Elecciones vascas
Podemos propone duplicar el presupuesto de la renta básica en Euskadi
El 27% de los perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos son migrantes. Este colectivo no llega al 7% de la población vasca
Isabel Camacho Bilbao , 19/09/2016
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Hay unas siglas que truenan en Euskadi: RGI, las iniciales de Renta de Garantía de Ingresos. Una ayuda económica que, con una inversión de 461 millones de euros, convierte al País Vasco en la comunidad más generosa en su lucha contra las desigualdades. Casi 64.000 personas --17.665 extranjeras-- perciben hoy una ayuda mensual mínima de 630 euros y una máxima de en torno a los 1.100. Sin embargo, la RGI no ha logrado terminar con los índices de pobreza ni, en el otro extremo, convencer a quienes la tildan de injusta y exigen medidas contra el fraude. Ahora, Elkarrekin Podemos da un giro copernicano --también respecto al programa estatal de Unidos Podemos-- y propone duplicar la inversión actual y un futuro referéndum para que la ciudadanía vasca decida sobre la implantación de una Renta Básica Incondicional en la comunidad autónoma.
Un total de 64.391 personas se beneficiaron el pasado mes de agosto de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) en Euskadi. El Gobierno vasco proporciona esa ayuda a quienes no disponen de recursos o no ingresan lo suficiente para vivir. Pueden ser personas sin trabajo, asalariados con sueldos muy bajos, pensionistas, inmigrantes, etcétera. El Ejecutivo destinará este año 461 millones --el 40% del gasto total de España en renta de inserción--, cantidad que incluye la prestación complementaria de vivienda (PCV), una ayuda periódica, complemento de la RGI. Esta prestación es subjetiva, es decir, que pueden acceder a ella todos aquellos que reúnan los requisitos. Por ello, el presupuesto se puede incrementar en caso de necesidad para que nadie se quede fuera.
Un total de 64.391 personas se beneficiaron el pasado mes de agosto de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) en Euskadi
La mensualidad mínima de RGI para una persona es de 630 euros mensuales, a las que se pueden añadir otras ayudas. El máximo se sitúa en torno a los 1.100 euros al mes, dependiendo del número de hijos, con los 250 euros a la ayuda para vivienda.
“No hay duda de que Euskadi es la más generosa del Estado junto a Navarra, y si se compara con cualquier otra comunidad es un éxito. Pero el balance de los últimos 27 años desde que se instauró, aunque con distintos nombres, es muy insuficiente con respecto a los objetivos”, explica Daniel Raventós, profesor universitario de Economía, presidente de la Red Renta Básica y uno de los mayores expertos internacionales.
La RGI genera en Euskadi un vendaval de controversias. Hay una opinión extendida en la ciudadanía de que su distribución es injusta y el fraude, notable, a pesar de que el lehendakari ha asegurado durante la campaña que apenas se sitúa en torno al 0,4% del gasto total, y los más realistas no suben del 0,7%.
Casos como el de un yihadista empadronado en Bilbao que cobraba la renta después de muerto; el de una mujer de más de 100 años fallecida hacía años, o el de algunos inmigrantes empadronados en distintos domicilios o inscritos con distintas identidades desatan las críticas de una población que desde que estalló la crisis vigila cómo se destinan sus impuestos. Y recela ante los datos oficiales que concluyen que apenas el 7% de la población percibe más del 27% del presupuesto.
“Cuando aparecen realidades nuevas, hemos de reconsiderar nuestras actitudes, nuestros hábitos. A veces, cuando estas realidades se presentan con gran rapidez, nuestra mentalidad se queda rezagada, y resulta así que tratamos de extinguir los incendios rociándolos con productos inflamables”, escribía Amin Maalouf en su celebérrimo Identidades asesinas.
El PP desató la caja de los truenos cuando el exalcalde de Vitoria, Javier Maroto, apuntó directamente al corazón de los inmigrantes acusándolos de aprovecharse de las ayudas y no querer trabajar. Le salió mal la jugada, pero parte de la opinión de la calle compartió su acusación. Estos días en que los partidos vascos sacan toda la artillería para recabar votos, el “rescate social”, como ha elegido llamarlo EH Bildu, pasa desapercibido en los discursos de los candidatos. Un asunto con demasiadas fisuras. Alguna referencia, respuesta si se pregunta y listo. Sin embargo, todos los programas incluyen propuestas de cambios en la RGI.
Elkarrekin Podemos se se ha comprometido a duplicar la partida destinada a la RGI si llega al Gobierno
La más renovadora lleva la firma de Elkarrekin Podemos, que se ha comprometido a duplicar la partida destinada a la RGI si llega al Gobierno. Pili Zabala, su candidata, ha explicado que se necesita elevarla a 800 millones para cubrir las necesidades de las 130.000 personas que se considera viven hoy en riesgo de exclusión. La diferencia presupuestaria saldría del cobro de los 2.500 millones de euros que las haciendas vascas calculan que se defrauda en la declaración de la renta. Una unidad especial de la Ertzaintza, formada para ello, sería la encargada de investigar el fraude. Este es el plan.
La marca morada recoge en su programa el compromiso de abrir un debate social el primer año de legislatura sobre la necesidad de lograr la Renta Básica Incondicional (RBI) en Euskadi. Su objetivo es que la ciudadanía lo discuta y se muestre a favor o en contra. Una vez finalizado el proceso, se establecerían los mecanismos necesarios para convocar una consulta que pregunte sobre la implantación de ese tipo de renta universal en la comunidad.
Su idea es explorar vías de confluencia con colectivos sociales y políticos. Durante el proceso, dotaría de ayuda técnica y financiera a las diputaciones vascas de los tres territorios para favorecer la viabilidad de la implantación de la renta incondicional.
Cuando llegue el tiempo de los pactos poselectorales, la iniciativa podría ser compartida sin demasiado esfuerzo con EH Bildu, que ya mostró su interés, incluso organizó un simposio, sobre las posibilidades de su implantación en Gipuzkoa cuando permaneció al frente de la diputación de ese territorio hace dos legislaturas.
En su programa para los comicios del 25S, Bildu aboga por crear un proyecto de ley de Renta Básica para la infancia y la adolescencia, así como reducir la edad de los beneficiarios de 23 a 18 y los años de empadronamiento de 3 a 1.
Bildu aboga por crear un proyecto de ley de Renta Básica para la infancia y la adolescencia, así como reducir la edad de los beneficiarios de 23 a 18
La pregunta es si la propuesta de Elkarrekin Podemos es una entelequia o si es posible en una sociedad como la actual distribuir la riqueza, que es finalmente de lo que se trata. Daniel Raventós está convencido de que la RBI se puede financiar mediante una reforma fiscal, y mediante la integración de la política fiscal con la política social. “No se tocarían partidas fundamentales, como las de sanidad y educación, pero sí otras, como la de la Casa Real. Las prestaciones inferiores a la renta básica desaparecerían, pero no las superiores: los beneficiarios de estas cantidades no ganarían ni perderían. La reforma significaría una gran redistribución de la renta de los sectores más ricos al resto de la población. Lo contrario de lo que se ha producido a lo largo de las últimas décadas, especialmente en los últimos años”, explica por teléfono desde su Catalunya natal.
El experto derriba el argumento más citado de que no hay dinero para tal hazaña y recalca que se trataría de distribuir el 20% de la riqueza entre el resto de la población. “A partir de lo que la gente declara se puede financiar una renta básica igual al umbral de la pobreza. La renta básica no es una propuesta para acabar con la pobreza. Si lo fuera, estaría bien, pero no tendría tanto interés. Lo importante es que aumentaría la libertad real de la inmensa mayoría”. Y lo explica. “Si se percibe una renta de por vida no te pueden imponer las condiciones de trabajo como actualmente. Por el contrario, aumentaría el poder de negociación de los trabajadores. Si percibes 700 euros incondicionalmente, no te van a ofrecer una mierda de trabajo por 750”. También fomentaría la innovación tecnológica. “Hay trabajos que no son rentables para nadie si se tiene que aumentar el trabajo. Puede haber trabajos que tengan que desaparecer siempre que la gente tenga la existencia garantizada con la renta básica”, sostiene el doctor en Economía y profesor de la Universidad de Barcelona.
Una de las críticas más comunes en boca de políticos, supuestos expertos y también en parte de la ciudadanía es que con unos ingresos fijos nadie trabajaría. Algo similar a los argumentos esgrimidos por algunos liberales para criticar la actual RGI de Euskadi. Para ilustrarlos, suelen contar una anécdota que ocurrió en el Parlamento autónomo vasco en un debate sobre la renta básica. Un diputado del PNV preguntó “¿Quién de ustedes trabajaría con una renta básica?”. Nadie levantó la mano.
“La Renta Básica Universal (RBU) no desincentiva el trabajo como pueden hacer otros subsidios condicionados, como la misma RGI”, defiende Raventós. Porque un subsidio condicionado lo pierdes cuando aceptas un trabajo quizá mal pagado y con una temporalidad de dos meses. En cambio con la RBU, claro que pagarías más impuestos a partir del euro número uno que ganas por encima de la renta, pero en total no pierdes”.
“La Renta Básica Universal (RBU) no desincentiva el trabajo como pueden hacer otros subsidios condicionados, como la misma RGI”, defiende Raventós
Y continúa: “Esas críticas que afirman que quienes perciben una renta son vagos y que nadie querrá trabajar si tiene una ayuda de por vida han existido siempre. Es cierto que las rentas condicionadas pueden tener un problema, aunque menor, de fraude, precisamente por ser condicionadas. Una renta condicionada, sea más o menos generosa como la de Euskadi o más o menos rácana como la de Murcia, por citar dos extremos, están condicionada a tener otra fuente de renta. No la puedes recibir si tienes un trabajo. Existe la trampa de la pobreza; cuando te ofrecen un puesto de trabajo te ofrecen otra renta, normalmente una porquería. Pero puedes perder el subsidio condicionado si lo aceptas. Y, claro, hay gente que intenta compaginar, aunque no sea legal, mantener el empleo y el subsidio condicional. Con una RBI no desaparece la trampa pero queda muy menguada porque cualquier otra fuente de renta es acumulable aunque pagues más impuestos. Estoy recibiendo 500 euros de renta y me ofrecen un trabajo por cien euros más por unos meses y no lo acepto. En cambio, si recibo una renta que, según nuestro modelo de financiación está exento de IRPF pero no el euro número uno que ganas a partir de la renta básica, si yo no pierdo esta renta, si tengo un puesto de trabajo y no pierdo la renta, la trampa, si no desaparece, queda muy menguada”.
Así pues, en su opinión, la RBU favorecería la búsqueda de empleo, contrariamente a lo que aseveran partidos como el PP vasco, que recoge en su programa lo siguiente: “Las personas que perciben estas ayudas económicas (refiriéndose a la RGI) tienen que salir de la situación del subsidio en la que se encuentran ya que el cobro de ayudas sociales no puede constituir un fin en sí mismo, sino un paso previo para superar situaciones de exclusión. El objetivo final es salir del sistema de protección. La mejor política social es aquella dirigida a la inserción laboral de las personas en situación de exclusión o riesgo de exclusión. El sistema de protección social ha de tener puerta de entrada y puerta de salida. Este hecho conlleva un compromiso del perceptor de ayudas sociales en su formación y en la búsqueda activa de un empleo, así como su disposición para el empleo y de revertir a la sociedad el esfuerzo que ésta realiza”.
Uno de los factores más polémicos en el caso vasco es que del total de perceptores de la RGI, el 27% es migrante. Un porcentaje que suele interpretarse con dos tipos de claves. Aquella que considera que en números relativos no son mayoría, como sostienen muchos. Y, la otra, que arguye que ese porcentaje es alto teniendo en cuenta que representan algo menos del 7% del total de la población. “Las personas que vienen desde países pobres no lo hacen porque conozcan las condiciones que van a encontrar al llegar, sino porque en sus lugares de origen carecen de una existencia material garantizada. Con renta o sin ella, seguirán viniendo”, replica Raventós.
La RBU se ha implantado de manera experimental en la India y África pero solo en Alaska se ha desarrollado, aunque de forma muy particular. “Tienen una fundación semipública–semiprivada a través de los beneficios que obtiene, fundamentalmente, del petróleo. Lo que gana se reparte entre toda la población, independientemente de que se sea rico o pobre. El año que hubo más ganancias, correspondió a tres mil dólares anuales por persona, que no es mucho, pero tampoco para despreciar, por ejemplo, en una familia de tres miembros”, explica.
Raventós: “Cualquier subsidio de los que tenemos en España, pero también en Europa, está siempre sujeto a unas condiciones: ser pobre, no llegar a determinado nivel de renta, estar en el paro"
Añade Raventós con ironía que él ha debatido con economistas y rectores universitarios que aducen que en Alaska se puede desarrollar porque tienen petróleo, como si en Siberia no extrajeran más. “Siendo una financiación muy diferente a la que debe proponerse en una economía como la de la Unión Europea mediante financiación publica, es una asignación monetaria incondicional a toda la población”.
“Cualquier subsidio de los que tenemos en España, pero también en Europa, está siempre sujeto a unas condiciones: ser pobre, no llegar a determinado nivel de renta, estar en el paro. Tenemos que demostrar que estamos en una situación concreta para tener derecho a él. La RBU es como el derecho al sufragio universal allá donde existe, sin condiciones: hombre o mujer, rico o pobre, heterosexual u homosexual, católico o ateo. Todos tenemos derecho”.
Hay unas siglas que truenan en Euskadi: RGI, las iniciales de Renta de Garantía de Ingresos. Una ayuda económica que, con una inversión de 461 millones de euros, convierte al País Vasco en la comunidad más generosa en su lucha contra las desigualdades. Casi 64.000 personas --17.665 extranjeras-- perciben hoy una...
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