al cinismo en el que se han instalado las derechas y sus corifeos mediáticos —incluidos los que iban por la vida de “progresistas” o “independientes”—, los cuales no han cejado, ni lo harán, en su prédica del más irresponsable pragmatismo, apelando en falso precisamente a la responsabilidad. Es muestra de cinismo hablar de regeneración democrática y mantener en el banco azul del Congreso a un ministro del Interior que utiliza recursos del Estado para conspirar contra adversarios políticos; lo es prometer un pacto educativo cuando se siguen haciendo decretos para aplicar la injusta LOMCE; lo es también hablar de crecimiento del empleo cuando se sabe que va a disminuir y que el generado es de lo más precario.

Es cinismo instalarse con vehemente arrogancia en la defensa de la unidad de la nación española con actitudes excluyentes. Es cinismo chantajear descaradamente a una sociedad diciendo “o yo o el caos”, anunciando además una caótica jornada electoral intencionadamente puesta en día de Navidad. Es cinismo presentarse como adalid anticorrupción —la instalación en la mentira es tal que nadie se la cree— y proponer a un ministro dimisionario por los papeles de Panamá para que represente a España en el Banco Mundial.

Es cinismo proponer a un ministro dimisionario por los papeles de Panamá en el Banco Mundial

Pero, por otro lado, encontramos el cinismo ejercido también desde unos medios de comunicación que difunden sin atisbo de crítica las opiniones de quienes dicen que el candidato del PP no merece que se le apoye, pero hay que hacerlo por sentido de Estado. O que se recojan opiniones reconociendo que Rajoy es el “más vetado” aunque haya sido el “más votado”, pero pidiendo que se le dé paso a la presidencia del Gobierno, por el bien de España. Es cínico concluir sesudas columnas periodísticas aseverando que no estamos hablando de moral sino de política; es decir, dando a entender que hay que ensanchar las tragaderas de la ciudadanía para aceptar la inmoralidad en la política.

El mismísimo Kant, a pesar del rigor de su ética del deber, ya decía que no es solución el moralismo político, pero que sí es exigible una política moralmente orientada. A eso se debe el “no” vencedor en el Congreso de los Diputados. Pero en la batalla contra el cinismo y todo lo que de injusta e incompetente política este encubre, los motivos de ese “no” exigen su continuidad en el “sí” para un gobierno alternativo que con buenas razones se demanda y cabe aún esperar como posible.

Es por eso que en un “no” que suscita esperanza se quiere ver la interpelación a la responsabilidad para lograr un pacto constructor de alternativa. ¿Ingenuidad, buenismo? No; simplemente consciencia de que el cinismo político es letal para la democracia en la misma medida en que la corrupción enquistada en las instituciones acaba con su autoestima, bien intangible de primera necesidad. Vale concluir por ello con las palabras con las que el filósofo Peter Sloterdijk cierra su Crítica de la razón cínica: “Las malas experiencias ceden ante las nuevas oportunidades”. No se abren las oportunidades si no lo hace una esperanza militante.

Acabó el proceso de investidura para la presidencia del Gobierno sin presidente investido. El candidato del PP, Mariano Rajoy, que llegaba como presidente en funciones tras mandato de triste memoria, ha sabido lo que es morder el polvo, comprobar que sabe a tierra y que ésta mancha. Pero ha...

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José Antonio Pérez Tapias

Es catedrático en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada. Es autor de 'Invitación al federalismo. España y las razones para un Estado plurinacional'(Madrid, Trotta, 2013).

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9 comentario(s)

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  1. conciencañones

    La esperanza es sanchez y la bufona de su mujer? La esperanza es el pxxe? El mismo del señor x? El que consiguió que la banca ganara mas que nunca, mientras gobernaron? El que cambio el 135 por orden de frau merkel? El de los barones giratorios?........ Esto es un monologo para el club de la comedia, no?

    Hace 7 años 7 meses

  2. Jesús Díaz Formoso

    Hay tres Partidos Socialistas (en ninguno de los cuales es seguro que anide el Socialismo): El de la beautiful despiadada del cinismo al poder. Encarnada por González GAL, Solana Bomber y sus secuaces, por todos, afortunadamente, conocidos ya. Han okupado Ciudadanos. Desde allí nos siguen acechando, travestido s de nosotros, los muy ellos. El segundo PSOE es el de Podemos; el P$OE –con los del PP encantados de haberse mirado en ese espejo, como acredita el reflejo de la malvada bruja Cifuentes, que se cree Blancanieves, con sus enanitos y todo- creó el monstruo que recrea el falangismo entre barnices progres que hacen hasta añorar la vieja pana de la vieja guardia de los de las viejas JONS. El tercer PSOE es como un quásar; tan liviano en su inmaterialidad que apenas se puede adivinar presencia. Es el PSOE que queremos ver en Pérez Tapias y los sucesores de Santesmases; pero la luz se funde con las sombras para dibujar un paisaje expresionista que se quiere expresar como cubismo; deformando la realidad para, quizás, hacerla más patente. Sólo el tercero nos puede hacer ilusionar de nuevo. Pero es una ilusión gastada y desteñida por falta de uso; lastrada por el olvido. Ante todo, el PSOE debe dejar de ser una máquina de guerra electoral. Debe abandonar el márketing y apostar por la verdad, desnudando al emperador. “Por el cambio” ya no cuela. SON NECESARIAS PROPUESTAS CONCRETAS. Posiciones constitutivas de compromisos exigibles. Ya basta de invocaciones al “interés general”; lo que yo tengo por tal en nada se parece a lo que González GAL y sus cómplices tienen por significado de esa misma expresión. Basta de invocaciones vacías. Es tiempo de otro modo de hacer política; VAYAMOS A TERCERAS ELECCIONES SOBRE LA BASE DE UNA NUEVA FORMA DE HACER POLÍTICA; DESDE LA VERDAD; desde los compromisos con los electores, exigibles por éstos: Primer compromiso: UN PROGRAMA CONCRETO. Segundo compromiso: Si las “circunstancias” no permiten llevar a cabo el Programa, convocatoria de nuevas elecciones. Tercer compromiso: Proponer a los miembros del futuro Gobierno Socialista de Pero Sánchez; personas cuyos compromisos con sus respectivas “causas” sean claros y tangibles; credibilidad es lo que necesitamos. Bajo el control de la mayoría parlamentaria, que si realmente representa el sentir mayoritario de los españoles, será socialista. El PP, con sus encuestas falsas en medio de la mismísima jornada electoral, en un presunto delito electoral, tan impune como siempre, no llegó a 8 millones de votos. Somos casi 40 millones los que estamos a la espera de una Nueva Política diferente del lifting que tape las marcas de la de siempre. El PSOE debe recuperar militantes socialistas. O dejar paso a un verdadero Partido de los Socialistas, en el que nos podamos reflejar sin necesidad de ir al vomitorium ideológico, al que podamos votar con orgullo; sin pinzas en la nariz. ESPERAMOS PROPUESTAS, para poder debatirlas. Ya está bien de invocaciones vacías a supuestos intereses generales, siempre indefinidos, que sirven para tapar un roto y un descosido; pero no para ganar la confianza que lleva al Gobierno en las volandas de millones de votos por la ilusión que se sabe –y no meramente se espera- no será defraudada.

    Hace 7 años 7 meses

  3. Enri

    Pues claro que hay buena y fuerte alternativa al cansado Rajoy.----Es querer bien pactar Pablo, Albert y Pedro.---Y se puede.---Ya está bien echarle la culpa al PSOE,...los otros valen mucho para acordar.----si quieren.----

    Hace 7 años 7 meses

  4. Pedro González

    Sr. Pérez Tapias: Ya era hora de que, desde sus filas, alguien haga un llamamiento a la regeneración Regeneración que, en estos momentos, pasa inevitablemente por la confluencia con “los afines” olvidando, agravios, meteduras de pata y tacticismos (mutuos, no lo olvidemos) para conseguir poner en pie un “gobierno de resistencia” (Garzón dixit.) que abra un periodo de recuperación de la dignidad de las instituciones, paralice el saqueo del país y sus ciudadanos, derogue las leyes más lesivas (las aprobadas únicamente por los “santos cojones” del Partido Popular) y permita poner a los responsables de la corrupción y el latrocino ante la Justicia. Para ello pienso que muchos de los que nunca hemos votado al PSOE (entre los que me incluyo) venimos abogando desde hace ya mucho tiempo (desde las Municipales, en mi caso) por permitir gobernar a su partido, aunque sea en solitario, en base a un programa de mínimos de regeneración, paralización del saqueo de la Seguridad Social y recuperación de derecho y libertades. Y Ciudadanos, tanto por una cuestión moral, como porque se juega su desaparición debiera, al menos, permitirlo. En cuanto a los nacionalistas, nada tendrían que perder y quizá algo, o mucho, que ganar si dejan de tener de interlocutores a D, Mariano Rajoy y su caverna en Madrid y a esa especie de sota de bastos que es D. Xavier García Albiol en Catalunya Aunque sé que todo ello es muy difícil dados los poderosos (y turbios) intereses que se oponen a ello, creo que estamos en puertas de conseguirlo. http://queri2camaradas.blogspot.com.es/2016/09/lo-que-nunca-iba-ocurrir-y-puede.html Saudos.

    Hace 7 años 7 meses

  5. Pedro González

    Sr. Pérez Tapias: Ya era hora de que, desde sus filas, alguien haga un llamamiento a la regeneración Regeneración que, en estos momentos, pasa inevitablemente por la confluencia con “los afines” olvidando, agravios, meteduras de pata y tacticismos (mutuos, no lo olvidemos) para conseguir poner en pie un “gobierno de resistencia” (Garzón dixit.) que abra un periodo de recuperación de la dignidad de las instituciones, paralice el saqueo del país y sus ciudadanos, derogue las leyes más lesivas (las aprobadas únicamente por los “santos cojones” del Partido Popular) y permita poner a los responsables de la corrupción y el latrocino ante la Justicia. Para ello pienso que muchos de los que nunca hemos votado al PSOE (entre los que me incluyo) venimos abogando desde hace ya mucho tiempo (desde las Municipales, en mi caso) por permitir gobernar a su partido, aunque sea en solitario, en base a un programa de mínimos de regeneración, paralización del saqueo de la Seguridad Social y recuperación de derecho y libertades. Y Ciudadanos, tanto por una cuestión moral, como porque se juega su desaparición debiera, al menos, permitirlo. En cuanto a los nacionalistas, nada tendrían que perder y quizá algo, o mucho, que ganar si dejan de tener de interlocutores a D, Mariano Rajoy y su caverna en Madrid y a esa especie de sota de bastos que es D. Xavier García Albiol en Catalunya Aunque sé que todo ello es muy difícil dados los poderosos (y turbios) intereses que se oponen a ello, creo que estamos en puertas de conseguirlo. http://queri2camaradas.blogspot.com.es/2016/09/lo-que-nunca-iba-ocurrir-y-puede.html Saludos.

    Hace 7 años 7 meses

  6. José Antonio Souto Ibáñez

    Un análisis acertado Javier que suscribo, y que además me he movido ya desde hace dos días pidiendo a través de change.org que el Comité Federal del PSOE apoye y apruebe que Pedro Sánchez negocie y lidere un gobierno de cambio y progresista. https://www.change.org/p/comit%C3%A9-federal-del-psoe-comit%C3%A9-federal-psoe-permitir-pedro-s%C3%A1nchez-negocie-un-gobierno-de-cambio-progresista

    Hace 7 años 7 meses

  7. JAVIER

    Esta frase de su articulo me parece de los mas acertado: "las señales sobre un diálogo que fluyera en la dirección indicada incrementarían las expectativas de las izquierdas en sendas elecciones autonómicas" Voto SI

    Hace 7 años 7 meses

  8. Antonio

    Pero hay que tener en cuenta que la mancha es de todo el partido, hay que ver cómo lo ha arropado toda la cúpula del PP

    Hace 7 años 7 meses

  9. Jesús Díaz Formoso

    Tengo un sueño. Estoy contento de reunirme hoy con vosotros y con vosotras en la que pasará a la historia como la mayor manifestación por la libertad de Expresión en la historia de nuestra nación. Hace 40 años, un gran pueblo, bajo cuya simbólica sombra nos encontramos, adoptó la Libertad de Expresión como Derecho Fundamental de primer nivel. Este trascendental hito llegó como un gran faro de esperanza para millones de españoles y españolas de izquierdas, que habían sido quemados en las llamas de una injusticia aniquiladora. Llegó como un amanecer dichoso para acabar con la larga noche de su cautividad. Pero 40 años después, los españoles todavía no son libres. 40 años después, la vida de los Socialistas y las personas de izquierdas sigue todavía tristemente atenazada por los grilletes de la Censura y por las cadenas de la discriminación. 40 años después, los Socialistas y las personas de izquierdas viven en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. 40 años después, los Socialistas y las personas de izquierdas todavía siguen languideciendo en los rincones de la sociedad española y se sienten como exiliadas en su propia tierra. Así que hemos venido hoy aquí a mostrar unas condiciones vergonzosas. Hemos venido a la capital de nuestra Prensa Libre en cierto sentido para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra Constitución escribieron las magnificientes palabras de la Democracia y de la Libertad de Expresión e Información, estaban firmando un pagaré del que todo español iba a ser heredero. Este pagaré era una promesa de que a todos los hombres —sí, a los Socialistas y las personas de izquierdas y también a las de derechas — se les garantizarían los derechos inalienables a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad en el seno de una sociedad libre y plural. Hoy es obvio que España ha defraudado en este pagaré en lo que se refiere a sus ciudadanos y ciudadanas de Izquierdas. En vez de cumplir con esta sagrada obligación, España ha dado al pueblo un cheque malo, un cheque que ha sido devuelto marcado “sin fondos”. Pero nos negamos a creer que el banco de la justicia está en bancarrota. Nos negamos a creer que no hay fondos suficientes en las grandes arcas bancarias de las oportunidades de esta nación. Así que hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dé mediante reclamación las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia. También hemos venido a este santo lugar para recordar a España la intensa urgencia de este momento. No es tiempo de darse al lujo de refrescarse o de tomar el tranquilizante del gradualismo. Ahora es tiempo de hacer que las promesas de democracia sean reales. Ahora es tiempo de subir desde el oscuro y desolado valle de la segregación al soleado sendero de la justicia constitucional. Ahora es tiempo de alzar a nuestra nación desde las arenas movedizas de la injusticia social a la sólida roca de la fraternidad. Ahora es tiempo de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos de Dios. Sería desastroso para la nación pasar por alto la urgencia del momento y subestimar la determinación de los Socialistas y las personas de izquierdas. Este asfixiante verano del legítimo descontento de los Socialistas y las personas de izquierdas no pasará hasta que haya un estimulante otoño de libertad e igualdad. 2016 no es un fin, sino un comienzo. Quienes esperaban que los Socialistas y las personas de izquierdas necesitaran soltar vapor y que ahora estarán contentos, tendrán un brusco despertar si la nación vuelve a su actividad como si nada hubiera pasado. No habrá descanso ni tranquilidad en España hasta que los Socialistas y las personas de izquierdas tengan garantizados sus derechos como ciudadanas y ciudadanos. Los torbellinos de revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que nazca el día brillante de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi pueblo, que está en el caluroso umbral que lleva al interior del palacio de justicia. En el proceso de conseguir nuestro legítimo lugar, no debemos ser culpables de acciones equivocadas. No busquemos saciar nuestra sed de libertad bebiendo de la copa del encarnizamiento y del odio. Debemos conducir siempre nuestra lucha en el elevado nivel de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra fecunda protesta degenere en violencia física. Una y otra vez debemos ascender a las majestuosas alturas donde se hace frente a la fuerza física con la fuerza espiritual. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad Socialista no debe llevarnos a desconfiar de todas las personas de derechas, ya que muchos de nuestros hermanos de derechas, como su presencia hoy aquí evidencia, han llegado a ser conscientes de que su destino está atado a nuestro destino. Han llegado a darse cuenta de que su libertad está inextricablemente unida a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y mientras caminamos, debemos hacer la solemne promesa de que siempre caminaremos hacia adelante. No podemos volver atrás. Hay quienes están preguntando a los defensores de los derechos civiles: “¿Cuándo estaréis satisfechos?” No podemos estar satisfechos mientras los Socialistas y las personas de izquierdas sean víctimas de los indecibles horrores de la brutalidad de la policía. No podemos estar satisfechos mientras nuestros cuerpos, cargados con la fatiga del viaje, no puedan conseguir alojamiento en los moteles de las autopistas ni en los hoteles de las ciudades. No podemos estar satisfechos mientras la movilidad básica de los Socialistas y las personas de izquierdas sea de un ghetto más pequeño a otro más amplio. No podemos estar satisfechos mientras nuestros hijos sean despojados de su personalidad y privados de su dignidad por letreros que digan “sólo para los del sistema”. No podemos estar satisfechos mientras un Socialista en Andalucía no tenga a quien votar y un Socialista en Madrid crea que no tiene nada por qué votar. No, no, no estamos satisfechos y no estaremos satisfechos hasta que la justicia corra como las aguas y la rectitud como un impetuoso torrente. No soy inconsciente de que algunos de vosotros y vosotras habéis venido aquí después de grandes procesos y tribulaciones. Algunos de vosotros y vosotras habéis salido recientemente de estrechas celdas de una prisión. Algunos de vosotros y vosotras habéis venido de zonas donde vuestra búsqueda de la libertad os dejó golpeados por las tormentas de la persecución y tambaleantes por los vientos de la brutalidad de la policía. Habéis sido los veteranos del sufrimiento fecundo. Continuad trabajando con la fe de que el sufrimiento inmerecido es redención. Volved a Andalucía, volved a Galicia, volved a Euskadi, volved a Valencia, volved a Cataluña, volved a los suburbios y a los ghettos de nuestras ciudades del Sur, sabiendo que de un modo u otro esta situación puede y va a ser cambiada. No nos hundamos en el valle de la desesperación. Aun así, aunque vemos delante las dificultades de hoy y mañana, amigos míos, os digo hoy: todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente enraizado en el sueño español. Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”. Tengo un sueño: que un día sobre las colinas rojas de Castilla los hijos de quienes fueron Aparceros y los hijos de quienes fueron propietarios serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad. Tengo un sueño: que un día incluso el estado Catalán y el de los Euskaldunes, unos estados sofocantes por el calor de la injusticia, sofocantes por el calor de la opresión, se transformarán en un oasis de libertad y justicia. Tengo un sueño: que mis hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por sus ideas políticas sino por sus actos. Tengo un sueño hoy. Tengo un sueño: Que Pedro ponga de nuevo la piedra del Socialismo en el Partido Socialista, para que quien no sea Socialista nuca vuelva a la dirección de un Partido Socialista. Tengo un sueño hoy. Tengo un sueño: que un día allá abajo en Andalucía, con sus señoritos despiadados, con su presidenta que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Andalucía niños jornaleros y niñas propietarias podrán darse la mano con niños propietarios y niñas jornaleras, como hermanas y hermanos. Tengo un sueño hoy. Tengo un sueño: que un día todo valle será alzado y toda colina y montaña será bajada, los lugares escarpados se harán llanos y los lugares tortuosos se enderezarán y la gloria del Señor se mostrará y toda la carne juntamente la verá. Tengo un sueño hoy: Que veremos pronto un Gobierno para todos y para todas; un Gobierno Español en el que Joan Tardá pueda ser Ministro de Asuntos Exteriores de España. En que Pedro pueda tener un Vicepresidente de otro partido que le impida a él, Presidente, olvidar sus promesas a nosotros; y en el que él impida lo mismo a su Vicepresidente. Tengo un sueño: Sueño con un Gobierno Socialista, que, más allá de sus palabras, pueda ser reconocido como tal por sus actos. Con nuevas elecciones o sin ellas. Sueño con un control del Gobierno llevado a cabo por el Poder Judicial; por un Poder Judicial que no dicte Sentencias a la sombra del IBE, sino que las dicte realmente emanadas de nosotros, el Pueblo. Con unPoder Judicial que responda ante nosotros, el Pueblo, como Jurado Popular, de sus actos de autoridad. Sueño con un Parlamento de los Ciudadanos, no al servicio de los Poderes personales exorbitantes de los dueños del Mercado, sino al servicio de la Solidaridad y la Justicia. Sueño una sociedad volcada en la solidaridad que se desarrolla en armonía. Sueño. Sueño con un país de países en el que las diferencias supongan riqueza y la riqueza sea para la solidaridad. Sueño una Sanidad en la que la salud y no el negocio, sea su finalidad primera y última. Tengo un sueño: Sueño con la Libertad de pensamiento. Con una cultura libre, en el que la Propiedad sobre las ideas desaparezca, para que se desparrame por igual sobre todos nosotros. Sueño con un régimen de propiedad de pensamientos, ideas e invenciones que aproveche a todos por igual, superando el que hoy nos subyuga, con el que Newton no hubiese podido leer a Galileo, por que el Vaticano, propietario de la obra de Galileo, lo excluyese para los anglicanos no papistas. Para los Budistas, no católicos. Sueño cn unmundo en el que el sentimiento religioso no esté manipulado para crear odios y enfrentamientos, en lugar de amor y acercamiento. Ésta es nuestra esperanza. Ésta es la fe con la que yo vuelvo al Sur, y de nuevo al Norte, al Este y al Oeste. Con esta fe seremos capaces de cortar de la montaña de desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las chirriantes disonancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a la cárcel juntos, de ponernos de pie juntos por la libertad, sabiendo que un día seremos libres. Éste será el día, éste será el día en el que todos los hijos de Dios podrán cantar con un nuevo significado “Tierra mía, es a ti, dulce tierra de libertad, a ti te canto. Tierra donde mi padre ha muerto, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera suene la libertad”. Y si España va a ser una gran nación, esto tiene que llegar a ser verdad. Y así, suene la libertad desde las prodigiosas cumbres de las colinas de La Mancha. Suene la libertad desde las enormes montañas del Pirineo. Suene la libertad desde los elevados cerros de Sierra Morena. Suene la libertad desde las montañas cubiertas de nieve de León. Suene la libertad desde las curvas vertientes de Galicia. Pero no sólo eso; suene la libertad desde la Montaña de Piedra de Navacerrada. Suene la libertad desde la montaña de piedra de Montserrat. Suene la libertad desde cada colina y cada topera de Extremadura, desde Andalucía, desde Aragón, Cantabria y Asturias, desde cada ladera. Suene la libertad. Y cuando esto ocurra y cuando permitamos que la libertad suene, cuando la dejemos sonar desde cada pueblo y cada aldea, desde cada estado y cada ciudad, podremos acelerar la llegada de aquel día en el que todos los hijos de Dios, hombres blancos y hombres negros, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de juntar las manos y cantar con las palabras del viejo espiritual negro: “¡Al fin libres! ¡Al fin libres! ¡Gracias a Dios Todopoderoso, somos al fin libres!”. Adaptación libre del discurso pronunciado por Martin Luther King el 28 de agosto de 1963 (“I have a dream”).

    Hace 7 años 7 meses

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