En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agueros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas a financiar este despliegue?
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
“Soy Stefan Savic, es un honor jugar en el Atlético”. Finales de junio de 2015. Parco en palabras por las evidentes barreras del idioma, el nuevo central del equipo rojiblanco pronuncia un pequeño discurso en su puesta de largo como flamante fichaje colchonero. Elude comparaciones con otros defensas, pone al colectivo por delante del individuo y da a conocer las dos razones de su aterrizaje en Madrid: la primera, que el club disputa la Champions; la segunda, la llamada telefónica y el interés personal de Simeone para reclutarle en un mercado en el que estaba siendo pretendido por el Manchester United, que le ofrecía mejor sueldo; por la Juve, que le quería como complemento de Chiellini, Bonucci y Barzagli; por el Zenit, que llegó a ofertar 13 millones por sus servicios; y por el FC Barcelona, que se había interesado en su fichaje a través de la figura de Ariedo Braida, miembro de la comisión técnica culé. Savic se decide por el Atlético y hace pública su apuesta tras aterrizar en Barajas: “Simeone es el mejor entrenador del mundo, estoy deseando ponerme a sus órdenes, quiero darle lo mejor de mí”. Declaraciones lógicas para cualquier profesional recién llegado a un equipo, pero más que una declaración de intenciones en toda regla en boca de un hombre tan serio como formal.
La vida de Stefan Savic, dentro y fuera del campo, nunca fue sencilla. Nada más fichar por el Atlético, se vio lastrado por diferentes lesiones durante su primera temporada –muslo, pantorrilla y otra vez gemelo--, tardando en entrar en la dinámica del equipo. Dicen los que le conocen, su círculo más íntimo, que lo pasó mal al principio y que, como no jugaba, llegó a plantearse si había sido un error fichar por el Atlético. Sin embargo, lejos de bajar los brazos y caer en la autocompasión, apretó los dientes, potenció la competencia interna del grupo y trabajó con insistencia, hasta ganarse la confianza del Cholo. No era fácil. Nunca lo es en un equipo que casi siempre gana y donde tener minutos resulta una quimera si no entiendes a los compañeros y la base del equipo ya está diseñada. Poco a poco, con menos celeridad de la que le habría gustado, Savic fue asimilando esquemas, conociendo a compañeros, mejorando con el idioma e integrándose en la disciplina de grupo. A base de trabajo, acabó su primer curso siendo titular en la final de Milán. Había encontrado, por fin su sitio en el Atlético.
La vida de Stefan Savic, dentro y fuera del campo, nunca fue sencilla. Los que le conocen dicen que lo pasó mal al principio y llegó a plantearse si había sido un error fichar por el Atlético
Si algo tiene presente Stefan es que, en esta vida, nadie regala nada. Necesitó todo un curso para poder jugar con asiduidad en el Atlético, otro para ser titular en el Partizan y también sufrió en sus comienzos en la Fiorentina. Qué decir de su experiencia en la Premier, donde los hinchas del Manchester City llegaron a acusarle de no estar suficientemente preparado para jugar en la élite europea, acusándole de sendas derrotas ante Liverpool y Tottenham. Nada pudo con la tenacidad de Savic, que superó todos los obstáculos y consiguió triunfar y dejar buen recuerdo en todos sus equipos. Ni siquiera pudo con él una terrible tragedia familiar. Meses antes de fichar por el City, siendo jugador del Partizan, su padre, Dragan, fue encontrado muerto en su apartamento víctima de un disparo. La policía habló de suicidio. La irreparable pérdida en circunstancias terribles de su padre, que había sido presidente de la junta municipal de Mojkovac, dejó seriamente afectado a Savic. Después de honrar la memoria de su padre dedicándole sus títulos con el Partizan, Savic, que apenas tenía 20 años, se juró a sí mismo que ese dolor tan profundo no le hundiría y que lograría triunfar en el fútbol. Unas ocho semanas después de la muerte de su padre, fichaba por el City. Estaba en el camino para convertirse en un profesional de éxito. Más tarde llegó la Fiorentina, donde vivió una de las épocas más felices de su vida y finalmente, el Atlético de Simeone. Hoy, su lugar en el mundo. Un equipo en el que se siente querido y con en el que se siente identificado.
Hombre de familia, amante de la pesca e inseparable amigo de Edin Dzeko, Stefan Savic, el defensa que soñaba con imitar a su gran ídolo, Alessandro Nesta, ha echado raíces en el Atlético. Sigue llevando en su corazón la pequeña localidad de Mojkovac, con apenas cinco mil habitantes y se siente henchido de orgullo cuando viste la camiseta de la selección de la República de Montenegro, pero sabe que cada día es más importante en el Atlético de Madrid. Su progresión, cada vez más acentuada, y su rendimiento, incuestionable, le han llevado a hacerse con la titularidad en el presente ejercicio, formando pareja de baile con el uruguayo Diego Godín. Stefan Savic es una postal perfecta del central clásico de toda la vida. Es el cromo ideal de un gigante serio (1.87), fornido, potente y contundente. No es ningún virtuoso con la pelota, pero tiene todos los atributos que adornan a cualquier central modélico: bien ubicado en la marca, potente en el juego aéreo, resolutivo al corte, eficaz para anular al delantero y extremadamente regular. No tiene tan buena prensa como otros, pero su hoja de servicios roza la excelencia. Stefan Savic es una roca. Forma un tándem inexpugnable con Godín, no comete fallos, siempre está cuando se le necesita, gana todos los pleitos ante cualquier delantero, recupera balones con facilidad pasmosa, nunca se complica y además, realiza todo ese magnífico trabajo sin apenas hacer ruido. Discreto, pero eficaz. Llegó con la intención de triunfar en el Atlético y lo está logrando con un trabajo tan impecable como silencioso. No hace ruido, pero es todo nueces. Es Stefan Savic, el muro de Mojkovac.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
CTXT ha acreditado a cuatro periodistas --Raquel Agueros, Esteban Ordóñez, Willy Veleta y Rubén Juste-- en los juicios Gürtel y Black. ¿Nos ayudas...
Autor >
Rubén Uría
Periodista. Articulista de CTXT y Eurosport, colaborador en BeIN Sports y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 100.000 seguidores.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí