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“Si tomas la píldora azul, la historia termina aquí. Despertarás en tu cama, creyendo en lo que quieras creer. Si tomas la roja, permaneces en el País de las Maravillas y te mostraré como es de profunda la madriguera del conejo.”
Como bien saben los filósofos post-post modernos, los lacananianos, marxistas, newagers, semióticos, neo-catucúmenos, cristianos de base, conspiranoicos y otras tribus que campan por el territorio de la opinión, The Matrix es una de esas películas que, como el bicarbonato, sirven para todo. Quizá su sustancia líquida tenga que ver con la fluida identidad de sus autoras, Lilly y Lana Wachovski, antes Larry y Andy. En un comunicado público, Lilly Wachovski habló sobre su nueva identidad femenina y afirmó que se vio obligada a hacerlo tras el chantaje del Daily Mail, que quería dar la noticia –con entrevista- de su cambio de sexo en exclusiva. El diario negó tal chantaje.
“Mi realidad es que estoy en transición y lo voy a estar toda mi vida. Necesitamos elevar el diálogo más allá de la simplicidad binaria, que es como un falso ídolo.” (BBC, 9-3-2016)
“Simplicidad binaria”: de nuevo nos encontramos ante la dichosa elección entre la pastilla roja y la azul. Y el falso ídolo, claro. En la voz de Lana, la palabra “Transición” adquiere unas connotaciones que alejan de un plumazo la imagen de documental con hombres muy hombres y solo hombres de chaqueta de pana y pitillos humeantes, pero muy dialogantes, retratados por el mito español. Añorados, deseados como “elegidos”. Un Ungido-Elegido (como Neo) es lo que querría la mayoría de quienes dicen “que se vayan todos”. Pero no, Matrix impone sus condiciones: pasti azul o roja; derecha o izquierda, PP o PSOE, el Morfeo bipartidista quiere que elijas. Zizek dice que no, que debería haber una tercera pirula, ¿por qué no una cuarta o una quinta? (también dice que el cine es la más perversa de las artes, y tiene razón)
A pesar de los consejos del esloveno, sabemos que con más de dos pastillas, Matrix se derrumba: estamos en el siglo XXI y no en los tiempos de la de la ruta del bakalao, (éxtasis, fiesta y ladrillo: la matriz de Matrix) tan noventa´s como la propia The Matrix. “Exta sí, Exta no...”: Chimo Bayo era entonces una suerte de Morfeo valenciano. ¡Ah, Valencia! Epítome de ese otro mito; el de la corrupción.
“Corrupción sobrevalorada”
“Los casos en tela de juicio informan de un pasado cleptocrático, sí, pero pasado, mientras el presente político del país aplaza desafíos infinitamente más relevantes, el primero de ellos un pintoresco bloqueo decimonónico que tiene a Moscovici jurando en belga y al general Pavía revolviéndose en su tumba. El hecho es que la corrupción está sobrevalorada y creo saber por qué. A los medios nos gusta una buena hoguera lo que a un tonto una tiza. (...) La corrupción, mucha o poca, jamás puede servir para estigmatizar a un partido democrático, ni para justificar un veto perezoso, puritano y sectario. Convergencia no es repugnante porque tenga sus sedes embargadas, sino porque ahora aspira a embargar la soberanía de los demás. (...)Sólo las marujas y los dementes se obsesionan con la limpieza.” (Jorge Bustos, El Mundo, 16-9- 2016)
“¿Cuánto nos cuesta la corrupción?”
“Un estudio dela Universidadde Las Palmas presentado el pasado verano cifraba en 40.000 millones de euros el "coste social" de la corrupción en España. Su método de estimación se basaba en el análisis del impacto de la corrupción sobre la calidad de vida de los ciudadanos.” (El Mundo. Economía. 4-1-2014)
“El coste de la corrupción en España: más de 7.500 millones saqueados”
“La corrupción política en España ha dejado un agujero en las arcas españolas de más de 7.500 millones de euros desde que llegó la democracia de la mano de la Constitución Españolaen 1978. Paradójicamente la cifra se asemeja a la que Bruselas exige ahora en recortes. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, fue muy claro el pasado 4 de febrero, "gobierne quien gobierne" hay que hacer ajustes por 8.000 millones de euros” (El economista, 9-2-2016)
“El Estado da por perdidos 26.300 millones en ayudas públicas a la banca”
“Los expertos achacan el agujero a la explosión de la burbuja inmobiliaria y a la tardanza en reaccionar a la crisis” (El País, 13-9-2016)
El fenómeno de lo real puede convertirse en un disgusto para muchos políticos y para algunos periodistas; en la época de la velocidad informativa digital, el desprestigio y los rigores laborales, es comprensible. Sin embargo, cualquiera puede hacerle un guiño a Matrix y volcar su propia realidad en letras impresas o en las redes sociales, como ciertos tertulianos aficionados a dar lecciones emparedadas en discursos plúmbeos. Antes de caer en tus brazos, dame la píldora azul, Morfeo.
“Las drogas, Bescansa, Tania Sánchez, García Abadillo o la literalidad mal entendida.”
“El tuit era claro: “Carolina Bescansa en Espejo Público: Tania Sánchez sabe mucho de drogas y tiene que estar en la Comisión". (@CBescansa en @EspejoPublico :"@Ainhat sabe mucho de drogas y tiene que estar en esa comisión") Las declaraciones reales de Carolina Bescansa en “Espejo Público” fueron: "Tania Sánchez es una experta en el tema del estudio de las drogas, ha sido trabajadora social y tiene una larga trayectoria en ese camino. Tania Sánchez va a jugar un papel central en esa comisión".
“La pregunta es, ¿quién es el autor de dicho tuit? Pues, en este caso, Casimiro García-Abadillo, ex director de El Mundo y ahora director de El Independiente que, horas más tarde, aún mantiene el tuit, llevando a confusión a no pocos de sus más de 95.000 followers.” (Zeleb TV, 13-9-2016)
Poner en tela de juicio la realidad oficial supone enfrentarse, al “desierto de lo real” y dejar atrás el mundo como simulacro (o como simulación en diferido, Cospedal, dixit), aunque la mayoría de los grandes medios de comunicación sigan empeñados en negar que Matrix, a veces, falla. Estrepitosamente. Entonces lo ordenado se desordena, el caos se cuela por la rendija de un momento fugaz en que la percepción resbala y cae hacia atrás. (“Un deja vu suele ser un fallo en Matrix. Ocurre cuando cambian algo.” dice Trinity) Si no puede uno fiarse ni de si mismo, ¿será la realidad simbólica más verdadera? Los sofistas como Protágoras y los pesimistas como Cioran afirman que la realidad no existe: no es más que un delirio propio del ser humano. Calderón y Shakespeare también avisaron de ello, castigando a sus criaturas por elegir la pastilla equivocada.
La realidad como totalidad podrá ser un constructo, un sueño, una ficción, pero como nuevos Morfeos (Neo-Morfeos) podemos asegurar que la realidad física sí que existe: está cada día a nuestro alrededor, no es virtual. Se palpa en ese pulcro mendigo que no mendiga y duerme en el cajero de una caja rescatada. En la notificación metida por debajo de la puerta de quien no puede pagar una deuda y se enfrenta al embargo o al desahucio. También está en ese colegio en un barracón con goteras. No tiene patio, solo un descampado donde los niños juegan, alguno se tropieza con una piedra y cae. La piedra es real. El niño, también. La realidad aprieta en el billete de avión del exiliado o en el DNI: los 45 añazos de quien se queda en paro y sabe que no volverá a encontrar un trabajo. En los libros del cole que no se pueden comprar y la merienda pagada con la pensión de la abuela. O los 300 euros para vivir todo un mes. También está en los insultos y las amenazas. Pero, sobre todo eso, está la realidad de losa de la muerte. Y tener que pedir prestado para pagar un ataúd; es muy caro morirse. Aunque mejor eso que una tumba de sal en el Mediterráneo (eso sí que es el desierto de lo real). Pero todo esto no es más que la típica demagogia en pastillas. Exta sí, exta no.
La realidad está y no está según quien toque la piel transparente de esa diosa que es mujer, hombre, viejo y niño, que es lejana, extraña y peligrosa. Que da miedo.
Dame la pastilla roja, Morfeo. Bienvenidos al mundo real.
“Si tomas la píldora azul, la historia termina aquí. Despertarás en tu cama, creyendo en lo que quieras creer. Si tomas la roja, permaneces en el País de las Maravillas y te mostraré como es de profunda la madriguera del conejo.”
Autor >
Pilar Ruiz
Periodista a veces y guionista el resto del tiempo. En una ocasión dirigió una película (Los nombres de Alicia, 2005) y cada tanto publica novelas. Su último libro es "La Virgen sin Cabeza" (Roca, 2003).
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