Estimados dirigentes, representantes, militantes… o lo que sean del Partido Socialista:

Asisto atónito, perplejo y avergonzado al espectáculo de los últimos días por hacerse, en mi opinión, con el poder en el Partido, ya que empiezo a pensar que a nadie de los que ocupan sillones o puestos de la relevancia que sean le importa lo más mínimo hacer política para el progreso de la ciudadanía.

No soy un militante socialista, porque carezco de carnet, pero sí soy, según lo que ustedes denominan, un simpatizante socialista. Tengo 41 años, y elección tras elección desde los 18, ya fueran estatales, autonómicas, municipales, europeas, he votado al PSOE. No solo eso, he mamado el socialismo desde que, con 12 años, ayudé a mi padre y sus compañeros a redactar el Convenio de Empresa (más bien a transcribir, ya que yo sabía escribir a máquina por aquel entonces). En tres ocasiones he figurado en las listas del PSOE en las municipales por mi pueblo, y durante 4 años he sido concejal. De esos concejales que trabajan para su pueblo y sus vecinos por amor al arte, con la única recompensa de intentar hacer cosas para que el mismo prospere, de los que un viernes salen de trabajar y se hacen 200 km para llegar a un Pleno porque es importante votar. Porque VOTAR siempre es importante.

Soy socialista porque creo en políticas sociales, en políticas igualitarias y en políticas justas.

No me alineo en ninguno de los bandos que ustedes han creado.

Con Pedro Sánchez estoy de acuerdo en que, desde la abstención, NO se puede dar un gobierno al PP que nos condene a 4 años más de retroceso, recortes y desigualdad, y eso es una máxima de la que no se puede apear un partido SOCIALISTA. Pero no estoy de acuerdo en la hoja de ruta que ha seguido.

Del 20D salió un Parlamento que exigía una negociación y un gobierno con PODEMOS, pero una lucha de egos y de líneas rojas lo impidió. Tanto culpa de Sánchez como de Iglesias. El remiendo con C’s no llevaba a ninguna parte, aunque se incluían políticas y acuerdos programáticos que deberían haber sido refrendados por más partidos. Me dirán que es un giro a la derecha, pero cuando el electorado te ha dicho que lo que quiere son pactos y acuerdos, tus ideas tienen que ser consensuadas con las de otros, y llegar a acuerdos implica ceder todos, y entre el todo y la nada está la mitad, y la mitad siempre es mejor que nada. Con PODEMOS parece que ese argumento no sirve.

Quien debe llegar a acuerdos y obtener aliados es el partido más votado, pero para ellos su único pacto es el rodillo y la corrupción

Tras el 26J, la presión mediática, el cuarto poder al servicio del gobierno, la presión interna de los “críticos” ha llevado a este escenario de caos y huída hacia adelante. Opciones: Gobierno del PP, NO. Pacto con otras fuerzas políticas: P'S y C's son antagonistas y no se pueden ver, imposible. Con el resto, independentistas: mientras el PSOE siga llevando la E de español, imposible. Terceras elecciones: única opción, porque más allá de lo que venda el poder establecido VOTAR siempre es importante, y a este punto no llegamos por culpa del PSOE y Pedro Sánchez, porque una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad y seguirá siendo una mentira, y quien debe llegar a acuerdos y obtener aliados es el partido más votado, pero para ellos su único pacto es el rodillo y la corrupción, y ante eso hay que decir NO. Y si cada caso de corrupción les da 100.000 votos más, pues nada, es el país que tenemos, y solo quedará luchar con política para evitarlo y concienciar a la gente.

Pero la tercera opción es adelantar acontecimientos, y en ese caos nos encontramos con los buitres acechando al moribundo y el moribundo apelando a la militancia, si muero lo hago matando.

Y me parece bien que se convoque el Congreso, y haya primarias, y haya debate ideológico, y se vote, porque VOTAR siempre es importante, y se decida quién dirige el partido y hacia dónde lo debe llevar. Pero claro, eso se podía haber hecho en febrero, cuando tocaba, y los argumentos para no hacerlo ahora se te vuelven en contra por hacerlo. Entonces da la sensación de que haces lo que te da la gana a tu conveniencia, por salvar única y exclusivamente tu culo.

Con los “críticos” estoy de acuerdo en que, si no se hizo en febrero, por qué se hace ahora, en que se dirige el partido cual mafia acallando a los disidentes (ojo, eso lo hacen también en todas las federaciones en las que mandan los “críticos”), en que es inviable un gobierno con 85 diputados y al son de Podemos, más independentistas. Pero no puedo estar nunca de acuerdo con facilitar un gobierno del PP, con sus tácticas carroñeras para hacerse con el poder en Ferraz, con el neoliberalismo de muchos de sus barones y dirigentes.

Quiero un partido de gente nueva, fresca, que trabaje, que tenga ideas, que no quiera poltronas ni puestos rimbombantes

Creo… y quiero un Partido Socialista Obrero Español. De esas siglas PSOE, ahora mismo lo único que tenemos es una “P” de Partido “partido”, hecho añicos por esos dirigentes “funcionarios” que llevan mamando de la teta toda la vida, de aquí para allá, tú me pones yo te doy, yo te promociono tú me votas, criticas, ya no me sirves. No quiero ni a Pedros, ni a Luenas, ni a Hernandos, ni a Susanas, ni a Pages, ni a Varas… ni a Felipes (ay, en lo que nos hemos quedado). Quiero un partido de gente nueva, fresca, que trabaje, que tenga ideas, que no quiera poltronas ni puestos rimbombantes sino ejecutar políticas para mejorar la vida de la gente.

Socialista, pero de verdad, con un programa progresista, con proyectos de leyes vitales para la ciudadanía en educación, sanidad y empleo, que favorezcan la igualdad, la justicia social y el acceso. Con una política económica justa, igualitaria y con un sistema impositivo progresivo (nunca un gobierno socialista puede subir un impuesto indirecto como el IVA... Zapatero).

Obrero, que esa sigla no sea meramente decorativa, sino que mire por el trabajador, que ejerza una verdadera lucha de clases, que al obrero no se le pueda pisar desde el poder empresarial, y se le dote de verdaderos derechos que pueda ejercer.

Español. No quiero un PSOE con 17 apellidos. Por supuesto que creo en un Estado federal, descentralizado, pero no en que en Andalucía se diga una cosa y en Cataluña otra, que en Valencia se aplique una política y en Madrid otra. Creo en la existencia de debate, de ideas diferentes, de muchas voces opinando, pero en una dirección única, con unas líneas claras.

Les pido que reflexionen (ya que no se van a ir), se dejen de luchas de poder y trabajen por un partido socialista, de izquierdas de verdad, unido, y, sobre todo, que es para lo que creo que se está en política, trabajen para mejorar la vida de los ciudadanos, sus derechos y libertades.

Muchas gracias, ‘compañeros’.