El Hacha
Una de supositorios
La afición del Atlético está harta de ver cómo, sistemáticamente, la mayoría de la prensa de este país se pasa los días vendiéndole cada semana a los jugadores o preguntándoles en cada entrevista que se tercie si se quieren ir
Rubén Uría 7/04/2017
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Theo Hernández es un lateral izquierdo con unas condiciones físicas bestiales. Un chico con un futuro prometedor, al que el Atlético cedió para que se foguease y volviese siendo mejor. En el Manzanares le pusieron una cláusula de 24 millones de euros, el Cholo cuenta con él y hace un mes, el chico se hartó a decir que sólo pensaba en “volver al Atlético” porque, de manera literal, todo “lo demás” le daba “igual”. No hay, ni hubo nunca, ni existió, ni podrá existir, un pacto entre caballeros entre Real y Atlético. Esto es un cochino negocio de piratas, no de caballeros. Manda el dinero. Y verán, el Madrid está en su derecho de intentar ir a por el jugador. Si el chico quiere, se puede ir, y si el Real paga la cláusula –cuyo precio fijó el Atlético, no Doña Rogelia–, se mudará a pastos más verdes. Y el Atlético, guste o no, está en su derecho de proteger sus intereses. Theo es jugador suyo, tiene contrato en vigor –igual alguien avisa a FIFA y se lía más–, lo formó él, su hermano juega en el primer equipo y si quiere irse, recibirá 24 kilos por un chico que todavía no ha jugado ni 30 partidos en Primera.
Simeone habló hace un mes con Theo y le dijo lo que esperaba de él. Decidirá el chico. Resulta imposible saber si el jugador se irá el Madrid y parte de la prensa sacará pecho por su presunta noticia. También es imposible saber si el chico acabará en el Madrid por su deseo y por dinero, o si acabará en el Madrid como acabaron Falcao, Perea, Forlán y Torres. Lo único seguro es que, si al final el jugador se queda en el Atleti con una mejora de contrato, nadie se llevará las manos a la cabeza, ni nadie pedirá perdón por el supositorio de glicerina. Nadie.
Hay más. En las últimas horas, uno escucha, ve y lee que la afición del Atlético está molesta con la posible marcha de Theo. Y que la gran queja colchonera es que la noticia aparezca justo en vísperas de un derbi trascendental. Nada nuevo bajo el sol. Pero no, no hay caso. Theo es una gota en el océano. Una anécdota más entre los mil doscientos supositorios mediáticos que tiene que tolerar la tribu rojiblanca. La gente del Atlético no está encolerizada por lo de Theo. Qué va. No. De lo que está harta, completamente hasta el gorro, la afición del Atlético de Madrid, uno de los cuatro o cinco mejores equipos de Europa, es de tener que ver cómo, sistemáticamente, la mayoría de la prensa de este país, que en materia empresarial siempre lava más blanco que Ariel, se pase los días vendiéndole cada semana a los jugadores o preguntándoles en cada entrevista que se tercie si se quieren ir. Estos últimos días, en la prensa apareció que Carrasco se iba al Bayern, que Oblak se iría al United, que Giménez lo tenía hecho con el Chelsea, que Gameiro se iba al fútbol chino y que Griezmann, si no se iba al Madrid, se iría con Mourinho. “Semana grande de El Corte Inglés”.
Simeone, al que la prensa lleva cinco años colocando en un equipo diferente cada semana, y que sigue en el Calderón, sabe cómo funciona el invento. Hace años que dijo aquello de “no consuman”
En caso de duda, el periodismo patrio, mayoritariamente, lo tiene claro: le importa un pepino si la presunta noticia tiene rigor o no, sólo la publica. Llena de chapapote la ilusión de los atléticos, gratis, y luego, si te he visto, no me acuerdo. ¿Theo? Es sólo un caso más. Nada nuevo. Lo de siempre. Simeone, al que la prensa lleva cinco años colocando en un equipo diferente cada semana, y que sigue en el Calderón, sabe cómo funciona el invento. Hace años que dijo aquello de “no consuman”, y lo lleva a rajatabla. El que quiere estar en el Atleti, está. Y el que se quiere ir del Atleti, se va. Así de sencillo. Se llame como se llame. Antoine Griezmann es otro que lo tiene clarinete. Esta temporada, más de una docena de veces, le han preguntado si se quiere ir del Atleti, si se irá al Madrid, si se iría al Barça o si se iría a la Premier. En todas las ocasiones ha dicho que no se moverá del club, que es muy feliz y que se siente muy querido en el Calderón.
Hoy, en aras a la originalidad, en plena efervescencia de la última pamema mediática con Theo, le han vuelto a preguntar si se irá del Atleti y si jugaría en el equipo donde todos quieren jugar y donde todos tienen que jugar, aunque no quieran jugar allí. La respuesta de Antoine ha sido la siguiente: "Ya no sé qué decir sobre esta historia. Siempre son las mismas preguntas. Lo he dicho tantas veces que ya no sé que decir, he hecho muchas portadas diciendo que me veía aquí, que no me muevo del Atlético de Madrid. Ya he contestado muchas veces, no volveré a contestar eso. No estoy harto, pero casi". Como la estupidez siempre insiste, se lo volverán a preguntar. Al rico supositorio.
Theo Hernández es un lateral izquierdo con unas condiciones físicas bestiales. Un chico con un futuro prometedor, al que el Atlético cedió para que se foguease y volviese siendo mejor. En el Manzanares le pusieron una cláusula de 24 millones de euros, el Cholo cuenta con él y hace un mes, el chico se hartó a...
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Rubén Uría
Periodista. Articulista de CTXT y Eurosport, colaborador en BeIN Sports y contertulio en TVE, Teledeporte y Canal 24 Horas. Autor de los libros 'Hombres que pudieron reinar' y 'Atlético: de muerto a campeón'. Su perfil en Twitter alcanza los 100.000 seguidores.
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