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Susana Díaz: Una propuesta de futuro. Es el documento con el que la presidenta de la Junta de Andalucía concurre a las primarias del PSOE este domingo. En él, Díaz recorre numerosos puntos a través de los que va desmembrando sus propuestas para el partido que aspira a liderar. De entre todos los epígrafes, “Cultura y desarrollo económico” resulta el más interesante. Ya saben, no hay mejor manera de adentrarse en un político que observando sus inquietudes culturales. Por ejemplo, Mariano Rajoy. El presidente del gobierno es bien conocido por ser más asiduo al Marca que a cualquier tipo de literatura. No pasa nada, los españoles son muy españoles y son mucho españoles. Y claro, leen el Marca. El caso: “Cultura y desarrollo económico” incluye casi 350 palabras dedicadas a la cuestión. No son demasiadas, pero deberían bastar para dejar clara la línea que pretende seguir Susana Díaz de hacerse con la secretaría general del PSOE. Veamos qué dicen.

La cultura determina la sociedad y la civilización y nos hace más libres y más felices. Pero en el siglo XXI debe ser parte del desarrollo económico.

Del Mr. Wonderful cultural a la adversidad: vale que quiera ser feliz y libre, pero sin pasarse. Póngase serio, por favor. La cultura ya no es una cosa de cuatro listos, ahora hay bibliotecas, cines y hasta algún teatro. Ahí hay mucho dinero, ojo. Estamos en el siglo XXI, por si no se había dado cuenta. Para que se haga una idea: Doraemon, el gato cósmico, venía del siglo XXII. Eso es ya mismo. Dese por avisado.

España debe dejar de pensar en número de turistas y debe concentrarse en aumentar el gasto por turista y día. Eso permitirá aumentar los precios de los servicios, aumentar el empleo y subir los salarios de los trabajadores.

Según el documento, “dejar de pensar en número de turistas” y “concentrarse en aumentar el gasto por turista y día” conduce a “aumentar los precios de los servicios, aumentar el empleo y subir los salarios de los trabajadores”. Es decir, que la acción simultánea de dejar de pensar en números y concentrarse en el gasto, resultaría en un situación de mejoría general con respecto a la repercusión económica del turismo. Más allá del hecho de que, en términos políticos y programáticos, Susana Díaz confiera a la imaginación buena parte de su plan de choque, la relación expuesta entre las premisas y la conclusión no es necesariamente válida. Lamentablemente, no sabemos si dejar de pensar en números y concentrarse en el gasto, permite aumentar los precios de los servicios, aumentar el empleo o subir los salarios. Dicho de otra forma: “aumentar los precios de los servicios, aumentar el empleo y subir los salarios de los trabajadores” no es una consecuencia inequívoca de “dejar de pensar en número de turistas” y “concentrarse en aumentar el gasto por turista y día”. Menos aún sin datos que lo sustenten. 

Más allá del hecho de que Susana Díaz confiera a la imaginación buena parte de su plan de choque, la relación expuesta entre las premisas y la conclusión no es válida

La mayor creación de clases medias se está produciendo en Asia. Asia tiene excelentes playas por lo que los turistas asiáticos que vienen a España y a Europa buscan cultura.

Es cierto que “los turistas asiáticos que vienen a España y a Europa buscan cultura”. No sé qué otra cosa podrían buscar. La cultura, como decía Susana Díaz al inicio, “determina la sociedad y la civilización y nos hace más libres y más felices”. Por tanto, resulta obvio que vengan buscando cultura. Si nos centramos en el tema de las playas, de nuevo, la lógica del lenguaje le juega una mala pasada a la sevillana. Si hablamos de los paquetes vacacionales a España que venden las agencias de viajes asiáticas, es verídico que entre sus principales intereses no está la costa española. Sin embargo, que un país tenga excelentes playas no impide que sus habitantes sean reacios a visitar las excelentes playas de otros países. Sin ir más lejos, según Google Trends, a los españoles nos interesa más hacer búsquedas sobre el Caribe que sobre nuestras playas.

España dispone del tercer mayor patrimonio cultural del mundo, según la Unesco, y el potencial de crecimiento en turismo cultural es enorme.

El segundo, Susana Díaz. España es el segundo país con “mayor patrimonio cultural del mundo”. Es el tercero si tenemos en cuenta otro tipo de patrimonios –los de tipo natural, por ejemplo– y los sumamos. A la hora de promocionar el “enorme potencial de crecimiento en turismo cultural”, no estaría de más revisar los datos: según la Unesco, estamos por encima de China en patrimonio cultural. 40 en España, 35 en China. Solo nos supera Italia, con 47.

El resto de actividades culturales contribuyen a mejorar la imagen de Marca España, haciendo más atractivo la llegada de turistas, y nutren de contenidos la estancia de los turistas, algo determinante para que elijan España antes que otros destinos.

Demasiada información. Vamos a intentar acotarla. El resto de actividades culturales –entiéndase “el resto” como un largo etcétera que, una vez más, se deja a la imaginación– mejoran la imagen de Marca España. Es decir, que las actividades culturales que no son “el resto de actividades culturales” podrían no contribuir a mejorarla; nos quedamos con la duda. Luego, la mejora de la Marca España hace más atractiva la llegada de turistas. De acuerdo. La mejora de la Marca España, además, nutre de contenidos la estancia. Ah, no. El resto de actividades culturales nutren de contenidos la estancia de los turistas. Entonces, ¿el resto de actividades culturales hacen más “atractivo” la llegada de turistas? Mira, no lo sé. Sigo. La atractiva llegada de turistas y sus nutridas estancias son determinantes “para que elijan España antes que otros destinos”. ¡Pero si ya estaban en España! ¡Con su atractiva llegada y sus estancias llenas de contenidos! ¿Ahora eligen España? No puedo con esto.

Esto permitirá que los españoles podamos tener una mayor oferta cultural de más calidad y dará una solución a nuestros creadores que han sufrido especialmente la crisis.

¿Le suelto otra vez el rollo de la consecuencia lógica? ¿No, verdad? Resulta que todo lo de la Marca España, las llegadas atractivas y las estancias llenas de contenidos –resumido en que elijan España antes que otros destinos– era la solución que estaban esperando “nuestros creadores que han sufrido especialmente la crisis”. Además, el conjunto de los españoles tendremos una “mayor oferta cultural de más calidad”. Es decir, que gracias a Molly, natural de Bristol, quien este año ha decidido pasar sus vacaciones en España “antes que en otros destinos”, vamos encaminados, de forma inequívoca, a aumentar nuestra oferta cultural y, de paso, a dar una solución mágica a nuestros creadores golpeados por la crisis. Gracias, Molly. De verdad.

América Latina y Estados Unidos donde hay 500 millones de hispano hablantes es una gran oportunidad para nuestro sector cultural. Las nuevas tecnologías digitales son una oportunidad para nuestro sector cultural, aunque también supone riegos que hay que gestionar. Por esta razón, la cultura formará parte de la estrategia de la política industrial y tecnológica de los socialistas.

Este último párrafo suscita una pregunta: ¿de verdad alguien –aparte del escribano ebrio– se ha leído esto antes de publicarlo? Dejando a un lado la falta de comas, que hispanohablantes se escribe junto y que la cifra de 500 millones en América Latina y EE.UU. es inexacta, la falta de cohesión total entre las oraciones que forman parte del párrafo es escandalosa. El batiburrillo de ideas típico de “no he estudiado para el examen y voy a ver si cuela”, no cuela. Hispanohablantes, nuevas tecnologías, política industrial y socialismo. A la batidora. “La gran oportunidad para nuestro sector cultural”. Deje de buscarla. Aquí la tiene. No es música, ni literatura. No es ocio, no es baile. Tampoco es cine, tebeos o videojuegos. Son asiáticos con playas excelentes que vienen a España a ver monumentos. El futuro de nuestro sector cultural. Nuestra gran oportunidad.