1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

ANA POPOVIC / INTÉRPRETE DE ‘BLUES’

“Cuando comencé a tocar, apenas había mujeres en la música”

Ayax Merino 12/12/2016

<p>La guitarrista, intérprete y compositora Ana Popovic.</p>

La guitarrista, intérprete y compositora Ana Popovic.

PATI SÁNCHEZ

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

________________

En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos ayuda para convertir un local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza. 

Donación libre:

________________

Ana Popovic (Belgrado, 1976) es una guitarrista y cantante de blues de rompe y rasga. Con un estilo muy propio y característico, potente y rotundo, lleno de garra, Popovic hace un blues, muy buen blues, recio, pujante, arraigado con firmes raíces en la más venerable tradición, lo cual no impide, antes al contrario, que su música tenga un sabor muy moderno. Pasado y presente aunados, como mandan los cánones.

La intérprete, de gira por Europa, pasa por Madrid con motivo del festival de jazz que la ciudad convoca cada otoño. La ocasión la pintan calva. Después de la prueba de sonido, antes de la actuación, consigo que me hagan un huequecito. Pero la cosa se tuerce. Popovic no está en la sala, ya que anda por ahí de tiendas. Por lo visto, se han perdido sus maletas y no tiene nada que ponerse para salir al escenario, amén de estar muerta de frío, que esta tarde de noviembre el biruji que corre por Madrid es de aúpa. A la fuerza ahorcan, posponemos la entrevista para después del concierto.

Espléndido concierto de más de dos horas, por cierto. Y radiante, con una sonrisa luminosa, firma discos, se hace fotos con la gente, otra firma, otra foto, sin parar. Qué resistencia. Desde luego, tras un viaje desde Los Ángeles y después de tirarse media tarde de compras y dar un concierto, aguanta que da gusto. Esta mujer es incombustible, no se cansa jamás.

Y, por fin, nos sentamos en un saloncito al lado de los camerinos. Saco mis papeles y Popovic pone cara de susto, alarmada. ¿Todas esas preguntas? ¡Son muchas! Consigo calmarla y ya sosegada, me lanzo al ruedo, que para luego es tarde.

Su padre es guitarrista y bajista y organizaba veladas musicales en casa.

¡Sí, así es!

¿Su afición por la música le viene de familia?

Sin lugar a dudas. Procedo de una curtida generación de guitarristas. Mi abuelo tocaba gypsy jazz al estilo de Django Reinhardt. Mi padre toca blues y yo también, así que formo parte de la tercera generación. Crecí escuchando a mi padre y a sus amigos tocar blues en el salón de casa, cosas de Howlin´ Wolf, Etta James, Koko Taylor, Stevie Ray Vaughan, BB King, Buddy Guy, Junior Wells, Albert Collins. Así que con doce o trece años aprendí a interpretar a Etta James y siempre que se reunían y tocaban decían “Vamos, Ana, toca alguna parte”. Y así comenzó todo.

¿Cuándo decidió empezar a tocar la guitarra? ¿Y cómo aprendió?

Empecé bastante tarde, con doce o trece años. Siempre quise tocar la guitarra eléctrica, pero mi padre me decía: “No, no, toca el teclado. Toca la guitarra española”. Pero yo me mantenía en mis trece y mi padre me decía que eso no era para mí. Y yo exclamaba que quería la guitarra eléctrica. Y mi padre: “Oh, esto no va a durar”. Pero lo conseguí, al final me salí con la mía. Al principio tocaba muy poco, empecé con Albert King, algunas canciones sencillas cuyos solos aprendí a tocar exactamente igual que en el disco.

Una décima parte se debe al talento y lo demás es fruto del trabajo

Y luego escuchaba otro disco y otro y otro, ponía los codos, practicaba sin parar. Stevie Ray Vaughan, después Albert Collins, BB King. Escuchaba la música y luego intentaba tocar solos sencillos. Y con dieciocho años, allá por 1995, formé la banda Hush y sólo podía tocar tres canciones, sólo tres canciones. Empecé a tocar tres y el resto del tiempo cantaba, marcaba el ritmo, tres canciones, tocaba un solo. Después fueron cuatro canciones y un solo. Y finalmente logré tocar lo mismo que los guitarristas. Entonces me mudé a Holanda y con veintidós años formé mi propia banda.

¿Cómo fueron aquellos comienzos en Serbia con su primera banda?

Fueron geniales porque iba a clases de guitarra con un guitarrista muy famoso en Serbia y yo era la única chica. Éramos 20 chicos y yo, la única chica. Pensaba que no tenía un gran talento, como otros chicos que tocaban de todo. Yo era muy, muy lenta. Aprendo lentamente, soy una alumna lenta, pero aprendo en profundidad. Me encanta aprender, pero tardo mucho tiempo. No tengo buen oído. No tengo mucho sentido musical. Hay personas mucho más musicales que yo. Personas que lo escuchan todo, que pueden afinar la guitarra, cantar cada melodía. Trabajo un montón para hacer lo que hago. En mi opinión una décima parte se debe al talento y lo demás es fruto del trabajo.

Por aquel entonces, cuando estalló la guerra en su país, todavía era muy joven. Supongo que fue una experiencia traumática, ¿verdad?

Sí, desde luego. Y más tarde, cuando comenzó todo en Belgrado, yo ya estaba en Holanda, así que pasé mucho miedo por mi familia, que seguía allí. Fueron momentos muy duros. Grabé una canción llamada Still making history. Es una canción de tema político sobre la etapa de Milosevic, la manifestación estudiantil y la crisis. Está todo en un disco. En la mayoría de los casos mi música es muy positiva, me gusta mirar el lado positivo de las cosas. Pero en ocasiones es importante pronunciarse, ¿sabes? 

Se marchó a Holanda para estudiar diseño gráfico en Utrecht, pero entonces también entró en el conservatorio. ¿Cómo le dio por dedicarse a la vez a cosas tan distintas, al menos aparentemente?

No tan distintas, el diseño también es arte. Estudié en Belgrado y tocaba con mi banda hasta las cinco de la mañana porque allí no se empieza a tocar a las siete y media de la tarde, como aquí en Madrid [este comentario surge porque la hora de su concierto fue esa]. Allí empezamos a medianoche y tocamos hasta las cuatro de la mañana. Después volvía a casa, dormía dos horas y me iba a la academia a las ocho de la mañana. Así fueron mis tres años de estudio.

No voy a Ámsterdam a grabar un disco de blues, ni a Belgrado, ni a Florencia. No tengo nada que hacer ahí

Pero ya había acabado cuando me mudé a Holanda y obtuve una beca de diseño, una buena beca, un cheque gordo y me dije «No. Quiero dedicarme a la música». Ese fue el momento en el que dije no al diseño, devolví la beca y comencé desde el principio. Sin beca, sin garantías. Estaba en una encrucijada, de la que salí decidida a ser sólo músico, nada más que músico. Y fue entonces cuando fundé mi segundo grupo, ya en Holanda, la Ana Popovic Band.

Y luego dio el salto a Norteamérica.

Sí. En mi primer año en Holanda empecé a grabar con una discográfica alemana que distribuía en Estados Unidos. Y entonces  tuve la suerte de que me presentaran al Blues Award. La primera europea de la Historia y fui yo.

¿En serio? ¿De verdad?

Sí, sí, en 2000-2001, con mi primer disco, Hush. Fui la primera europea de la historia que fue candidata a ganar ese premio. Por eso siempre intento arrasar allí. Si tocas blues, no importa lo que hagas aquí, en Europa. No es importante. Solo Estados Unidos lo es. Allí es donde el blues tiene un nombre, así que tienes que hacerte un nombre allí. Puedes pasarte toda tu vida aquí y nadie sabrá quién eres. Tienes que ir allí. Por eso siempre voy a Estados Unidos. Todos los discos que saco, los grabo allí, nunca en Europa. Nunca. Para mí es además un proceso de aprendizaje. Voy a Memphis, a Nueva Orleans, a Nueva York. Y aprendo. Cada ciudad tiene influencias diferentes, pero no voy a Ámsterdam a grabar un disco de blues, ni a Belgrado, ni a Florencia. No tengo nada que hacer ahí porque mis influencias vienen del sonido americano, no del europeo. Siempre insisto con EE.UU.

¿Y cómo tuvo la oportunidad de grabar en EE.UU.?

Trabajaba con la compañía Ruf Records y ellos distribuían allí. Mandaron mi material y dijeron que sí, que querían que grabara allí.

¿Ser una mujer, el mero hecho de ser una mujer, le ha puesto las cosas más difíciles? Porque el mundo del blues es, o al menos lo era hasta ahora, un mundo de hombres.

Es un mundo de hombres, pero está empezando a cambiar. Creo que es importante. Siempre pensé que yo tendría un estilo diferente. Tengo mi propio estilo. No es de hombres o mujeres, se trata de mí, Ana Popovic. Por eso, desde que tenía quince años, quería tener mi propio estilo. Trabajo en mis letras. Eso significa que primero tocas un poco de BB King, luego otro poco de Albert King, Stevie Ray Vaughan, cambias de disco, tocas a John Scofield, a algunos saxofonistas, a algunos pianistas. Y te despiertas un día, diez años después, con tus propias letras. Y eso es muy importante para una mujer. Creo que ahora las mujeres están tomando las riendas. Tienen sus propias bandas musicales, son también empresarias. Creo que está cambiando. Cuando comencé a tocar, apenas había mujeres en la música. Bonnie Raitt, Deborah Coleman haciendo lo mismo. Sue Foley, poco antes que yo, pero no eran muchas.

Y no para: giras, conciertos, discos.

Son giras cortas. Ya no hacemos viajes de cinco semanas, ahora suelen ser de una. Una semana y vuelvo a casa. O un fin de semana y vuelvo. Esta vez, que voy a estar tocando por Europa, es más larga y cuando es más larga, vienen mis padres. Pero cuando no vienen es porque son giras cortas. Lo ajustamos todo por los niños y me gusta más. Tengo la excusa para decir: «No. Sólo puedo una semana».

¿Siente una especial predilección por algún músico en particular?   

No, no, no puedo elegir uno solo. Hay muchos. No puedes comparar. Es como si te preguntara cuál es tu fruta favorita. Me gustan las manzanas, pero también las uvas. Todos. Albert King, Albert Collins, Stevie Ray Vaughan, John Scofield, Kevin Eubanks. No sé. Tal vez Django Reinhardt, BB King, Albert King. Todos son diferentes.

¿Y alguna mujer?

No he llegado a aprender mucho de las artistas femeninas. Cuando tenía trece años quería sonar como Howlin’ Wolf, para que te hagas una idea. De las mujeres, me gustan Koko Taylor, Etta James. Y las veteranas, como Sara Vaughan, por ejemplo.

Después de sacar su último trabajo, Trilogy, un disco triple, ¿Qué proyectos tiene para el futuro?

Siempre intento hacer un disco diferente y no repetirme nunca. Trilogy es algo especial. Tal vez sea lo mejor que he hecho. Me he acercado a treinta músicos, para conseguir distintos tintes de música, que es lo que quería, con cosas de funk, soul, blues, rock y jazz. Son veintitrés canciones con tres tipos distintos de sonido, completamente distintos. Y ahora quiero algo diferente. De hecho, ya tengo ideas para un nuevo disco. Pero no puedo decirte nada, es una sorpresa.

Escribí una canción sobre Milosevic. Es importante pronunciarse

Es la hora de dar las gracias y despedirse, que no es cosa de seguir incordiando. Pero Ana tiene hambre y quiere ir a picar algo. Me invitan y, claro, me apunto, cómo no. Y allí en un taberna cercana nos sentamos. Ana lo tiene claro, quiere un vino tinto, español. ¡Sí, un Rioja está muy bien! ¡Oye, muy rico! Y entonces Ana dice lo que quiere, gambas al ajillo y pimientos de padrón. ¡Contra, la fastidiamos, de eso no hay en la taberna! Y Ana se enfurruña. Por fortuna, conseguimos convencerla y allí nos quedamos, charlando de mil cosas, de su familia, de música, de sus viajes, de Trump, de todo un poco. Menos da una piedra: pedimos unos pimientos rellenos de bacalao. Algo es algo.

________________

En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos ayuda para convertir un local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza. 

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Ayax Merino

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí